Durante mucho tiempo, le tuve cierta manía a John Wayne (Yon Vaine, para mis padres), entre otras cosas, porque se atrevió a criticar al gran Clint Eastwood diciendo que era un “vaquero de pega”, y todos sabemos que el mejor actor/director de cine viviente tiene patente de corso incluso para votar a Donald Trump. Tras darle una oportunidad con el visionado de El hombre que mató a liberty Valance (de lo mejor del western, también de John Ford) cambie mi percepción de él, situándolo a la altura de los más duros del cine, tanto por su presencia, forma de andar, rudeza, etc…

Es todo un lujo no haber visto esta película hasta el día de hoy, y disfrutar de esta forma de ella en toda su plenitud.

Cuando Antonio Gasset la califica como una de la mejor película de la historia del cine, no anda muy desencaminado.

Las imágenes y la narración de Ford son como en el resto de sus obras, auténtica poesía. La escena en la que los indios intentan rodear a su grupo avanzando lentamente antes de refugiarse en el río, tiene unos planos geniales.
Es un argumento muy simplón: dos vaqueros en busca de una niña raptada por los indios; pero es la maestría de Ford en la forma de contarlo lo que hace grande a esta historia, lo que junto con la interpretación de ese racista y atormentado vaquero John Wayne lo convierte en una de las mejores películas del oeste.

Una película absolutamente imprescindible.

Thanks!