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Voto de Nadie:
4
13 de marzo de 2022
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
En simple, presenciamos la historia de un "tira y afloja" entre un adolescente y una chica algo mayor. Vemos el desarrollo de esta relación en 2 horas y algo para llegar al desenlace obvio que todos imaginamos desde un principio.
La temporalidad de la historia nunca queda clara. El paso de semanas, meses, o años parece quedar a la interpretación de quien la ve, y eso puede generar confusión llevando a cuestionar parte de la trama que a ratos se vuelve a inverosímil.
El retrato de los años 70 es quizás lo mejor: banda sonora adecuada, cuidado vestuario y ambientación acorde a lo que se exhibe.
La pareja protagonista está bien, aunque por momentos cuesta empatizar con sus personajes. Por un lado una chica judía que parece aferrarse a cualquier cosa para escapar de su realidad laboral y familiar, y por otro, un adolescente con ínfulas artísticas y empresariales.
La participación de Sean Penn, Bradley Copoper y Tom Waits es tan breve que más parece un enganche publicitario para llevar gente al cine. A nivel de la historia no deja de ser una anécdota.
En resumen Licorice Pizza se hace lenta y a ratos aburrida. No termina de encajar como comedia ni drama romántico. Creo que la firma de Paul Thomas Anderson sostiene gran parte de la buena disposición de la critica hacia la película. Si fuera cualquier otro director, la evaluación sería distinta.
La temporalidad de la historia nunca queda clara. El paso de semanas, meses, o años parece quedar a la interpretación de quien la ve, y eso puede generar confusión llevando a cuestionar parte de la trama que a ratos se vuelve a inverosímil.
El retrato de los años 70 es quizás lo mejor: banda sonora adecuada, cuidado vestuario y ambientación acorde a lo que se exhibe.
La pareja protagonista está bien, aunque por momentos cuesta empatizar con sus personajes. Por un lado una chica judía que parece aferrarse a cualquier cosa para escapar de su realidad laboral y familiar, y por otro, un adolescente con ínfulas artísticas y empresariales.
La participación de Sean Penn, Bradley Copoper y Tom Waits es tan breve que más parece un enganche publicitario para llevar gente al cine. A nivel de la historia no deja de ser una anécdota.
En resumen Licorice Pizza se hace lenta y a ratos aburrida. No termina de encajar como comedia ni drama romántico. Creo que la firma de Paul Thomas Anderson sostiene gran parte de la buena disposición de la critica hacia la película. Si fuera cualquier otro director, la evaluación sería distinta.