Critters, una cinta veraniega de serie B que hace gracia en algunos momentos. Unas criaturas más o menos bien hechas (no parecen peluches como dice alguien por aquí), pero que tampoco son una maravilla. Es la magia de los ochenta en todo su esplendor.

Un guion loco, absurdo y que por momentos no se sostiene, pero con unas actuaciones decentes, destacando al hijo pequeño de la familia, interpretado por Scott Grimes, que además fue nominado a Mejor intérprete joven por los Premios Saturn de 1986.

Los Critters parecen una mala copia de Gremlins, pero realmente no tienen prácticamente nada que ver. En lo único en lo que se parecen es en que pueden hablar y que son malos como ellos solos. Por lo demás, estamos ante ocho alienígenas que tienen hambre todo el tiempo y que aterrizan en la tierra creando el caos en un pueblecito. Típica historia para hacernos disfrutar una hora y media y echarte unas risas con los sinsentidos.

Los efectos especiales están muy bien para la época y hasta la banda sonora merece atención.

Me encanta que al menos tenga un aprobado en esta página, aunque me ha sorprendido que tenga casi la misma nota que la fantástica El terror no tiene forma, muchísimo mejor en todos los sentidos.