"A working man" podría haber sido un vehículo para Sylvester Stallone hace una década.

Sin embargo, en esta ocasión, el protagonismo recae en Jason Statham.

Lamentablemente, la película se siente muy floja, carente de un argumento sólido y razonable.

Statham se mantiene en su línea habitual, repitiendo roles similares, lo que resulta predecible.

La proyección se tornó somnolienta en varios momentos debido a la falta de novedad.

Si bien el actor cumple con su trabajo, a la película le falta originalidad y se apoya demasiado en clichés típicos del género.

Esto provoca una sensación de aburrimiento, ya que la trama se vuelve fácilmente anticipable.

En definitiva, "A working man" no logra ofrecer algo fresco o sorprendente dentro del género de acción.