ClickbaitMiniserie
2021 

Tony Ayres (Creador), Christian White (Creador) ...
6,2
4.755
Serie de TV. Intriga
Miniserie de TV (2021). 8 episodios. Cuando Nick Brewer (Adrian Grenier), un padre de familia, es secuestrado con un siniestro y macabro juego online destrás, la gente más cercana a él intentará contra reloj descubrir quién está detrás del secuestro y cuáles son sus intenciones últimas. Todo comienza cuando la hermana menor de Nick, Pia Brewer (Zoe Kazan), descubre un video online de su hermano donde éste aparece ensangrentado y con un ... [+]
27 de agosto de 2021
27 de agosto de 2021
18 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
No busques la serie de tu vida, pero si quieres una en la que haya una intriga que resolver y quieres ir paso a paso descubriéndola, Clickbait te va a dar lo que buscas.
Son 8 capítulos de 45 minutos aprox, que dan lo que se busca en este tipo de series. Y lo mejor es que el final no es abierto. La ves, la disfrutas y a otra cosa.
Sale Adam Granier, de El Séquito, y lo hace bastante bien. El resto de los actores y actrices también dan la talla.
No hay nada que chirríe demasiado, ni nada que apasione, pero es un producto muy loable que da lo que se pide. Distintos enfoques del misterio, giros inesperados y una resolución más que satisfactoria a la trama.
Son 8 capítulos de 45 minutos aprox, que dan lo que se busca en este tipo de series. Y lo mejor es que el final no es abierto. La ves, la disfrutas y a otra cosa.
Sale Adam Granier, de El Séquito, y lo hace bastante bien. El resto de los actores y actrices también dan la talla.
No hay nada que chirríe demasiado, ni nada que apasione, pero es un producto muy loable que da lo que se pide. Distintos enfoques del misterio, giros inesperados y una resolución más que satisfactoria a la trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me quede con el culo partido cuando se desveló el culpable de todo. Vale, no lo vi venir. A ver si tú sí...
6 de septiembre de 2021
6 de septiembre de 2021
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una serie bien hecha, una presentación original y sencilla de los personajes, profundizando de manera adecuada en personajes, relaciones y conflictos.
Por supuesto que el protagonismo pertenece al uso de las redes, a lo que la tecnología permite, tanto desde el punto de vista técnico como ético.
No es un tema novedoso, pero ya se sabe que todos los temas están agotados desde hace tiempo. Lo que importa es que se pueden tomar desde un ángulo que puedan resonar con algo de realidad.
Por supuesto que el protagonismo pertenece al uso de las redes, a lo que la tecnología permite, tanto desde el punto de vista técnico como ético.
No es un tema novedoso, pero ya se sabe que todos los temas están agotados desde hace tiempo. Lo que importa es que se pueden tomar desde un ángulo que puedan resonar con algo de realidad.
2 de septiembre de 2021
2 de septiembre de 2021
24 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor que pude haber hecho es ir tomando nota de lo que me producía Clickbait episodio por episodio, porque había escuchado que tenía un final impensado (entonces, no quise verme influenciado para bien o para mal por el desenlace).
No voy a hacer un juicio de valor sobre la historia, lo que les puedo asegurar que la intensidad de Clickbait es sostenida, casi que no te deja respirar, es como decir no podría asegurar que mi equipo esté jugando bien pero van 35 min. y gana 4 a 0.
Te mete en un túnel de intriga del que no te deja salir. Soy de mirar los créditos al final de cada episodio... los salteé todos, no me imagino el desenlace. “... lo importante no es llegar... lo importante es el camino...” (y este camino es como estar en una Montaña rusa que no para nunca).
Clickbait es un thriller de suspenso, que provoca una fuerte tensión emocional en el espectador. Seguí con esta idea hasta casi el final del episodio siete.
La producción es muy buena: locaciones, calidad fílmica, música, escenarios, tecnología. Actuaciones correctísimas.
Clickbait es 7/8 (siete octavos. Siete de ocho episodios) marketinera buena (podrían ser 7 u 8 pts cada uno). Y 1/8 (un octavo) para el olvido, una ensalada de giros muy malos, hasta que vuelca, típico desbarranque Yankee.
Tengo una cuestión de piel cuando en las producciones intervienen ideas de estadounidenses que en general son marketineras, no expresan el arte de producciones inglesas, francesas, y de varios otros países que hacen buen cine con algunos de sus directores. En este arte, y fundamentalmente en el final, es donde falla Clickbait.
Mi puntaje surge de asignar y promediar, siete episodios a 7,5 pts. cada episodio y 2 o 3 pts. el desenlace (octavo episodio).
En esta reflexión está el nudo central de Clickbait:
¿Por qué mienten las personas? Porque se sienten vulnerables y necesitan algo... inventarse una vida, creerse que son amadas, valoradas, reconocidas... creerse que vale la pena esa perra vida que llevan.
No voy a hacer un juicio de valor sobre la historia, lo que les puedo asegurar que la intensidad de Clickbait es sostenida, casi que no te deja respirar, es como decir no podría asegurar que mi equipo esté jugando bien pero van 35 min. y gana 4 a 0.
Te mete en un túnel de intriga del que no te deja salir. Soy de mirar los créditos al final de cada episodio... los salteé todos, no me imagino el desenlace. “... lo importante no es llegar... lo importante es el camino...” (y este camino es como estar en una Montaña rusa que no para nunca).
Clickbait es un thriller de suspenso, que provoca una fuerte tensión emocional en el espectador. Seguí con esta idea hasta casi el final del episodio siete.
La producción es muy buena: locaciones, calidad fílmica, música, escenarios, tecnología. Actuaciones correctísimas.
Clickbait es 7/8 (siete octavos. Siete de ocho episodios) marketinera buena (podrían ser 7 u 8 pts cada uno). Y 1/8 (un octavo) para el olvido, una ensalada de giros muy malos, hasta que vuelca, típico desbarranque Yankee.
Tengo una cuestión de piel cuando en las producciones intervienen ideas de estadounidenses que en general son marketineras, no expresan el arte de producciones inglesas, francesas, y de varios otros países que hacen buen cine con algunos de sus directores. En este arte, y fundamentalmente en el final, es donde falla Clickbait.
Mi puntaje surge de asignar y promediar, siete episodios a 7,5 pts. cada episodio y 2 o 3 pts. el desenlace (octavo episodio).
En esta reflexión está el nudo central de Clickbait:
¿Por qué mienten las personas? Porque se sienten vulnerables y necesitan algo... inventarse una vida, creerse que son amadas, valoradas, reconocidas... creerse que vale la pena esa perra vida que llevan.
25 de octubre de 2021
25 de octubre de 2021
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fenómeno redes y nuevas tecnologías ha llegado a la gran y pequeña pantalla para quedarse. La mayoría de nosotros ya hemos conocido a terceros a través de cualquier aplicación de móvil. Es un fenómeno extendido que casi todos hemos interiorizado con una naturalidad un tanto perturbadora. Interconectados, amparados por la tranquilidad que otorga la no exposición y con un mundo de posibilidades en la palma de nuestra mano. Aquí no hay policía posible que controle la buena fe. No hay un manual de instrucciones. Caer en la trampa está a la orden del día. Clickbait no sólo nos habla de esto, si no que juega con el propio espectador en ese sentido.
Si en un laboratorio mezclásemos Knives Out con un capítulo de Black Mirror, posiblemente nos resultaría algo similar Clickbait. Estamos ante una miniserie de 8 capítulos perfectamente hilados desde el principio hasta el final. Una familia anodina de Oakland se enfrenta al intrigante secuestro de uno de sus miembros. ¿Por qué intriga? Pues porque el vídeo donde publican el mismo nos indica que si este llega a los 5 millones de visualizaciones, el miembro de la familia morirá. Todo ello, además, adornado con mensajes turbios sobre posibles abusos a mujeres, turbas persiguiendo fantasmas y un cuerpo policial sobrepasado por las circunstancias.
La construcción de la historia es magnífica. Cada capítulo está protagonizado por un personaje diferente que va relacionando toda la trama para que, al final, tengamos la composición total de los argumentos. Ni se deja nada por responder, ni remolonean en el desarrollo de los hechos. ¿Estamos ante la clásica serie que usa el cliffhanger como recurso para mantener la atención del espectador? Estamos. ¿Resulta en algún momento incómodo o impostado? En absoluto. El relato que nos cuentan todos y cada uno de los personajes hace que vayamos precipitándonos como si de un titular engañoso se tratase. ¿Curioso no? Los giros de guion son constantes y se dan hasta en las circunstancias más imprevisibles. Es complicado perder la atención cuando nada es lo que parece. Sin duda, este es el punto fuerte de la obra de Netflix.
Siendo todo esto cierto, es importante reseñar que no estamos ante una serie especialmente original. No deja de ser un thriller policiaco cuyo objeto es la investigación de un crimen y, como tal, se suceden las conveniencias de guion. Para que todo encaje en su sitio, los personajes, por una parte, pasan de listos a estúpidos en un abrir de cerrar de ojos y, por otra, están siempre en el sitio y lugar adecuado para que no se pierda el hilo de la historia. Otra de las cosas que me han dejado un poco frío es la poca conexión con éstos. No hay ninguna actuación que destaque especialmente. Todos están sencillamente correctos. Personalidades demasiado uniformes, excesivamente académicas. No se salen de sus márgenes: hacen lo que tienen que hacer. No sé, un poco de color he echado en falta. El contexto donde se suceden los acontecimientos parece más que una ciudad californiana, el tablero del Cluedo. Si te dicen que sucede en Valdemoro, hubiese sido igual.
El resultado final es notable. Si bien la conclusión es un poco desconcertante, cumple con las expectativas.
Una última reflexión, ¿clicaríais vosotros en un vídeo cuya visualización pueda ser la sentencia de muerte de alguien? Todos mienten menos yo.
Si en un laboratorio mezclásemos Knives Out con un capítulo de Black Mirror, posiblemente nos resultaría algo similar Clickbait. Estamos ante una miniserie de 8 capítulos perfectamente hilados desde el principio hasta el final. Una familia anodina de Oakland se enfrenta al intrigante secuestro de uno de sus miembros. ¿Por qué intriga? Pues porque el vídeo donde publican el mismo nos indica que si este llega a los 5 millones de visualizaciones, el miembro de la familia morirá. Todo ello, además, adornado con mensajes turbios sobre posibles abusos a mujeres, turbas persiguiendo fantasmas y un cuerpo policial sobrepasado por las circunstancias.
La construcción de la historia es magnífica. Cada capítulo está protagonizado por un personaje diferente que va relacionando toda la trama para que, al final, tengamos la composición total de los argumentos. Ni se deja nada por responder, ni remolonean en el desarrollo de los hechos. ¿Estamos ante la clásica serie que usa el cliffhanger como recurso para mantener la atención del espectador? Estamos. ¿Resulta en algún momento incómodo o impostado? En absoluto. El relato que nos cuentan todos y cada uno de los personajes hace que vayamos precipitándonos como si de un titular engañoso se tratase. ¿Curioso no? Los giros de guion son constantes y se dan hasta en las circunstancias más imprevisibles. Es complicado perder la atención cuando nada es lo que parece. Sin duda, este es el punto fuerte de la obra de Netflix.
Siendo todo esto cierto, es importante reseñar que no estamos ante una serie especialmente original. No deja de ser un thriller policiaco cuyo objeto es la investigación de un crimen y, como tal, se suceden las conveniencias de guion. Para que todo encaje en su sitio, los personajes, por una parte, pasan de listos a estúpidos en un abrir de cerrar de ojos y, por otra, están siempre en el sitio y lugar adecuado para que no se pierda el hilo de la historia. Otra de las cosas que me han dejado un poco frío es la poca conexión con éstos. No hay ninguna actuación que destaque especialmente. Todos están sencillamente correctos. Personalidades demasiado uniformes, excesivamente académicas. No se salen de sus márgenes: hacen lo que tienen que hacer. No sé, un poco de color he echado en falta. El contexto donde se suceden los acontecimientos parece más que una ciudad californiana, el tablero del Cluedo. Si te dicen que sucede en Valdemoro, hubiese sido igual.
El resultado final es notable. Si bien la conclusión es un poco desconcertante, cumple con las expectativas.
Una última reflexión, ¿clicaríais vosotros en un vídeo cuya visualización pueda ser la sentencia de muerte de alguien? Todos mienten menos yo.
26 de octubre de 2021
26 de octubre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clickbait es una serie frenética, de las que te cogen por las solapas y no te permiten desprenderte hasta el final. Cada capítulo se devora con tremenda facilidad gracias al buen manejo de los cliffhanger, las conexiones entre personajes (de quienes vamos conociendo a fondo su versión particular) y la colocación oportuna de las pistas en el camino hacia el desenlace del caso que nos ocupa: ¿Dónde está Nick Brewer, qué ha ocurrido con él y quién es en realidad?
El punto fuerte de esta producción concebida por Tony Ayres, Christian White y Brad Anderson es, sin duda alguna, la construcción de la trama, haciendo mención especial a los volantazos de guión que nos hacen abrir los ojos como platos ante las nuevas revelaciones que vamos conociendo. Así pues, hablamos de una serie de fácil consumo, una intriga made by Netflix que mantiene elevada la tensión hasta el punto que esta enmascara las incoherencias y defectos que podemos encontrar a poco que rasquemos bajo la superficie. Y sale airosa en este propósito.
Es inevitable acordarse de Black Mirror ya a partir del primer capítulo por su título, argumento y puesta en escena. Sin embargo, aunque ambas obras comparten un trasfondo relacionado con las perversiones del uso de la tecnología e Internet, Clickbait es algo menos arriesgada y no brilla tanto como su homóloga inglesa (aunque deja mal cuerpo por momentos). Ni los personajes son especialmente profundos, ni las interpretaciones de los actores resultan carismáticas, ni la fotografía es digna de admirar.
Esta serie, con sus virtudes y sus defectos, constituye una advertencia, un oportuno recordatorio en los tiempos que corren. Detrás de las pantallas y los nicknames (nunca mejor dicho) se esconden personas, con sus carencias emocionales, sus deseos y su vulnerabilidad. Deberíamos pensárnoslo mejor antes de hacer click.
El punto fuerte de esta producción concebida por Tony Ayres, Christian White y Brad Anderson es, sin duda alguna, la construcción de la trama, haciendo mención especial a los volantazos de guión que nos hacen abrir los ojos como platos ante las nuevas revelaciones que vamos conociendo. Así pues, hablamos de una serie de fácil consumo, una intriga made by Netflix que mantiene elevada la tensión hasta el punto que esta enmascara las incoherencias y defectos que podemos encontrar a poco que rasquemos bajo la superficie. Y sale airosa en este propósito.
Es inevitable acordarse de Black Mirror ya a partir del primer capítulo por su título, argumento y puesta en escena. Sin embargo, aunque ambas obras comparten un trasfondo relacionado con las perversiones del uso de la tecnología e Internet, Clickbait es algo menos arriesgada y no brilla tanto como su homóloga inglesa (aunque deja mal cuerpo por momentos). Ni los personajes son especialmente profundos, ni las interpretaciones de los actores resultan carismáticas, ni la fotografía es digna de admirar.
Esta serie, con sus virtudes y sus defectos, constituye una advertencia, un oportuno recordatorio en los tiempos que corren. Detrás de las pantallas y los nicknames (nunca mejor dicho) se esconden personas, con sus carencias emocionales, sus deseos y su vulnerabilidad. Deberíamos pensárnoslo mejor antes de hacer click.
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