Película basada en el gran libro de Patrick Süskind, y del que jamás pensé que se podría hacer una adaptación debido a su complejidad.
Tom Tykwer es el encargado de ponerse al timón de esta historia que nos introduce de lleno en un mundo invisible y fugaz; el mundo de los olores.
La película funciona muy bien y uno se introduce fácilmente en esta Francia clásica donde nace un niño con un don para el olfato. Un niño que solo sueña con poder conseguir todos los olores que existen y poder mantenerlos eternamente.
Esta historia además narra también una sucesión de asesinatos. El joven protagonista sueña con conseguir el perfume perfecto. Un perfume que puede dominar el mundo. Este perfume está creado a través de la esencia que desprenden mujeres que el protagonista asesina.
Ben Whishaw es el actor que da vida a este tímido perfumista. Él realiza un grandísimo trabajo, ofreciéndonos esa interpretación tierna pero a la vez cruel de este joven que no piensa que sea un monstruo, ya que él solo tiene el objetivo de encontrar el mejor perfume del mundo.
Junto a él un Alan Rickman fantástico como siempre. Su trabajo como padre obsesivo es magnífico. Al igual Dustin Hoffamn, que nuevamente demuestra el gran actor que es. Por último, una joven llamada Rachel Hurd-Wood que hay que decir que es un diamante en bruto. Ya realizó un trabajo sobresaliente en "Peter Pan", y aquí vuelve a lograrlo.
En fin, nos encontramos ante un film que no defrauda en ningún momento, y que te encandila como un buen perfume. Uno se introduce fácilmente en la historia y se embriaga de todo lo que sucede, haciendo que uno no desee que acabe, y que este joven en cierto modo consiga su objetivo para realmente observar que es capaz de conseguir con una simple gota de su perfume.