Pullman
5,5
363
Drama
Dos niños, Daren y Nadia, viven un viaje iniciático durante el primer día de sus vacaciones de verano. Desde los apartamentos Pullman, donde residen, hasta una famosa zona de ocio nocturno de Mallorca, reflejo del turismo de bajo coste, los niños vivirán situaciones que les acompañarán para siempre en su viaje hacia la vida adulta. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2020
18 de mayo de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pullman no es solo el nombre de unos apartamentos turísticos de Palma de Mallorca, es una metáfora para comprender los lugares del mundo que solo existen como parques temáticos de una ciudad promocionada como si fuera una marca, y en dónde la captación del capital (el turismo en este caso) es eventual y se desplaza en el tiempo. Esto crea esta desdicha realidad compleja y social que nunca se resuelve y que evoluciona a través de sus contradicciones en el proceso de construcción del espacio. Lo que bien se podría resumir como los daños colaterales de la globalización.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es en este contexto en dónde se nos presenta a Daren y Nadia vecinos inmigrados de familias trabajadoras quien emprenderán un viaje iniciático hacia las realidades complejas que emergen en estos lugares. Porqué solo ellos, niños con la inocencia incólume pueden apreciar con el contraste emotivo suficiente como para abrir un debate puro y necesario.
El planteamiento hasta aquí es perfecto, el problema es que el desarrollo de la trama no acaba de funcionar y se resuelve como una suerte de confluencias con clichés sociales (la prostituta, el pederasta, el vagabundo, el yonki…) en dónde uno espera sin asombro la reacción que tendrán ambas partes al encontrarse. Faltan capas de barniz para dar a relucir la auténtica diversidad que anida en los aledaños de Pullman.
Aún así, me parece un film interesante, especialmente por su vocación de ser cine político, pero a la vez familiar, y por su diseño artístico que destaca respeto del guion y muestra imágenes escenográficamente evocadoras. Una aventura corta pero digna.
El planteamiento hasta aquí es perfecto, el problema es que el desarrollo de la trama no acaba de funcionar y se resuelve como una suerte de confluencias con clichés sociales (la prostituta, el pederasta, el vagabundo, el yonki…) en dónde uno espera sin asombro la reacción que tendrán ambas partes al encontrarse. Faltan capas de barniz para dar a relucir la auténtica diversidad que anida en los aledaños de Pullman.
Aún así, me parece un film interesante, especialmente por su vocación de ser cine político, pero a la vez familiar, y por su diseño artístico que destaca respeto del guion y muestra imágenes escenográficamente evocadoras. Una aventura corta pero digna.
16 de mayo de 2020
16 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pullman es el nombre de unos apartamentos de Palma de Mallorca, cerca de una zona de ocio nocturna altamente conocida, frecuentada y vomitada por toda Europa. Daren y Nadia, que viven en estos apartamentos, son un niño y una niña hijos de familias trabajadoras inmigradas que empiezan a explorar, a escondidas, la ciudad. The Florida Project versión mallorquina. Promete mucho porque la envergadura del problema social existente alrededor del turismo de borrachera barato es grave en nuestro país, y porque la lectura del problema desde una mirada inocente le puede aportar la agudeza y la sensibilidad que requiere.
La trama avanza a medida que los dos jóvenes van caminando y encontrándose con todos los vértices de los problemas sociales y sus consecuencias. Cada encuentro es una pieza del puzle de la crítica social macro que quiere hacer el film, además de un pedacito de la inocencia de los niños, que va quebrándose. Sin embargo, los aspectos sociales retratados son muy evidentes y aparecen casi en forma de checklist sin sorpresas, ni grises, ni ambigüedades para dejarnos reflexionar. Cosa que contrasta con la mirada de los dos protagonistas deliberadamente naíf, con pretensión poética pero con diálogos de contenido y forma muy vacíos. Un poco como instagram: una acumulación de imágenes bonitas y cuidadas, todas con un filtro precioso tono pastel, que nos pueden dar buenos eslóganes pero no nos va ni a emocionar ni a hacer reflexionar demasiado.
La trama avanza a medida que los dos jóvenes van caminando y encontrándose con todos los vértices de los problemas sociales y sus consecuencias. Cada encuentro es una pieza del puzle de la crítica social macro que quiere hacer el film, además de un pedacito de la inocencia de los niños, que va quebrándose. Sin embargo, los aspectos sociales retratados son muy evidentes y aparecen casi en forma de checklist sin sorpresas, ni grises, ni ambigüedades para dejarnos reflexionar. Cosa que contrasta con la mirada de los dos protagonistas deliberadamente naíf, con pretensión poética pero con diálogos de contenido y forma muy vacíos. Un poco como instagram: una acumulación de imágenes bonitas y cuidadas, todas con un filtro precioso tono pastel, que nos pueden dar buenos eslóganes pero no nos va ni a emocionar ni a hacer reflexionar demasiado.
29 de julio de 2020
29 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Heredera expresa (y pienso que incluso confesa) de “The Florida Project” de Sean Baker, “Pullman” de Toni Bestard es una pequeña gran película, una joyita con las pretensiones tan breves como su metraje (da gusto ver desarrollarse una buena historia apenas en 65 minutos en estos tiempos de metrajes mastodónticos por castigo). Sin duda, una de las sorpresas de este extraño y difícil 2020.
Si te enamoraste como yo de “The Florida Project” (para mí, junto con “In America” de Jim Sheridan y “Bestias del sur salvaje” de Benh Zeitlin los mejores acercamientos a la infancia en las clases bajas de la sociedad que se hayan rodado nunca), te garantizo que “Pullman”, como mínimo, te va a gustar. Se trata de las aventuras y desventuras de un niño de color y una niña muy rubia que, ante una situación de padres desaparecidos durante el día para poder subsistir con salarios indignos en una Mallorca en horas bajas de turismo de borrachera, ven pasar los días de verano aburridos en el complejo de apartamentos Pullman de Mallorca, otrora urbanización para veranear, pero hoy bloques inmensos de hormigón tan degradados como la apuesta del turismo barato que representan.
Cuando hay que divertirse y no hay medios económicos, refugiarse en la imaginación y probar aventuras es la mejor solución, y una zona marginal ofrece muchas posibilidades para experimentar, descubrir e incluso transgredir las normas.
Una película sin pretensiones que logra su triunfo justo por ello. Sencilla, emotiva, humana y basada en las interpretaciones de la pareja de niños formada por Alba Bonnin y Keba Diedhou que elevan la cinta y la hacen trascender ellos solos. Lo de Alba Bonnin es brutal, porque ella se sabe “lideresa” del dúo y sus constantes carreras cuando se enfada marcan el devenir de la pareja y de la película, dejando momentos sublimes.
Los créditos finales, creados con postales vintage de los tiempos del turismo desarrollista setentero en Mallorca, cuyas nefastas consecuencias ahora estamos pagando, son la guinda de un pastel exquisito que nos muestra lo que se cuece en la trastienda de una Mallorca de ocio y veraneo decadente. La escena preparando el viaje a Brasil del hombre al que encuentran, pareciera surgida de una de las grandes películas de Fernando León de Aranoa. Sinceramente, me ha entusiasmado en su facilidad y honradez, a pesar de que la sombra de "The Florida Project" es muy alargada durante todo su metraje.
Si te enamoraste como yo de “The Florida Project” (para mí, junto con “In America” de Jim Sheridan y “Bestias del sur salvaje” de Benh Zeitlin los mejores acercamientos a la infancia en las clases bajas de la sociedad que se hayan rodado nunca), te garantizo que “Pullman”, como mínimo, te va a gustar. Se trata de las aventuras y desventuras de un niño de color y una niña muy rubia que, ante una situación de padres desaparecidos durante el día para poder subsistir con salarios indignos en una Mallorca en horas bajas de turismo de borrachera, ven pasar los días de verano aburridos en el complejo de apartamentos Pullman de Mallorca, otrora urbanización para veranear, pero hoy bloques inmensos de hormigón tan degradados como la apuesta del turismo barato que representan.
Cuando hay que divertirse y no hay medios económicos, refugiarse en la imaginación y probar aventuras es la mejor solución, y una zona marginal ofrece muchas posibilidades para experimentar, descubrir e incluso transgredir las normas.
Una película sin pretensiones que logra su triunfo justo por ello. Sencilla, emotiva, humana y basada en las interpretaciones de la pareja de niños formada por Alba Bonnin y Keba Diedhou que elevan la cinta y la hacen trascender ellos solos. Lo de Alba Bonnin es brutal, porque ella se sabe “lideresa” del dúo y sus constantes carreras cuando se enfada marcan el devenir de la pareja y de la película, dejando momentos sublimes.
Los créditos finales, creados con postales vintage de los tiempos del turismo desarrollista setentero en Mallorca, cuyas nefastas consecuencias ahora estamos pagando, son la guinda de un pastel exquisito que nos muestra lo que se cuece en la trastienda de una Mallorca de ocio y veraneo decadente. La escena preparando el viaje a Brasil del hombre al que encuentran, pareciera surgida de una de las grandes películas de Fernando León de Aranoa. Sinceramente, me ha entusiasmado en su facilidad y honradez, a pesar de que la sombra de "The Florida Project" es muy alargada durante todo su metraje.
18 de junio de 2020
18 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si buscamos un adjetivo que resuma este filme de la manera más fiel, este es sincera.
Pullman es una cinta que transmite verdad por donde la mires y nos cuenta los entresijos menos comunes de la aparente Mallorca idílica.
Rodada en su gran mayoría en cámara en mano, nos sumerge casi en primera persona en la vida de dos niños de origen extranjero, que en busca de aventuras, se adentran en una Mallorca desconocida para muchos y que el director expone a modo de crítica.
Esta pequeña obra, nos deja destellos que rezuman genialidad en planos, diálogos y sobretodo enseñanzas que, a lo largo del filme, los dos protagonistas van aprendiendo.
Sin duda una película digna de ver y que es apta tanto para adultos como para niños.
Pullman es una cinta que transmite verdad por donde la mires y nos cuenta los entresijos menos comunes de la aparente Mallorca idílica.
Rodada en su gran mayoría en cámara en mano, nos sumerge casi en primera persona en la vida de dos niños de origen extranjero, que en busca de aventuras, se adentran en una Mallorca desconocida para muchos y que el director expone a modo de crítica.
Esta pequeña obra, nos deja destellos que rezuman genialidad en planos, diálogos y sobretodo enseñanzas que, a lo largo del filme, los dos protagonistas van aprendiendo.
Sin duda una película digna de ver y que es apta tanto para adultos como para niños.
24 de enero de 2021
24 de enero de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Se dice mucho en teatro que no hacen falta grandes parafernalias (y costosas) para un buen montaje. Cuatro cositas bien puestas son suficientes. El mallorquín Tony Bestard (1973) profeta en su tierra las tiene y las pone. Setenta minutos son suficientes para desarrollar su corto multipremiado "El viaje" (2003) y enseñarnos las dos caras de la moneda, en este caso mallorquina a través de la mirada inocente de dos niños que apuran una infancia que se antoja corta ante un futuro donde los reyes no vendrán a visitarlos. En su viaje encontrarán el dobladillo del país de las maravillas, se cruzaran con personajes "fantásticos" y volverán a un hogar donde ya nada será igual. Al final su carencias, que las tiene, contribuyen a su encanto entre los ecos de "Florida Project" (Sean Baker / 2017).
cineziete.wordpress.com
cineziete.wordpress.com
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here