Memento MoriSerie
2023 

5,8
3.320
Serie de TV. Thriller. Intriga
Serie de TV (2023-). 2 temporadas. Thriller policíaco que explora la relación entre un asesino (Yon González) y el policía (Francisco Ortiz) que le persigue en un duelo a vida o muerte, ayudado por el peculiar Carapocha (Juan Echanove)... Adaptación de la primera entrega de la trilogía "Versos, canciones y trocitos de carne" escrita por César Pérez Gellida.
Confirmada una 3ª y última temporada.
Confirmada una 3ª y última temporada.
27 de octubre de 2023
27 de octubre de 2023
77 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
El esperado estreno de la serie Memento Mori vuelve atraernos a la memoria el universo creado por César P. Gellida, un autor que se ha hecho un hueco dentro de la novela negra española gracias a una enorme capacidad de trabajo, a su carisma personal y a su labor en redes sociales.
Es el propio autor quien reconoce escribir en un estilo cinematográfico, de modo que el séptimo arte ya estaba impreso en el ADN de sus novelas desde el mismo momento en que empezaron a publicarse. A nadie le sorprendió que las calles de Valladolid aparecieran un día cortadas para rodar los capítulos de esta miniserie.
Por desgracia, la expectativa generada se ha quedado parcialmente desarbolada una vez vistos los dos primeros capítulos, por culpa de algunos defectos que ya son un clásico en el cine español:
-La dificultad para entender lo que dicen algunos personajes.
-La escasa credibilidad de algunos diálogos, que unas veces no son naturales (lo que sabotea la labor de los actores) y otras veces copian inconscientemente a los personajes de las películas y series de EEUU.
Aquí cabría mencionar que el uso del ‘usted’ entre Sancho y Martina es forzado y poco natural, pero es que además se produce mientras ambos babean y apenas contienen el impulso de arrancarse la ropa interior. No me lo creo.
-El actor que hace de Sancho está en su papel la mayor parte del tiempo, pero el espectador arqueará más de una ceja cuando vea la presentación del personaje, que iguala en fuerza y sangre fría a los protagonistas de las pelis yanquis de puñetazos. Son detalles que habría que haber evitado.
-La actriz escogida para encarnar a Martina despierta nuestra simpatía, pero muchos de nosotros pensaremos que no es la Martina de mirada aguda que seduce al madero por su inteligencia, sino una chica a la que -sinceramente- no vemos dando clase en la Universidad ni contribuyendo a esclarecer una serie de asesinatos. Error de casting, y que me perdone la actriz.
--
Con todo, hay una baza que se ha dejado escapar aún con mayor menoscabo para la serie: la aparición de Echanove/Carapocha no se hace esperar apenas, y cuando llega resulta un personaje anodino, sin la vis cómica que posee el actorazo escogido y sin las posibilidades que brinda el personaje de la novela, sin duda el que a priori era más aprovechable (opinión compartida por el propio Gellida).
En el plano personal, también cabe lamentar que la serie no saca partido al casco histórico de Valladolid ni a su río, a pesar de la aportación económica que se realizó por parte del Ayuntamiento (entonces en manos del socialista Óscar Puente) dentro de las labores de producción.
No se compensa con las menciones demasiado explícitas a la DO Ribera del Duero, que se suceden tanto en la novela como en la serie, y que resultan francamente chirriantes.
Con dolor, le doy un 6 a la serie.
Es el propio autor quien reconoce escribir en un estilo cinematográfico, de modo que el séptimo arte ya estaba impreso en el ADN de sus novelas desde el mismo momento en que empezaron a publicarse. A nadie le sorprendió que las calles de Valladolid aparecieran un día cortadas para rodar los capítulos de esta miniserie.
Por desgracia, la expectativa generada se ha quedado parcialmente desarbolada una vez vistos los dos primeros capítulos, por culpa de algunos defectos que ya son un clásico en el cine español:
-La dificultad para entender lo que dicen algunos personajes.
-La escasa credibilidad de algunos diálogos, que unas veces no son naturales (lo que sabotea la labor de los actores) y otras veces copian inconscientemente a los personajes de las películas y series de EEUU.
Aquí cabría mencionar que el uso del ‘usted’ entre Sancho y Martina es forzado y poco natural, pero es que además se produce mientras ambos babean y apenas contienen el impulso de arrancarse la ropa interior. No me lo creo.
-El actor que hace de Sancho está en su papel la mayor parte del tiempo, pero el espectador arqueará más de una ceja cuando vea la presentación del personaje, que iguala en fuerza y sangre fría a los protagonistas de las pelis yanquis de puñetazos. Son detalles que habría que haber evitado.
-La actriz escogida para encarnar a Martina despierta nuestra simpatía, pero muchos de nosotros pensaremos que no es la Martina de mirada aguda que seduce al madero por su inteligencia, sino una chica a la que -sinceramente- no vemos dando clase en la Universidad ni contribuyendo a esclarecer una serie de asesinatos. Error de casting, y que me perdone la actriz.
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Con todo, hay una baza que se ha dejado escapar aún con mayor menoscabo para la serie: la aparición de Echanove/Carapocha no se hace esperar apenas, y cuando llega resulta un personaje anodino, sin la vis cómica que posee el actorazo escogido y sin las posibilidades que brinda el personaje de la novela, sin duda el que a priori era más aprovechable (opinión compartida por el propio Gellida).
En el plano personal, también cabe lamentar que la serie no saca partido al casco histórico de Valladolid ni a su río, a pesar de la aportación económica que se realizó por parte del Ayuntamiento (entonces en manos del socialista Óscar Puente) dentro de las labores de producción.
No se compensa con las menciones demasiado explícitas a la DO Ribera del Duero, que se suceden tanto en la novela como en la serie, y que resultan francamente chirriantes.
Con dolor, le doy un 6 a la serie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Edito la crítica para matizar que la primera temporada de la serie mejora hacia el final.
Y que ese final poco tiene que ver con el desenlace de la novela. De hecho, los que conocemos la historia en papel hemos alucinado bastante con el último tramo.
Además, Valladolid queda mejor retratada en esos últimos capítulos.
Veremos qué pasa en la segunda temporada.
Y que ese final poco tiene que ver con el desenlace de la novela. De hecho, los que conocemos la historia en papel hemos alucinado bastante con el último tramo.
Además, Valladolid queda mejor retratada en esos últimos capítulos.
Veremos qué pasa en la segunda temporada.
28 de octubre de 2023
28 de octubre de 2023
65 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto demasiado cine como para no darme cuenta de las simplezas, banalidades y situaciones infantiles faltas de credibilidad en esto que llamamos el séptimo arte. Ya sean películas o series, parece que exista una vocación o una cultura que aboque a una gran parte de las producciones a unas concepciones gregarias, al menos en cuanto al canon americano se refiere.
En "Mememto Mori" asistimos a ese mismo repertorio de personajes, situaciones y diálogos cargados de clichés, visto mil veces en historias parecidas. Aun con todo, los tres primeros episodios entretenienen, gracias en parte a las interpretaciones de sus protagonistas, en especial la de Yon González en la piel del atormetado asesino. Pero hete aquí, que con la llegada del cuarto episodio acontece la infausta sorpresa, arruinándome el resto de la serie. Se trara de unos fallos tan flagrantes, que no puedo dejar de comentarlos como aviso para el incauto espectador, y lo hago en la sección de spolier. ¿Por qué se siguen contando historias tan forzadas y "peliculeras"? ¿Acaso no hemos evolucionado como espectadores del siglo XXI? Parece ser que para muchos guionistas y productores no es así. Una pena.
En "Mememto Mori" asistimos a ese mismo repertorio de personajes, situaciones y diálogos cargados de clichés, visto mil veces en historias parecidas. Aun con todo, los tres primeros episodios entretenienen, gracias en parte a las interpretaciones de sus protagonistas, en especial la de Yon González en la piel del atormetado asesino. Pero hete aquí, que con la llegada del cuarto episodio acontece la infausta sorpresa, arruinándome el resto de la serie. Se trara de unos fallos tan flagrantes, que no puedo dejar de comentarlos como aviso para el incauto espectador, y lo hago en la sección de spolier. ¿Por qué se siguen contando historias tan forzadas y "peliculeras"? ¿Acaso no hemos evolucionado como espectadores del siglo XXI? Parece ser que para muchos guionistas y productores no es así. Una pena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Veamos la importante escena del capítulo cuarto. El asesino pone en sobreaviso al policía protagonista de que va a matar al amor de su vida (gran tópico del género). Aquel se toma su tiempo para matarla, con diálogos y demás repertorio moroso, lo que vendría a ser como unos quince mínutos o más. Pero nuestro inteligente policía, incumpliendo algo básico en la actuación policial, en lugar de dar un aviso para que las patrullas o la policía más cercana se personen en el piso de la asaltada, se calla y cruza la ciudad para llegar en solitario a su destino. Tarda lo suyo, y por supuesto cuando llega ya es tarde.
El siguiente fallo es cuando se cruza con el asesino en la calle, saliendo del portal. Por supuesto tiene el look del asesino que persiguen, y de hecho nuestro protagonista se queda unos segundos parado como queriendo reconocerlo; sin embargo lo deja escapar para subir al domicilio de la víctima.
En la ulterior persecución, llega un momento en que, a pesar de que el asesino ha cambiado de look para despistar a su perseguidor, este lo reconoce por la espalda entre la multitud. Pues bien, en lugar de abalanzarse y atraparlo, le da un grito poniéndolo en alerta, con lo cual aquel echa a correr como alma que lleva el diablo y escapa.
Un cuarto fallo acontece en la iglesia cuando nuestro policía coge el teléfono con las imagenes grabadas del asesinato. Cualquier espabilado y duro exponente de la ley se percataría enseguida de que aquello es una distracción, una trampa. Pero nuestro protagonista se queda allí parado, consternado y no reacciona, lo que le vale que el asesino lo golpee por la espalda y lo deje sin sentido.
Tan memeces juntas me han estropeado la justita función. Y aviso de que la historia no termina en la primera temporada, y por lo que parece serán necesarias dos temporadas más.
El siguiente fallo es cuando se cruza con el asesino en la calle, saliendo del portal. Por supuesto tiene el look del asesino que persiguen, y de hecho nuestro protagonista se queda unos segundos parado como queriendo reconocerlo; sin embargo lo deja escapar para subir al domicilio de la víctima.
En la ulterior persecución, llega un momento en que, a pesar de que el asesino ha cambiado de look para despistar a su perseguidor, este lo reconoce por la espalda entre la multitud. Pues bien, en lugar de abalanzarse y atraparlo, le da un grito poniéndolo en alerta, con lo cual aquel echa a correr como alma que lleva el diablo y escapa.
Un cuarto fallo acontece en la iglesia cuando nuestro policía coge el teléfono con las imagenes grabadas del asesinato. Cualquier espabilado y duro exponente de la ley se percataría enseguida de que aquello es una distracción, una trampa. Pero nuestro protagonista se queda allí parado, consternado y no reacciona, lo que le vale que el asesino lo golpee por la espalda y lo deje sin sentido.
Tan memeces juntas me han estropeado la justita función. Y aviso de que la historia no termina en la primera temporada, y por lo que parece serán necesarias dos temporadas más.
1 de noviembre de 2023
1 de noviembre de 2023
34 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribir una crítica siempre es un ejercicio en el que lo subjetivo tiene un peso fundamental. Si a eso le sumamos que quien escribe es vecino de la ciudad en la que tiene lugar Memento Mori -y que es un fiel lector de todo el 'Universo Gellida'- la tarea se antoja ardua.
Por honestidad, voy a apartarme de las novelas e intentaré centrarme únicamente en valorar el producto audiovisual que nos ofrece Prime Video, y que ha revolucionado Valladolid con su reciente estreno.
¿Es Memento Mori una mala serie? No, pero está lejos de ser una obra maestra. Y su principal pecado es, paradójicamente, uno de sus principales ganchos: la búsqueda sin complejos del entretenimiento. Es tan fácil engancharse a ella como darse cuenta de que es un producto demasiado prefabricado, hecho para ser consumido y olvidado en un santiamén.
La producción cuenta con una historia potente y morbosa detrás, la de un asesino en serie guapo, culto y narcisista que es perseguido por la policía en el típico tira y afloja. Este arco narrativo lo sostienen de manera desigual un espectacular Yon González y un discreto Francisco Ortiz. El personaje de Augusto Ledesma es un caramelo para cualquier actor, y sus escenas cantando o ejecutando sus actos criminales están pensados para el lucimiento del intérprete, que, desde luego, no desaprovecha la ocasión para firmar a un villano que provoca auténticos escalofríos. Quizá sea el punto más elevado de la serie. Por contra, su némesis no está a la altura.
Se hace muy difícil creerte al inspector Ramiro Sancho. Es un papel mal construido, robótico en ocasiones, sobreactuado en otras, artificial. Ortiz tenía una labor mucho más complicada que González, pero no se ve al hombre recio y castellano que debería haber detrás. Es absolutamente inverosímil su historia personal con la doctora Corvo -solvente Manuela Vallés-, lo que hace descarrilar gran parte de la serie. Esta debería ser una narrativa troncal dentro de la trama, pero acaba generando la sensación de ser más un flirteo para carpetas de adolescentes que la relación de dos personas maduras. Daré más detalles en el spoiler.
Entre los puntos positivos se pueden destacar las actuaciones de Juan Echanove -un pelín desaprovechado- y de Olivia Baglivi, que dan vida a dos personajes poliédricos que quizá merecían más peso. Y es que esa sensación de ligereza, de brocha gorda, de poca profundidad, no acaba nunca de disiparse.
Por otro lado, la factura técnica y su fotografía sí están al máximo nivel, y Valladolid luce excelente. No desmerece en nada a otras producciones que se han realizado fuera de España, pero eso aquí también es síntoma de carencia de personalidad. Daría igual que la historia se hubiese filmado en Estocolmo, Chicago o, como es el caso, en una urbe de Castilla a la que no se logra extraer toda su esencia. Además, suenan muy forzadas las referencias a lugares de la ciudad, a los refranes, y a la Ribera del Duero. Falta naturalidad.
Memento Mori tiene ritmo y es adictiva, no hay duda. Los múltiples giros de guion provocan que te mantengas pegado a la tele, pero esos recursos, por excesivos, terminan por sobrecargar. Da la sensación de que siempre quiere ofrecer una escena icónica -a veces lo logra- en cada paso que da, como en su cuestionable "final". Porque la serie no tiene una culminación digna.
No es mala idea dejar cliffhangers y preguntas abiertas al espectador, y creo que no siempre tiene que estar todo atado al terminar una serie, pero una cosa es eso, y otra es dejar el trabajo totalmente incompleto. Se hace imprescindible una secuela para terminar de cerrar el círculo, lo que es un arma de doble filo si luego, por lo que sea, esa continuación no llega.
En definitiva, Memento Mori es una hija clara de su tiempo. Es visualmente muy atractiva, la consumes de una tacada, tiene escenas instagrameables, un protagonista carismático, y te deja con ganas de más. Pero también es un producto sustituible, poco original y que no exprime su enorme potencial por intentar gustarse -y gustar- en exceso. Esperemos que esa probable segunda temporada consiga ofrecer algo más de mayor calado y no tantos recursos efectistas. Posibilidades tiene de sobra.
Por honestidad, voy a apartarme de las novelas e intentaré centrarme únicamente en valorar el producto audiovisual que nos ofrece Prime Video, y que ha revolucionado Valladolid con su reciente estreno.
¿Es Memento Mori una mala serie? No, pero está lejos de ser una obra maestra. Y su principal pecado es, paradójicamente, uno de sus principales ganchos: la búsqueda sin complejos del entretenimiento. Es tan fácil engancharse a ella como darse cuenta de que es un producto demasiado prefabricado, hecho para ser consumido y olvidado en un santiamén.
La producción cuenta con una historia potente y morbosa detrás, la de un asesino en serie guapo, culto y narcisista que es perseguido por la policía en el típico tira y afloja. Este arco narrativo lo sostienen de manera desigual un espectacular Yon González y un discreto Francisco Ortiz. El personaje de Augusto Ledesma es un caramelo para cualquier actor, y sus escenas cantando o ejecutando sus actos criminales están pensados para el lucimiento del intérprete, que, desde luego, no desaprovecha la ocasión para firmar a un villano que provoca auténticos escalofríos. Quizá sea el punto más elevado de la serie. Por contra, su némesis no está a la altura.
Se hace muy difícil creerte al inspector Ramiro Sancho. Es un papel mal construido, robótico en ocasiones, sobreactuado en otras, artificial. Ortiz tenía una labor mucho más complicada que González, pero no se ve al hombre recio y castellano que debería haber detrás. Es absolutamente inverosímil su historia personal con la doctora Corvo -solvente Manuela Vallés-, lo que hace descarrilar gran parte de la serie. Esta debería ser una narrativa troncal dentro de la trama, pero acaba generando la sensación de ser más un flirteo para carpetas de adolescentes que la relación de dos personas maduras. Daré más detalles en el spoiler.
Entre los puntos positivos se pueden destacar las actuaciones de Juan Echanove -un pelín desaprovechado- y de Olivia Baglivi, que dan vida a dos personajes poliédricos que quizá merecían más peso. Y es que esa sensación de ligereza, de brocha gorda, de poca profundidad, no acaba nunca de disiparse.
Por otro lado, la factura técnica y su fotografía sí están al máximo nivel, y Valladolid luce excelente. No desmerece en nada a otras producciones que se han realizado fuera de España, pero eso aquí también es síntoma de carencia de personalidad. Daría igual que la historia se hubiese filmado en Estocolmo, Chicago o, como es el caso, en una urbe de Castilla a la que no se logra extraer toda su esencia. Además, suenan muy forzadas las referencias a lugares de la ciudad, a los refranes, y a la Ribera del Duero. Falta naturalidad.
Memento Mori tiene ritmo y es adictiva, no hay duda. Los múltiples giros de guion provocan que te mantengas pegado a la tele, pero esos recursos, por excesivos, terminan por sobrecargar. Da la sensación de que siempre quiere ofrecer una escena icónica -a veces lo logra- en cada paso que da, como en su cuestionable "final". Porque la serie no tiene una culminación digna.
No es mala idea dejar cliffhangers y preguntas abiertas al espectador, y creo que no siempre tiene que estar todo atado al terminar una serie, pero una cosa es eso, y otra es dejar el trabajo totalmente incompleto. Se hace imprescindible una secuela para terminar de cerrar el círculo, lo que es un arma de doble filo si luego, por lo que sea, esa continuación no llega.
En definitiva, Memento Mori es una hija clara de su tiempo. Es visualmente muy atractiva, la consumes de una tacada, tiene escenas instagrameables, un protagonista carismático, y te deja con ganas de más. Pero también es un producto sustituible, poco original y que no exprime su enorme potencial por intentar gustarse -y gustar- en exceso. Esperemos que esa probable segunda temporada consiga ofrecer algo más de mayor calado y no tantos recursos efectistas. Posibilidades tiene de sobra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- El noviazgo entre la doctora Corvo y el inspector Sancho no hay quien se lo crea. Es de una falta de seriedad insultante que dos profesionales de su responsabilidad se pongan a tontear al segundo de verse cuando se encuentran en plena investigación de un homicidio. En el ámbito laboral surgen muchas relaciones, obviamente, pero normalmente se van cociendo a fuego lento. Casi nadie en su sano juicio pondría en riesgo de esa forma su carrera a las primeras de cambio. Y aunque aceptemos que eso a veces puede darse, la serie no logra transmitir la química entre los dos personajes. Algo que sí se atisba mucho más, por ejemplo, entre la agente Montes y Sancho.
- La falta de verosimilitud es evidente en pequeños detalles. Peca de exceso de explicación en algunos pasajes. Como muestra, en una conversación telefónica de dos agentes, uno de ellos le dice al otro que deben acudir al "Barrio de las Viudas o al Polígono Industrial de San Cristóbal". Entiendo que se trata de explicar a qué se hace referencia para los espectadores que no conozcan la ciudad, pero dos policías que llevan décadas viviendo en Valladolid despacharían esa conversación con un "vamos a Las Viudas" o "vamos al Polígono". La forma de hablar de los personajes es una pata fundamental para poder creerte una historia.
- La falta de verosimilitud es evidente en pequeños detalles. Peca de exceso de explicación en algunos pasajes. Como muestra, en una conversación telefónica de dos agentes, uno de ellos le dice al otro que deben acudir al "Barrio de las Viudas o al Polígono Industrial de San Cristóbal". Entiendo que se trata de explicar a qué se hace referencia para los espectadores que no conozcan la ciudad, pero dos policías que llevan décadas viviendo en Valladolid despacharían esa conversación con un "vamos a Las Viudas" o "vamos al Polígono". La forma de hablar de los personajes es una pata fundamental para poder creerte una historia.
28 de octubre de 2023
28 de octubre de 2023
37 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Memento Mori está basado en un libro que forma parte de una trilogía que no he leído y que imagino y si la audiencia responde bien habrá dos temporadas más que completarán esta historia.
Personalmente creo que sabiendo que el primer libro no llega a las 600 páginas hacer una serie era un poco innecesario, los 6 capítulos son amenos pero hay cosas de relleno que se podrían quitar. Yo siempre seré partidario de hacer una película de unas dos horas, pero vivimos en los tiempos del streaming, y la pela es la pela.
Mi interés por ver esta serie era porque Amazon prime la ha producido y Reina Roja va a ser producido por la misma gente por lo que en función de lo que viese aquí podía hacerme una idea de por dónde iban a ir los tiros. Por cierto, un gran acierto estrenar la temporada de golpe, con Reina Roja que hagan lo mismo y de paso que sean el mismo número de capítulos.
Hay momentos en los que pensaba viendo al personaje de Yon González que estaba viendo "El dragón rojo" o "Los ríos de color púrpura" quien haya visto estas películas sabrá a que me estoy refiriendo.
Yon González está tremendo desde un punto de vista actoral tengo que decir. La música está muy bien escogida, el resto de actores igual. Es posible que el desenlace final esté un poco apresurado cuando se va a descubrir el pastel por así decirlo.
Personalmente creo que sabiendo que el primer libro no llega a las 600 páginas hacer una serie era un poco innecesario, los 6 capítulos son amenos pero hay cosas de relleno que se podrían quitar. Yo siempre seré partidario de hacer una película de unas dos horas, pero vivimos en los tiempos del streaming, y la pela es la pela.
Mi interés por ver esta serie era porque Amazon prime la ha producido y Reina Roja va a ser producido por la misma gente por lo que en función de lo que viese aquí podía hacerme una idea de por dónde iban a ir los tiros. Por cierto, un gran acierto estrenar la temporada de golpe, con Reina Roja que hagan lo mismo y de paso que sean el mismo número de capítulos.
Hay momentos en los que pensaba viendo al personaje de Yon González que estaba viendo "El dragón rojo" o "Los ríos de color púrpura" quien haya visto estas películas sabrá a que me estoy refiriendo.
Yon González está tremendo desde un punto de vista actoral tengo que decir. La música está muy bien escogida, el resto de actores igual. Es posible que el desenlace final esté un poco apresurado cuando se va a descubrir el pastel por así decirlo.
29 de octubre de 2023
29 de octubre de 2023
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oportunidad perdida.
Lo primero de todo, no he leído la novela, por lo que llegaba virgen al visionado de esta serie. Lo segundo soy de Valladolid. De ahí de verla cuanto antes y se ha creado tanto bombo aquí en Valladolid, que lo normal es que acabe pasando lo que me ha pasado. Ligera decepción, me ha dejado frio.
En líneas generales es entretenida, se deja ver muy bien, te ves los 6 capítulos rápido, sin esfuerzo, por lo que en ese aspecto, cumple perfectamente con su cometido, entretener. Sobre todo, los 3 primeros, luego tengo la sensación de que entra en barrena y acaba en un sumidero. Demasiados giros, recurrentes y poco originales para los que ya llevamos años viendo cine y series. Que decir del final… muy rebuscado y poco creíble. Muy mal montada la serie en general (con algunos flashes que no dejan de ser spoilers de los que pasará al final). El problema de presentar al bueno y al malo desde un principio, es que es muy difícil generar algo y que la única emoción sea ver si lo pillan o no, como y cuando. Tengo la impresión de que esta serie se ha hecho con prisas, no se si por falta de presupuesto o por sacar el producto cuanto antes. Te deja con ganas de un poco mas de desarrollo de la trama, más profundidad. Los secundarios demasiado secundarios, poco desarrollados, en definitiva, la falta alma. Creo que se podía haber hecho un producto mucho mas redondo. Y la trama con un poco mas de trabajo habría quedado un producto para recordar.
Por otra parte veo bastantes agujeros de guion y cosas inverosímiles, pero bueno, es ficción.
Imagino que, si tiene buena respuesta del público, tendrá alguna temporada más.
Lo mejor de la serie Yon. Un papel sobresaliente. El resto correcto.
Me ha encantado ver mi ciudad en un thriller.
Lo primero de todo, no he leído la novela, por lo que llegaba virgen al visionado de esta serie. Lo segundo soy de Valladolid. De ahí de verla cuanto antes y se ha creado tanto bombo aquí en Valladolid, que lo normal es que acabe pasando lo que me ha pasado. Ligera decepción, me ha dejado frio.
En líneas generales es entretenida, se deja ver muy bien, te ves los 6 capítulos rápido, sin esfuerzo, por lo que en ese aspecto, cumple perfectamente con su cometido, entretener. Sobre todo, los 3 primeros, luego tengo la sensación de que entra en barrena y acaba en un sumidero. Demasiados giros, recurrentes y poco originales para los que ya llevamos años viendo cine y series. Que decir del final… muy rebuscado y poco creíble. Muy mal montada la serie en general (con algunos flashes que no dejan de ser spoilers de los que pasará al final). El problema de presentar al bueno y al malo desde un principio, es que es muy difícil generar algo y que la única emoción sea ver si lo pillan o no, como y cuando. Tengo la impresión de que esta serie se ha hecho con prisas, no se si por falta de presupuesto o por sacar el producto cuanto antes. Te deja con ganas de un poco mas de desarrollo de la trama, más profundidad. Los secundarios demasiado secundarios, poco desarrollados, en definitiva, la falta alma. Creo que se podía haber hecho un producto mucho mas redondo. Y la trama con un poco mas de trabajo habría quedado un producto para recordar.
Por otra parte veo bastantes agujeros de guion y cosas inverosímiles, pero bueno, es ficción.
Imagino que, si tiene buena respuesta del público, tendrá alguna temporada más.
Lo mejor de la serie Yon. Un papel sobresaliente. El resto correcto.
Me ha encantado ver mi ciudad en un thriller.
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