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6

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6,0
975
Thriller. Acción
Charlie Heller es un brillante pero introvertido decodificador de la CIA que trabaja en una oficina en el sótano de la sede de Langley. Su vida cambia radicalmente cuando su esposa muere en un ataque terrorista en Londres. Cuando sus supervisores se niegan a tomar cartas en el asunto, él mismo toma las riendas y se embarca en un peligroso viaje por todo el mundo para localizar a los responsables. Su inteligencia puede ser el arma ... [+]
20 de abril de 2025
20 de abril de 2025
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charlie Heller (Malek) es un hombre de elevada inteligencia, una mente brillante, pero introvertido y poco social. Es decodificador de la CIA y trabaja en un sótano de las instalaciones de Langley. Su mujer Sarah (Brosnahan) tiene que viajar por motivo de trabajo a Inglaterra; incluso le pide a él que la acompañe, lo cual que se excusa por razón de trabajo.
La trama
La vida de Heller experimenta un cambio radical cuando su amadísima esposa es asesinada a tiros en un ataque terrorista en Londres, a donde se había desplazado. Enloquecido por el suceso, les pide a sus supervisores que le ayuden a identificar y detener a los asesinos. Pero estos, con excusas y amparándose en el alto interés del estado americano, etc., declinan tomar cartas en el asunto.
Charlie está destrozado por la pérdida y frustrado por el muro burocrático que Moore (McCallany) y su colega Caleb (Sapani) le han impuesto, quienes le sugieren que se mantenga al margen.
Pero el dolido y diligente Charlie investiga por su cuenta con herramientas de la base de datos de la CIA. No tarda en acudir de nuevo a Moore y Caleb con las identificaciones de los tres responsables de la muerte de Sarah, pero estos le explican que no pueden perseguir a los asesinos, pero las excusas huelen mal.
Pero Charlie no arredra. A partir de una información que le envía una misteriosa agente, Inquiline (Balfe), descubre información comprometedora sobre operaciones encubiertas que conecta a Moore y Caleb con un reciente ataque con drones que ellos atribuyen a sediciosos, en el cual murieron aliados.
Con esa indagación y un plan sólidamente pergeñado, Charlie intimida a Moore para que lo envíe para entrenamiento de campo y poder perseguir personalmente a los responsables. Crea, como forma de autodefensa, un mecanismo bien pensado para delatar a sus jefes en casoi de que algo fatal le ocurriera.
Finalmente, nuestro protagonista va al Campamento Peary, donde el duro coronel Henderson (Fishburne) lo adiestra y supervisa en su entrenamiento con mano firme y disciplina férrea. Henderson no tarda en darse cuenta y así se lo comunica a su pupilo, que carece de cualidades para la lucha y de que es incapaz de apretar el gatillo frente a otra persona.
Guion, dirección y otros
Estupenda la dirección de James Hawes, con un inteligente guion de Ken Nolan y Gary Spinelly que adapta la novela The amateur, de Robert Littel. El libreto está bien pensado y nos dibuja a un Charlie Heller como especie de agente nada físico, el anti- Bourne, un hombre que no sabe disparar y que es incapaz de matar. Pero su cociente intelectual de 190 (CI) lo capacita para otras acciones como fabricar explosivos y el manejo informático.
El subdirector de la CIA, Alex Moore (McCallany), sin duda sabe más de lo que deja ver, e incluso su jefa (Nicholson) parece no saber nada.
Con esta equipación, y sabiendo que Moore y Caleb lo persiguen para matarlo, Charly escapa del centro de entrenamiento con documentación falsa. Su experto conocimiento en ciberseguridad le ayuda a ocultar sus huellas.
Hawes construye divertidas y frenéticas escenas de acción que llevan emparejadas el caos y la emoción, acompañadas de una gran variedad de elementos tecnológicos ingeniosos. Un thriller de espías competente que hace que el público lo pase bien.
En tal sentido veremos una ingeniosa estratagema de Charlie dentro de una clínica de alergología de lujo en París para acabar con una de las villanas; en otro caso será la piscina de un hotel de lujo suspendida entre dos edificios, la que dará la oportunidad a nuestro protagonista para acabar con otro sicario. Pero sus asesinatos son siempre a distancia, nunca cara a cara.
Reparto y otros aspectos técnicos
La película es prácticamente llevada sobre los hombros de un curioso, singular y eficiente Rami Malek, un actor con un físico rarito, con boca de pato y mirada perdida. Malek transmite contundencia en su propósito de continuar con su acción justiciera, a pesar de las dificultades.
Después, quienes tienen más presencia en pantalla son el duro coronel que lo entrena y luego lo persigue, Laurence Fishburne; Danny Sapani como Caleb; un estupendo Michael Stuhlbarg como Schiller, excelente pero poco utilizado, junto con Julianne Nicholson (Jefa de la CIA); Rachel Brosnahan (cuyo papel se limita a flashbacks y fantasías de terror) y Jon Berthal como The Bear, el rudo agente de campo de la CIA que aprecia las habilidades técnicas de Charlie.
El director de fotografía Martin Ruhe ofrece un equilibrio atractivo entre elegancia y crudeza, con una cuidada selección de localizaciones entre Francia, Rumanía, Inglaterra o Turquía (con una gloriosa persecución por el paseo marítimo de Estambul).
Y la potente y audaz banda sonora de Volker Bertelmann que con sus notas hace saltar las chispas de la emoción y el atractivo de esta cinta.
Reflexiones y cierre
Hay algunas conclusiones que he sacado de esta película.
Una de ellas es el mensaje, muy interesante para este tiempo, en el que se mata asépticamente. Prueba de ello es la implicación de la tecnología moderna que ha convertido el asesinato y la muerte en un juego de insensibles y pusilánimes.
En segundo lugar, cómo esta anomalía moral permite a las personas mentirse a sí mismas, sentirse valiosas o valientes, por la desunión entre el que mata y el muerto, entre los cuales media un juego tecnológico o una estrategia informática.
Revista Encadenados: https://encadenados.org/criticas/amateur-2/
La trama
La vida de Heller experimenta un cambio radical cuando su amadísima esposa es asesinada a tiros en un ataque terrorista en Londres, a donde se había desplazado. Enloquecido por el suceso, les pide a sus supervisores que le ayuden a identificar y detener a los asesinos. Pero estos, con excusas y amparándose en el alto interés del estado americano, etc., declinan tomar cartas en el asunto.
Charlie está destrozado por la pérdida y frustrado por el muro burocrático que Moore (McCallany) y su colega Caleb (Sapani) le han impuesto, quienes le sugieren que se mantenga al margen.
Pero el dolido y diligente Charlie investiga por su cuenta con herramientas de la base de datos de la CIA. No tarda en acudir de nuevo a Moore y Caleb con las identificaciones de los tres responsables de la muerte de Sarah, pero estos le explican que no pueden perseguir a los asesinos, pero las excusas huelen mal.
Pero Charlie no arredra. A partir de una información que le envía una misteriosa agente, Inquiline (Balfe), descubre información comprometedora sobre operaciones encubiertas que conecta a Moore y Caleb con un reciente ataque con drones que ellos atribuyen a sediciosos, en el cual murieron aliados.
Con esa indagación y un plan sólidamente pergeñado, Charlie intimida a Moore para que lo envíe para entrenamiento de campo y poder perseguir personalmente a los responsables. Crea, como forma de autodefensa, un mecanismo bien pensado para delatar a sus jefes en casoi de que algo fatal le ocurriera.
Finalmente, nuestro protagonista va al Campamento Peary, donde el duro coronel Henderson (Fishburne) lo adiestra y supervisa en su entrenamiento con mano firme y disciplina férrea. Henderson no tarda en darse cuenta y así se lo comunica a su pupilo, que carece de cualidades para la lucha y de que es incapaz de apretar el gatillo frente a otra persona.
Guion, dirección y otros
Estupenda la dirección de James Hawes, con un inteligente guion de Ken Nolan y Gary Spinelly que adapta la novela The amateur, de Robert Littel. El libreto está bien pensado y nos dibuja a un Charlie Heller como especie de agente nada físico, el anti- Bourne, un hombre que no sabe disparar y que es incapaz de matar. Pero su cociente intelectual de 190 (CI) lo capacita para otras acciones como fabricar explosivos y el manejo informático.
El subdirector de la CIA, Alex Moore (McCallany), sin duda sabe más de lo que deja ver, e incluso su jefa (Nicholson) parece no saber nada.
Con esta equipación, y sabiendo que Moore y Caleb lo persiguen para matarlo, Charly escapa del centro de entrenamiento con documentación falsa. Su experto conocimiento en ciberseguridad le ayuda a ocultar sus huellas.
Hawes construye divertidas y frenéticas escenas de acción que llevan emparejadas el caos y la emoción, acompañadas de una gran variedad de elementos tecnológicos ingeniosos. Un thriller de espías competente que hace que el público lo pase bien.
En tal sentido veremos una ingeniosa estratagema de Charlie dentro de una clínica de alergología de lujo en París para acabar con una de las villanas; en otro caso será la piscina de un hotel de lujo suspendida entre dos edificios, la que dará la oportunidad a nuestro protagonista para acabar con otro sicario. Pero sus asesinatos son siempre a distancia, nunca cara a cara.
Reparto y otros aspectos técnicos
La película es prácticamente llevada sobre los hombros de un curioso, singular y eficiente Rami Malek, un actor con un físico rarito, con boca de pato y mirada perdida. Malek transmite contundencia en su propósito de continuar con su acción justiciera, a pesar de las dificultades.
Después, quienes tienen más presencia en pantalla son el duro coronel que lo entrena y luego lo persigue, Laurence Fishburne; Danny Sapani como Caleb; un estupendo Michael Stuhlbarg como Schiller, excelente pero poco utilizado, junto con Julianne Nicholson (Jefa de la CIA); Rachel Brosnahan (cuyo papel se limita a flashbacks y fantasías de terror) y Jon Berthal como The Bear, el rudo agente de campo de la CIA que aprecia las habilidades técnicas de Charlie.
El director de fotografía Martin Ruhe ofrece un equilibrio atractivo entre elegancia y crudeza, con una cuidada selección de localizaciones entre Francia, Rumanía, Inglaterra o Turquía (con una gloriosa persecución por el paseo marítimo de Estambul).
Y la potente y audaz banda sonora de Volker Bertelmann que con sus notas hace saltar las chispas de la emoción y el atractivo de esta cinta.
Reflexiones y cierre
Hay algunas conclusiones que he sacado de esta película.
Una de ellas es el mensaje, muy interesante para este tiempo, en el que se mata asépticamente. Prueba de ello es la implicación de la tecnología moderna que ha convertido el asesinato y la muerte en un juego de insensibles y pusilánimes.
En segundo lugar, cómo esta anomalía moral permite a las personas mentirse a sí mismas, sentirse valiosas o valientes, por la desunión entre el que mata y el muerto, entre los cuales media un juego tecnológico o una estrategia informática.
Revista Encadenados: https://encadenados.org/criticas/amateur-2/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En las escenas finales, un sicario ruso le da su pistola cargada a Charlie para hacerle ver que es incapaz de matarlo. Y efectivamente, no dispara, no puede.
Pero el villano le suelta un sermón muy bueno cuando le dice que él es incapaz de matar cara a cara porque es cobarde, pero que sí lo ha hecho en forma distal provocando la muerte a otras personas, a veces de manera cruel.
Pero el villano le suelta un sermón muy bueno cuando le dice que él es incapaz de matar cara a cara porque es cobarde, pero que sí lo ha hecho en forma distal provocando la muerte a otras personas, a veces de manera cruel.