El hombre de las sombras

* La dictadura argentina, los bebés robados en España, imaginad esta misma historia, pero en lugar de ser desarrollada o producirse en el mundo redneck, si la situaran en un gueto negro, echaros a temblar, quemarían las copias de esta obra e irían todos en cana, no volverían a ver pisar jamás la dudosa luz del día. Es como la máquina del tiempo de H.G. Wells. Los morlock en el submundo trabajando/pariendo para los felices seres del mundo de arriba, los eloise de casal con mucho tino, de la iglesia misma. La película a todo este respecto parece que no la tiene muy clara (¿o terroríficamente sí?), no se moja (¿?), sí expone el dolor de las víctimas, pero igualmente nos muestra el resultado de esa barbarie como si fuera el paraíso, es decir, el fin justifica o justificaría los medios, todo es poco si quieres salir escapar huir del infierno, y además los nenes ya ni se acuerdan, ni siquiera tienen que arrastrar el dolor de la adolescente, olvidan.
Por lo tanto, digamos que lo representa, el asunto tan peliagudo, en términos de equilibrio, como si fuera una cuestión problemática que tiene sus pros y sus contras, sus más y sus menos, sus dudas y matices, fifty fifty, ni pa ti ni pa mí, a pachas, igualdad, ministerio, de hecho, al final le da la vuelta, la chica como que dice que aquello es pura bendita gloria, pero a la vez como que le duele porque recuerda, nada es perfecto, ni siquiera en cielo, qué os parece, entonces, si hacemos un referéndum y así lo votamos mejor entre todos que para eso estamos en una democracia en el mejor de los mundos posibles hasta la fecha, el sistema menos malo, claro, caro, amigo, vale, hay que resolverlo por cauces políticos, no hay que judicializarlo todo, de acuerdo, a las urnas que nos vamos, a celebrar la fiesta del escrutinio, viva el estado de derecho y el gobierno de mi desgobierno que a mi razón se hace, galgos y podencos, por barlovento y sotovento.
También es Nunca me abandones. O La isla de Michael Bay. Lo humano como ganado. Los pobres como materia sobrante o carne de cañón carente de valor. Lo dicho, los huevos gordos como los cañones de navarone, espeluznante, horror de horrores. Matrix. Charlton Heston luchando.
La película, por todo ello, es un completo espanto (banal pop, tampoco nos pasemos, no hay que, pese a todo ese repugnante fondo, tomársela muy en serio, es un penoso cachondeo), escándalo, solo tiene un par de ratos, cinco o diez minutos medio buenos o decentes, cuando parece que hace pie aquel pandemónium, horripilante engendro, y apunta a algún remoto sentido, pero dura poco, nunca mejor dicho, la alegría en casa del pobre, ya que cuando se pasa o supera el caos narrativo, llega con toda la fuerza de la historia de la infamia el descalabro moral, ni uno bueno, de torpe juntaletras a genocida sin parangón, de mal en peor, no aprendemos,repetimos.
¿Está to loca o es una heroína, gran samaritana, incomprendida? Conclusión: hasta los pobres, si te empeñas, pueden tener algún tipo de utilidad, solo hay que mirarle el diente, para algo finalmente sirven y mira que con tanto ahínco lo disimulan, no le pongamos paños calientes a las verdades de caronte el barquero.
Otra película (será por ideas): matar a gente con enfermedades chungas para hacerles un favor, así les salvas de su dolor y, por otro lado, aprovechas/destinas sus órganos sanos, si los hubiera, a quien los pudiera necesitar, nunca se sabe, para de ese modo darles mejor rendimiento o vida (el hígado y el bazo, los grandes olvidados, también tienen sus derechos, hay que preguntarles cómo se sienten y obrar en consecuencia, o quién no quiere una mejora en su calidad de vida).