Los días que vendrán
2019 

6,6
4.620
Drama. Romance
Vir (30) y Lluís (32) hace solo un año que salen juntos, cuando descubren que están “embarazados”. Durante 9 meses, seguiremos la aventura de esta joven pareja barcelonesa, el giro enorme que dará su vida, sus miedos, alegrías, sus expectativas y las realidades que, durante su embarazo, crecen ante ellos, intentando aprender a ser tres cuando ni siquiera habían tenido tiempo de aprender a ser dos. Utilizando el embarazo real de la ... [+]
26 de marzo de 2019
26 de marzo de 2019
38 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva película de Carlos Marques-Marcet supone su confirmación definitiva como uno de los autores actuales que mejor retrata las complejidades de las relaciones de pareja. El director barcelonés enmarca su obra a la perfección dentro del contexto social, cultural y político, lo que nos facilita la implicación emocional con los personajes, entender sus actitudes y decisiones y comprender las vicisitudes de nuestro tiempo.
'Los días que vendrán' es su trabajo más redondo. Una película que va un paso más allá en cuanto al realismo y a la naturalidad con una historia que traspasa la pantalla e impacta en el lado más emocional del espectador. David Verdaguer y María Rodríguez Soto llevan a la gran pantalla una situación real (su relación de pareja y el embarazo) pero logran dar vida unos personajes y unas situación ficticias con una naturalidad abrumadora. Ellos están viviendo la situación en su vida y, de manera paralela, creando una historia a base de improvisaciones, honestidad y un talento abrumador.
La historia alcanza cotas de naturalidad tan elevadas que en numerosas escenas te sientes incómodo y con la sensación de estar invadiendo la intimidad de una pareja real. Un ejercicio de estilo de Marques-Marcet, unas interpretaciones portentosas y una delicada elección de los temas musicales. 'Los días que vendrán' consigue hacerte sentir todas las emociones posibles.
'Los días que vendrán' es su trabajo más redondo. Una película que va un paso más allá en cuanto al realismo y a la naturalidad con una historia que traspasa la pantalla e impacta en el lado más emocional del espectador. David Verdaguer y María Rodríguez Soto llevan a la gran pantalla una situación real (su relación de pareja y el embarazo) pero logran dar vida unos personajes y unas situación ficticias con una naturalidad abrumadora. Ellos están viviendo la situación en su vida y, de manera paralela, creando una historia a base de improvisaciones, honestidad y un talento abrumador.
La historia alcanza cotas de naturalidad tan elevadas que en numerosas escenas te sientes incómodo y con la sensación de estar invadiendo la intimidad de una pareja real. Un ejercicio de estilo de Marques-Marcet, unas interpretaciones portentosas y una delicada elección de los temas musicales. 'Los días que vendrán' consigue hacerte sentir todas las emociones posibles.
26 de junio de 2019
26 de junio de 2019
20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así como otros países como Francia, Corea del sur o Estados Unidos devoran con pasión y compromiso su propia producción cinematográfica, es sabido por todos que los españoles no vemos nuestro cine. Es tanto así que muchas de nuestras películas son más vistas fuera que dentro, y encontramos varios casos de películas que arrasan en Netflix en el extranjero tras haber pasado por nuestras pantallas sin pena ni gloria. Y si las superproducciones comerciales de los grandes estudios televisivos logran cierta taquilla, el numeroso y aplaudido cine de autor español está condenado al ostracismo. Ostracismo al que también ha contribuido, mal que me pese, un servidor. Pero nunca es tarde para superar los prejuicios y revertir este hábito, y es un placer contribuir a la obligación periodística de difundir y analizar nuestro mejor cine independiente. Y qué mejor que empezar con una película de un director consagrado entre la crítica, y que mejor que con una película ganadora del premio a Mejor Película en el último Festival de Cine Iberoamericano de Málaga. Él es Carlos Marqués – Marcet, y el filme es Les dies qui vindran. Una película pequeña e íntima que mis conocidos esperaban con entusiasmo y la crítica alababa. Largometraje al que me aproximé con la mirada limpia, libre de lastres de expectativas, referencias, influencias o prejuicios. Y aún sin ser maravillado ni fascinado, sí que disfruté de una buena película que me siento confiado para recomendar. Un drama naturalista cercano al documental con corazón, grandes interpretaciones y sensibilidad. Gestación y relación puesta a prueba que no hace nada particularmente interesante con su relato pero que lo narra con mucho tacto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En Barcelona viven juntos Vir y Lluis (David Verdaguer y María Rodriguez Soto, pareja en la vida real), dos treintañeros que apenas hace un año que están juntos. De manera inesperada, ella se queda embarazada. Sin embargo, deciden tenerlo, y durante un intervalo de nueve meses les acompañaremos durante la gestación, la cual supondrá un desafío para su vida laboral y sentimental y cambiará para siempre el mundo que les rodea y su manera de verlo. Una película de un embarazo, una historia de una pareja superando su aventura más difícil y a la vez la más bonita. Un filme reflejo de la realidad de su equipo creativo, pues los actores experimentaban dicho embarazo en la vida real. De modo que la película se ideó y ejecutó de una manera extremadamente eficiente, ajustándose a los tempos que marcaba el embarazo, dando prioridad a la naturalidad y cercanía de las emociones de la experiencia. En última instancia, una versión profesionalizada y pasada por filtros artísticos de las clásicas grabaciones caseras familiares (conteniendo el metraje imágenes de esta índole, que refrescan y elevan el resultado final). Una película familiar con la que se ha creado trabajo, ganado premios y desgravado en hacienda. Pero es imposible no seguir el visionado implicado gracias a la sensibilidad y cariño con la que está todo realizado. Grandes interpretaciones, acertado sentido del humor y un uso de canciones populares que matiza y da entidad a los momentos más emotivos.
Por mucho que podamos llegar a empatizar con los protagonistas y su viaje, este no deja de ser un día a día común y trivial, sin elementos diferenciadores en los personajes o sus arcos o contextos que los distancien de la más pura cotidianidad. Y aún siendo marcadamente eficiente e incuestionable, no hay tampoco nada particularmente creativo o sugerente en la puesta en escena que doten de interés a la película. El grado de simpatía que produzcan los imágenes, y la conexión que cada espectador establezco con lo presentado, son fundamentales para el mayor o menor grado de éxito que la película tenga en cada uno. La manera en la que la película introduce las desavenencias entre los enamorados se siente forzada por estereotípica, y tras la primera media hora el filme pierde gran parte de su interés hasta la estupenda parte del parto. Película tierna y sentida, con personalidad, pero lo suficientemente mundana como para que sea una gran película.
Íntima, compleja y optimista, Els dies qui vindran es cine que mira al día a día con afecto y honestidad. Costumbrismo que congratula.
Por mucho que podamos llegar a empatizar con los protagonistas y su viaje, este no deja de ser un día a día común y trivial, sin elementos diferenciadores en los personajes o sus arcos o contextos que los distancien de la más pura cotidianidad. Y aún siendo marcadamente eficiente e incuestionable, no hay tampoco nada particularmente creativo o sugerente en la puesta en escena que doten de interés a la película. El grado de simpatía que produzcan los imágenes, y la conexión que cada espectador establezco con lo presentado, son fundamentales para el mayor o menor grado de éxito que la película tenga en cada uno. La manera en la que la película introduce las desavenencias entre los enamorados se siente forzada por estereotípica, y tras la primera media hora el filme pierde gran parte de su interés hasta la estupenda parte del parto. Película tierna y sentida, con personalidad, pero lo suficientemente mundana como para que sea una gran película.
Íntima, compleja y optimista, Els dies qui vindran es cine que mira al día a día con afecto y honestidad. Costumbrismo que congratula.
7 de noviembre de 2019
7 de noviembre de 2019
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de un embarazo, que dicho así pudiera parecer algo simple; pero no lo es en absoluto, ya que el director y sus guionistas siembran la espera de preguntas, dudas y monólogos con afán de diálogos; además de discusiones y explosiones sentimentales que transforman no solo la cotidianidad, también el resto de los días de la vida de la pareja protagonista, y su entorno.
Solo somos dioses cuando creamos conscientemente. Carlos Marques-Marcet se esfuerza en trasladarnos las pulsiones únicas de los artistas que se entregan a la irrepetible obra de una hija deseada y, aunque no es fácil, consigue en muchos momentos que hagamos nuestras las emociones y zozobras de quienes se han apuntado a tan noble causa.
Especialmente interesante y didáctica para quienes estén, o hayan vivido hace poco el proceso de la maternidad y paternidad responsables.
Solo somos dioses cuando creamos conscientemente. Carlos Marques-Marcet se esfuerza en trasladarnos las pulsiones únicas de los artistas que se entregan a la irrepetible obra de una hija deseada y, aunque no es fácil, consigue en muchos momentos que hagamos nuestras las emociones y zozobras de quienes se han apuntado a tan noble causa.
Especialmente interesante y didáctica para quienes estén, o hayan vivido hace poco el proceso de la maternidad y paternidad responsables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor para el espectador, soportar y celebrar los partos como si fueran acontecimientos esperanzadores. Aún cuando los días que nos vienen anuncian tantas complicaciones.
1 de julio de 2019
1 de julio de 2019
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un toque muy amateur, a veces demasiado explícito, tanto que suena incluso impostado, vemos en tiempo casi real una historia de amor, de responsabilidad, una especie de aventura vital que tiene como destino final un nacimiento. Con un toque de Boyhood, con la cámara en mano, con enfoques imperfectos, la realidad rodada se hace paso entre los espectadores pero, en mi caso, no llega a atravesarme, se queda cerca pero no me toca, no me hiere. Más que por la labor del director, la película se agranda por el descomunal trabajo de los dos actores principales que, casi en solitario, dan un auténtico recital. Todo ello bien acompañado de una economía de medios que hace de esta película, muy catalana, por cierto, una película pequeña y muy grande al mismo tiempo. Eso ya en sí mismo es un logro. Sin duda, el cine catalán ha encontrado un filón con este tipo de película con rasgos casi documentales, recordemos a este mismo director en su opera prima, 10.000 Kilómetros, o a la reciente Verano del 93. Eso sí, Málaga ya premió el pasado año a una película en esta línea y, para mí, superior: Las Distancias. Si sigue así, parece que se quedará con cierto estancamiento de certamen de cine independiente, y eso no es bueno. O sí.
2 de mayo de 2019
2 de mayo de 2019
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Biznaga de Oro mejor película, mejor dirección y actriz de este año en el Festival de cine de Málaga, segundo premio que se lleva Carlos Marques Marcet ya que en 2014 ganó también el máximo galardón por "10.000 km".
En esta ocasión se ha metido literalmente en la casa particular de los dos actores protagonistas (pareja en la vida real) durante los nueve meses de embarazo para contarnos interesantes reflexiones de lo que significa ser padres.
Una propuesta muy arriesgada, pero magníficamente resuelta por dos grandes actores David Verdaguer y Maria Rodriguez Soto quienes prácticamente llevan toda la trama y diálogos del film, sin necesidad de personajes e historias paralelas que diluyan un poco el sentido que quiere darle el director a la maternidad.
La idea le surgió a Carlos mientras rodaba su anterior película "Tierra Firme" el protagonista David Verdaguer le dijo que iba a ser padre, en ese momento empezó a planificar un guión con mucha improvisación que pudiera aprovechar el embarazo.
En la historia el bebe llega sin quererlo por lo que las preguntas de abortar o seguir con el embarazo adelante se cuestionan al principio de la película. Luego poco a poco van haciéndose a la idea de la responsabilidad que vendrá...
Sin duda una de las mejores películas proyectadas en Málaga y con un premio muy merecido. Habrá que esperar hasta el 28 de junio 2019 para su estreno comercial en España
Destino Arrakis.com
En esta ocasión se ha metido literalmente en la casa particular de los dos actores protagonistas (pareja en la vida real) durante los nueve meses de embarazo para contarnos interesantes reflexiones de lo que significa ser padres.
Una propuesta muy arriesgada, pero magníficamente resuelta por dos grandes actores David Verdaguer y Maria Rodriguez Soto quienes prácticamente llevan toda la trama y diálogos del film, sin necesidad de personajes e historias paralelas que diluyan un poco el sentido que quiere darle el director a la maternidad.
La idea le surgió a Carlos mientras rodaba su anterior película "Tierra Firme" el protagonista David Verdaguer le dijo que iba a ser padre, en ese momento empezó a planificar un guión con mucha improvisación que pudiera aprovechar el embarazo.
En la historia el bebe llega sin quererlo por lo que las preguntas de abortar o seguir con el embarazo adelante se cuestionan al principio de la película. Luego poco a poco van haciéndose a la idea de la responsabilidad que vendrá...
Sin duda una de las mejores películas proyectadas en Málaga y con un premio muy merecido. Habrá que esperar hasta el 28 de junio 2019 para su estreno comercial en España
Destino Arrakis.com
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