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5
5,7
5.585
Comedia. Thriller
N. es un hombre estropeado, algo no va bien en su interior. N. no quiere tomar una sola decisión más, sólo apearse del mundo. Dejar de tener opciones. El psicólogo a quien visita no sabe cómo abordarlo, tampoco su hermana, que intenta apoyarlo sin frutos. N. sólo quiere vivir en la cárcel, y hará cuanto sea necesario para conseguirlo. ¿Lograrán sus allegados que desista de cometer delitos cada vez más graves? ¿Hasta dónde será capaz de ... [+]
16 de abril de 2025
16 de abril de 2025
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Admiro la valentía de Rodrigo Cortés, porque para hacer una película como ésta hay que tener mucha determinación. Como director, sabes que quieres hacer un producto diferente, fuera de lo convencional, pero asumes un riesgo, con una exposición ante la crítica y ante no recuperar el presupuesto de la peli en taquilla o plataformas.
Dicho esto, la película es inclasificable. Por momentos, parece humor, pero en realidad esconde un tratado humano realmente escabroso. En cierto modo es una forma de rebelión individual de un personaje alienado que busca la libertad en prisión. Inexplicable.
Creo que como se ha dicho, la primera parte engancha más al espectador. A medida que entramos en la psique de N, el protagonista que no quiere llamarse de ninguna manera, todo se hace más espeso, como la personalidad de N. La parte carcelaria es violenta, oscura, desagradable.
Rodrigo Cortés sabe muy bien que los secundarios son fundamentales, y la verdad es que todos lo bordan. Josep María Pou como cura es hilarante. Guillermo Toledo, un psicólogo que posiblemente está peor que su paciente, o un José Sacristán metido a juez endemoniado que está enorme, para mí el mejor, junto a la sufridora hermana, Anna Castillo, sobresaliente.
Creo que la película tiene dos problemas: por un lado, es muy difícil empatizar con N (es casi imposible entenderlo, a pesar del dolor que lleva dentro por la pérdida familiar), y por otro lado, su ritmo irregular. Sumando ésto, y apreciando lo excepcional de la narración, creo que difícilmente puede ser una película que conecte con muchos espectadores. A mí me deja con un sabor de boca agridulce.
Mario Casas sigue escalando en su currículum, ofreciendo una actuación magnífica. Y Rodrigo Cortés escrutando los caminos de la creación fílmca, aun a riesgo de no gustar a todos los paladares.
Dicho esto, la película es inclasificable. Por momentos, parece humor, pero en realidad esconde un tratado humano realmente escabroso. En cierto modo es una forma de rebelión individual de un personaje alienado que busca la libertad en prisión. Inexplicable.
Creo que como se ha dicho, la primera parte engancha más al espectador. A medida que entramos en la psique de N, el protagonista que no quiere llamarse de ninguna manera, todo se hace más espeso, como la personalidad de N. La parte carcelaria es violenta, oscura, desagradable.
Rodrigo Cortés sabe muy bien que los secundarios son fundamentales, y la verdad es que todos lo bordan. Josep María Pou como cura es hilarante. Guillermo Toledo, un psicólogo que posiblemente está peor que su paciente, o un José Sacristán metido a juez endemoniado que está enorme, para mí el mejor, junto a la sufridora hermana, Anna Castillo, sobresaliente.
Creo que la película tiene dos problemas: por un lado, es muy difícil empatizar con N (es casi imposible entenderlo, a pesar del dolor que lleva dentro por la pérdida familiar), y por otro lado, su ritmo irregular. Sumando ésto, y apreciando lo excepcional de la narración, creo que difícilmente puede ser una película que conecte con muchos espectadores. A mí me deja con un sabor de boca agridulce.
Mario Casas sigue escalando en su currículum, ofreciendo una actuación magnífica. Y Rodrigo Cortés escrutando los caminos de la creación fílmca, aun a riesgo de no gustar a todos los paladares.