Serpientes en el avión

Aparentemente iba a ser una película de terror más, de las muchas que se estrenan cada año, y con apenas Samuel L. Jackson como único nombre conocido. Pero dado el interés que despertó el film en internet, y ante los rumores de que la productora New Line Cinema iba a recortar escenas y frases de su "violenta" edición original, para poder ser vista por menores de 13 años, una legión de internautas comenzó a protestar por la decisión de cambiar su título (de "Snakes on a plane" a "Pacific Air 121"), eliminar las escenas más fuertes, y muchos de los tacos de los personajes. La productora no sólo anuló los recortes, echó para atrás el cambio de título y dejó la clasificación para mayores de 18, sino que decidió dejarse "aconsejar" por los fans de internet, adaptando varias cosas de la película según las indicaciones de los mismos, y convirtiéndose en un auténtico fenómeno online ya incluso meses antes de su estreno. Posteriormente la taquilla americana no cumplió tantas expectativas: recaudó unos 33 millones de dólares, más o menos su presupuesto.

"No es sólo un montón de serpientes de goma y Samuel L. Jackson soltando juramentos, es también un sólido entretenimiento al estilo de las de serie B"

"Y después de tanta historia en internet sobre las jodidas serpientes en el jodido avión, resulta que (...) los efectos son tan repetitivos que el suspense cae al mismo tiempo que tus párpados. (...) Es tan blanda que es aburrida."

"La mayor cualidad artística de la película fue su ingeniosa campaña en Internet (...) poco más que una idea desarrollada sobre la marcha, de mala calidad y no muy trabajada"