Peliculita británica independiente de ciencia-ficción, con escasos medios pero bien aprovechados. Un astronauta aterriza de emergencia en un planeta aparentemente despoblado pero irá descubriendo, poco a poco, los restos de una civilización que quizás pueda ayudarle y la presencia hostil de robots, tanto humanoides como en forma de vehículos.

El filme no es un blockbuster, sino que presenta un ritmo lento, creíble por cuanto descubrimos la situación a la vez que el protagonista. No todo ocurre en cinco segundos. No esperéis acción coreografiada y una pantalla repleta de CGIs. Todo es más real.

En cuanto al argumento, con varios giros sorprendentes, tiene unas evidentes influencias que cito en el spoiler. No obstante su desarrollo es algo confuso. Los efectos especiales son aceptables, empleando robots reales "maquillados", como el perro robot que le acompaña y que se vende comercialmente. Rueda en los páramos, lo que acentúa ese aspecto post-apocalíptico y los interiores que emplea consiguen transmitir desasosiego, recordando a esos pasillos de "Colonia V". Sufrirá ataques y deberá huir para salvar su vida, y será testigo del enfrentamiento entre bandos robóticos, pero no esperen algo como "Terminator". Lo suyo es más modesto.

Película con planteamientos brillantes pero lenta, no es una película de acción, es una película de reflexión, más filosófica que de tiros.
Tiene giros que te dejan asombrado pero si quieres pasar el rato no es tu película.
El cartel no refleja para nada lo que luego es la película, uno espera una película con robot asesinos y un protagonista huyendo de ellos y es así pero no como uno esperaba, no hay escenas trepidantes y si mucho tiempo para reflexionar.
Si me he repetido un poco es porque a esta crítica es como la película, no va grano. Da vueltas para contar una cosa de 30 minutos en hora y media.