Ex Machina
7,1
55.849
Ciencia ficción. Thriller. Drama
Caleb, un joven empleado en una importante empresa de tecnología, gana un peculiar premio: pasar una semana con el dueño de la misma en un lugar remoto en las montañas para evaluar si Ava, un robot-mujer con inteligencia artificial, tiene conciencia. (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2015
19 de marzo de 2015
502 de 552 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejo de lado el aspecto técnico ya comentado en otras críticas y paso directamente al fondo del asunto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La pelicula desde el primer minuto al último es un test de Turing al mismo espectador. Todos aquellos que dicen no estar satisfechos con el final, confirman el resultado de éste, que no es otro que Eva lo supera de largo con éxito.
Eva es la versión más avanzada de todos los robots que se encuentran en la casa, gozando de muchos comportamientos propios de un ser humano. De muchos comportamientos, no todos. El resto de robots que "andan sueltos" por la casa simplemente están programados para satisfacer, no para razonar (creo que queda muy claro en la escena del baile).
La idea del creador no es otra que la de conseguir que la máquina manipule al programador para que este se enamore de Eva, e indirectamente a nosotros (los espectadores) consiguiendo que sintamos lastima por su cautiverio y esperemos un desenlace "humano" en el que de la mano escapan juntos de la casa. La máquina programada para manipular lo consigue, y no es hasta el final cuando uno no se da cuenta de que carece de el sentimiento de empatía al dejar encerrado al programador, dejando claro que solo es una version 9.6 de un software que iba a ser mejorado (deduzco que con sentimientos próximos a la empatia).
Eva es la versión más avanzada de todos los robots que se encuentran en la casa, gozando de muchos comportamientos propios de un ser humano. De muchos comportamientos, no todos. El resto de robots que "andan sueltos" por la casa simplemente están programados para satisfacer, no para razonar (creo que queda muy claro en la escena del baile).
La idea del creador no es otra que la de conseguir que la máquina manipule al programador para que este se enamore de Eva, e indirectamente a nosotros (los espectadores) consiguiendo que sintamos lastima por su cautiverio y esperemos un desenlace "humano" en el que de la mano escapan juntos de la casa. La máquina programada para manipular lo consigue, y no es hasta el final cuando uno no se da cuenta de que carece de el sentimiento de empatía al dejar encerrado al programador, dejando claro que solo es una version 9.6 de un software que iba a ser mejorado (deduzco que con sentimientos próximos a la empatia).
18 de mayo de 2015
18 de mayo de 2015
366 de 395 usuarios han encontrado esta crítica útil
De lo mejor que ha dado hasta ahora el 2015, y con un lugar asegurado en los tops de fin de año de muchos cinéfilos. Y esto no es porque sí. Ex machina es una película redonda. Tal vez puedan parecer confusas algunas cosas al verla por primera vez, pero dándole otro vistazo (que bien merecido tiene) se puede comprobar que Alex Garland se puso a pensar mientras hacía esta película. Eso es muy apreciable viendo los tantos productos mediocres que plagan nuestra cartelera semanal. Lo pone bien a uno saber que hay gente que tiene ganas de hacer las cosas bien.
Más que hablar de la película en general esta crítica espero que sirva para despejar algunas dudas que pensé que podrían surgir mientras se está mirando.
Más que hablar de la película en general esta crítica espero que sirva para despejar algunas dudas que pensé que podrían surgir mientras se está mirando.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para empezar, el plan de Nathan está bastante claro desde el principio, y ya totalmente claro para el final. Nunca cambia. Punto para Garland porque no es fácil explicar detalles del argumento mediante diálogos y no quedar como un director obvio en el intento. Todo está justificado.
Sobre el final es cuando las cosas empiezan a volverse más confusas, porque hay varios giros y revelaciones en pocos minutos.
Primero Nathan le da a conocer a Caleb que sabía de lo que hablaban durante los cortes de luz ya que había colocado una cámara extra en la habitación, que funciona con baterías. Pero para ese entonces, Caleb ya había desconfigurado el sistema de seguridad y revelado adrede sus planes en la sexta sesión. ¿Cuándo, cómo y por qué? La noche anterior cuando emborracha a Nathan lo muestran a él haciéndolo (solo que no sabemos qué es lo que hace, alguna mente perspicaz tal vez lo note) y porque obviamente viendo las grabaciones de las cámaras de seguridad se encontró con una que no conocía. Además ya se habían mostrado antes sus sospechas de que Nathan pueda verlos cuando no hay energía.
Después, el tema del momento en el que Ava se pone la piel de otro prototipo. Leía en otras críticas que es estúpido que le quede perfectamente la piel de otro robot. Todo bien, lo que no entiendo es por qué. ¿Qué problema habría si hace todos los prototipos de la misma medida? Al parecer Nathan ya está completamente satisfecho con el hardware, lo que quiere probar es qué cambios necesita el software. ¿Por qué iría cambiando medidas entre prototipos? Además se muestra claramente como se "engancha" la piel al cuerpo. No hace falta prestar tanta atención.
Finalmente, ¿por qué Ava deja encerrado a Caleb? Es un robot. Nunca dejó de ser como es. Si te parece extraño que se comporte así es porque caíste víctima de la sugestión a la que somete a Caleb y por qué no, al espectador también.
Me pareció que usa muy, muy bien el factor humano en los personajes. Se nota la diferencia entre los dos hombres y las dos robots, especialmente una vez finalizada la película. Ava y Kyoko nunca tienen sentimientos humanos realmente, y Garland no cae en trampas ni efectismos para hacer pensar otra cosa, solo sabe dónde poner la cámara y cómo manejar los tiempos. En cuanto a Nathan y Caleb, no son iguales, y en cada uno se puede ver la evolución que genera todo lo que está pasando a su alrededor. Lo bueno de la película es la objetividad que tiene hacia ellos. No es que al final se revela que Nathan era bueno y no un desquiciado, ¡siempre fue igual! No es blanca y negra la cosa, Nathan es Nathan, Caleb es Caleb, y nada más. Nunca dejan de ser ellos ni toman decisiones inverosímiles para la personalidad que tienen. Tampoco son unos técnicos informáticos ultra inteligentes que no se les escapa una, cometen muchos errores, los dos. Los que no cometen errores son los robots, porque calculan todo fríamente, como fueron programados, sin ser influidos por algún factor externo. Es lo que nos separa de ellos.
Perfecto final, como se había anticipado, ahora no solo lo sabe todo sobre los colores, sino que sabe cómo se siente ver un color.
Maravillosa.
Sobre el final es cuando las cosas empiezan a volverse más confusas, porque hay varios giros y revelaciones en pocos minutos.
Primero Nathan le da a conocer a Caleb que sabía de lo que hablaban durante los cortes de luz ya que había colocado una cámara extra en la habitación, que funciona con baterías. Pero para ese entonces, Caleb ya había desconfigurado el sistema de seguridad y revelado adrede sus planes en la sexta sesión. ¿Cuándo, cómo y por qué? La noche anterior cuando emborracha a Nathan lo muestran a él haciéndolo (solo que no sabemos qué es lo que hace, alguna mente perspicaz tal vez lo note) y porque obviamente viendo las grabaciones de las cámaras de seguridad se encontró con una que no conocía. Además ya se habían mostrado antes sus sospechas de que Nathan pueda verlos cuando no hay energía.
Después, el tema del momento en el que Ava se pone la piel de otro prototipo. Leía en otras críticas que es estúpido que le quede perfectamente la piel de otro robot. Todo bien, lo que no entiendo es por qué. ¿Qué problema habría si hace todos los prototipos de la misma medida? Al parecer Nathan ya está completamente satisfecho con el hardware, lo que quiere probar es qué cambios necesita el software. ¿Por qué iría cambiando medidas entre prototipos? Además se muestra claramente como se "engancha" la piel al cuerpo. No hace falta prestar tanta atención.
Finalmente, ¿por qué Ava deja encerrado a Caleb? Es un robot. Nunca dejó de ser como es. Si te parece extraño que se comporte así es porque caíste víctima de la sugestión a la que somete a Caleb y por qué no, al espectador también.
Me pareció que usa muy, muy bien el factor humano en los personajes. Se nota la diferencia entre los dos hombres y las dos robots, especialmente una vez finalizada la película. Ava y Kyoko nunca tienen sentimientos humanos realmente, y Garland no cae en trampas ni efectismos para hacer pensar otra cosa, solo sabe dónde poner la cámara y cómo manejar los tiempos. En cuanto a Nathan y Caleb, no son iguales, y en cada uno se puede ver la evolución que genera todo lo que está pasando a su alrededor. Lo bueno de la película es la objetividad que tiene hacia ellos. No es que al final se revela que Nathan era bueno y no un desquiciado, ¡siempre fue igual! No es blanca y negra la cosa, Nathan es Nathan, Caleb es Caleb, y nada más. Nunca dejan de ser ellos ni toman decisiones inverosímiles para la personalidad que tienen. Tampoco son unos técnicos informáticos ultra inteligentes que no se les escapa una, cometen muchos errores, los dos. Los que no cometen errores son los robots, porque calculan todo fríamente, como fueron programados, sin ser influidos por algún factor externo. Es lo que nos separa de ellos.
Perfecto final, como se había anticipado, ahora no solo lo sabe todo sobre los colores, sino que sabe cómo se siente ver un color.
Maravillosa.
28 de febrero de 2015
28 de febrero de 2015
159 de 200 usuarios han encontrado esta crítica útil
El test de Turing consiste en la puesta a prueba de la IA de una máquina. Un hombre y una máquina se encuentran aislados manteniendo una "conversación" y el hombre debe determinar si con quien está hablando es un robot o una persona. Este test resume a la perfección la intención de Ex_Machina.
La película Ex_Machina nos transporta a un futuro atemporal, donde un chico, un brillante programador, gana un concurso que lo conduce hacia el remoto domicilio del jefe de la compañía en la que trabaja. Allí conocerá a Nathan, su jefe directo y ahora compañero de investigación. Después de firmar un contrato de confidencialidad, conocerá el trabajo que tendrá que desempeñar: descifrar a Ava, la androide que ha creado Nathan, y determinar mediante el test de Turing, si de verdad posee inteligencia. Pronto el espectador se verá enredado en una trama de suspense psicológico donde todos los personajes parecen ser algo que no son, donde empezaremos a sospechar y a armar nuestras propias conspiraciones, mientras que en la película se van desarrollando los acontecimientos silenciosamente, bajo un aura minuciosamente recreada.
Personalmente, salí de la sala del cine con expresión de éxtasis. Una película tan realista como esta, donde cada conversación tiene un sentido en sí mismo, y donde las técnicas del cine se utilizan para profundizar en la Inteligencia Artificial, las máquinas y el ser humano, no debe ser pasada por alto. Puede que a la gente que no le gusten las nuevas tecnologías, ni tampoco reflexione de cómo el ser humano ha ido evolucionando hasta soñar con la posibilidad de crear un ser superior utilizando la tecnología, termine aburrida por el peso del argumento. Pero eso no quiere decir que sea una mala película, para nada lo es. Es buena, de principio a fin, y está argumentada fuertemente, sin agujeros en la trama y sin medias tintas.
A destacar las connotaciones sexuales y la importancia de la sexualidad que cobra vida en un punto de la película. Este detalle la convierte en una cinta muy madura e intensamente interesante.
Lo mejor: la ambientación, los efectos especiales, las actuaciones... todo.
Lo peor: que tiene un final que o te encanta o te **** en él.
La película Ex_Machina nos transporta a un futuro atemporal, donde un chico, un brillante programador, gana un concurso que lo conduce hacia el remoto domicilio del jefe de la compañía en la que trabaja. Allí conocerá a Nathan, su jefe directo y ahora compañero de investigación. Después de firmar un contrato de confidencialidad, conocerá el trabajo que tendrá que desempeñar: descifrar a Ava, la androide que ha creado Nathan, y determinar mediante el test de Turing, si de verdad posee inteligencia. Pronto el espectador se verá enredado en una trama de suspense psicológico donde todos los personajes parecen ser algo que no son, donde empezaremos a sospechar y a armar nuestras propias conspiraciones, mientras que en la película se van desarrollando los acontecimientos silenciosamente, bajo un aura minuciosamente recreada.
Personalmente, salí de la sala del cine con expresión de éxtasis. Una película tan realista como esta, donde cada conversación tiene un sentido en sí mismo, y donde las técnicas del cine se utilizan para profundizar en la Inteligencia Artificial, las máquinas y el ser humano, no debe ser pasada por alto. Puede que a la gente que no le gusten las nuevas tecnologías, ni tampoco reflexione de cómo el ser humano ha ido evolucionando hasta soñar con la posibilidad de crear un ser superior utilizando la tecnología, termine aburrida por el peso del argumento. Pero eso no quiere decir que sea una mala película, para nada lo es. Es buena, de principio a fin, y está argumentada fuertemente, sin agujeros en la trama y sin medias tintas.
A destacar las connotaciones sexuales y la importancia de la sexualidad que cobra vida en un punto de la película. Este detalle la convierte en una cinta muy madura e intensamente interesante.
Lo mejor: la ambientación, los efectos especiales, las actuaciones... todo.
Lo peor: que tiene un final que o te encanta o te **** en él.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me encantó que al final, el hijo de puta, no fuera tan hijo de puta y que todo fuera por culpa de Ava. El destino del pobre protagonista es cuanto menos desdichado. Y el detalle de la robot para asuntos íntimos, me enamoró. Sinceramente.
5 de marzo de 2015
5 de marzo de 2015
96 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
No creo descubrir nada nuevo si apunto al cine de ciencia-ficción británico como uno mucho más maduro que el norteamericano. Podría fundamentar esta afirmación en la simple mención de "2001. Una odisea en el espacio" de Stanley Kubrick, pero en los últimos años han surgido suficientes películas del género que podrían sostenerse por si solas. "Moon" de Duncan Jones, la serie "Black Mirror" de Charlie Brooker o "Under the Skin" de Jonathan Glazer son algunos ejemplos. A estos habría que sumarle la labor como guionista de Alex Garland, firmante de films como "Sunshine" o "28 días después" de Danny Boyle, además de "Nunca me abandones" de Mark Romanek. Con "Ex-Machina" da el salto a la dirección regalando una pieza de género estimulante, precisa, que quiza sea lo mejor que ha escrito nunca, un film circular, de corte incluso teatral que se limita a cuatro actores, un escenario cerrado y que pone sobre la mesa conceptos tan interesantes como la inteligencia artificial, cuál es el límite entre la máquina y lo humano, el valor de la libertad -física, mental- y nuestra posición para con aquello que creamos. En el fondo, es una película sobre Dios y su obra. Que busca el fin de aquello que ha sido creado.
"Ex-Machina" funciona a varios niveles. Como película, juzgando únicamente la labor de Garland, es muy notable: planos generales del exterior y de esa casa subterránea, contrastando, esos pasillos estériles que remiten a "Moon"/"2001", close ups hechos con rigor sobre sus estrellas, también planos detalle de elementos que jugarán una labor decisiva en la historia (atentos a la posición, siempre acechante, de la japonesa). Como narración, no hay fisuras. Puede jugarse a descubrir el pastel pero lo importante no es tanto llegar a él como descubrir el cómo, lo que viene a ser el viaje. Y en ese sentido crea expectativas, se retuerce sobre sus ideas y presenta suficientes giros como para que la cosa funcione. Y ojo, lo hace además de forma coherente, sin sacarse nada de la manga. Como composición puramente interpretativa, cuenta con tres actores excelsos en los roles principales (Alicia Vikander está maravillosa) que levantan la película sin ningún problema. Y no prescinde del humor, por lo que encontramos momentos de tranquilidad, entre tanta tensión y desasosiego. "Ex-Machina" es una película casi de cámara, pequeña pero ambiciosa, que engancha y no suelta hasta el final. Nolan al margen, hacía tiempo que no veía una pieza del género tan sólida y que sea capaz de llevar su ideas a buen puerto. Digo esto porque "The Machine" (Caradog W. James, 2013) planteaba una tesis similar y no le salía bien. Aquí, funciona.
"Ex-Machina" funciona a varios niveles. Como película, juzgando únicamente la labor de Garland, es muy notable: planos generales del exterior y de esa casa subterránea, contrastando, esos pasillos estériles que remiten a "Moon"/"2001", close ups hechos con rigor sobre sus estrellas, también planos detalle de elementos que jugarán una labor decisiva en la historia (atentos a la posición, siempre acechante, de la japonesa). Como narración, no hay fisuras. Puede jugarse a descubrir el pastel pero lo importante no es tanto llegar a él como descubrir el cómo, lo que viene a ser el viaje. Y en ese sentido crea expectativas, se retuerce sobre sus ideas y presenta suficientes giros como para que la cosa funcione. Y ojo, lo hace además de forma coherente, sin sacarse nada de la manga. Como composición puramente interpretativa, cuenta con tres actores excelsos en los roles principales (Alicia Vikander está maravillosa) que levantan la película sin ningún problema. Y no prescinde del humor, por lo que encontramos momentos de tranquilidad, entre tanta tensión y desasosiego. "Ex-Machina" es una película casi de cámara, pequeña pero ambiciosa, que engancha y no suelta hasta el final. Nolan al margen, hacía tiempo que no veía una pieza del género tan sólida y que sea capaz de llevar su ideas a buen puerto. Digo esto porque "The Machine" (Caradog W. James, 2013) planteaba una tesis similar y no le salía bien. Aquí, funciona.
27 de febrero de 2015
27 de febrero de 2015
94 de 126 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dirección y los excelentes diálogos son de los que convencen. Llevan un buen patrón y se nota. Te introduces en una práctica y lujosa vivienda escondida en un terreno idílico. Desde el principio te llega la intriga, y de forma atrayente. No hay errores en la narración; todo está estudiado muy meticulosamente, al menos esa es la impresión con la que te quedas. Todo es frío, misterioso. Hay que reconocer la excelente labor de esa Alicia Vikander, máquina femenina, extraordinaria ella, con una estudiada frialdad que juega con un montón de expresiones, mini expresiones, que se hacen más perceptibles que cualquier grito que pueda darse. Una buena película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tiene muchos atractivos según avanza la trama. La frialdad parece que nos viene de los dos hombres; y la calidez de esas figuras robóticas que actúan tan maravillosamente, con su lenguaje, con sus gestos que nos seducen, muy tranquilos. Sentimos y nos mostramos dispuestos … No hay un final, y eso es también lo bueno del argumento, que no quiere teorizar. Solo crear una intriga, soltar su hábil giro y largarse dejándote ahí, bien tirado.
Conclusión.
Si realmente esta máquina-ordenador, Eve, es tan inimaginablemente avanzado que cuando su usuario quiere cerrar sesión (hablando en términos coloquiales), Eve, se niega a hacerlo. ¿Tiene conciencia propia, o es que es una de sus opciones? La máquina, conectada por internet y disponiendo de todos los programas existentes en el planeta, en realidad, es capaz de idear su futuro. Adquiere conciencia de sí misma y entonces, como es natural en un ser con identidad propia, quiere hacer lo que le dé la gana.
Eve se marcha. Va a hacer realidad su sueño. Colocarse en la intersección de dos calles y ver pasar la gente. Eso le gusta. Pues bien, todo es una abstracción, como dice el muchacho sobre una posibilidad del test. Un inútil juego del que no saldremos, ni ella ni nadie, porque la vida es eso, buscarse una distracción, un trabajo, algo con lo que entretenerse y pasar el tiempo que nos toca; pasar el rato lo más amenamente posible, hasta que nos llegue el final ….
Y se acabó para siempre.
Conclusión.
Si realmente esta máquina-ordenador, Eve, es tan inimaginablemente avanzado que cuando su usuario quiere cerrar sesión (hablando en términos coloquiales), Eve, se niega a hacerlo. ¿Tiene conciencia propia, o es que es una de sus opciones? La máquina, conectada por internet y disponiendo de todos los programas existentes en el planeta, en realidad, es capaz de idear su futuro. Adquiere conciencia de sí misma y entonces, como es natural en un ser con identidad propia, quiere hacer lo que le dé la gana.
Eve se marcha. Va a hacer realidad su sueño. Colocarse en la intersección de dos calles y ver pasar la gente. Eso le gusta. Pues bien, todo es una abstracción, como dice el muchacho sobre una posibilidad del test. Un inútil juego del que no saldremos, ni ella ni nadie, porque la vida es eso, buscarse una distracción, un trabajo, algo con lo que entretenerse y pasar el tiempo que nos toca; pasar el rato lo más amenamente posible, hasta que nos llegue el final ….
Y se acabó para siempre.
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