Y eso es lo que es, ni más ni menos. Es una serie ligera para pasar el rato cuando no tienes nada más que ver. La serie no pretende nada más allá del drama adolescente en un instituto femenino con un entrenador de universidad chulito y que siempre piensa que tiene razón.

Las actuaciones son decentes y no se le puede pedir mucho más. Eso si, en la segunda temporada el baloncesto pasa a un segundo plano para meternos más de lleno en dramitas y tonteos de instituto de las chicas con otros personajes. (Con reducción de metraje por capítulo incluido)

Nunca te suscribirías a Disney+ por esta serie, pero no te molesta que te den más y más temporadas de ella. De hecho me recuerda mucho a las típicas series que ponían en la 2 por las tardes como la de este chico es un genio o yo y el mundo. Eso si, adaptado todo a 2022.

David E. Kelley (Big Little Lies, Big Sky) y Dean Lorey (The Crazy Ones) vuelven a colaborar para crear "Big Shot", es una serie que combina el género deportivo y el drama juvenil, para Disney.

Pese a que, en principio, el protagonista de "Big Shot" es John Stamos, un entrenador de baloncesto que se traslada a California a entrenar a un equipo de instituto, el protagonismo va recayendo en las jugadoras del equipo; haciendo evidente que la serie se enfoca a un público juvenil femenino, y en las historias de la vida de instituto, los problemas adolescentes, la superación personal, y las relaciones entre padres e hijas.

La serie es entretenida, pero con unas tramas bastante flojas, que se repiten frecuentemente, sobre la frustración del entrenador y los tópicos y clichés masculinos y sobre el género deportivo. Le falta desarrollo y no consigue que te atraigan las tramas, y de hecho, carece de una trama principal sólida.

"Big Shot" es entretenida, pero no tiene ningún atractivo la que destaque, ni por el cual recomendarla.