El sueño de una noche de verano, de William Shakespeare

"No sueño, pesadilla (...) Campeona en el fraude de destrozar a Shakespeare, tan de moda últimamente; es imposible sacar tanto tedio de una de las comedias más jugosas y divertidas que existen. Un insulto a Shakespeare"

Esta actualizada versión de la fantasiosa comedia de Shakespeare está ambientada en la Italia de finales del s. XIX, hace un uso razonable de los efectos especiales, y posee uno de los castings más sonoros -y desequilibrados- de los últimos años. Como siempre ocurre con el gran Guillermo, es difícil estar a su altura, pero más difícil aún es no hacer una película al menos digna con el material de partida. Aquí, mientras la parte ambientada en exteriores es vistosa y correcta, la que tiene lugar en el País de las Hadas parece una pesadilla de Walt Disney en pleno "delirium tremens". Si se sobrevive a ella, lo mejor está por llegar: la pésima obra de teatro montada por aficionados resulta francamente divertida, sobre todo por las impagables dos muertes, dos, de un soberbio Kevin Kline, sin duda lo mejor de la(s) obra(s). Si a esto le añadimos que la banda sonora incluye la overtura de Mendelsohn para la obra de Shakespeare y conocidas arias de ópera italiana, el resultado es una película que, sencillamente, se deja ver.