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Voto de Richy:
8

Voto de Richy:
8
6,4
92.132
Drama
Año 30 de nuestra era. En la provincia romana de Judea, un misterioso carpintero llamado Jesús de Nazareth comienza a anunciar la llegada del "reino de Dios" y se rodea de un grupo de humildes pescadores: los Apóstoles. Durante siglos, el pueblo judío había esperado la llegada del Mesías - personaje providencial que liberaría su sagrada patria e instauraría un nuevo orden basado en la justicia-. Las enseñanzas de Jesús atraen a una gran ... [+]
19 de marzo de 2012
19 de marzo de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recreación asombrosa y doliente del capítulo más representativo de la fe cristiana, la de la pasión de Jesucristo, por parte de Mel Gibson.
Con la etiqueta bien visible de provocador, los que conocen a Mel Gibson como director saben que no se corta un pelo a la hora de mostrar en pantalla sus ideas de forma polémica, principalmente por su exhibición de la violencia como parte esencial de sus películas. En “Braveheart” no se dio curiosamente este hecho, a pesar de ser también un filme violento pero más comercial que su posterior “Apocalypto”, donde la violencia sí jugaba un papel predominante. Con “La Pasión”, las cotas de violencia alcanzan el máximo nivel y Mel Gibson lo justifica más que nunca debido a la naturaleza misma del hecho que relata.
Sin lugar a dudas, “La Pasión” es una película muy dura, sobre todo para los cristianos más fervientes y sufridos. El filme narra el episodio de la Pasión de Cristo, comenzando en el huerto de Getsemaní y la traición de Judas hasta la misma crucifixión en el Calvario. La historia es muy lineal, relatada paso a paso, con algún que otro flashback para mostrar momentos muy concretos de la vida de Jesús pero que no resultan imprescindibles para el desarrollo del filme. Los castigos que recibe Jesús desde el primer momento son mostrados de una manera muy gráfica, quizás excesiva en algunos momentos, y dando la sensación de que Gibson se recrea en otros (por ejemplo, en los angustiosos minutos de los latigazos por parte de los romanos).
El conservadurismo de Gibson añade al relato fidelidad con respecto a los escritos bíblicos aunque se evidencia su antisemitismo de manera notoria. Las apariciones de los judíos, representados por el Sanedrín, juegan el rol de malvados y asesinos incluso por encima de los alocados y sanguinarios verdugos romanos, mostrados como títeres descerebrados que juegan a castigar a uno más de tantos que se les ponen a tiro de sus látigos.
El formato de la película es excelente, con una fotografía y luminosidad acordes con escenas y momentos concretos. Para mayor realismo, al igual que hizo en “Apocalypto”, Gibson rueda en arameo, latín y hebreo, lo cual resulta en ocasiones algo ridículo oyéndolo de labios de actores americanos salvo de Jim Caviezel, que borda su papel. Además, la estremecedora banda sonora también ayuda a integrarse en el drama de forma profunda.
Muy recomendable tanto para ateos amantes del cine por su gran calidad cinematográfica, como para creyentes fervorosos por su gran fidelidad a las escrituras.
Con la etiqueta bien visible de provocador, los que conocen a Mel Gibson como director saben que no se corta un pelo a la hora de mostrar en pantalla sus ideas de forma polémica, principalmente por su exhibición de la violencia como parte esencial de sus películas. En “Braveheart” no se dio curiosamente este hecho, a pesar de ser también un filme violento pero más comercial que su posterior “Apocalypto”, donde la violencia sí jugaba un papel predominante. Con “La Pasión”, las cotas de violencia alcanzan el máximo nivel y Mel Gibson lo justifica más que nunca debido a la naturaleza misma del hecho que relata.
Sin lugar a dudas, “La Pasión” es una película muy dura, sobre todo para los cristianos más fervientes y sufridos. El filme narra el episodio de la Pasión de Cristo, comenzando en el huerto de Getsemaní y la traición de Judas hasta la misma crucifixión en el Calvario. La historia es muy lineal, relatada paso a paso, con algún que otro flashback para mostrar momentos muy concretos de la vida de Jesús pero que no resultan imprescindibles para el desarrollo del filme. Los castigos que recibe Jesús desde el primer momento son mostrados de una manera muy gráfica, quizás excesiva en algunos momentos, y dando la sensación de que Gibson se recrea en otros (por ejemplo, en los angustiosos minutos de los latigazos por parte de los romanos).
El conservadurismo de Gibson añade al relato fidelidad con respecto a los escritos bíblicos aunque se evidencia su antisemitismo de manera notoria. Las apariciones de los judíos, representados por el Sanedrín, juegan el rol de malvados y asesinos incluso por encima de los alocados y sanguinarios verdugos romanos, mostrados como títeres descerebrados que juegan a castigar a uno más de tantos que se les ponen a tiro de sus látigos.
El formato de la película es excelente, con una fotografía y luminosidad acordes con escenas y momentos concretos. Para mayor realismo, al igual que hizo en “Apocalypto”, Gibson rueda en arameo, latín y hebreo, lo cual resulta en ocasiones algo ridículo oyéndolo de labios de actores americanos salvo de Jim Caviezel, que borda su papel. Además, la estremecedora banda sonora también ayuda a integrarse en el drama de forma profunda.
Muy recomendable tanto para ateos amantes del cine por su gran calidad cinematográfica, como para creyentes fervorosos por su gran fidelidad a las escrituras.