El padre de la novia
1991 

5,1
14.852
Comedia
George Banks, un hombre maduro pero de espíritu joven, no acaba de aceptar que su hija de 22 años, para él todavía una niña, se vaya a casar. Aunque todos creen que el novio es un chico estupendo, precisamente esto lo convierte en enemigo de su futuro suegro, que tiene miedo a perder a su hija para siempre. A eso habría que añadir el disparatado coste de la boda. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2008
23 de marzo de 2008
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contemplar los agobios del padre de la novia, Steve Martin, ante el tinglado y derroche de gastos que se le vienen encima cuando su hija decide casarse, es para reírse un rato, pero también para pensar; porque tras todo este humorismo, el director Charles Shyer nos invita a pensar en qué gastosa excentricidad hemos convertido un acontecimiento como es el casamiento de una hija o un hijo.
Cualquiera al ver esta película sabe que el argumento está tomado de la realidad y no la supera, dado que vivimos en una sociedad donde parece ser que la gente no es feliz sino hacen gansadas de derroche y antieconomía, echando sus casas por la ventana ante acontecimientos como una primera comunión, un casamiento o cualquier otro hito de revestimiento, decorado y autobombo, entre los muchos que hay para hacernos perder el juicio, la razón, la salud, la serenidad y los cuartos.
Sí, cuando uno se pone en el pellejo de este padre de familia, es para echarse a temblar; mas como esto es una película donde se expone irónica y humorísticamente el citado desbarajuste, en verdad resulta una gozada, un disfrute su contemplación, máxime porque el protagonista, Steve Martin, borda a la perfección su papel y nos conquista con su carisma de simpatía y capacidad para provocarnos carcajadas.
Fej Delvahe
Cualquiera al ver esta película sabe que el argumento está tomado de la realidad y no la supera, dado que vivimos en una sociedad donde parece ser que la gente no es feliz sino hacen gansadas de derroche y antieconomía, echando sus casas por la ventana ante acontecimientos como una primera comunión, un casamiento o cualquier otro hito de revestimiento, decorado y autobombo, entre los muchos que hay para hacernos perder el juicio, la razón, la salud, la serenidad y los cuartos.
Sí, cuando uno se pone en el pellejo de este padre de familia, es para echarse a temblar; mas como esto es una película donde se expone irónica y humorísticamente el citado desbarajuste, en verdad resulta una gozada, un disfrute su contemplación, máxime porque el protagonista, Steve Martin, borda a la perfección su papel y nos conquista con su carisma de simpatía y capacidad para provocarnos carcajadas.
Fej Delvahe
22 de marzo de 2006
22 de marzo de 2006
21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steve Martin nunca llegará a la sombre de Spencer Tracy, pero creo que él ya sabía de ello cuando se embarcó en El padre de la novia. Los actores están bien, los gags son pasables y el guión obvio, pero en su conjunto no es como para echarla a los lobos. Y basar los toques de humor (qué no son todos) en la tacañería del personaje, siempre quedará más risible que, por ejemplo, basarlos en ser un patoso cuyo exponente máximo sería Peter Sellers en El guateque. El padre de la novia no te ofrece ninguna innovación cinematográfica pero tampoco mengua en demasía la original, lo cual es de agradecer. Hay remakes mucho peores.
22 de julio de 2011
22 de julio de 2011
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podríamos definirla cómo el equivalente comercial y cinematográfico de "El príncipe destronado", aunque aquí la situación cambia. Esta película es digna de verse una y otra vez. Aunque algunas situaciones sean muy extremas todo lo que sucede en la película podría pasar en la vida real. Y forma parte del imaginario colectivo de muchos suegros
27 de abril de 2012
27 de abril de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sencilla y bonita, para toda la familia. A pesar del título de romántica tiene bien poco. Sobre todo es una reflexión sobre un padre que se siente dividido entre el orgullo porque su adorada hija ya es una mujer, y el deseo de que siguiera siendo pequeña, para verla y hablar con ella todos los días.
El cine también es este tipo de películas. Ya sé que sobre gustos no hay nada escrito, pero no comprendo a quienes las ponen a parir. No siempre estamos de ánimo para meditaciones trascendentales, contemplaciones exquisitas o cosas parecidas. Pero algunos espectadores parecen considerar su tiempo como algo ante lo que se ha de rendir pleitesía.
El cine también es este tipo de películas. Ya sé que sobre gustos no hay nada escrito, pero no comprendo a quienes las ponen a parir. No siempre estamos de ánimo para meditaciones trascendentales, contemplaciones exquisitas o cosas parecidas. Pero algunos espectadores parecen considerar su tiempo como algo ante lo que se ha de rendir pleitesía.
25 de abril de 2011
25 de abril de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin comparar "El padre de la novia" con la película original, personalmente me encantó esta película. Me gusta mucho las comedias románticas profundamente elegantes e idealistas que me hacen reír sin mostrar escenas ordinarias, con escenas bellas y personajes simpáticos.
Esta película tiene momentos de carcajada y muchos padres de chicas en edad de casarse podrán verse reflejados en el papel principal.
Como detalle a destacar, el inolvidable personaje de Martin Short, "Fronk", el clásico gay adorable que pone la guinda a una película amable y familiar, tan al estilo de los trabajos de Nancy Meyers.
Para encontrar un defecto, diré que tiene escenas extremadamente melosas. En el intento de hacer una película que muestre la melancolia y la belleza de un momento tan tierno como la boda de una hija, se pasan edulcorando los diálogos. Demasiados "Te quiero, papa" y "Te quiero, hija".
Pero aun así, una muy recomendable comedia, especialmente para los que gusten de este tipo de películas, que seguro que no olvidarán, especialmente porque hasta la última escena, en que escriben el clásico "The End", te deja un excelente sabor de boca.
Esta película tiene momentos de carcajada y muchos padres de chicas en edad de casarse podrán verse reflejados en el papel principal.
Como detalle a destacar, el inolvidable personaje de Martin Short, "Fronk", el clásico gay adorable que pone la guinda a una película amable y familiar, tan al estilo de los trabajos de Nancy Meyers.
Para encontrar un defecto, diré que tiene escenas extremadamente melosas. En el intento de hacer una película que muestre la melancolia y la belleza de un momento tan tierno como la boda de una hija, se pasan edulcorando los diálogos. Demasiados "Te quiero, papa" y "Te quiero, hija".
Pero aun así, una muy recomendable comedia, especialmente para los que gusten de este tipo de películas, que seguro que no olvidarán, especialmente porque hasta la última escena, en que escriben el clásico "The End", te deja un excelente sabor de boca.
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