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Voto de Juan Marey:
8
22 de mayo de 2024
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Cuando Jean Gabin anunció en 1958 su intención de rodar una segunda película bajo la dirección de Claude Autant-Lara, todos se quedaron algo sorprendidos porque la verdad es que la pareja no es que se apreciase mucho que digamos, dos años antes, durante el rodaje de ”Travesía de París (La Traversée de Paris)” la química no surgió precisamente entre ellos dos, además Autant-Lara consideraba a Gabin como un actor limitado (sin comentarios, hay gente para todo), pero claro, Gabin tenía el don de atraer multitudes y esto no le desagrada a ningún director. En cuanto a Gabin tenía dos buenas razones para superar sus desganas y embarcarse en este nuevo proyecto: La primera se debe a su marcado gusto por el mundo de Georges Simenon, en aquella época, el actor ya había rodado cuatro películas inspiradas en la obra del escritor, y tras “En caso de desgracia” rodará cinco más, convirtiéndose así en el actor que más veces ha interpretado en el cine personajes salidos de la imaginación del gran novelista belga; la segunda motivación que empujó a Gabin a aceptar este proyecto es el placer que para él suponía volver a actuar junto a Edwige Feuillère, la actriz estaba igualmente encantada de volver a encontrarse con Gabin.
Filmada en los estudios de Joinville del 4 de noviembre de 1957 al 4 de febrero de 1958, el rodaje no fue para nada sencillo, en primer lugar al principio se produjo la ausencia de Bardot, que estaba ultimando la película de Vadim “Los joyeros del claro de luna”, esto provocó que algunas escenas no se pudieran rodar, después, y como era de esperar, sus relaciones con Claude Autant-Lara se deterioraron rápidamente, el entendimiento entre los dos fue de todo menos que cordial, según comentó el propio Jean Aurenche, coautor del guion junto con Pierre Bost, con el paso de las semanas los problemas se fueron solucionando y Autant-Lara terminó logrando que el dúo Bardot-Gabin funcionase a la perfección. La película se estrenó en París en septiembre de 1958 en los cines "Le Colisée" de los Campos Elíseos y en el Marivaux del Grands Boulevard, dos preciosas salas que no tuvieron problemas para llenarse, la primera semana atrajo a 25.000 espectadores en el Marivaux y a 18.000 en el Colisée, es decir, 43.000 espectadores en dos salas, el éxito continuó la semana siguiente con 40.052 espectadores, en nueve semanas la película fue vista por 280.000 espectadores en las dos salas, todo un gran triunfo, al final atrajo a más de tres millones de espectadores en toda Francia, un resultado muy bueno y sólido para una película prohibida para menores.
Autant-Lara filma otra estupenda película tras la excelente “La traversee de Paris”, rindiendo homenaje a Georges Simenon con una perfecta descripción de los diferentes niveles sociales, ya sea la burguesía o el proletariado. La pareja GABIN/BARDOT funciona de maravilla, GABIN es sin duda un especialista en adaptaciones de SIMENON y cree que las novelas del escritor fueron hechas para él, endiabladamente débil ante la carne joven, encarna perfectamente a este burgués desgarrado por el deseo y dispuesto a todo para lograr su objetivo. Brigitte BARDOT, nunca ha estado tan atractiva, deseable, inocente y al mismo tiempo tan perversa, jugando a la perfección con su extraordinario físico, asumiendo la tentación que despierta en los hombres, un arma formidable cuando no se tienen otras grandes habilidades, un lobo en un mundo de lobos. Tampoco debemos de olvidarnos de la gran actuación de Edwige FEUILLERE, perfecta como mujer despechada pero que debe tragarse su orgullo, su tristeza, para mantener la cabeza en alto y guardar las apariencias.
Una muy sugerente y sórdida película, un relato sombrío de la naturaleza humana en donde nadie es totalmente bueno, todos los personajes son grises, todos tienen sus luces y sus sombras.
Filmada en los estudios de Joinville del 4 de noviembre de 1957 al 4 de febrero de 1958, el rodaje no fue para nada sencillo, en primer lugar al principio se produjo la ausencia de Bardot, que estaba ultimando la película de Vadim “Los joyeros del claro de luna”, esto provocó que algunas escenas no se pudieran rodar, después, y como era de esperar, sus relaciones con Claude Autant-Lara se deterioraron rápidamente, el entendimiento entre los dos fue de todo menos que cordial, según comentó el propio Jean Aurenche, coautor del guion junto con Pierre Bost, con el paso de las semanas los problemas se fueron solucionando y Autant-Lara terminó logrando que el dúo Bardot-Gabin funcionase a la perfección. La película se estrenó en París en septiembre de 1958 en los cines "Le Colisée" de los Campos Elíseos y en el Marivaux del Grands Boulevard, dos preciosas salas que no tuvieron problemas para llenarse, la primera semana atrajo a 25.000 espectadores en el Marivaux y a 18.000 en el Colisée, es decir, 43.000 espectadores en dos salas, el éxito continuó la semana siguiente con 40.052 espectadores, en nueve semanas la película fue vista por 280.000 espectadores en las dos salas, todo un gran triunfo, al final atrajo a más de tres millones de espectadores en toda Francia, un resultado muy bueno y sólido para una película prohibida para menores.
Autant-Lara filma otra estupenda película tras la excelente “La traversee de Paris”, rindiendo homenaje a Georges Simenon con una perfecta descripción de los diferentes niveles sociales, ya sea la burguesía o el proletariado. La pareja GABIN/BARDOT funciona de maravilla, GABIN es sin duda un especialista en adaptaciones de SIMENON y cree que las novelas del escritor fueron hechas para él, endiabladamente débil ante la carne joven, encarna perfectamente a este burgués desgarrado por el deseo y dispuesto a todo para lograr su objetivo. Brigitte BARDOT, nunca ha estado tan atractiva, deseable, inocente y al mismo tiempo tan perversa, jugando a la perfección con su extraordinario físico, asumiendo la tentación que despierta en los hombres, un arma formidable cuando no se tienen otras grandes habilidades, un lobo en un mundo de lobos. Tampoco debemos de olvidarnos de la gran actuación de Edwige FEUILLERE, perfecta como mujer despechada pero que debe tragarse su orgullo, su tristeza, para mantener la cabeza en alto y guardar las apariencias.
Una muy sugerente y sórdida película, un relato sombrío de la naturaleza humana en donde nadie es totalmente bueno, todos los personajes son grises, todos tienen sus luces y sus sombras.