Comedia de manual para un entretenimiento básico es este film dirigido por Simon West, un realizador de películas de acción como "Los mercenarios", "Tomb Raider", "Contrarreloj" o "The Mechanic" al margen de decidir si llegan a ser películas buenas o no, el resultado es un cine de evasión bastante competente, con diálogos graciosillos y escenas de acción bien coreografiadas.

Terry Eubanks, es un veterano asesino a sueldo solitario que entrado ya en años pretende jubilarse, sus jefes le asignan a un joven bastante hábil que él considera un chico distraído e inocente que no sirve para ese oficio, a medida que comienzan a realizar misiones su perspectiva sobre el joven irá cambiando viendo que tiene una habilidad innata para el crimen.

La relación mentor y aprendiz es la base de la historia, así como la perdida de habilidad y los errores que se cometen al  hacerte viejo. El siempre carismático Christopher Waltz interpreta a este veterano sicario que claro esta solo asesina a gente que se lo merece en este mundo que todo cambia tan rápidamente. El hijo del gran actor fallecido Phillip Seymour Hoffman que conocimos por primera vez en el fantástico film de Paul Thomas Anderson "Licorice pizza" Cooper Hoffman interpreta a este pipiolo, que con extrañas pintas desarrolla un trabajo que nadie se espera. Lucy Liu les acompaña en la misión con un romance simpático con Waltz.

Una comedia de acción que no aporta más que pasar un buen rato y que lo consigue fácilmente con estos personajes y esta historia de amistad entre compañeros de crimen.
Destino Arrakis.com

Es imposible no perderse entre la inmensa producción de series y películas. “Old guy”, algo así como tipo viejo, creo que pasará sin pena ni gloria.
La historia es bien sencilla: un asesino a sueldo, Cristoph Waltz que interpreta a Danny Dolinski, está cada vez peor por su envejecimiento, al borde de la jubilación, aunque él sigue considerándose el mejor en su trabajo.
La organización para la que trabaja (Londres, Belfast son las organizaciones mafiosas, pero poco más se sabe de ellas), no fiándose mucho de él y de una lesión en la mano, le asigna un compañero al que debe adiestrar: Wihlborg, interpretado por Cooper Hoffman (nominado al globo de oro por “Licore pizza”2021), hijo de Philip Seymour Hoffman. Los métodos de uno y otro chocan frontalmente dada la abultada diferencia de edad.

La peli intenta, sin conseguir, ser una comedia de acción, contrastando a los dos personajes. Intenta ser un híbrido acción y comedia, pero tampoco me parece que te puedas reír demasiado con la película, no hay ni un mal chiste gracioso.
Empieza con unos simpáticos créditos iniciales, y una escena de discoteca, muy repetida, un escenario al que sacan mucho partido una y otra vez. A partir de aquí, me voy dando cuenta de unos diálogos muy pobres, incluso malsonantes a destiempo, y poco trabajados. (me pica tal, sigue estando buena, ...etc).

Los actores no es que están mal, es que simplemente la película parece estar hecha con desgana, rápidamente, para cubrir el expediente.
Waltz ya sabemos que es un actor carismático (tiene nada menos que dos Oscars), pero no me acabo de creer a Hoffman por muy asesino de la generación Z que me lo quieran pintar, con uñas pintadas incluídas. El pasado de su personaje apenas está trabajado, muy de pasada nos dicen que su padre era borracho, hijo adoptivo y tal, poco más. Muy pobre. Cuesta creérselo. No hay demasiada química tampoco.

Lucy Liu siempre suma a pesar de todo, aunque su personaje está metida un poco con calzador. A sus 56 años sigue estando pletórica, y es motivo de celebración. Trabaja en un karaoke como tapadera, pero no se explica muy bien su presencia, más allá de que había que relacionarla con Cristoph Waltz (aunque se lleven 12 años de edad).

Contrariamente a lo normal en este tipo de películas fallidas, mejora un poco con el rápido final y algún momento ingenioso (a lo McGyver) de Dolinski. Pero ya es tarde, el resto ha sido muy de telefilme. El guión es demasiado endeble, todo parece ir enfocado a plataformas de streaming, con un presupuesto bajo y demasiada indolencia.