Porque resultó lo único entretenido.

Nico Frost, un tipo que cae bien, protagoniza y escribe el guion de 'Get Away', donde veremos a una familia típica ir de vacaciones a una isla, en la que los lugareños son bastante peculiares y no les reciben con aplausos precisamente.

Si ves los primeros 10 minutos, como de presentación, y luego la última media hora, te ahorrarás mucho relleno, mucha paja, muchos minutos en los que si bien podrías encontrar alguna pista sobre el giro de la trama, tampoco es de visionado obligatorio.
El humor es cortito, apenas un par de momentos me resultaron divertidos, y respecto a actuaciones, bastante decentes, todo hay que decirlo; los chavales pueden resultar flojos en sus gestos o reacciones, pero al menos queda todo bastante explicado, hay una razón para ello.

El aprobado, como comenté, es por el último tramo, bastante desquiciado y algo sangriento, con lo mejor a ritmo de 'Run to the hills', de Iron Maiden.

No pierdes nada por verla, pero tampoco ganas nada viéndola.

Wolf.

La mezcla de comedia y terror (slasher) tiene que estar equilibrada. Es decir, si pesa más una que otra, se convierte en un pastiche que no nos hará ninguna gracia y no nos aterrorizará en absoluto. Get Away es de aquellas cintas que, a pesar de su buena voluntad cae sin remedio en los típicos clichés de ambos mundos. Toda ella es bastante previsible con un tipo de humor cínico, muy británico por decirlo de alguna manera. Es como aquel que te explica un chiste con mucho salero, pero que lo has escuchado infinidad de veces. Antes de acabarlo ya te has aburrido.

A pesar de todo lo dicho acerca de su previsibilidad, entendemos que a cierto tipo de público le pueda convencer. Tiene una vuelta de tuerca resultona que tiene el inconveniente de que nos deja fríos dentro de una trama vulgar.

Una familia se va de vacaciones a una isla remota de Suecia para desconectar de su ajetreada vida. El recibimiento de los lugareños no es del todo amistoso. Además, descubren, con terror, que está habitada por un asesino en serie.

Steffen Haars hace lo que puede para levantar una película con un guion muy manido y visto infinidad de veces cuya autoría recae en el gran Nick Frost que hace su debut en solitario en el screenplay. El apego que sienten todos los fans del terror por Nick Frost hace que la miremos con cariño. Pero ya sabemos cómo de cruel es el mundo cinematográfico, no conoce amigos y lo que en su tiempo fue la leche, en la actualidad no tiene pizca de gracia. El mundo gira y gira y llegamos a la conclusión que la frase: renovarse o morir, tiene plena vigencia.

Tampoco la vamos a desdeñar del todo. Tiene algún gag que vale la pena y un gore sencillo, pero bastante efectivo. Cuando miramos su fecha de producción, 2024, nos quedamos a cuadros, parece que estemos viendo una cinta rodada décadas atrás, con lo que pierde esa cosa que nos mola bastante que se llama novedad.

Vamos a hablar de las interpretaciones. Contamos como protagonista con el mismísimo Nick Frost (Shaun of the Dead, Attack the Block), en un papel muy en la línea de lo que esperamos de un actor que siempre ha contado con el beneplácito del público. En esta ocasión no aporta demasiado a un personaje muy estereotipado. Los otros componentes de la extraña familia son Sebastian Croft como hijo, Aisling Bea da vida a la madre y Maisie Ayres a la hija. Del resto del elenco quiero destacar a Eero Milonoff (Border).

Vamos acabando ya, Get Away es una película que a pesar de todo lo dicho puede hacer que paséis un rato divertido. Si sois de los que buscan algo más o esperáis reíros a mandíbula batiente, mejor que busquéis otras alternativas.

https://www.terrorweekend.com/2024/11/get-away-review.html