Cónclave
7,0
15.322
Drama. Thriller. Intriga
Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración a la vez que descubre un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia. (FILMAFFINITY) [+]
25 de septiembre de 2024
25 de septiembre de 2024
175 de 212 usuarios han encontrado esta crítica útil
El año previo al estreno de Cónclave fue un antes y un después para el director Edward Berger al ganar 4 Oscars con la película bélica Sin novedad en el frente, alguno más habría ganado de no haber sido por el bum de aquel año (Todo a la vez en todas partes). Esta vez con actores más internacionales que en su película previa nos encontramos con una película de politiqueo en el seno de la Iglesia, intrigante, detectivesca y algo rompedora como sus ideas.
Muchos personajes componen la película pero, es cierto que todo el papel recae en Ralph Phiennes, un cardenal que funciona como el detective que se mete en medio de la lucha de poderes de la iglesia. Una gran actuación que puede valerle para una nominación a futuro. Los otros actores internacionales tienen sus momentos también pero al tener menos minutos en pantalla tienen una menor relevancia en la película. Los que más destacan son Stanley Tucci y John Lithgow. En general buenos actores pero, por decir algo malo sobre las actuaciones, John Lithgow no lo hace del todo mal pero, yo no lo habría interpretado de esa manera el personaje. No demuestra lo que se dice de él y no se exploran mucho sus intenciones ni su plan para cuando logre sus propósitos… es una suma de una actuación difusa y un trabajo de personaje algo desdibujado.
El vestuario y los escenarios están muy bien aunque abusen algo de los pasillos de la casa de las monjas. Es cierto que no debiera haber mucha variedad por el contexto de la película pero, llegado un momento me ha parecido algo pobre y repetitiva la ambientación. Por el contrario, todos los demás escenarios están muy bien detallados. Aunque no hayan rodado en la mismísima Capilla Sixtina, lo parece. Tengo entendido que han vuelto a rodar en uno de los estudios más importantes para la historia del cine, los estudios Cinecittà.
El paralelismo con otras películas es evidente. A decir verdad Ángeles y demonios es otro estilo y aunque sí que tiene una investigación de por medio, siento que esta película explora la elección papal desde otro punto de vista. En una tuvimos Iluminati amenazando la iglesia con bombas, un detective ateo para salvarla… y en la otra hemos tenido atentados a pocos metros de la Ciudad del Vaticano, un detective que duda de su Fe para salvar la iglesia y… y mucho más. En cónclave podemos ver más claras las disputas de intereses de los cardenales, cambios de ideologías en la iglesia, temas delicados como los abusos, cardenales que dudan de su Fe… al fin y al cabo puede decirse que Conclave humaniza a los cardenales y al Papa.
Por último, hablando de la banda sonora, ya fue un descubrimiento, para mí al menos, en su película anterior el compositor y en esta sigue sorprendiendo. Nos acompaña toda la película con una banda sonora sin mucha variedad de temas pero, siempre aligerando la película en cada escena y haciéndola más emocionante.
En cuanto a la adaptación, desconozco el libro original, pero el ritmo es el adecuado y la adaptación es acorde a lo esperado de una película de este género. En cuanto a los giros de guiones que podemos ver, son atrevidos y puede que algo a arriesgados para cierto público. Pero al fin y al cabo se sirven al guión original de la película. Personalmente creo que es un giro inesperado y que Edward Berger consigue contarlo de la mejor manera.
Muchos personajes componen la película pero, es cierto que todo el papel recae en Ralph Phiennes, un cardenal que funciona como el detective que se mete en medio de la lucha de poderes de la iglesia. Una gran actuación que puede valerle para una nominación a futuro. Los otros actores internacionales tienen sus momentos también pero al tener menos minutos en pantalla tienen una menor relevancia en la película. Los que más destacan son Stanley Tucci y John Lithgow. En general buenos actores pero, por decir algo malo sobre las actuaciones, John Lithgow no lo hace del todo mal pero, yo no lo habría interpretado de esa manera el personaje. No demuestra lo que se dice de él y no se exploran mucho sus intenciones ni su plan para cuando logre sus propósitos… es una suma de una actuación difusa y un trabajo de personaje algo desdibujado.
El vestuario y los escenarios están muy bien aunque abusen algo de los pasillos de la casa de las monjas. Es cierto que no debiera haber mucha variedad por el contexto de la película pero, llegado un momento me ha parecido algo pobre y repetitiva la ambientación. Por el contrario, todos los demás escenarios están muy bien detallados. Aunque no hayan rodado en la mismísima Capilla Sixtina, lo parece. Tengo entendido que han vuelto a rodar en uno de los estudios más importantes para la historia del cine, los estudios Cinecittà.
El paralelismo con otras películas es evidente. A decir verdad Ángeles y demonios es otro estilo y aunque sí que tiene una investigación de por medio, siento que esta película explora la elección papal desde otro punto de vista. En una tuvimos Iluminati amenazando la iglesia con bombas, un detective ateo para salvarla… y en la otra hemos tenido atentados a pocos metros de la Ciudad del Vaticano, un detective que duda de su Fe para salvar la iglesia y… y mucho más. En cónclave podemos ver más claras las disputas de intereses de los cardenales, cambios de ideologías en la iglesia, temas delicados como los abusos, cardenales que dudan de su Fe… al fin y al cabo puede decirse que Conclave humaniza a los cardenales y al Papa.
Por último, hablando de la banda sonora, ya fue un descubrimiento, para mí al menos, en su película anterior el compositor y en esta sigue sorprendiendo. Nos acompaña toda la película con una banda sonora sin mucha variedad de temas pero, siempre aligerando la película en cada escena y haciéndola más emocionante.
En cuanto a la adaptación, desconozco el libro original, pero el ritmo es el adecuado y la adaptación es acorde a lo esperado de una película de este género. En cuanto a los giros de guiones que podemos ver, son atrevidos y puede que algo a arriesgados para cierto público. Pero al fin y al cabo se sirven al guión original de la película. Personalmente creo que es un giro inesperado y que Edward Berger consigue contarlo de la mejor manera.
23 de diciembre de 2024
23 de diciembre de 2024
86 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar del buen argumento teórico que la película tiene, finalmente yo he salido del cine desinflada. No ha sabido mantener la tensión, no tiene personajes ni que odies, ni que admires, y eso que tiene un reparto grandioso. Demuestra que buenos actores no lo pueden hacer todo.
Fui al cine convencida de que iba a ver algo así como “El Padrino” en versión eclesiástica, y nada, ni se acerca. La intención es buena, pero no llega a crear una historia que te absorba. Los golpes de efecto que va disparando, no te crees ni uno, no son coherentes con la situación.
Ha merecido la pena ver Rossellini vestida de monja, pero pensaba que iba a repartir candela a la curia, y nada, no se puede considerar ni palmadita.
Para mí lo que más destaca es la puesta en escena y fotografía. De hecho, han habido muchísimos momentos que me ha recordado a Sorrentino, quizás sea por lo único que le pongo esta nota, y quizás sea por esto que me ha decepcionado. Intuir a Sorrentino y no saborearlo de verdad, con su cinismo, su humor…muy mal :( pero es que no llega ni a aprendiz.
De nuevo, una buena fotografía, decorados, vestuario, no hacen a la película buena.
Se deja ver, pero se queda en intención de lo que pudo ser.
Fui al cine convencida de que iba a ver algo así como “El Padrino” en versión eclesiástica, y nada, ni se acerca. La intención es buena, pero no llega a crear una historia que te absorba. Los golpes de efecto que va disparando, no te crees ni uno, no son coherentes con la situación.
Ha merecido la pena ver Rossellini vestida de monja, pero pensaba que iba a repartir candela a la curia, y nada, no se puede considerar ni palmadita.
Para mí lo que más destaca es la puesta en escena y fotografía. De hecho, han habido muchísimos momentos que me ha recordado a Sorrentino, quizás sea por lo único que le pongo esta nota, y quizás sea por esto que me ha decepcionado. Intuir a Sorrentino y no saborearlo de verdad, con su cinismo, su humor…muy mal :( pero es que no llega ni a aprendiz.
De nuevo, una buena fotografía, decorados, vestuario, no hacen a la película buena.
Se deja ver, pero se queda en intención de lo que pudo ser.
30 de septiembre de 2024
30 de septiembre de 2024
78 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película, coproducción entre USA y Reino Unido, que adapta la novela de Robert Harris.
Y lo hace de forma inteligente, gracias a un muy estimable guion, lleno de buenos diálogos, soberbias interpretaciones y una magnífica realización de Edward Berger.
Llena de tensión e intriga, se habla de cosas muy importantes, haciendo hincapié en las dudas respecto a la Fe, la hipocresía de algunos estamentos de la Iglesia Católica, las luchas internas de poder y los secretos más hondos de los seres humanos, siempre imperfectos.
Muy entretenida, logra mantener pegado en la butaca al espectador, que asiste entregado a un thriller de conspiraciones mil, excelentemente narrado.
Muy recomendable.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
Y lo hace de forma inteligente, gracias a un muy estimable guion, lleno de buenos diálogos, soberbias interpretaciones y una magnífica realización de Edward Berger.
Llena de tensión e intriga, se habla de cosas muy importantes, haciendo hincapié en las dudas respecto a la Fe, la hipocresía de algunos estamentos de la Iglesia Católica, las luchas internas de poder y los secretos más hondos de los seres humanos, siempre imperfectos.
Muy entretenida, logra mantener pegado en la butaca al espectador, que asiste entregado a un thriller de conspiraciones mil, excelentemente narrado.
Muy recomendable.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
30 de noviembre de 2024
30 de noviembre de 2024
52 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cónclave.
Edward Berger luego de su exitosa "Sin novedad en el frente" nos sumerge a las cloacas más profundas de las ambiciones humanas de poder dentro de la religión y como contexto, uno de los rituales más históricos y más ocultos del mundo como lo es la elección de un papa en la iglesia católica, tiene características que la hacen enorme al igual que la gran seguridad del director para llevar a cabo el proyecto y aportarle su mano con una gran precisión y serenidad, no sabiendo personalmente acerca del monto con que el que contado su presupuesto, Cónclave tiene pinta de tanque en el que al menos se estará seguro que, le han exprimido cada centavo que se le puesto a su favor independientemente de si ha contado con mucho o con poco dinero.
La capacidad para componer un ambiente turbio, de intriga y suspense a cada centímetro de su recorrido es realmente incontestable, soberbia formación de un elemento que la acompaña desde el principio hasta el mismísimo final, hecho por el cual sumerge al espectador instantáneamente en ella y lo mantiene en vilo durante sus dos horas de duración, impide que quitemos la vista de su relato por si quiera un minuto, ya que nos exige estar pendientes de cualquier cosa que suceda en ella para evitar que nos perdamos que algo de mucho valor para su concepto, y es que precisamos estar alerta ante cada plano, cada nota musical que desprende tensión, ante cada gesto de sus personajes.
La dirección de Berger es totalmente bestial, sabe lo que quiere contar, posee los elementos y los explota al máximo para sacarles el mejor potencial a todo lo que adorna su historia, resulta impecable el tratado de suspenso e incertidumbre que va tejiendo a cada instante, es destacable como con determinados recortes de edición nos priva de nutrirnos con información necesaria que luego le servirá para ir aumentando esa bola de nieve constante, lo mismo la efectiva utilización de distintos idiomas que van intercambiándose constantemente, jugueteando con el inglés como base con toques de italiano y momentos de español, lo cual aprovecha pequeños huecos lingüísticos para también hacernos saber que allí oculta información de vital importancia para generar un vinculo de conspiración en un contexto de una maquinaria que se muestra cada vez más turbia.
Su puesta en escena es intimidante de lo pulcra, de lo limpia y cuidada que se ve, un diseño de producción destacadísimo desde sus locaciones, los vestuarios, la combinación de colores y elementos decorativos resultan un combo que brilla de principio a fin, una fotografía preciosa a cargo de Stéphane Fontaine que le dan cierta dinámica y energía de sospechas constantes, esa aura de recelo ante cada plano que a pesar de encontrar en la casa de Dios, se ve plasmada esa negatividad espiritual del pecado de los hombres que impregna cada escena y cada rincón de ese lugar en donde la desconfianza empieza a tomar lugar en cada fotograma arrojado por el director de fotografía francés.
La actuaciones son potentes aunque corren armoniosamente detrás de un destacado Ralph Fiennes, quien poco a poco empieza a sacar ventaja por sobre sus secundarios con un rango actoral con tintes flemáticos que va en aumento de temperatura, en este caso en particular quedan relegados un poco hacia un costado Stanley Tucci e Isabella Rossellini de quienes esperaba más protagonismo, pero en cambio la estructura que se le otorga a su protagonista le sirve de sostén para colorear a un hombre que se encuentra entre la espada y la pared de sus convicciones, creencias y dudas de fé, viéndose envuelto en ese entorno sucio que le hace replantear el mundo religioso al cual ha elegido para su vida.
Cónclave es un mundo de ambiciones, poder y desconfianza, muestra el pecado del hombre que pone en jaque a la iglesia de Dios, una atmósfera en la que los personajes y nosotros nos veremos obligados a observar para todos lados y hasta tener ojos en la espalda, una maquina de complot que se va acrecentando en cada componente suyo, en cada mirada y gesto de sus personajes, en cada nota musical y en cada rincón de sus planos, el director alemán nos muestra lo que quiere y de igual manera nos oculta lo que necesita para ir estructurando un aire impuro y deshonesto donde más que reinar el creador, reina el libre albedrio y el pecado codicioso de los hombres encargados de llevar su palabra aunque por debajo de la mesa se practique el hacer lo que ellos dicen, pero no lo que ellos hacen.
Calificación: 7.2
Edward Berger luego de su exitosa "Sin novedad en el frente" nos sumerge a las cloacas más profundas de las ambiciones humanas de poder dentro de la religión y como contexto, uno de los rituales más históricos y más ocultos del mundo como lo es la elección de un papa en la iglesia católica, tiene características que la hacen enorme al igual que la gran seguridad del director para llevar a cabo el proyecto y aportarle su mano con una gran precisión y serenidad, no sabiendo personalmente acerca del monto con que el que contado su presupuesto, Cónclave tiene pinta de tanque en el que al menos se estará seguro que, le han exprimido cada centavo que se le puesto a su favor independientemente de si ha contado con mucho o con poco dinero.
La capacidad para componer un ambiente turbio, de intriga y suspense a cada centímetro de su recorrido es realmente incontestable, soberbia formación de un elemento que la acompaña desde el principio hasta el mismísimo final, hecho por el cual sumerge al espectador instantáneamente en ella y lo mantiene en vilo durante sus dos horas de duración, impide que quitemos la vista de su relato por si quiera un minuto, ya que nos exige estar pendientes de cualquier cosa que suceda en ella para evitar que nos perdamos que algo de mucho valor para su concepto, y es que precisamos estar alerta ante cada plano, cada nota musical que desprende tensión, ante cada gesto de sus personajes.
La dirección de Berger es totalmente bestial, sabe lo que quiere contar, posee los elementos y los explota al máximo para sacarles el mejor potencial a todo lo que adorna su historia, resulta impecable el tratado de suspenso e incertidumbre que va tejiendo a cada instante, es destacable como con determinados recortes de edición nos priva de nutrirnos con información necesaria que luego le servirá para ir aumentando esa bola de nieve constante, lo mismo la efectiva utilización de distintos idiomas que van intercambiándose constantemente, jugueteando con el inglés como base con toques de italiano y momentos de español, lo cual aprovecha pequeños huecos lingüísticos para también hacernos saber que allí oculta información de vital importancia para generar un vinculo de conspiración en un contexto de una maquinaria que se muestra cada vez más turbia.
Su puesta en escena es intimidante de lo pulcra, de lo limpia y cuidada que se ve, un diseño de producción destacadísimo desde sus locaciones, los vestuarios, la combinación de colores y elementos decorativos resultan un combo que brilla de principio a fin, una fotografía preciosa a cargo de Stéphane Fontaine que le dan cierta dinámica y energía de sospechas constantes, esa aura de recelo ante cada plano que a pesar de encontrar en la casa de Dios, se ve plasmada esa negatividad espiritual del pecado de los hombres que impregna cada escena y cada rincón de ese lugar en donde la desconfianza empieza a tomar lugar en cada fotograma arrojado por el director de fotografía francés.
La actuaciones son potentes aunque corren armoniosamente detrás de un destacado Ralph Fiennes, quien poco a poco empieza a sacar ventaja por sobre sus secundarios con un rango actoral con tintes flemáticos que va en aumento de temperatura, en este caso en particular quedan relegados un poco hacia un costado Stanley Tucci e Isabella Rossellini de quienes esperaba más protagonismo, pero en cambio la estructura que se le otorga a su protagonista le sirve de sostén para colorear a un hombre que se encuentra entre la espada y la pared de sus convicciones, creencias y dudas de fé, viéndose envuelto en ese entorno sucio que le hace replantear el mundo religioso al cual ha elegido para su vida.
Cónclave es un mundo de ambiciones, poder y desconfianza, muestra el pecado del hombre que pone en jaque a la iglesia de Dios, una atmósfera en la que los personajes y nosotros nos veremos obligados a observar para todos lados y hasta tener ojos en la espalda, una maquina de complot que se va acrecentando en cada componente suyo, en cada mirada y gesto de sus personajes, en cada nota musical y en cada rincón de sus planos, el director alemán nos muestra lo que quiere y de igual manera nos oculta lo que necesita para ir estructurando un aire impuro y deshonesto donde más que reinar el creador, reina el libre albedrio y el pecado codicioso de los hombres encargados de llevar su palabra aunque por debajo de la mesa se practique el hacer lo que ellos dicen, pero no lo que ellos hacen.
Calificación: 7.2
18 de diciembre de 2024
18 de diciembre de 2024
53 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
346/16(17/12/24) Sugestivo thriller dramático eclesiástico, indaga en los vicios (pecados) de aquellos que son los máximos jueces de estos, la curia cardenalicia. Dirige el alemán Edward Berger (el que ya me sorprendió gratamente en 2022 con su oscarizada “Sin novedad en el frente”), adaptando el inteligente guion de Peter Straughan (“El Topo”), basándose en la novela de 2016 de Robert Harris, versando como un cardenal organiza un cónclave papal para elegir al próximo papa y se encuentra investigando secretos y escándalos sobre cada candidato. Obra de una elegancia que por momentos recuerda al sibarita cine de Paolo Sorrentino (su díptico “El joven papa” y “El nuevo Papa”), con una prodigiosa ambientación que nos sumerge de modo claustrofóbico en la intrigas palaciegas del reino de Dios en la Tierra, abordando temas universales como la ambición, la traición, la hipocresía, las inseguridades, las dudas, las crisis de fe, todo ello en durante las deliberaciones secretas para elegir a un nuevo Papa, con camarillas, lobbies, chantajes, sobornos, enfrentado posiciones contrapuestas en el seno de la Iglesia Católica como es el conservadurismo frente a las ansias de renovación, tomando claramente parte el guion por lo segundo (en esto falla). Un desarrollo salpicado de misterio, suspense, intriga, y ello exquisitamente manejado por el realizador, con solidez y fluidez narrativa, que atrapa al espectador en estas cloacas del poder, donde se dosifican los giros narrativos, los twist a cada paso, haciendo que algo tan a priori aburrido como unas votaciones resulten apasionantes por como a cada una hay diferentes vericuetos que hacen varíen de una a otra, todo por conseguir los 79 votos mínimos necesarios para alcanzar el anillo papal.
Siendo una de las grandes bazas los intérpretes. Empezando sobre todo por su sensacional protagonista por Ralph Fiennes, como el diacono Lawrence (en el libro era italiano, aquí inglés), en una actuación brillante, llevando todo el peso del film sobre sí mismo, prácticamente no hay escena en la que no esté él presente, desprende dudas, se mueve con hidalguía, derrochando carisma, ejerciendo de detective, tipo lacónico, pero que cuando habla sentencia, con ententes estupendos, demostrando toda una gama de emociones a flor de piel en sus silencios, en sus miradas, es nuestra brújula moral en el relato; En espléndidas actuaciones de apoyo está el gran Stanley Tucci, demostrando potencia en un rol sibilino de aparente humilde que se esconde un poderoso ambicioso, como el cardenal estadounidense Bellini; John Lightgow como el cardenal Tremblay, astuto manipulador en la sombra, derrocha carácter; Lucian Msamati como el cardenal africano Adeyemi, en un papel corto pero con fuerte presencia cuando toma protagonismo, representa el peso de como los pecados del pasado nos persiguen; El mexicano Carlos Diehz en su primer papel en cine está sobresaliente impregnado la pantalla de humanidad en sus intervenciones sentenciadoras, lástima que el discurso ¡que debería haber sido neurálgico intentando contrarrestar otro, sea tan superficial y lleno de lugares comunes; El italiano Sergio Castellito está magnífico en su papel de cardenal Tedesco, sobre todo en dos de sus intervenciones, la primera cuando deja constancia ante Lawrence de su visión tradicionalista de la iglesia (anhelando volver a las homilías en latín), y sobre todo en el incendiario discurso que da en el rush final contra la invasión islámica que sufrimos (por cierto, muy de acuerdo con él estoy, mi voto hubiera sido para Tedesco), arrollador; Y en un film de hombres, hay un pequeño personaje para Isabella Rossellini como la hermana Agnes, en una interpretación que destaca por como observa este mundillo de hombres, en sus pocas interv enciones posee gran fuerza dramática.
Tiene un comienzo exquisito visualmente. Vemos al cardenal Lawrence caminar por el arcén de la carretera raudo. Llega al dormitorio del Papa que está muriendo, allí rodeado de cardenales rezando. Asistimos a los rituales tras la muerte, todo filmado con esmero y sofisticación, lo vemos amortajar el cadáver, sacar el cuerpo, y sellar la habitación lacrando un lazo sobre el pomo del aposento del Santo Padre.
Tras lo que llega, con la elipsis correspondiente el conclave para la elección papal. Con ello una batalla de ideas y de personalidades, imperando el maquiavelismo. Confeccionando Berger una atmósfera cerrada, angustiosa, cargada de incertidumbre, con complots, investigaciones dosificadas, donde a cada información nueva se genera tensión y giran las tornas, ello jugando el director con los elementos que sabemos y lo que nos oculta para provocar al espectador. Con choques entre los candidatos, siempre sin caricaturizarlos, humanizando sus razones, y con ello haciéndolos débiles. Haciendo la realización que el aislamiento de los cardenales sirva para aumentar la tensión emocional, ello mientras se intentan de desentrañar preguntas candentes, como por qué el Papa, en el día de su muerte despidió al cardenal Tremblay? Quien es esa monja que se ha estremecido cuando servía la comida? Porque el cardenal Benítez desistió de ir a una clínica a Suiza? A medida que avanza el metraje, cardenales, cual, si fuera la bolsa, suben y bajan en sus aspiraciones. Las dos vertientes contrapuestas que se enfrenta, conservadores y progresistas, es solo una excusa para que veamos como los que deberían ser los más pulcros y puros, no son más un trozo de carne con los mismos instintos primarios de codicia que el común de los mortales.
La puesta en escena es prodigiosa en su función primordial de proyectar un estado de ánimo y sumergirnos en la trama. Desde el formidable diseño de producción de Suzie Davies (“El espía inglés”), los diseñadores de escenografía con prodigioso mimo transmutaron la Capilla Sixtina en los Cinecittà en Roma, aunque con licencias artísticas con la Domus Sanctae Marthae. Emitieron sensación de presidio sobre la famosa sala... (sigo en spoiler)
Siendo una de las grandes bazas los intérpretes. Empezando sobre todo por su sensacional protagonista por Ralph Fiennes, como el diacono Lawrence (en el libro era italiano, aquí inglés), en una actuación brillante, llevando todo el peso del film sobre sí mismo, prácticamente no hay escena en la que no esté él presente, desprende dudas, se mueve con hidalguía, derrochando carisma, ejerciendo de detective, tipo lacónico, pero que cuando habla sentencia, con ententes estupendos, demostrando toda una gama de emociones a flor de piel en sus silencios, en sus miradas, es nuestra brújula moral en el relato; En espléndidas actuaciones de apoyo está el gran Stanley Tucci, demostrando potencia en un rol sibilino de aparente humilde que se esconde un poderoso ambicioso, como el cardenal estadounidense Bellini; John Lightgow como el cardenal Tremblay, astuto manipulador en la sombra, derrocha carácter; Lucian Msamati como el cardenal africano Adeyemi, en un papel corto pero con fuerte presencia cuando toma protagonismo, representa el peso de como los pecados del pasado nos persiguen; El mexicano Carlos Diehz en su primer papel en cine está sobresaliente impregnado la pantalla de humanidad en sus intervenciones sentenciadoras, lástima que el discurso ¡que debería haber sido neurálgico intentando contrarrestar otro, sea tan superficial y lleno de lugares comunes; El italiano Sergio Castellito está magnífico en su papel de cardenal Tedesco, sobre todo en dos de sus intervenciones, la primera cuando deja constancia ante Lawrence de su visión tradicionalista de la iglesia (anhelando volver a las homilías en latín), y sobre todo en el incendiario discurso que da en el rush final contra la invasión islámica que sufrimos (por cierto, muy de acuerdo con él estoy, mi voto hubiera sido para Tedesco), arrollador; Y en un film de hombres, hay un pequeño personaje para Isabella Rossellini como la hermana Agnes, en una interpretación que destaca por como observa este mundillo de hombres, en sus pocas interv enciones posee gran fuerza dramática.
Tiene un comienzo exquisito visualmente. Vemos al cardenal Lawrence caminar por el arcén de la carretera raudo. Llega al dormitorio del Papa que está muriendo, allí rodeado de cardenales rezando. Asistimos a los rituales tras la muerte, todo filmado con esmero y sofisticación, lo vemos amortajar el cadáver, sacar el cuerpo, y sellar la habitación lacrando un lazo sobre el pomo del aposento del Santo Padre.
Tras lo que llega, con la elipsis correspondiente el conclave para la elección papal. Con ello una batalla de ideas y de personalidades, imperando el maquiavelismo. Confeccionando Berger una atmósfera cerrada, angustiosa, cargada de incertidumbre, con complots, investigaciones dosificadas, donde a cada información nueva se genera tensión y giran las tornas, ello jugando el director con los elementos que sabemos y lo que nos oculta para provocar al espectador. Con choques entre los candidatos, siempre sin caricaturizarlos, humanizando sus razones, y con ello haciéndolos débiles. Haciendo la realización que el aislamiento de los cardenales sirva para aumentar la tensión emocional, ello mientras se intentan de desentrañar preguntas candentes, como por qué el Papa, en el día de su muerte despidió al cardenal Tremblay? Quien es esa monja que se ha estremecido cuando servía la comida? Porque el cardenal Benítez desistió de ir a una clínica a Suiza? A medida que avanza el metraje, cardenales, cual, si fuera la bolsa, suben y bajan en sus aspiraciones. Las dos vertientes contrapuestas que se enfrenta, conservadores y progresistas, es solo una excusa para que veamos como los que deberían ser los más pulcros y puros, no son más un trozo de carne con los mismos instintos primarios de codicia que el común de los mortales.
La puesta en escena es prodigiosa en su función primordial de proyectar un estado de ánimo y sumergirnos en la trama. Desde el formidable diseño de producción de Suzie Davies (“El espía inglés”), los diseñadores de escenografía con prodigioso mimo transmutaron la Capilla Sixtina en los Cinecittà en Roma, aunque con licencias artísticas con la Domus Sanctae Marthae. Emitieron sensación de presidio sobre la famosa sala... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
… Los diseñadores de vestuario visitaron Gammarelli, Tirelli Costumi y varios museos en Roma como parte de su investigación. Para el atuendo rojo de los cardenales, la diseñadora de vestuario Lisy Christl (“Anonymous”) optó por un tono utilizado en vestimentas cardenalicias del siglo XVII, en lugar de uno de los actuales, creyendo sería "mucho más hermoso y mucho más agradable para nuestros ojos", acentuando el rojo pasión el contraste cromático con las paredes blancas de las estancias yen simbiosis estética con la Capilla Sixtina. Esto potenciado por la notable cinematografía de Stéphane Fontaine, que se mueve con tremenda fluidez por el sinuoso escenario, con tomas generales maravillosas, así como punzantes primeros planos, con movimientos suaves, con tomas de detalles fenomenales; Y puntualmente maximizando la tensión está la incisiva música de Volker Bertelmann, colabora de nuevo con Berger tras ganar el Óscar, otra vez desconcertando con sus melodías ominosas, con profusión de música de cuerdas que azuzan, remueven e inquietan. Volker Bertelmann en su quinta colaboración con Berger, habló sobre el desarrollo de un sonido que no fuera "demasiado eclesiástico [ni] clásico", experimentando con instrumentos menos conocidos, gran parte de la partitura hace uso del Cristal Baschet, un cristalófono que se toca con las manos mojadas (¿?).
Entre los defectos está que siendo el personaje sobre el que pivota todo el film, el cardenal Lawrence, lo vemos dudando de su fe, pero nunca se sabe a causa de que, simplemente es así y punto, quería dejar de ser decano con el Papa, pero no se hace mención al motivo, esto es una laguna; Hay un cambio brusco en como Bellini pasa de humilde a ambicioso aspirante a Papa, soltando bilis por su boca en sus ansias de poder; Tremblay es uno de los grandes aspirantes al báculo papal, sabemos de como se mueve en el patio trasero, pero no sabemos de su ideas si llega al papado, como si sabemos parte del ideario de los otros; Y sobre todo está su final, primero el ya mencionado discurso de Benites, me ha faltado jugo y me ha sobrado brocha gorda, no me creo esto pueda cambiar votos, máxime cuando los que votan a Tedesco saben de sus ideas conservadoras, y por tanto no deberían cambiar sus votos, me resulta esto chirriante; Tampoco su giro final (*spoiler)me ha sido satisfactorio, supongo que es el del libro, pero me ha sido rocambolesco y resta.
Spoiler:
Spoiler: Finalmente, el ansiado humo blanco de la fumata dá por terminado el encierro. El más inesperado de ellos, es el elegido. Pero hay un último giro de acontecimientos, el cardenal Thomas Lawrence se entera de una información crucial. La visita médica cancelada de Benítez era para una histerectomía laparoscópica. Inocencio (el nombre que Benítez se ha dado como papa) explica que es intersexual y que se le asignó un sexo masculino al nacer, pero no sabía que también tenía útero y ovarios hasta una apendicectomía reciente. El difunto Papa ocultó el secreto, lo que implica que facilitó el ascenso de Inocencio al poder. Inocencio explica que eligió conservar sus órganos femeninos, afirmando: "Soy como Dios me hizo". Aceptando mantener el secreto de Inocencia y confiarle a Dios los resultados divinamente inspirados, Lawrence escucha a la multitud vitorear la elección del nuevo Papa; *Esto me resulta una falta de respeto a los católicos, pues es empezamos mal si el Papa miente, pues una mujer no puede ser Papa. La Iglesia Católica es un club al que se apunta y desapunta el que quiere, no estamos en la Edad Media que era obligatorio, por tanto, si no cumples los requisitos no puedes estar en él, si para llegar a Papa debes ser hombre y no lo eres por completo, o se cambian las reglas o lo siento, pero eres un impostor.
Film atractivo, cautivador, pero en su parte final resta puntos queriendo dar varios tirabuzones. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2024/12/conclave-sugestivo-thriller-dramatico.html
Entre los defectos está que siendo el personaje sobre el que pivota todo el film, el cardenal Lawrence, lo vemos dudando de su fe, pero nunca se sabe a causa de que, simplemente es así y punto, quería dejar de ser decano con el Papa, pero no se hace mención al motivo, esto es una laguna; Hay un cambio brusco en como Bellini pasa de humilde a ambicioso aspirante a Papa, soltando bilis por su boca en sus ansias de poder; Tremblay es uno de los grandes aspirantes al báculo papal, sabemos de como se mueve en el patio trasero, pero no sabemos de su ideas si llega al papado, como si sabemos parte del ideario de los otros; Y sobre todo está su final, primero el ya mencionado discurso de Benites, me ha faltado jugo y me ha sobrado brocha gorda, no me creo esto pueda cambiar votos, máxime cuando los que votan a Tedesco saben de sus ideas conservadoras, y por tanto no deberían cambiar sus votos, me resulta esto chirriante; Tampoco su giro final (*spoiler)me ha sido satisfactorio, supongo que es el del libro, pero me ha sido rocambolesco y resta.
Spoiler:
Spoiler: Finalmente, el ansiado humo blanco de la fumata dá por terminado el encierro. El más inesperado de ellos, es el elegido. Pero hay un último giro de acontecimientos, el cardenal Thomas Lawrence se entera de una información crucial. La visita médica cancelada de Benítez era para una histerectomía laparoscópica. Inocencio (el nombre que Benítez se ha dado como papa) explica que es intersexual y que se le asignó un sexo masculino al nacer, pero no sabía que también tenía útero y ovarios hasta una apendicectomía reciente. El difunto Papa ocultó el secreto, lo que implica que facilitó el ascenso de Inocencio al poder. Inocencio explica que eligió conservar sus órganos femeninos, afirmando: "Soy como Dios me hizo". Aceptando mantener el secreto de Inocencia y confiarle a Dios los resultados divinamente inspirados, Lawrence escucha a la multitud vitorear la elección del nuevo Papa; *Esto me resulta una falta de respeto a los católicos, pues es empezamos mal si el Papa miente, pues una mujer no puede ser Papa. La Iglesia Católica es un club al que se apunta y desapunta el que quiere, no estamos en la Edad Media que era obligatorio, por tanto, si no cumples los requisitos no puedes estar en él, si para llegar a Papa debes ser hombre y no lo eres por completo, o se cambian las reglas o lo siento, pero eres un impostor.
Film atractivo, cautivador, pero en su parte final resta puntos queriendo dar varios tirabuzones. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2024/12/conclave-sugestivo-thriller-dramatico.html
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