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Voto de melchorin:
7

Voto de melchorin:
7
6,7
4.560
Drama
El largo viaje de la vida de Parthenope, desde su nacimiento en 1950 hasta hoy. Una epopeya femenina desprovista de heroísmo pero rebosante de una pasión inexorable por la libertad, Nápoles y los rostros del amor, todos esos amores verdaderos, inútiles e indecibles. El perfecto verano de Capri, el desenfado de la juventud, que acaba en emboscada. Y luego todos los demás: los napolitanos, hombres y mujeres, observados y amados, ... [+]
28 de diciembre de 2024
28 de diciembre de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es puro Sorrentino, puro Nápoles, un canto a la belleza de la capital del sur de Italia, la capital Partenopea, una de las tres capitales de la Europa del siglo XIX.
De la mano de la debutante y bellísima (no podía ser de otra manera) Celeste Dalla Porta, Sorrentino nos muestra el recorrido vital del personaje nacido en el agua del mar que baña la ciudad y sus intereses intelectuales, amorosos, vitales, yendo y viniendo de sus años de juventud a los de su madurez, un paseo por toda la ciudad que nos muestra su belleza y también sus puntos oscuros.
Personajes grotescos que pululan por la pantalla, otros feos y oscuros, otros bellos y magníficos, todos ellos rodados con esa estética tan del director italiano que nos enamoró en LA GRAN BELLEZA o en LA JUVENTUD.
Esta es una película más cercana a la última suya, FUE LA MANO DE DIOS, en la que mezcla y reúne todos los tópicos napolitanos y también todos los fantasmas de una ciudad tan vital como misteriosa, tan tremenda como sutil.
Una película digna de verse en pantalla grande, que aunque reiterativa en su temática, es capaz de tener al espectador atento a lo que ocurre. Impacta la belleza y la naturalidad de la protagonista, Celeste Dalla Porta, ya en la historia del cine aunque no haga más películas, pese a que el talento interpretativo habrá que buscarlo en el siempre magnífico Silvio Orlando y el dolor del paso del tiempo que provoca ver a la mítica Stefania Sandrelli arrasada por la edad.
Hay, no obstante, aspectos que no se entienden, como el personaje de Gary Oldman, escritor alcohólico y homosexual, un cliché tan obvio como innecesario en la película: su personaje aparece, no se sabe para qué, y desaparece tal cual llegó.
De la mano de la debutante y bellísima (no podía ser de otra manera) Celeste Dalla Porta, Sorrentino nos muestra el recorrido vital del personaje nacido en el agua del mar que baña la ciudad y sus intereses intelectuales, amorosos, vitales, yendo y viniendo de sus años de juventud a los de su madurez, un paseo por toda la ciudad que nos muestra su belleza y también sus puntos oscuros.
Personajes grotescos que pululan por la pantalla, otros feos y oscuros, otros bellos y magníficos, todos ellos rodados con esa estética tan del director italiano que nos enamoró en LA GRAN BELLEZA o en LA JUVENTUD.
Esta es una película más cercana a la última suya, FUE LA MANO DE DIOS, en la que mezcla y reúne todos los tópicos napolitanos y también todos los fantasmas de una ciudad tan vital como misteriosa, tan tremenda como sutil.
Una película digna de verse en pantalla grande, que aunque reiterativa en su temática, es capaz de tener al espectador atento a lo que ocurre. Impacta la belleza y la naturalidad de la protagonista, Celeste Dalla Porta, ya en la historia del cine aunque no haga más películas, pese a que el talento interpretativo habrá que buscarlo en el siempre magnífico Silvio Orlando y el dolor del paso del tiempo que provoca ver a la mítica Stefania Sandrelli arrasada por la edad.
Hay, no obstante, aspectos que no se entienden, como el personaje de Gary Oldman, escritor alcohólico y homosexual, un cliché tan obvio como innecesario en la película: su personaje aparece, no se sabe para qué, y desaparece tal cual llegó.