No es cuestión baladí que gran parte de la magia del cine reside en los pequeños detalles y, a tenor de lo visto y expuesto en esta sección, parece que J.J. Abrams cumplió su objetivo.

Este título sí es para todos los fans, sobre todo los de la vieja escuela, los que se conocen cada diálogo, cada frame, si me apurais, de toda la saga:

- La gran controversia viene dada por el legado de los Skywalker, principalmente personificado en Anakin, y el nulo respeto que esta película muestra... Nada más lejos de la realidad: la obsesión de Anakin, ya desde la muerte de su madre en el Ep. II, siempre fue devolver a la gente a la vida. "¡Seré el Jedi más fuerte y evitaré que la gente muera!" espetaba a una estupefacta Padmé tras aniquilar a todo el pueblo Tusken. Fue lo que motivó su caída al Lado Oscuro tras el mejor diálogo del Ep. III con Palpatine: "El lado oscuro de la Fuerza es un camino hacia muchas habilidades que algunos consideran antinaturales", frase que el propio Palpatine vuelve a rememorar en el Ep. IX. El emperador no engañó del todo a Anakin: trabajaron juntos para descubrir ese poder en Exegol, la ubicación de los buscadores Sith demuestra que Vader sabía plenamente de su existencia: uno en Mustafar (al principio de la película) y otro en los restos de la estrella de la muerte. Pero, irónicamente, quien pudo cumplir este legado fue Ben, siempre obsesionado por terminar lo que su abuelo empezó: devolvió a la vida a su amor, a Rey y, al igual que Anakin hizo con Padmé y Luke, se sacrificó por su descendencia.

- Los Skywalker desaparecen. Ni un sólo descendiente de sangre... ¿En serio? Hablamos de Disney y muchas cabezas pensantes. Un nuevo detalle que pasa desapercibido: Ben apoya su mano en el vientre de Rey para insuflarle toda su energía y así devolverla a la vida... Y... crear otra... Otra inmaculada concepción como la de Anakin, manipulando los midiclorianos tal y como hizo Palpatine en uno de los tomos del cómic dedicado a Darth Vader.

En efecto, el título "el ascenso" es mucho más certero de lo que podíamos imaginar antes de su visionado.