Desconcertante thriller de intriga protagonizado por una Nicole Kidman que es de lo poco que se salva. La trama va de una madre de familia aburrida de su tranquila vida en una zona suburbana que comienza a sospechar que su marido tiene una aventura, mientras ella misma comienza a tenerla con un recién llegado a la ciudad que la ayuda en su investigación detectivesca.

Al principio engancha pero el guion no tarda en deambular hacia ninguna parte, parece a medio escribir. Consta de un humor extraño que no termina de funcionar; unos personajes que no se entienden, no actúan con lógica; un desarrollo argumental tan predecible como disparatado, sin sentido, incomprensible. No tengo ni idea de lo que pretende contar esta paranoia inconexa… Diría que algo sobre los secretos de las personas que viven una vida supuestamente pacífica, o algo sobre los peligros de querer darle emoción a la vida, o puede que algún mensaje sobre las apariencias o la infelicidad… Sea lo que sea, falla en transmitirlo.

No da la talla ni para ser la típica de suspense y drama de media tarde. Rara, lenta e inverosímil.

Durante una hora y media solo suceden elucubraciones de una esposa aburrida; se pone en duda si está loca o cuerda. Cuando faltan unos 25 minutos viene el descubrimiento del secreto del marido, que no llega a despejar el tedio en el que se había sumido la película.
La presentación de los personajes se hace de manera fluida, la trama se hace larga y se estira demasiado el argumento de la desconfianza, y el desenlace final es muy previsible.
No hay nada de tensión, ni de intriga, ni tan siquiera suspense, si acaso cierta incertidumbre, pero es insuficiente para mantener la atención durante casi dos horas.

Nancy sospecha que su marido Fred le es infiel, pero con pocos argumentos. A indagar en si su marido oculta algo le ayuda un amigo, Dave, que se convierte en amante. Lo que oculta es peor de lo que ambos se imaginaban.

Sinopsis muy básica, pero es que no hay más. Los 108 minutos son muy largos para tan poquita cosa, decepciona.

'Holland' es una película... curiosa, al igual que, por cierto, ya lo era 'Fresh', la ópera prima de Mimi Cave. Una película curiosa que si bien se deja ver, más que resultar interesante se hace la interesante. Lo que de forma irremediable conduce a un saldo final de decepción y descontento, por cuanto promete más de lo que acaba metiendo.

¿Y qué es lo que acaba "metiendo"? ¿Les suena lo de... aunque la mona se vista de seda, mona se queda? 'Holland' es una "monada" que además cuenta con el respaldo de Nicole Kidman, Gael García Bernal o Matthew Macfadyen, atraídos sin duda por una historia tan prometedora como podía ser sobre el papel la de 'No te preocupes querida'.

Y sobre el papel, lo es. Pero del dicho al hecho hay un trecho y, al igual que le ocurrió a Olivia Wilde, Mimi Cave no acierta a poner en valor el potencial de dicha historia y a refrendar las aparentes buenas maneras que, giro a giro, se diluyen dentro de un cóctel fallido que no termina de encontrarse el pulso, ni mucho menos a sí mismo.

Es fácil adivinar sus intenciones a posteriori, no durante su visionado. Y es un serio problema: lo esquivo de un propósito que acaba siendo demasiado teatral y banal; y lo confuso de un cruce inestable entre thriller y comedia negra, con cierto orgullo y pretensiones, que en su indolente vaguedad acaba reducido a un batiburrillo de serie B.

Pero más mono, caro y refinado de lo habitual enfundado en seda... Lo que junto a su reparto la sostienen; más, para cuando llega el momento de entrar a matar, que tarda bastante en llegar, aquello que debería de marcar la diferencia apenas si causa algún impacto o revuelo mientras uno, ya descentrado, no puede evitar mirar el reloj.

"Algunas cosas solo son perfectas por fuera", reza el cartel de 'Holland', una película curiosa al igual que 'Fresh', la anterior de Mimi Cave. Ambas arrojan un saldo similar: atraen de inicio con la promesa de algo fresco y alternativo, para luego desfallecer por un camino que terminan recorriendo con desinteresado compromiso efectista.

Su vida era placentera y cómoda, sin que se diera cuenta de que se estaba ahogando. Cuando lo tienes todo, y... ese todo no es suficiente.

Me ha hecho pasar un buen rato y todavía no se por qué. Extraña, sin que termines de adivinar hacia dónde te quiere llevar en el tramo inicial... cual es su propósito. No conseguí identificar la época en que fue ambientada. Al ver los modelos de móviles antiguos, consideré que sería en torno al año 2.000.

Me ha gustado para puntuarla con un 6, no entiendo la valoración tan baja de los usuarios de filmaffinity.

La película es, directamente aburrida, sin más.
El guion es un lastre de principio a fin, no hay por donde cogerlo.
La intriga que tiene es la que tú le quieras dar, aguantando más o menos viendo la película.
La dirección, si brilla por algo, es por darla por perdida casi desde el principio, pero hay que cobrar ¿no?, pues aparezco, hago como se que dirige y a otra cosa.

Kidmna, para mi Nicole tiene el mismo problema de Fassbender. Haga lo que hagan, siempre, sin excepción tienen la misma cara, esa no varía, en ninguno de ellos, ya interpreten un robot, un asesino o a un Santo. La cara no varia, no emite una sola emoción, ninguna.