Dicen que los tiempos de crisis favorecen la aparición de importantes obras literarias. Las miserias y situaciones de las personas en momentos límite generan grandes historias a partir de una realidad siempre complicada.

No se en que medida puede ocurrir algo parecido en el cine pero el caso de Moon, es un ejemplo de los estragos de la crisis, hay que ajustar el presupuesto: con algunas escenas del National Geographic, un sólo actor y la recuperación de Cortocircuito para la gran pantalla, han montado una película que parece ser se va a convertir en una obra de culto.

Incomprensiblemente para muchos una obra maestra, no hay nada especialmente original ni atractivo en ella, no hay nada brillante, no es especialmente divertida o entretenida, hay lagunas y cabos sueltos, por lo tanto, yo, personalmente, no entiendo esta calificación.

Digamos que se deja ver y, sinceramente, se agradece de vez en cuando una película de ciencia ficción que no se sustente en efectos especiales y demás, pero de ahí a ser una genialidad va un mundo. Por que si la genialidad se esconde en algún trasfondo filosófico-metafísico de la película yo, lo siento, no lo he pillado.