Vietnam Texas
21
Acción. Thriller
El padre Thomas McCain no siempre fue un hombre de Dios. Hace ya mucho tiempo fue un hombre de guerra. Cuando salió del infierno de Vietnam empezó una nueva vida con la esperanza de que su pasado se quedara allí. Sin embargo, un viejo compañero de armas le informa que cree haber visto a su hija en el barrio chino de Houston, retenida por la mafia que controla el negocio de la droga de la ciudad. Después de tantos años sin saber nada de ... [+]
27 de febrero de 2014
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Un sacerdote de nombre Thomas McCain (Robert Ginty) fue en su juventud un soldado en Vietnam. Cuando finalizó la guerra empezó una nueva vida como religioso con la esperanza de hacer borrón y cuenta nueva de su tormentoso pasado. Sin embargo, por un antiguo compañero de armas, tiene conocimiento de la existencia de una hija natural que tuvo durante el período militar, hija que vive en Huston, Texas. La muchacha está retenida por un peligroso mafioso vietnamita, mientras McCain, después de tantos años sin saber nada de ella, hará lo imposible por recuperarla, incluso empuñando de nuevo las armas.
Vi esta película anoche y créanme, parafraseando aun archiconocido político de nuestra transición a la democracia: “Puedo asegurar y aseguro” que es un petardo de mucho cuidado. Roberte Ginty, el director y protagonista de la peliculita hace lo que puede, que es poco, con un guión traído de los pelos y escrito por C. Courtney Joyner y Tom Badal.
Las interpretaciones, empezando por el protagonista, el propio Ginty, siguiendo por el resto son bastante mediocres, y de esta guisa la película se hace poco creíble a la par que inverosímil. Un sacerdote pegando mamporros o matando a gente a tiro limpio, tras haber sido literalmente crucificado por los perversos malísimos que por ahí asoman, mezcla de pescaderos y grifotas. Y al final, la hija ya adolescente, tras años y paños sin ver a papá, cae rendida ante el alzacuellos de su Parente monseñor.
En fin, como tiene que haber de todo en este mundo, pues también hay de esto, de monseñores belicosos, vietnamitas mafiosos, amigo borrachín que no sabe ni poner la cara ante la pantalla y para colmo una medio historia de amor truncada y reparada por el pecador del cura. Y no digo nada más.
Vi esta película anoche y créanme, parafraseando aun archiconocido político de nuestra transición a la democracia: “Puedo asegurar y aseguro” que es un petardo de mucho cuidado. Roberte Ginty, el director y protagonista de la peliculita hace lo que puede, que es poco, con un guión traído de los pelos y escrito por C. Courtney Joyner y Tom Badal.
Las interpretaciones, empezando por el protagonista, el propio Ginty, siguiendo por el resto son bastante mediocres, y de esta guisa la película se hace poco creíble a la par que inverosímil. Un sacerdote pegando mamporros o matando a gente a tiro limpio, tras haber sido literalmente crucificado por los perversos malísimos que por ahí asoman, mezcla de pescaderos y grifotas. Y al final, la hija ya adolescente, tras años y paños sin ver a papá, cae rendida ante el alzacuellos de su Parente monseñor.
En fin, como tiene que haber de todo en este mundo, pues también hay de esto, de monseñores belicosos, vietnamitas mafiosos, amigo borrachín que no sabe ni poner la cara ante la pantalla y para colmo una medio historia de amor truncada y reparada por el pecador del cura. Y no digo nada más.
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