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Voto de TOM REGAN:
5

Voto de TOM REGAN:
5
1989 

6,7
97.018
Animación. Fantástico. Musical. Infantil
Ariel, hija del rey Tritón, es la princesa de las sirenas. Está a punto de celebrarse su fiesta de cumpleaños y su mayor ilusión es poder conocer a los seres humanos. Con la ayuda de la bruja Úrsula, Ariel consigue subir a la superficie, donde salva de morir ahogado a un hermoso príncipe, cuyo barco acaba de naufragar, del que se enamora perdidamente. (FILMAFFINITY)
20 de noviembre de 2019
20 de noviembre de 2019
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
211/17(19/11/19) Sobrevalorado film de la factoría Disney (el 28 de la compañía), aunque para la casa del logo del ratón supuso el llamado “Renacimiento de Disney” de la casa tras dos décadas sin éxitos de taquilla (justo desde la muerte del fundador almeriense (eso dice la leyenda urbana, que nació en Mojacar), obteniendo $ 84 millones en la taquilla nacional durante su lanzamiento inicial, y $ 233 millones en total bruto de por vida en todo el mundo, siendo además la primera película animada de Disney en ganar un Oscar (mejor puntaje, mejor canción a “Under the sea”) desde “La bruja novata”, en 1971. Film que mezcla la fantasía, la comedia, el romanticismo y el musical en un largometraje de animación 2D que visto con la perspectiva de las 3 décadas desde su estreno (13/Noviembre/1989) me resulta muy infantil, con una animación poco llamativa, con una historia que de rancia resulta grimante, con un humor muy simplón, y con un desarrollo bastante atropellado. Escrito y dirigido por Ron Clements y John Musker basándose libremente en el cuento homónimo (publicado en 1837) del danés Hans Christian Andersen, con música de Alan Menken y Howard Ashman (quien también se desempeñó como coproductor junto a John Musker). Precisamente en esto último se cree fundamentado el éxito del film, una fórmula musical que el estudio ha estado siguiendo más o menos desde entonces, con pegadizas canciones de Menken y Ashman (que volverían a colaborar en clásicos de estudio posteriores como “La bella y la bestia” y “Aladdin” antes de la prematura muerte de Ashman en 1991). Pero este trivial producto palidece ante las obras posteriores de Disney de los 90 como romántica “La Bella y la Bestia” (1991), la mágica “Aladdin” (1992), la shakesperiana “El Rey León” (1994), o la gótica “El jorobado de Notre Dame” (1996), no da ni para telonera “La sirenita” de las mencionadas, ante estas parece una anécdota, pero es que ni a nivel técnico y de emoción se le puede acercar a clásicos como “Blancanives y los 7 enanitos” (1937), “Pinocho” (1940) o “La Bella Durmiente” (1941). Con un relato estirado en su simplicidad, con un romance que más que ternura despierta inocencia supina, habiendo aquí un relato difícil de tragar en sus rancios y cursis recursos argumentales de que las princesas se enamoran de los príncipes, o en sus apolilladas moralinas de que lo que debe primar es la belleza (puaj!), donde además los sacrificios por amor deben hacerlos ella, él como es guapo y príncipe es obligado que ella se le ofrezca sin cola de pez, o sea con dos piernas, y sobre todo una entrepierna (¿?). Todo esto adornado por secundarios muy artificiosos que pretenden sumar gracia y no me levantan más allá de una mueca (que uno de los gags recurrente s sea que Ariel confunde un tenedor con un cepillo es claro ejemplo del tipo de humor inteligente [ataque de cinismo]). Aunque no todo es flojo, y es que tiene un par de canciones atractivas como “Under the sea” y “Kiss the Girl”, tiene una villana carismática en Ursula, tiene una buena escena de acción en la huida de Ariel del tiburón en el barco naufragado, resto me resulta pasable, el resto de escenas de acción me resultan ordinarias.
El centro del relato es una joven inquieta, Ariel, princesa de un reino que tiene la peculiaridad de que es bajo el mar, y que no tiene piernas, es una sirenita. La joven tras una aventura con sus amiguitos descubre el mundo exterior por el que se siente atraída, y pero sobre todo tiene un flechazo con un humano, que casualidad, es otro príncipe, Eric. Pero son el no tener piernas (o quizás lo que hay en medio) lo que le impide relacionarse con él en el mundo exterior, por lo que a espaldas de su protector padre Tritón, tramará un plan con una siniestra calamar (no es una pulpo pues tiene 6 patas), llamada Ursula.
Es un film de una ligereza notable, que la veras tan fácil como olvidarás, la imaginación visual no es nada que recordarás, el reino submarino resulta rutinario en su concepto, así como el reino exterior es de manual, sin inventiva alguna. Siendo muy exégeta se puede extraer que la historia nos habla de que debes seguir tus propios instintos, para marcar tu propio camino, aunque este sea alejado de los postulados familiares, sobre aquello de seguir tus propios sueños. Esto que sobre el papel suena sugerente, en el relato me queda acartonado en el modo a que todo está supeditado al amor masculino, donde todo se fundamenta en la belleza, pues Ariel ante Eric no despliega ingenio, ni simpatía, solo atractivo sensual, con lo cual deja el tufillo al clasismo y al culto a las apariencias, incluso a la voz. Tiene una vertiente romántica edulcorada y muy cándida, que no te tocva fibra alguna; El humor es demasiado pueril, y la acción (aparte de la mencionada persecución del escualo) me resulta banal, para desembocar en un final a empujones, con un epílogo previsible y no apto para diabéticos; El humor corre a cargo sobre todo del cangrejito Sebastian, que le da voz original Samuel E. Wright que adoptó el acento jamaicano para que Sebastian, para un rol de especie de Pepito Grillo, pero que me resulta cargante. Al menos tiene el mérito de entonar los dos mejores temas de la película, "Under the Sea" y "Kiss the Girl". También está como alivio cómico la atolondrada la atolondrada gaviota Scuttle, que basa su gracia en darse golpes contra las cosas (humor inteligente?), y también está el sosainas y prescindible pez, Fluonder.
El centro del relato es una joven inquieta, Ariel, princesa de un reino que tiene la peculiaridad de que es bajo el mar, y que no tiene piernas, es una sirenita. La joven tras una aventura con sus amiguitos descubre el mundo exterior por el que se siente atraída, y pero sobre todo tiene un flechazo con un humano, que casualidad, es otro príncipe, Eric. Pero son el no tener piernas (o quizás lo que hay en medio) lo que le impide relacionarse con él en el mundo exterior, por lo que a espaldas de su protector padre Tritón, tramará un plan con una siniestra calamar (no es una pulpo pues tiene 6 patas), llamada Ursula.
Es un film de una ligereza notable, que la veras tan fácil como olvidarás, la imaginación visual no es nada que recordarás, el reino submarino resulta rutinario en su concepto, así como el reino exterior es de manual, sin inventiva alguna. Siendo muy exégeta se puede extraer que la historia nos habla de que debes seguir tus propios instintos, para marcar tu propio camino, aunque este sea alejado de los postulados familiares, sobre aquello de seguir tus propios sueños. Esto que sobre el papel suena sugerente, en el relato me queda acartonado en el modo a que todo está supeditado al amor masculino, donde todo se fundamenta en la belleza, pues Ariel ante Eric no despliega ingenio, ni simpatía, solo atractivo sensual, con lo cual deja el tufillo al clasismo y al culto a las apariencias, incluso a la voz. Tiene una vertiente romántica edulcorada y muy cándida, que no te tocva fibra alguna; El humor es demasiado pueril, y la acción (aparte de la mencionada persecución del escualo) me resulta banal, para desembocar en un final a empujones, con un epílogo previsible y no apto para diabéticos; El humor corre a cargo sobre todo del cangrejito Sebastian, que le da voz original Samuel E. Wright que adoptó el acento jamaicano para que Sebastian, para un rol de especie de Pepito Grillo, pero que me resulta cargante. Al menos tiene el mérito de entonar los dos mejores temas de la película, "Under the Sea" y "Kiss the Girl". También está como alivio cómico la atolondrada la atolondrada gaviota Scuttle, que basa su gracia en darse golpes contra las cosas (humor inteligente?), y también está el sosainas y prescindible pez, Fluonder.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pat Carroll da voz original a Ursula con gran poderío y personalidad marcada, un personaje de mala malísima por encima de la calidad del film. El diseño de la villana se basó en el intérprete drag Divine. Una inspiración temprana adicional antes de Divine fue Joan Collins en su papel de Alexis Carrington en el programa de televisión Dynasty, debido a una sugerencia de Howard Ashman, quien era fanático de la serie.
En conjunto me queda una película exenta de que pueda gustar a los mayores, solo apta a niños muy niños, y puede que siendo muye escrupuloso que ni eso, por la mencionada moralina rancia. Solo recomendable porque su éxito supuso una revitalización de la compañía del castillo mágico, y con ello pudimos saboreare las obras maestras mencionadas delos 90.
PD. Destacar elementos de índole sexual metidos cual easter eggs, como una parece erección del sacerdote, una torre del castillo de Eric con forma de pene (tuvieron que modificarla para su estreno en video), o el desbordante escote de Ursula.
En conjunto me queda una película exenta de que pueda gustar a los mayores, solo apta a niños muy niños, y puede que siendo muye escrupuloso que ni eso, por la mencionada moralina rancia. Solo recomendable porque su éxito supuso una revitalización de la compañía del castillo mágico, y con ello pudimos saboreare las obras maestras mencionadas delos 90.
PD. Destacar elementos de índole sexual metidos cual easter eggs, como una parece erección del sacerdote, una torre del castillo de Eric con forma de pene (tuvieron que modificarla para su estreno en video), o el desbordante escote de Ursula.