Se trata de una película inspirada en la historia real de Philippa Langley nativa de Edimburgo, Escocia, y que emprendió su propia investigación para encontrar los restos del rey Ricardo III fallecido en 1495, juzgado injustamente por sus contemporáneos y luego por la leyenda negra más tarde fabricada por la dinastía que lo sucedió y sin olvidar la obra "Ricardo III" escrita por William Shakespeare con el mismo objetivo.

Los actores interpretan excelentamente su papel, y en particular Sally Hawkins en Philippa Langley. El suspenso permanece hasta el final. Y la película filmada en los sitios históricos da aún más interés a los espectadores.

En definitiva, una película “sin pretensión” de super producción que pueden visionar todos los espectadores incluso los no particularmente interesados en la historia de un rey inglés del siglo XV objeto de un funeral digno de él, casi 6 siglos después de su muerte gracias a la tenacidad de una mujer.