Departure: Vuelo 716Serie
2019 

Vince Shiao (Creador), T.J. Scott
5,5
366
Serie de TV. Thriller. Intriga. Drama
Serie de TV (2019-2021). 2 temporadas. 12 episodios. Serie que investiga las conspiraciones que rodean al caso del vuelo 716: un avión de pasajeros que desaparece sobre el Océano Atlántico. Tras el misterioso accidente, Kendra Malley, una brillante investigadora de aviación que acaba de quedarse viuda, intentará esclarecer lo ocurrido a petición de su exjefe y mentor, Howard Lawson.
28 de marzo de 2021
28 de marzo de 2021
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vibrante thriller con trasfondo aeronáutico, en la que una investigadora (Archie Panjabi) ha de esclarecer las causas de un accidente de avión, el vuelo 716, en el que nada es lo que parece.
El ritmo es trepidante, los 45 minutos de cada episodio se pasan volando (nunca mejor dicho) y raro es el episodio carente de giros y vueltas de tuerca. Sí, tiene tópicos, y no, no es una serie perfecta, pero a quién le importa: si quieres suspense, lo tienes. Si quieres actuaciones de altos vuelos (por seguir con el símil), lo tienes. Si quieres un buen final de temporada, lo tienes.
Panjabi soporta el peso protagonista con matrícula de honor, arropada por un elenco que parece inspirarse con la presencia de Christopher Plummer, impecable en su último papel para televisión.
El ritmo es trepidante, los 45 minutos de cada episodio se pasan volando (nunca mejor dicho) y raro es el episodio carente de giros y vueltas de tuerca. Sí, tiene tópicos, y no, no es una serie perfecta, pero a quién le importa: si quieres suspense, lo tienes. Si quieres actuaciones de altos vuelos (por seguir con el símil), lo tienes. Si quieres un buen final de temporada, lo tienes.
Panjabi soporta el peso protagonista con matrícula de honor, arropada por un elenco que parece inspirarse con la presencia de Christopher Plummer, impecable en su último papel para televisión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La primera temporada (6 episodios) se lanza en 2019. Christopher Plummer, fallecido el 5 de febrero de 2021, verá a título póstumo y desde lo más alto el lanzamiento de la segunda temporada, sin duda su presencia será un reclamo para continuar viendo esta historia.
T. J. Scott adelantó una de las últimas frases de Plummer en escena: "when you are close to the end the things you thought were important turn out to be not important in the least. In the end, all that matters are the people that you care for and the lives you have effected... Goodbye soldier".
T. J. Scott adelantó una de las últimas frases de Plummer en escena: "when you are close to the end the things you thought were important turn out to be not important in the least. In the end, all that matters are the people that you care for and the lives you have effected... Goodbye soldier".
10 de septiembre de 2019
10 de septiembre de 2019
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Panjabi & Plummer dan un cierto caché al producto, siendo la actriz sikh, de ascendencia punjab, la que lleva todo el peso de la historia. Y se agradece, aunque en esta ocasión no defienda un papel de tanta personalidad como nos tiene acostumbrados, sino el de alguien de altísimas competencias profesionales, pero con un pasado personal que la hace muy vulnerable.
El guión es competente, y aunque su estética y realización son muy televisivas y llegan a abusar algo de tramas ópticas, transparencias y grandes angulares, buscando adornar el misterio, no lega a cansar, y se ve con agrado e interés.
Eso sí, el descontrol que se deriva de la supuesta seguridad que nos venden en aeropuertos y aviones, no sé si la hacen apta para aerofóbicos. Mejor no entro en detalles. Vosotros mismos…
El guión es competente, y aunque su estética y realización son muy televisivas y llegan a abusar algo de tramas ópticas, transparencias y grandes angulares, buscando adornar el misterio, no lega a cansar, y se ve con agrado e interés.
Eso sí, el descontrol que se deriva de la supuesta seguridad que nos venden en aeropuertos y aviones, no sé si la hacen apta para aerofóbicos. Mejor no entro en detalles. Vosotros mismos…
13 de enero de 2025
13 de enero de 2025
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Departure: Vuelo 716 es una serie que desafía la lógica, y no precisamente como un cumplido. Con primeros planos tensos, maquillaje impecable que permanece inalterable incluso en situaciones extremas, y una investigadora que llega a los lugares más peligrosos en tacones y sin protección, la credibilidad queda fuera de la cabina desde el despegue. La trama, lejos de estar cohesionada por un móvil claro, se convierte en un desfile de conspiraciones absurdas, giros de guion efectistas y momentos tan espectaculares como tontos, que la mayoría de las veces bordean el surrealismo.
Es casi imposible no fruncir el ceño ante escenas como la de un hombre incapaz de inyectar una aguja a una persona inconsciente, o una agente de la CIA que falla al intentar destruir una consola lanzándola por unas escaleras. Kendra Malley, la investigadora estrella, parece tener la capacidad de teletransportarse a cualquier parte del mundo sin razón aparente, mientras que los fugitivos que encuentra sobreviven a accidentes apoteósicos con apenas un rasguño. Todo, desde las resoluciones milagrosas hasta los diálogos cargados de drama artificial, está diseñado para desafiar tanto las leyes de la física como las de la narrativa coherente.
A pesar de ello, es innegable que la serie tiene ritmo y no aburre. Los giros de guion llegan en ráfaga, impidiendo que el espectador se detenga demasiado en los detalles ilógicos antes de ser lanzado al siguiente. Como entretenimiento, es voraz y adictiva, con ese toque de serie televisiva de antaño que invita al "placer culpable". La protagonista, Kendra Malley, logra mantener cierto magnetismo gracias a su genuina presencia, y los personajes secundarios aportan pinceladas icónicas que enriquecen el espectáculo.
Sin embargo, las tramas son tan inverosímiles que rozan lo cómico, y el cambio de contexto en la segunda temporada no ayuda a despegar de esta narrativa absurda. Incluso el título, que persiste en aludir a vuelos cuando ya no hay aviones en juego, parece una metáfora del sinsentido que impregna el proyecto.
En resumen, Departure: Vuelo 716 entretiene, pero exige una suspensión de incredulidad tan extrema que puede resultar agotadora. Es un producto ágil, dinámico y adrenalínico, pero vacío de autenticidad emocional. Ideal para quienes disfrutan de un espectáculo exagerado y no tienen reparos en aceptar lo imposible, pero para el resto, es un vuelo que quizá sea mejor cancelar, o un tren cuyo destino no es más que tiempo perdido.
Es casi imposible no fruncir el ceño ante escenas como la de un hombre incapaz de inyectar una aguja a una persona inconsciente, o una agente de la CIA que falla al intentar destruir una consola lanzándola por unas escaleras. Kendra Malley, la investigadora estrella, parece tener la capacidad de teletransportarse a cualquier parte del mundo sin razón aparente, mientras que los fugitivos que encuentra sobreviven a accidentes apoteósicos con apenas un rasguño. Todo, desde las resoluciones milagrosas hasta los diálogos cargados de drama artificial, está diseñado para desafiar tanto las leyes de la física como las de la narrativa coherente.
A pesar de ello, es innegable que la serie tiene ritmo y no aburre. Los giros de guion llegan en ráfaga, impidiendo que el espectador se detenga demasiado en los detalles ilógicos antes de ser lanzado al siguiente. Como entretenimiento, es voraz y adictiva, con ese toque de serie televisiva de antaño que invita al "placer culpable". La protagonista, Kendra Malley, logra mantener cierto magnetismo gracias a su genuina presencia, y los personajes secundarios aportan pinceladas icónicas que enriquecen el espectáculo.
Sin embargo, las tramas son tan inverosímiles que rozan lo cómico, y el cambio de contexto en la segunda temporada no ayuda a despegar de esta narrativa absurda. Incluso el título, que persiste en aludir a vuelos cuando ya no hay aviones en juego, parece una metáfora del sinsentido que impregna el proyecto.
En resumen, Departure: Vuelo 716 entretiene, pero exige una suspensión de incredulidad tan extrema que puede resultar agotadora. Es un producto ágil, dinámico y adrenalínico, pero vacío de autenticidad emocional. Ideal para quienes disfrutan de un espectáculo exagerado y no tienen reparos en aceptar lo imposible, pero para el resto, es un vuelo que quizá sea mejor cancelar, o un tren cuyo destino no es más que tiempo perdido.
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