El cielo sobre Berlín
1987 

7,3
15.896
Drama. Fantástico
Dos ángeles sobrevuelan Berlín, ciudad dividida por el "muro de la vergüenza". Sólo son visibles para los niños y los hombres de corazón puro. Testigos impotentes que no pueden cambiar el curso de los acontecimientos, sienten una gran compasión por los seres humanos. Uno de ellos, decidido a conocer los sentimientos de los mortales, se enamora de una joven trapecista... (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2007
28 de diciembre de 2007
125 de 148 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta contiene numerosas maravillas:
- Las tomas en picado, casi cenitales.
- El movimiento mágico de la cámara en la biblioteca, atestada de ángeles custodios.
- La presencia sobrecogedora de los espíritus celestes.
- El anciano contador de historias, Tusitala.
- La sonrisa de Bruno Ganz.
Y una de esas frases que perduran para siempre en la memoria: "Mirar desde arriba no es mirar. Hay que mirar a la altura de otros ojos."
Poco importan los pensamientos, excesivamente transcendentes y nada cotidianos, pasados por el filtro metafísico-espiritual de los ángeles escuchadores. El alma no se asoma a las palabras: es ese blanco y negro fascinante, es el tedio y la niebla.
Cada vez que pienso en suicidarme, creo sentir la mano de Damiel sobre mi hombro.
- Las tomas en picado, casi cenitales.
- El movimiento mágico de la cámara en la biblioteca, atestada de ángeles custodios.
- La presencia sobrecogedora de los espíritus celestes.
- El anciano contador de historias, Tusitala.
- La sonrisa de Bruno Ganz.
Y una de esas frases que perduran para siempre en la memoria: "Mirar desde arriba no es mirar. Hay que mirar a la altura de otros ojos."
Poco importan los pensamientos, excesivamente transcendentes y nada cotidianos, pasados por el filtro metafísico-espiritual de los ángeles escuchadores. El alma no se asoma a las palabras: es ese blanco y negro fascinante, es el tedio y la niebla.
Cada vez que pienso en suicidarme, creo sentir la mano de Damiel sobre mi hombro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
W. G. Sebald
- Sobre la historia natural de la destrucción (1999)
- Austerlitz (2001)
Ambos libros le sentarían como un guante al cielo berlinés imaginado por Wim Wenders. En el primero, hallamos el halo fantasmal e irreparable que suele acompañar a los paisajes arruinados. En el segundo, la melancolía infinita del que nunca pudo ser un niño.
- Sobre la historia natural de la destrucción (1999)
- Austerlitz (2001)
Ambos libros le sentarían como un guante al cielo berlinés imaginado por Wim Wenders. En el primero, hallamos el halo fantasmal e irreparable que suele acompañar a los paisajes arruinados. En el segundo, la melancolía infinita del que nunca pudo ser un niño.
26 de octubre de 2008
26 de octubre de 2008
83 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) El parpadeo de un iris, un aleteo blanco, una sucesión de panorámicas y picados a vista de pájaro: los ángeles Cassiel y Damiel se llegan desde la Eternidad al gris cielo sobre un Berlín aún tajado por el Muro; un Berlín que bajo su mirada serena aparece con densos claroscuros y cosmopolitas geometrías expresionistas, neorrealistas montañas de escombros y descampados con circo ambulante.
2) Cassiel y Damiel escuchan el rumor bullicioso del mundo, flotan leves entre la muchedumbre que llena calles, autobuses, metro, torres de pisos. Mortales envueltos en el aura verbal de sus pensamientos, nubes de palabras de toda textura, un enjambre de microficciones urdido con bella escritura por Handke a partir de versificaciones de Rilke sobre la infancia (“Cuando el niño era niño quería que el arroyo fuera río, que el río fuera torrente y que este charco fuera el mar”), que regresan durante un periplo contemplador ejercido con mirada custodia y, sobre todo, oído compasivo.
(“Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo era divertido y las almas eran una”.)
En la Biblioteca se arraciman los ángeles, tutelando la lectura y la escritura humanas. El viejísimo ángel narrador mantiene vivos los mitos, hace que a través de su aliento fatigado el relato de la humanidad jamás cese.
Al descubrir en el circo a Marion, la trapecista que lucha contra la gravedad y apunta al cielo, Damiel siente nostalgia de la encarnación; del mundo humano coloreado, hecho de sensaciones, dolor y felicidad: un mundo con peso y sangre, donde refundar el amor, reeditar el del hombre y la mujer primeros.
(“Cuando el niño era niño se preguntaba: ¿Por qué yo soy yo y no tú?, ¿por qué estoy aquí y no allí?”.)
Otro ángel veterano, Peter Falk, renunció a sus alas para disfrutar pequeños placeres terrenales: fumar, beber café, frotarse las manos en invierno, dibujar a los humanos, dirigir películas sobre su negra Historia: sus holocaustos y destrucciones orgiásticas.
Contando ese rodaje (que inserta imágenes documentales de la guerra y el Berlín arrasado), Wenders encara su raíz alemana tras años inmerso en la cultura popular USA.
3) Un problema inherente a esta estética de roce y sobrevuelo: la mera suma de historias, sin pasar a multiplicar y potenciar, no alcanza a constituir el núcleo fuerte que necesita un relato, por mucho que se elimine la jerarquía figura-fondo.
4) Una escena maravillosa: sentados en un descapotable en venta, ambos ángeles repasan observaciones anotadas en sus cuadernos, los instantes humanos de fugaz iluminación, suspendido en destello el correr del tiempo, como en los haikus visuales de Ozu: la estela blanca de un avión desde un atasco, la foto perdida que aparece en un forro, el nacimiento del pelo en la nuca de la mujer que duerme a lado…
5) Wenders y Handke describen con bello artificio cómo los espíritus custodios nos rozan para rescatarnos del desánimo y la desesperación.
Ojalá, Wenders. Ojalá, Handke.
(7,5)
2) Cassiel y Damiel escuchan el rumor bullicioso del mundo, flotan leves entre la muchedumbre que llena calles, autobuses, metro, torres de pisos. Mortales envueltos en el aura verbal de sus pensamientos, nubes de palabras de toda textura, un enjambre de microficciones urdido con bella escritura por Handke a partir de versificaciones de Rilke sobre la infancia (“Cuando el niño era niño quería que el arroyo fuera río, que el río fuera torrente y que este charco fuera el mar”), que regresan durante un periplo contemplador ejercido con mirada custodia y, sobre todo, oído compasivo.
(“Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo era divertido y las almas eran una”.)
En la Biblioteca se arraciman los ángeles, tutelando la lectura y la escritura humanas. El viejísimo ángel narrador mantiene vivos los mitos, hace que a través de su aliento fatigado el relato de la humanidad jamás cese.
Al descubrir en el circo a Marion, la trapecista que lucha contra la gravedad y apunta al cielo, Damiel siente nostalgia de la encarnación; del mundo humano coloreado, hecho de sensaciones, dolor y felicidad: un mundo con peso y sangre, donde refundar el amor, reeditar el del hombre y la mujer primeros.
(“Cuando el niño era niño se preguntaba: ¿Por qué yo soy yo y no tú?, ¿por qué estoy aquí y no allí?”.)
Otro ángel veterano, Peter Falk, renunció a sus alas para disfrutar pequeños placeres terrenales: fumar, beber café, frotarse las manos en invierno, dibujar a los humanos, dirigir películas sobre su negra Historia: sus holocaustos y destrucciones orgiásticas.
Contando ese rodaje (que inserta imágenes documentales de la guerra y el Berlín arrasado), Wenders encara su raíz alemana tras años inmerso en la cultura popular USA.
3) Un problema inherente a esta estética de roce y sobrevuelo: la mera suma de historias, sin pasar a multiplicar y potenciar, no alcanza a constituir el núcleo fuerte que necesita un relato, por mucho que se elimine la jerarquía figura-fondo.
4) Una escena maravillosa: sentados en un descapotable en venta, ambos ángeles repasan observaciones anotadas en sus cuadernos, los instantes humanos de fugaz iluminación, suspendido en destello el correr del tiempo, como en los haikus visuales de Ozu: la estela blanca de un avión desde un atasco, la foto perdida que aparece en un forro, el nacimiento del pelo en la nuca de la mujer que duerme a lado…
5) Wenders y Handke describen con bello artificio cómo los espíritus custodios nos rozan para rescatarnos del desánimo y la desesperación.
Ojalá, Wenders. Ojalá, Handke.
(7,5)
10 de enero de 2009
10 de enero de 2009
62 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé porqué me gusta tanto esta película. Es cierto que no es una película fácil, que se torna lenta en varias secuencias, que peca de pretenciosa en algunos momentos. Eso lo sé y no pienso discutirlo. Pero más allá de estos detalles, la película es un precioso canto a la vida, a la belleza oculta en los momentos cotidianos, a las multiples facetas de nuestra condición humana. "El cielo sobre Berlín" es compleja porqué la existencia es compleja, contradictoria, en ocasiones inexplicable. La película va más allá de maniqueísmos, de burdas simplificaciones y estereotipos. Es distinta, nos exige paciencia y mucha atención. Lo repito nuevamente, su visionado no es fácil, pero en ningún momento infructuoso.
Este filme ha recibido importantes reconocimientos. Se alzó con el premio al mejor director en Cannes y fue reseñada como una de las 100 mejores películas de la historia por la revista Time, reconocimiento compartido con clásicos como Casablanca, Ciudadano Kane y Tokio Monogatari. Lo anterior no significa mucho, los galardones no siempre son justos, pero en este caso puntual, han sido completamente adecuados y merecidos. Mi nombre es Nelson, muchas gracias por haber leído mi crítica
Este filme ha recibido importantes reconocimientos. Se alzó con el premio al mejor director en Cannes y fue reseñada como una de las 100 mejores películas de la historia por la revista Time, reconocimiento compartido con clásicos como Casablanca, Ciudadano Kane y Tokio Monogatari. Lo anterior no significa mucho, los galardones no siempre son justos, pero en este caso puntual, han sido completamente adecuados y merecidos. Mi nombre es Nelson, muchas gracias por haber leído mi crítica
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El discurso final de Marión es de una belleza suprema. Para los interesados, aquí está: "Algún día tiene que ir en serio. He estado muy sola, pero nunca he vivido sola. Cuando estaba con alguien solía estar contenta, pero al mismo tiempo todo me parecía casual. Estas personas eran mis padres pero podrían haber sido otros. ¿Por qué mi hermano era el de los ojos marrones y no el de los ojos verdes, del andén de enfrente. La hija del taxista era mi amiga, pero igual podría haber rodeado con mi brazo el cuello de un caballo. Estaba con un hombre, estaba enamorada y lo mismo podría haberlo dejado plantado y haber seguido al extraño que nos cruzamos en la calle. Mírame o no me mires. Dame la mano o no me la des. No, no me des la mano y aparta tu mirada de mí. Creo que esta noche hay luna nueva: ninguna noche más serena, ninguna sangre correrá en toda la ciudad. Nunca he jugado con alguien y sin embargo nunca he abierto los ojos y he pensado:ahora va en serio. Ahora al fin irá en serio. Así han ido pasando mis años¿Sólo yo era tan poco seria? ¿Eran tan poco serios los tiempos? Nunca fui solitaria, ni cuando estaba sola nicon otros. Pero me habría gustado al fin ser solitaria. Soledad quiere decir: al fin estoy entera. Ahora puedo decirlo porque al fin esta noche soy solitaria. Hay que acabar con el azar. Luna nueva de la decisión. No sé si hay un destino, pero hay una decisión: decídete. Ahora nosotros somos el tiempo. No sólo la ciudad entera, el mundo entero toma parte ahora mismo en nuestra decisión. Ahora los dos somos más que sólo dos. Nosotros encarnamos algo. Estamos sentados en la plaza del pueblo y toda la plaza está llena de gente que anhela lo mismo que nosotros. Nosotros decidimos el juego por todos. Estoy lista, ahora es tu turno. Tienes el juego en tus manos. Ahora o nunca. Me necesitas y me necesitarás. No hay historia mayor que la nuestra, la del hombre y la mujer. Será una historia de gigantes, invisibles, transmisibles, una historia de nuevos ancestros. Mira mis ojos, son la imagen de la necesidad, del futuro de todos en la plaza.Anoche soñé con un desconocido, con mi hombre. Sólo con él podía ser solitaria. Abrirme a él, toda abierta, toda para él, acogiéndolo entero como un todo dentro de mí, rodeándole con el laberinto de la dicha común. Lo sé eres tú."
12 de septiembre de 2010
12 de septiembre de 2010
68 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver "Paris, Texas" fue imposible no lanzarme de cabeza a ver una de las películas más aplaudidas de Wenders, pero tras ver "El cielo sobre Berlín" tendrá que pasar mucho tiempo para que sea capaz de darle una nueva oportunidad a este director.
La sobriedad, la simplicidad, la elegancia de Wenders en "Paris, Texas" se troca en "El cielo sobre Berlín" en pretensión y pedantería. Las buenas críticas y valoraciones a esta película se deben, no puedo dejar de creerlo así, a que esta película es de esas que hacen que el espectador se crea más inteligente de lo que es. Pero a mí, cuando Wenders me ofrecía todas esas frases de filosofía barata, una detrás de otra, no me invitaba precisamente a la reflexión, sino a aferrarme con desesperación a un refresco y a una bolsa de patatas. Quizá lo podría haber arreglado con una buena historia, pero la narratividad brilla por su ausencia.
Si esta película pretende dármelo ya todo cocinado, si no me deja jugar como espectador, si es un universo hermético, pobre a la par que rimbombante... ¿qué tiene para que la aplaudan tanto? Os han engañado con la mona vestida de seda.
La sobriedad, la simplicidad, la elegancia de Wenders en "Paris, Texas" se troca en "El cielo sobre Berlín" en pretensión y pedantería. Las buenas críticas y valoraciones a esta película se deben, no puedo dejar de creerlo así, a que esta película es de esas que hacen que el espectador se crea más inteligente de lo que es. Pero a mí, cuando Wenders me ofrecía todas esas frases de filosofía barata, una detrás de otra, no me invitaba precisamente a la reflexión, sino a aferrarme con desesperación a un refresco y a una bolsa de patatas. Quizá lo podría haber arreglado con una buena historia, pero la narratividad brilla por su ausencia.
Si esta película pretende dármelo ya todo cocinado, si no me deja jugar como espectador, si es un universo hermético, pobre a la par que rimbombante... ¿qué tiene para que la aplaudan tanto? Os han engañado con la mona vestida de seda.
18 de noviembre de 2008
18 de noviembre de 2008
44 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues si, amigos, todo el mundo sabe que si pudiéramos escuchar los pensamientos de la gente en el metro todos serían terriblemente transcendentales y poéticos. Es perfectamente creíble que si escucháramos los pensamientos de todo el mundo, cada uno de éstos nos definiría a esa persona en poco segundos. Vamos, que el que no sea poseído en cada momento de introspección por el espíritu de Goethe que tire la primera piedra.
Y si, lo sé, es cine, nadie espera que la gente piense y hable como lo hacemos las personas normales, es decir, torpe, desordenadamente y con cientos de banalidades interpoladas, pero creo que aquí el amigo Wenders se pasa tres pueblos.
Hace muchos años, cuando pensaba de forma soberbia que era un intelectual redomado, me fascinó esta película. Me pareció una obra de arte maravillosa. Hace poco estuve en Berlín y miraba con admiración cada calle, puente o monumento que recordaba haber visto en el film. Estando allí, en un ataque de melancolía, convencí a mis amigos a verla (ninguno la había visto). Ahora que soy mayor y aunque lleve gafas de pasta ya superé mi fase sibarita-elitista, pasé más de una hora absolutamente horrorizado hasta que descubrí que todos mis amigos sin excepción se habían dormido.
Es posiblemente una de las películas más pretenciosas y aburridas de la historia del cine. El ritmo carece de sentido en este delirio de más de dos horas de planos, secuencias y monólogos descomunalmente largos y tediosos y, ni que decir tiene, carentes del más mínimo atisbo de justificación narrativa.
En fin, no se la recomiendo a nadie excepto, quizá, a algún sociopata con impulsos homicidas que tenga acceso al domicilio de Wenders.
Y si, lo sé, es cine, nadie espera que la gente piense y hable como lo hacemos las personas normales, es decir, torpe, desordenadamente y con cientos de banalidades interpoladas, pero creo que aquí el amigo Wenders se pasa tres pueblos.
Hace muchos años, cuando pensaba de forma soberbia que era un intelectual redomado, me fascinó esta película. Me pareció una obra de arte maravillosa. Hace poco estuve en Berlín y miraba con admiración cada calle, puente o monumento que recordaba haber visto en el film. Estando allí, en un ataque de melancolía, convencí a mis amigos a verla (ninguno la había visto). Ahora que soy mayor y aunque lleve gafas de pasta ya superé mi fase sibarita-elitista, pasé más de una hora absolutamente horrorizado hasta que descubrí que todos mis amigos sin excepción se habían dormido.
Es posiblemente una de las películas más pretenciosas y aburridas de la historia del cine. El ritmo carece de sentido en este delirio de más de dos horas de planos, secuencias y monólogos descomunalmente largos y tediosos y, ni que decir tiene, carentes del más mínimo atisbo de justificación narrativa.
En fin, no se la recomiendo a nadie excepto, quizá, a algún sociopata con impulsos homicidas que tenga acceso al domicilio de Wenders.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aún así, todo hay que decirlo, tiene pequeños y contadísimos momentos que me parecieron hermosos, como la escena en la que el hombre accidentado muere lentamente (la palabra “lento” adquiere un nuevo significado gracias al amigo Wenders) enumerando todos los recuerdos hermosos; mientras, eso si, una muchedumbre petrificada lo mira con ojos vacíos.
Dios, si el cine es un reflejo del mundo o, en todo caso, del universo poético del autor, ¿alguien me puede explicar en qué universo paralelo vive Wenders?
Dios, si el cine es un reflejo del mundo o, en todo caso, del universo poético del autor, ¿alguien me puede explicar en qué universo paralelo vive Wenders?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here