El exorcismo de Georgetown
2024 

3,7
1.237
31 de mayo de 2024
31 de mayo de 2024
69 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente sea una de las primeras personas en el mundo en haber visto este film en cines, ya que se estrenaba hoy, 31 de Mayo en España y una semana más tarde en el resto del mundo (además de que era la primera sesión y estábamos solos en el cine mi padre y yo).
A veces, me pregunto cómo actores del calibre de Russell Crowe se prestan a aparecer en semejantes esperpentos. Da la sensación de que muchos actores míticos de Hollywood estén atravesando un duro momento económico que les obligue a agarrarse a un clavo ardiendo, y, en este caso, el clavo desprendía fuego valyrio.
Es difícil entrar al tema sin hacer ningún tipo de spoiler, pero en contraposición de su anterior película de la misma temática, "El exorcista del Papa" (que no es una obra de arte pero se deja ver con soltura), The Exorcism es un amalgama de malas interpretaciones, situaciones incoherentes, fallos argumentativos y errores garrafales de índole religiosa.
Al ver un reparto tan variopinto con otros destacables como Sam Worthington o Adam Goldberg, esperas cierto nivel al que en ningún momento del largometraje se acerca ni de lejos. De hecho, sus papeles son tan efímeros y miserables que bien podría haberlos interpretado cualquier aprendiz de escena.
Desde la trama hasta los efectos especiales, pasando por el guion (parece de comedia) y los escenarios, son totalmente ridículos.
Está cargada de tantos momentos en los que dices "¿en serio? ¡venga ya! ¿porqué sigo aquí sentado?" que desearás no haber pagado por ver semejante bodrio. Sin lugar a dudas saldrás de la sala de cine queriendo recuperar tu dinero. No la recomiendo ni para una tarde palomitera en casa.
Por último, me gustaría mencionar la deriva absurda que está tomando el cine de "terror" de estos últimos años. Como espectadores, nos tragamos una media de 30 películas del género al año entre exorcismos, niñas fantasma en camisón y asesinos en serie plagiados de los slashers ochenteros pero sin carisma alguno, cada cual peor que la anterior, que, en mi caso, me hace replantearme porqué sigo siendo tan amante del cine si tengo la sensación de que los directores solo tratan de burlarse del espectador. ¿Qué está pasando con el séptimo arte que no levanta cabeza en ningún género?
A veces, me pregunto cómo actores del calibre de Russell Crowe se prestan a aparecer en semejantes esperpentos. Da la sensación de que muchos actores míticos de Hollywood estén atravesando un duro momento económico que les obligue a agarrarse a un clavo ardiendo, y, en este caso, el clavo desprendía fuego valyrio.
Es difícil entrar al tema sin hacer ningún tipo de spoiler, pero en contraposición de su anterior película de la misma temática, "El exorcista del Papa" (que no es una obra de arte pero se deja ver con soltura), The Exorcism es un amalgama de malas interpretaciones, situaciones incoherentes, fallos argumentativos y errores garrafales de índole religiosa.
Al ver un reparto tan variopinto con otros destacables como Sam Worthington o Adam Goldberg, esperas cierto nivel al que en ningún momento del largometraje se acerca ni de lejos. De hecho, sus papeles son tan efímeros y miserables que bien podría haberlos interpretado cualquier aprendiz de escena.
Desde la trama hasta los efectos especiales, pasando por el guion (parece de comedia) y los escenarios, son totalmente ridículos.
Está cargada de tantos momentos en los que dices "¿en serio? ¡venga ya! ¿porqué sigo aquí sentado?" que desearás no haber pagado por ver semejante bodrio. Sin lugar a dudas saldrás de la sala de cine queriendo recuperar tu dinero. No la recomiendo ni para una tarde palomitera en casa.
Por último, me gustaría mencionar la deriva absurda que está tomando el cine de "terror" de estos últimos años. Como espectadores, nos tragamos una media de 30 películas del género al año entre exorcismos, niñas fantasma en camisón y asesinos en serie plagiados de los slashers ochenteros pero sin carisma alguno, cada cual peor que la anterior, que, en mi caso, me hace replantearme porqué sigo siendo tan amante del cine si tengo la sensación de que los directores solo tratan de burlarse del espectador. ¿Qué está pasando con el séptimo arte que no levanta cabeza en ningún género?
31 de mayo de 2024
31 de mayo de 2024
36 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha tardado sesenta años, pero Russell Crowe ha encontrado finalmente su vocación: después de ser policía (LA Confidential), matemático (Una mente maravillosa), constructor de arqueas (Noé), boxeador (Cinderella man) y, por supuesto, gladiador (Gladiator), el actor neozelandés se ha decantado por una especialidad: el exorcismo. El año pasado, Crowe protagonizó El exorcista del Papa, uno thriller de terror en torno a la figura real del sacerdote Gabriele Amorth, que aseguraba haber realizado más de 50.000 exorcismos. Este viernes estreno El exorcismo de Georgetown, en la que un actor en horas bajas que interpreta a un exorcista comienza a perder la cabeza durante el rodaje. Dos películas sobre exorcismos y una tercera en camino: la continuación de El exorcista del Papa, que será la primera secuela en la carrera de Crowe.
¿Por qué de repente a Crowe le gustan tanto los exorcismos? Seguramente tiene que ver con los más de 70 millones que recaudó El exorcismo del Papa, el mejor resultado de taquilla de Crowe en esta última década en caída libre –salvo blockbusters en el que hace papeles secundarios como La momia (2017) oThor: love and thunder (2022)–, incluso por encima de la excelente comedia de acción Dos buenos tipos (2016) que protagonizaba con Ryan Gosling. El éxito de El exorcista del Papa no es fácil de contar. Parece un thriller sobrenatural como se hacen docenas cada año, un producto artesanal y digno sin voluntad de transgredir ni reinventar los códigos del terror de serie B. Y el realismo no es una de sus prioridades: aunque ambientada en un monasterio medieval de Castilla -La Mancha, el paisaje es de un sospechoso verde intenso y con colinas bucólicas... porque se rodó íntegramente en Irlanda.
¿Qué tenía de especial, pues? Principalmente, el carisma socarrón y sinvergüenza de un Crowe entre Orson Welles y Tomeu Penya, en las antípodas del sacerdote torturado y con crisis de fe tan habitual del subgénero: Amorth toma el pelo a los endemoniados en un inglés macarrónico, no para de hacer bromas y se mueve en un scooter Lambretta que tiembla bajo su peso. Pero lo que catapultó a la taquilla fue, seguramente, la denuncia de la Asociación Internacional de Exorcistas, que tras ver el trailer acusó a la película de "poco fiar". "Quiere hacer creer que el exorcismo es un fenómeno anormal, monstruoso y terrorífico, cuyo único protagonista es el demonio –decía el comunicado de la asociación–, y eso es justo lo contrario de lo que ocurre en un exorcismo celebrado en la Iglesia católica en obediencia a sus directrices". Es razonable sospechar que, en el enésimo ejemplo de el efecto Streisand, el berrinche del gremio exorcista multiplicara el interés del público por la película. Pero se vieron obligados: Gabriele Amorth fue, al fin y al cabo, el exorcista jefe del papa Juan Pablo II, y un referente del oficio al que el mismo William Friedkin, director de El exorcista (1973), le dedicó el documental The devil and father Amorth (2017).
Lo curioso es que El exorcismo de Georgetown no se ha rodado a toda prisa para aprovechar el éxito de El exorcismo del Papa, sino hace cinco años, y llevaba ese tiempo guardada en un cajón, como si un distribuidor visionario hubiera intuido que aún no había llegado el momento de las películas de exorcismos con Russell Crowe. Y su director tiene cierta legitimidad para abordar el género: Joshua John Miller es el hijo de Jason Miller, el actor que interpretaba al padre Karras en El exorcista de Friedkin. Y según explica, el origen deEl exorcismo de Georgetown son las historias que el actor contaba a su hijo cuando era pequeño sobre "la maldición" de El exorcista: incendios misteriosos en el rodaje, muertes extrañas, lesiones crónicas... Y un día, mucho antes del estreno, un cura paró a Miller por la calle y le dijo de repente: "Cuando desenmascaramos al demonio, el demonio se venga ".
Pero El exorcismode Georgetown no reconstruye ese rodaje, sino que imagina uno ficticio en el que Crowe es un actor que espera relanzar su carrera con un filme de exorcismo pero se desequilibra cuando la producción se ve afectada por fenómenos inexplicables. Que el productor sea Kevin Williamson, creador de la saga Scream, ya nos pone sobre aviso de la naturaleza meta del filme, que guiña el ojo constantemente a los tópicos del terror ya la leyenda negra –muy sobredimensionada– de El exorcista o Poltergeist. Y el propio Joshua John Miller fue guionista de una de las comedias de terror más ingeniosas y meta de la última década: la magnífica The final girls, que en 2015 ganó en Sitges el premio especial del jurado y el de mejor guión.
Puntuación: 7 sobre 10
¿Por qué de repente a Crowe le gustan tanto los exorcismos? Seguramente tiene que ver con los más de 70 millones que recaudó El exorcismo del Papa, el mejor resultado de taquilla de Crowe en esta última década en caída libre –salvo blockbusters en el que hace papeles secundarios como La momia (2017) oThor: love and thunder (2022)–, incluso por encima de la excelente comedia de acción Dos buenos tipos (2016) que protagonizaba con Ryan Gosling. El éxito de El exorcista del Papa no es fácil de contar. Parece un thriller sobrenatural como se hacen docenas cada año, un producto artesanal y digno sin voluntad de transgredir ni reinventar los códigos del terror de serie B. Y el realismo no es una de sus prioridades: aunque ambientada en un monasterio medieval de Castilla -La Mancha, el paisaje es de un sospechoso verde intenso y con colinas bucólicas... porque se rodó íntegramente en Irlanda.
¿Qué tenía de especial, pues? Principalmente, el carisma socarrón y sinvergüenza de un Crowe entre Orson Welles y Tomeu Penya, en las antípodas del sacerdote torturado y con crisis de fe tan habitual del subgénero: Amorth toma el pelo a los endemoniados en un inglés macarrónico, no para de hacer bromas y se mueve en un scooter Lambretta que tiembla bajo su peso. Pero lo que catapultó a la taquilla fue, seguramente, la denuncia de la Asociación Internacional de Exorcistas, que tras ver el trailer acusó a la película de "poco fiar". "Quiere hacer creer que el exorcismo es un fenómeno anormal, monstruoso y terrorífico, cuyo único protagonista es el demonio –decía el comunicado de la asociación–, y eso es justo lo contrario de lo que ocurre en un exorcismo celebrado en la Iglesia católica en obediencia a sus directrices". Es razonable sospechar que, en el enésimo ejemplo de el efecto Streisand, el berrinche del gremio exorcista multiplicara el interés del público por la película. Pero se vieron obligados: Gabriele Amorth fue, al fin y al cabo, el exorcista jefe del papa Juan Pablo II, y un referente del oficio al que el mismo William Friedkin, director de El exorcista (1973), le dedicó el documental The devil and father Amorth (2017).
Lo curioso es que El exorcismo de Georgetown no se ha rodado a toda prisa para aprovechar el éxito de El exorcismo del Papa, sino hace cinco años, y llevaba ese tiempo guardada en un cajón, como si un distribuidor visionario hubiera intuido que aún no había llegado el momento de las películas de exorcismos con Russell Crowe. Y su director tiene cierta legitimidad para abordar el género: Joshua John Miller es el hijo de Jason Miller, el actor que interpretaba al padre Karras en El exorcista de Friedkin. Y según explica, el origen deEl exorcismo de Georgetown son las historias que el actor contaba a su hijo cuando era pequeño sobre "la maldición" de El exorcista: incendios misteriosos en el rodaje, muertes extrañas, lesiones crónicas... Y un día, mucho antes del estreno, un cura paró a Miller por la calle y le dijo de repente: "Cuando desenmascaramos al demonio, el demonio se venga ".
Pero El exorcismode Georgetown no reconstruye ese rodaje, sino que imagina uno ficticio en el que Crowe es un actor que espera relanzar su carrera con un filme de exorcismo pero se desequilibra cuando la producción se ve afectada por fenómenos inexplicables. Que el productor sea Kevin Williamson, creador de la saga Scream, ya nos pone sobre aviso de la naturaleza meta del filme, que guiña el ojo constantemente a los tópicos del terror ya la leyenda negra –muy sobredimensionada– de El exorcista o Poltergeist. Y el propio Joshua John Miller fue guionista de una de las comedias de terror más ingeniosas y meta de la última década: la magnífica The final girls, que en 2015 ganó en Sitges el premio especial del jurado y el de mejor guión.
Puntuación: 7 sobre 10
3 de junio de 2024
3 de junio de 2024
30 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que la gente no está entendiendo esta película. Creo que van al cine confundidos y buscando una película de terror tipo más, o directamente una secuela del despiporre que fue El Exorcista del Papa (esta llegará en un futuro), también con Russell Crowe.
Una confusión que la verdad, y siendo honestos, está justificada, ya que esta cinta lleva años guardada en un cajón, y parece que ha tenido que aprovechar el "éxito" y la "popularidad" del anterior exorcismo de Crowe. Además, se ha estrenado en nuestro país una semana antes que en Estados Unidos, y no se ha enseñado ni exhibido para la prensa especializada. Todos estos, indicadores de que algo huele a podrido en Dinamarca. Vamos, que la cosa no pintaba nada bien, precisamente. Pero yo, como fan número 1 e incondicional absoluto de Russell Crowe (incluso en sus horas más bajas), no me he dejado amedrentar y he decidido ir a ver que demonios pasaba (jeje) y formarme mi propia opinión, ya después de haber sabido algunas primeras impresiones de espectadores y youtubers, la mayor parte de ellas, bastante negativas. Y no me gusta dármelas de listo y tratar de ser el que tiene razón mientras que los demás se equivocan, pero es que pienso de verdad que la película tiene mucho más de lo que parece a simple vista, y que no es para nada un ejercicio de terror, al menos no de terror al uso. De ahí quizás vengan la mayor parte de los desencuentros y de las malas críticas.
Para empezar, la película es una trasunto del rodaje de un remake de El Exorcista. Luego hay que decir que el director es el hijo del actor que interpretaba al Padre Karras en la famosa cinta de William Friedkin, un hombre que atravesó muchos problemas personales, muchos de ellos ocasionados por su alcoholismo, problema que en menor medida también ha atravesado Russell, y que ha podido afectar de manera negativa a su carrera en el pasado.
Bien, el bueno de Crowe interpreta a un actor en horas bajas (cero chistes aquí) al que le ofrecen un papel como cura exorcista después de haber pasado unos años oscuros alejado de la actuación, mientras luchaba contra sus adicciones y sus problemas familiares, y ve en este nuevo proyecto la oportunidad para salir del pozo y redimirse como actor, como persona y como padre.
De acuerdo, aquí creo yo que está el quid de la cuestión, de lo que va realmente El Exorcismo de Georgetown: de redención, de obtener una segunda oportunidad y de vencer a nuestros demonios (ya sean emocionales o de los que tienen cuernos). Lo del terror es secundario. Es accesorio, el gancho. No va de eso. De hecho las partes en las que vemos el rodaje de la peli de miedo son mucho más flojas, están peor escritas, peor actuadas y los propios personajes te dan pistas diciendo lo anodinos o forzados que resultan los diálogos. Además, la película, ayudada por una yo creo más que correcta fotografía tenebrista, acaba haciendo difusa la línea que separa el rodaje de la película dentro de la película de la de la vida de los personajes, y llegas a pensar que en las sombras de ese set se esconde algo más allá.
En ese aspecto la película funciona bastante bien, tiene bastantes capas y bastantes significados, y creo que es un proyecto bastante personal y bastante pensado para el director por todo lo que he dicho arriba. También creo que pudo ser definitivo en que Crowe aceptara el papel. Pero vamos, que a pesar de que la película tiene algunos momentos de tensión bastante conseguidos (la fotografía de nuevo), que mantiene el interés durante todo el metraje y te mantiene interesado todo el rato (sobre todo gracias a la imponente presencia de Russell Crowe, que sigue siendo mejor que sus películas), entiendo que pueda llegar a chochar, a decepcionar y a parecer floja a todos aquellos que se crean que de lo que de verdad va este exorcismo es de terror: ¡si es que hasta el título ya te lo dice ("The Exorcism"), más anodino y más random no puede ser, y es por eso mismo, porque el exorcismo es lo de menos y da igual y por ese tiene ese nombre 100% convencional.
Finalizo diciendo que la nota real que yo le daría a la película estaría entre el 6 y el 7, pero he tomado la decisión de plantarle un 10 para tratar (de manera completamente inútil) de compensar notas tan absolutamente injustas como los 1 que se está llevando. No se le puede poner un 1 a esta película por mucho que no te haya gustado, y no se puede por la sencilla razón de que la película está bien hecha técnicamente. Creo que tiene una solvente labor de dirección, con una correcta utilización de planos, creo que la fotografía está bien hecha y transmite lo que tiene que transmitir, al igual que la música y los efectos, y creo que más allá de Crowe tiene actores solventes (madre mía, Sam Worthington si que está en horas bajas), resulten sus personajes mejores o peores.
Lavalántula contra Megalodón contra Zombies Castores Nazis parte 5 si que sería un 1 de película, esta, por muy mala que te parezca, no lo es.
Ojalá algún día esta película encuentre su lugar, y se vaya ganando el cariño de más locos que como yo le buscan tres pies algo y creen ver más allá. O no, a lo mejor son pajas mentales mías y ya está.
Una confusión que la verdad, y siendo honestos, está justificada, ya que esta cinta lleva años guardada en un cajón, y parece que ha tenido que aprovechar el "éxito" y la "popularidad" del anterior exorcismo de Crowe. Además, se ha estrenado en nuestro país una semana antes que en Estados Unidos, y no se ha enseñado ni exhibido para la prensa especializada. Todos estos, indicadores de que algo huele a podrido en Dinamarca. Vamos, que la cosa no pintaba nada bien, precisamente. Pero yo, como fan número 1 e incondicional absoluto de Russell Crowe (incluso en sus horas más bajas), no me he dejado amedrentar y he decidido ir a ver que demonios pasaba (jeje) y formarme mi propia opinión, ya después de haber sabido algunas primeras impresiones de espectadores y youtubers, la mayor parte de ellas, bastante negativas. Y no me gusta dármelas de listo y tratar de ser el que tiene razón mientras que los demás se equivocan, pero es que pienso de verdad que la película tiene mucho más de lo que parece a simple vista, y que no es para nada un ejercicio de terror, al menos no de terror al uso. De ahí quizás vengan la mayor parte de los desencuentros y de las malas críticas.
Para empezar, la película es una trasunto del rodaje de un remake de El Exorcista. Luego hay que decir que el director es el hijo del actor que interpretaba al Padre Karras en la famosa cinta de William Friedkin, un hombre que atravesó muchos problemas personales, muchos de ellos ocasionados por su alcoholismo, problema que en menor medida también ha atravesado Russell, y que ha podido afectar de manera negativa a su carrera en el pasado.
Bien, el bueno de Crowe interpreta a un actor en horas bajas (cero chistes aquí) al que le ofrecen un papel como cura exorcista después de haber pasado unos años oscuros alejado de la actuación, mientras luchaba contra sus adicciones y sus problemas familiares, y ve en este nuevo proyecto la oportunidad para salir del pozo y redimirse como actor, como persona y como padre.
De acuerdo, aquí creo yo que está el quid de la cuestión, de lo que va realmente El Exorcismo de Georgetown: de redención, de obtener una segunda oportunidad y de vencer a nuestros demonios (ya sean emocionales o de los que tienen cuernos). Lo del terror es secundario. Es accesorio, el gancho. No va de eso. De hecho las partes en las que vemos el rodaje de la peli de miedo son mucho más flojas, están peor escritas, peor actuadas y los propios personajes te dan pistas diciendo lo anodinos o forzados que resultan los diálogos. Además, la película, ayudada por una yo creo más que correcta fotografía tenebrista, acaba haciendo difusa la línea que separa el rodaje de la película dentro de la película de la de la vida de los personajes, y llegas a pensar que en las sombras de ese set se esconde algo más allá.
En ese aspecto la película funciona bastante bien, tiene bastantes capas y bastantes significados, y creo que es un proyecto bastante personal y bastante pensado para el director por todo lo que he dicho arriba. También creo que pudo ser definitivo en que Crowe aceptara el papel. Pero vamos, que a pesar de que la película tiene algunos momentos de tensión bastante conseguidos (la fotografía de nuevo), que mantiene el interés durante todo el metraje y te mantiene interesado todo el rato (sobre todo gracias a la imponente presencia de Russell Crowe, que sigue siendo mejor que sus películas), entiendo que pueda llegar a chochar, a decepcionar y a parecer floja a todos aquellos que se crean que de lo que de verdad va este exorcismo es de terror: ¡si es que hasta el título ya te lo dice ("The Exorcism"), más anodino y más random no puede ser, y es por eso mismo, porque el exorcismo es lo de menos y da igual y por ese tiene ese nombre 100% convencional.
Finalizo diciendo que la nota real que yo le daría a la película estaría entre el 6 y el 7, pero he tomado la decisión de plantarle un 10 para tratar (de manera completamente inútil) de compensar notas tan absolutamente injustas como los 1 que se está llevando. No se le puede poner un 1 a esta película por mucho que no te haya gustado, y no se puede por la sencilla razón de que la película está bien hecha técnicamente. Creo que tiene una solvente labor de dirección, con una correcta utilización de planos, creo que la fotografía está bien hecha y transmite lo que tiene que transmitir, al igual que la música y los efectos, y creo que más allá de Crowe tiene actores solventes (madre mía, Sam Worthington si que está en horas bajas), resulten sus personajes mejores o peores.
Lavalántula contra Megalodón contra Zombies Castores Nazis parte 5 si que sería un 1 de película, esta, por muy mala que te parezca, no lo es.
Ojalá algún día esta película encuentre su lugar, y se vaya ganando el cariño de más locos que como yo le buscan tres pies algo y creen ver más allá. O no, a lo mejor son pajas mentales mías y ya está.
1 de junio de 2024
1 de junio de 2024
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía muchísimas dudas de si ver o no esta película. ¿La razón?. Porque no cuenta con apenas críticas suficientes en esta página, sin olvidar el 3,9 de puntuación que arrastra y, por otro lado, en algunos canales de cine la despotrican sin piedad .Al final me lancé a la piscina. Tenía una corazonada de que no era tan mala, y no me equivoqué.
Tanto la portada de la película como el título pueden llevar a engaño a muchos espectadores, creyendo que van a disfrutar de una secuela del " Exorcista del Papa ". Nada que ver. Eso sí, aprovechando el tirón de esta última estrenan " El exorcismo de Georgetown " que, según las expectativas con las que vayas al cine, podrías salir defraudado. En mi caso fui pensando que iba a salir decepcionado y finalmente me ha dejado un buen sabor a boca.
Es una película que cuenta una historia interesante, con un ritmo que en ningún momento consigue que la atención decaiga y, aunque hay algún que otro susto puntual, la trama es consistente y el director sabe muy bien a dónde quiere dirigir su historia. Sin ser guionista entiendo que el guion funciona.
No estoy de acuerdo con las críticas que han despellejado vivo este filme. Si no eres de esos que tienen el listón muy alto con el género de pelis de miedo la disfrutarás.
Russell Crowe es un actor que está en sus horas más bajas en Hollywood. Consigue por casualidad un papel para una película de miedo del tipo de " El exorcista ". Está convencido de que dará la talla y más ahora que se ha alejado del alcohol. Lo que en un principio ve como una oportunidad para relanzar su carrera, despertará una parte de sí mismo que tenía oculta bajo siete llaves en el fondo de sus recuerdos. ¿De qué manera esta película cambiará su vida y la de aquellos que le rodean?. ¿Cómo podría una simple película remover los cimientos de una persona?.
" El exorcismo de Georgetown " vale la pena verla si vas con las ideas claras de que no vas a ver " El expediente Warren " . En España cuenta con un buen doblaje. No la vais a disfrutar de la misma manera en casa que en una sala con pantalla grande.
Un saludo.
Tanto la portada de la película como el título pueden llevar a engaño a muchos espectadores, creyendo que van a disfrutar de una secuela del " Exorcista del Papa ". Nada que ver. Eso sí, aprovechando el tirón de esta última estrenan " El exorcismo de Georgetown " que, según las expectativas con las que vayas al cine, podrías salir defraudado. En mi caso fui pensando que iba a salir decepcionado y finalmente me ha dejado un buen sabor a boca.
Es una película que cuenta una historia interesante, con un ritmo que en ningún momento consigue que la atención decaiga y, aunque hay algún que otro susto puntual, la trama es consistente y el director sabe muy bien a dónde quiere dirigir su historia. Sin ser guionista entiendo que el guion funciona.
No estoy de acuerdo con las críticas que han despellejado vivo este filme. Si no eres de esos que tienen el listón muy alto con el género de pelis de miedo la disfrutarás.
Russell Crowe es un actor que está en sus horas más bajas en Hollywood. Consigue por casualidad un papel para una película de miedo del tipo de " El exorcista ". Está convencido de que dará la talla y más ahora que se ha alejado del alcohol. Lo que en un principio ve como una oportunidad para relanzar su carrera, despertará una parte de sí mismo que tenía oculta bajo siete llaves en el fondo de sus recuerdos. ¿De qué manera esta película cambiará su vida y la de aquellos que le rodean?. ¿Cómo podría una simple película remover los cimientos de una persona?.
" El exorcismo de Georgetown " vale la pena verla si vas con las ideas claras de que no vas a ver " El expediente Warren " . En España cuenta con un buen doblaje. No la vais a disfrutar de la misma manera en casa que en una sala con pantalla grande.
Un saludo.
6 de junio de 2024
6 de junio de 2024
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que desde que tengo la Cinesa Unlimited Card me trago casi toda la cartelera de la semana y he visto películas malas últimamente pero ésta quizás sea de las peores que he visto en mucho tiempo. Esperaba una película de exorcismos religiosos como la reciente "El Exorcismo del Papa" donde Crowe hacía de cura tambien en temas demoníacos y me gustó bastante.
Nada que ver.
Resulta que Crowe hace de un actor en horas bajas que va a hacer un papel de cura en una película de terror sobre exorcismos (dejan caer varias veces que estaban rodando un remake de El Exorcista aunque no lo dicen explícitamente)
Pero es que todo el tema de la posesión real no le veo sentido. No explican ni muestran como o por qué ocurre. Solo te cuentan poco a poco el contexto del actor que interpreta Crowe y su hija, donde su madre murió de cáncer hace un par de años y las cosas fueron mal desde entonces... para luego meter con calzador sin explicar nada tampoco que al personaje de Crowe, de pequeño los curas de su colegio no le hicieron cosas de buenos cristianos precisamente...
Pero es que nada tiene sentido. Las actuaciones de todos son horribles. Quizás Crowe se salva porque no deja de ser un gran actor y aun sin ser un papel decente, en el país de los ciegos el tuerto es el rey...
En definitiva, muy mala película de terror, mala película de exorcismos y mala pelicula en general. Hay películas de "terror" que sin ser nada del otro mundo, al menos entretienen o tienen algún punto interesante. Para mí, ésta no tiene nada reseñable. Lo más reseñable es que al menos no dura 2 horas y no se hace soporífera, supongo
Nada que ver.
Resulta que Crowe hace de un actor en horas bajas que va a hacer un papel de cura en una película de terror sobre exorcismos (dejan caer varias veces que estaban rodando un remake de El Exorcista aunque no lo dicen explícitamente)
Pero es que todo el tema de la posesión real no le veo sentido. No explican ni muestran como o por qué ocurre. Solo te cuentan poco a poco el contexto del actor que interpreta Crowe y su hija, donde su madre murió de cáncer hace un par de años y las cosas fueron mal desde entonces... para luego meter con calzador sin explicar nada tampoco que al personaje de Crowe, de pequeño los curas de su colegio no le hicieron cosas de buenos cristianos precisamente...
Pero es que nada tiene sentido. Las actuaciones de todos son horribles. Quizás Crowe se salva porque no deja de ser un gran actor y aun sin ser un papel decente, en el país de los ciegos el tuerto es el rey...
En definitiva, muy mala película de terror, mala película de exorcismos y mala pelicula en general. Hay películas de "terror" que sin ser nada del otro mundo, al menos entretienen o tienen algún punto interesante. Para mí, ésta no tiene nada reseñable. Lo más reseñable es que al menos no dura 2 horas y no se hace soporífera, supongo
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final con el cura real salvando al personaje de Crowe para que al poseer el demonio al cura real y salga de Crowe para que acto seguido, Crowe male al cura clavándole el crucifijo en la cabeza y que con eso se arregle todo... en fin, sin palabras
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