Amor sin fin

Una pareja de jóvenes se quiere mucho, qué digo mucho: muchísimo; tanto que si al chico no le dejan ver a su novia no vean la que es capaz de liar... Todo es muy pasional y poco racional (como el amor) en este melodramón sobre el primer romance adolescente. Zeffirelli, que conocía bien el subgénero pues venía de rodar el cursi taquillazo "Campeón", dirige este "pastel" con guindas amargas y con muchas caras conocidas (incluye el debut de Tom Cruise en un breve papel). Por cierto que "Amor sin fin" también tuvo muy buena acogida de público (recaudó nada menos que 31 millones de dólares en USA), seguramente por el tirón de la guapa Brooke Shields, que el año anterior había arrasado con "El lago azul" (The Blue Lagoon, 1980). No encuentro otra explicación para una floja historia excesivamente larga (a la hora y media casi empiezas a comprender el título) que hará las delicias de, por ejemplo, esos jóvenes "superenamorados" que a los 16 años creen haber encontrado a alguien sin el/la que no pueden vivir. Para ellos un par de consejos: no os preocupéis demasiado que el amor sí suele tener fin, y sin ver la peli también se puede seguir viviendo.

"Con el guapo Martin Hewitt en el papel de David y la guapa Brooke Shields como Jade, lo que se consigue es una sobreexcitada película de adolescentes"

"Con su vocecita plana y su escaso rango emocional, uno tiene que preguntarse: ¿Es Brooke Shields realmente digna de obsesión? ¿Y puede soportar, comercialmente, otra película sobre otro tipo de obsesión? La respuesta es no."