Y es que las películas de los fines de semana por las tardes no tienen otra finalidad que la de facilitarnos una cabezadita, un rocecito con la pareja después de almorzar o simplemente permanecer tumbados en el sofá viendo cualquier cosa que haya (ya que la mente va a estar en un estado soporífero de tal grado que aguanta cualquier cosa que le eches durante ese modo "off for a while").
Secretaria que se enamora del jefe y se obsesiona al punto de la locura. Tan original como entretenida, tan excitante como ir a la playa lloviendo.

El amigo de la perfección Douglas Jackson, director de películas como "el matrimonio perfecto" o el "marido perfecto" vuelve hacer gala de la imperfección en otro telefilm deficiente en lineas generales. Y es que se podría decir que el título lo dice todo. Por si fuera poco, la película procede de Canadá y ostenta una puntuación acorde a lo que es.
No obstante el telefilm es lo esperado: un ¿? (género intriga no, no sé que género ponerle así que.. lo dejamos en interrogante) simple, mil veces visto que solo dejará conforme a aficionados a estas pelis de sobremesas cuya única función es la de hacer desconectar al espectador en horas de sueño, y creadme, ésta, lo consigue. Como su función la cumple, y aunque la peli es a lo sumo merecedora de tres estrellas, le doy dos extras porque siempre me ha gustado lo de que una mente obsesiva y cruel se adentre en las aburridas tardes de sobremesa. Y si, los actores lo hacen regular, la trama es paupérrima por escasa en cuanto a elaboración y para colmo: