El trailer y la promoción está vendiendo un tipo de película equivocado. Influye que la estrella protagonista sea conocida por la comedia, pero se trata de un drama con alivios cómicos que puede sacar algunas lágrimas. Puede buscar la lágrima fácil en algunos momentos, pero la vi en Navidad con la sala casi llena. Hay que disfrutar un poco de las cosas.

Nada que objetarle a Paco León en la comedia, demostrando que con carisma se puede salvar cualquier chiste del texto. El delivery del actor es bueno y se adapta bien en las escenas más dramáticas. Repito: la audiencia no espera un nivel tan alto de emoción por pensar que era una comedia española más.

Trata temas que afectan fácil y que dan para reflexión. No castiga a ningún personaje por el bien de la trama, que a veces se salta eventos y reacciones importantes, para dejar un final emotivo. Lo consigue, sin duda, aunque con un tramo final que está estirado artificialmente. Le sobran un par de giros dramáticos que solo sirven para reforzar la injusticia.

Me esperaba una comedia sobre un padre inmaduro e inexperto. Me encuentro con una entrañable lección de vida acerca de sobrellevar las cosas, con fantasías prejudiciales, y dar segundas oportunidades. Mentiría si dijera que lo he pasado bien en algunos tramos. Toca ciertas teclas que, dependiendo de la persona, pueden ser sensibles. No es una situación fácil.

Con sus exigencias, y un segmento con un croma verde que canta demasiado, es una obra honesta que aprovecha la fama del reparto para hacer algo con sentimiento. Me funciona y me ha emocionado.

Este remake de "No se aceptan devoluciones" es una emotiva comedia que dibuja sonrisas y arranca alguna que otra lágrima. Aunque cuenta una historia previsible y que ya se ha visto muchas veces en la gran pantalla, equilibra con acierto el humor y los momentos dramáticos, de manera que sumerge al espectador en la relación paternofilial de los protagonistas.

Las interpretaciones, tanto de Paco León como de Maia Zaitegi, se ganan al público con su carisma y el buen ritmo del film acaba de redondear una experiencia que no será memorable, pero sí agradable.

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Me embarqué en esta cinta esperando un producto genérico pero entretenido, y para mi sorpresa, Sin instrucciones logra ir un poco más allá de la simple vanidad de una comedia española.

Con un siempre solvente Paco León a la cabeza, se nos cuenta una historia basada en una producción mexicana que aborda temas como la madurez, la paternidad o incluso la pérdida. Y es en esa pérdida donde el filme impacta en el espectador, si bien lo hace de manera algo sensacionalista, pero aun así, profundamente satisfactoria.

Todo el elenco está correcto. Los personajes, aunque clichés, funcionan, ninguno desentona y mantienen ese humor característico de este tipo de películas, lo cual se agradece.

En términos generales, es un producto que funciona, entretiene e incluso emociona, por lo que he podido observar en la sala. Es ampliamente superior a producciones que superan los 100 millones, como Kraven o Venom, pero es española, y al espectador le cuesta reconocerlo.

La comedia siempre me ha parecido el género más complicado, y me ha sorprendido muy gratamente como se mantiene el nivel durante toda la película, porque hasta las mejores suelen ir decayendo. Han sabido sortear aquí esa tendencia natural al ir cambiando sonrisas por emociones. Una pelicula fresca que se disfruta mucho. Buen ritmo y muy buena interpretación.

"Sin instrucciones", el nuevo largometraje de Marina Seresesky y protagonizado por Paco León, Maia Zaitegi y Silvia Alonso, entre otros, es el remake español del film mejicano titulado 'No se aceptan devoluciones' dirigido y protagonizado por Eugenio Derbez en el año 2013. Si uno ya está al tanto de la cinta original, como un servidor, ya irá a verla bien preparado, pero si no se ha visto la de Derbez, sin duda le va a sorprender de manera positiva. Paco León está sensacional en su personaje de picador de playa que, de la noche a la mañana (nunca mejor dicho), se tiene que hacer cargo de una niña cuya madre se ha deshecho de ella. La niña está interpretada por Maia Zailegi y es una roba-escenas nata, y consigue robar el corazón del espectador cada vez que aparece en pantalla. A este filme lo tildan de comedia, pero yo creo que tiene algo más que, sin meter ningún spoiler, tocará la fibra sensible del espectador. Una cinta que hará que disfrutes, rías, te lo pases bien y te sorprendas durante sus casi cien minutos de metraje. Mi nota final es de 8.5/10.