Secretos de un crimen
2024 

6,8
514
Thriller
Gracias a un plan del gobierno, Santosh, que acaba de enviudar, hereda el trabajo de su marido como agente de policía en una zona rural del norte de la India. Cuando una niña de casta inferior aparece violada y asesinada, se ve arrastrada a la investigación bajo el ala de la carismática inspectora feminista Sharma. (FILMAFFINITY)
8 de marzo de 2025
8 de marzo de 2025
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Secretos de un crimen" cuenta la historia de una mujer que, gracias a un plan del gobierno, hereda el trabajo de su marido, fallecido, que no era otra cosa que policía. Cosas de la India. Así tendrá que investigar el asesinato de una adolescente y descubrirá, cómo no, qué la policía y en general la sociedad son... muy turbias.
Con un elegante guion premiado en el Festival de Sevilla y los BIFA del cine británico independiente y excelentes interpretaciones, la película, que se filmó al norte de la India, hipnotiza, inquieta y sorprende. No habría sido sorprendente que terminara nominada al Oscar a la mejor película internacional, que el Reino Unido ganó el año pasado con "La zona de interés", pero finalmente debió conformarse con la shortlist de 15 títulos (que no está nada mal, dada la competencia de la categoría).
Al igual que "El Cairo Confidencial", este impactante ejercicio de neonoir nos sume en un mundo exótico y diferente donde la justicia brilla por su ausencia, y en esta ocasión la cineasta, Sandhya Suri, aporta un toque feminista y muy crítico con el sistema de castas.
Muy recomendable, para entretenerse y reflexionar.
Con un elegante guion premiado en el Festival de Sevilla y los BIFA del cine británico independiente y excelentes interpretaciones, la película, que se filmó al norte de la India, hipnotiza, inquieta y sorprende. No habría sido sorprendente que terminara nominada al Oscar a la mejor película internacional, que el Reino Unido ganó el año pasado con "La zona de interés", pero finalmente debió conformarse con la shortlist de 15 títulos (que no está nada mal, dada la competencia de la categoría).
Al igual que "El Cairo Confidencial", este impactante ejercicio de neonoir nos sume en un mundo exótico y diferente donde la justicia brilla por su ausencia, y en esta ocasión la cineasta, Sandhya Suri, aporta un toque feminista y muy crítico con el sistema de castas.
Muy recomendable, para entretenerse y reflexionar.
27 de enero de 2025
27 de enero de 2025
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro año que comienza y otro que no fallamos a la cita con el cine que nos ofrece el siempre interesante Festival Actual en Logroño, el más madrugador del año en nuestro país. La primera película es la ópera prima de Sandhya Suri, representante por Reino Unido a los Premios Oscar 2025, y que pudimos ver en un Teatro Bretón de la capital riojana totalmente abarrotado.
Santosh es una mujer sin hijos que se casó por amor y que ha quedado viuda. Sin una vocación firme, tiene la posibilidad, gracias a un programa del gobierno, de heredar el trabajo de policía de su marido en una zona rural del norte de la India. Cuando aparece el cuerpo sin vida de una niña de casta inferior se verá involucrada, con la ayuda de la inspectora Sharma, en la investigación para aclarar el asesinato.
Nos encontramos ante un potente neo-noir que se va cociendo a fuego lento y que nos hace partícipes, a través de los asombrados ojos de su protagonista (muy bien interpretada por Shahana Goswami), de la corrupción del estamento policial y la desigualdad social de una sociedad dividida en castas. La propia Suri, nacida en Reino Unido, firma un guión perfectamente construido para dar luz a todos los prejuicios que existen en la sociedad india, el hastío de las castas bajas contra el abuso policial y la impunidad con la que trabaja la policía al servicio del poder.
Un interesante thriller que dista mucho de las coloristas producciones de Bollywood y que nos ofrece una mirada desoladora de la sociedad india. Su estreno en salas comerciales está previsto para el próximo 12 de marzo.
www.sudandocine.com
Santosh es una mujer sin hijos que se casó por amor y que ha quedado viuda. Sin una vocación firme, tiene la posibilidad, gracias a un programa del gobierno, de heredar el trabajo de policía de su marido en una zona rural del norte de la India. Cuando aparece el cuerpo sin vida de una niña de casta inferior se verá involucrada, con la ayuda de la inspectora Sharma, en la investigación para aclarar el asesinato.
Nos encontramos ante un potente neo-noir que se va cociendo a fuego lento y que nos hace partícipes, a través de los asombrados ojos de su protagonista (muy bien interpretada por Shahana Goswami), de la corrupción del estamento policial y la desigualdad social de una sociedad dividida en castas. La propia Suri, nacida en Reino Unido, firma un guión perfectamente construido para dar luz a todos los prejuicios que existen en la sociedad india, el hastío de las castas bajas contra el abuso policial y la impunidad con la que trabaja la policía al servicio del poder.
Un interesante thriller que dista mucho de las coloristas producciones de Bollywood y que nos ofrece una mirada desoladora de la sociedad india. Su estreno en salas comerciales está previsto para el próximo 12 de marzo.
www.sudandocine.com
2 de marzo de 2025
2 de marzo de 2025
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Santosh es una mujer de carácter fuerte que acaba de quedarse viuda, un matrimonio concertado del que ella no estaba muy contenta. Su marido era policía y la tradición dice que tendrá que vivir con los suegros, pero ellos se niegan a acogerla. Cuando acude a la comisaria para recoger las pertenencias, le dicen que si quiere puede heredar el puesto de su marido, sin mucho que elegir decide ponerse el uniforme.
Las tareas ingratas en un mundo de hombres no la achantan, un nuevo caso de una adolescente asesinada que apareció muerta en un pozo le da la oportunidad de investigar y demostrar sus habilidades, las pistas llevan a sospechar de un jornalero musulmán que es rápidamente detenido…
La vulnerabilidad de Santosh protagonizada por Shahana Goswami transmite bien la evolución por encontrar la verdad en todo este turbio asesinato, donde las castas intocables de los poderosos chocan con la desigualdad de otras personas desfavorecidas en un sistema totalmente corrupto y patriarcal. Destacar también a Sunita Rajwar, que interpreta a la inspectora Geeta Sharma, una mujer madura en este entorno rural del norte de la India.
La documentalista Sandhya Suri cineasta británica de raíces indias, aborda con este hábil e inteligente guion, huyendo del sensacionalismo en este brioso film.
La pobreza en este entorno en estas comunidades de aldeas se ve bien reflejado en el film, así como la corrupción y los sobornos son sistemáticos en muchos aspectos de la vida cotidiana, algo que se ha establecido como algo normal.
Producción británica que se eligió para ir a los Óscar como película internacional por Reino Unido al estar hablada en hindi, participo en el Festival de Cannes y pudo verse en el Festival de Sevilla donde gano premio al mejor guion. En cines se estrena el 14 de marzo de 2025.
Destino Arrakis.com
Las tareas ingratas en un mundo de hombres no la achantan, un nuevo caso de una adolescente asesinada que apareció muerta en un pozo le da la oportunidad de investigar y demostrar sus habilidades, las pistas llevan a sospechar de un jornalero musulmán que es rápidamente detenido…
La vulnerabilidad de Santosh protagonizada por Shahana Goswami transmite bien la evolución por encontrar la verdad en todo este turbio asesinato, donde las castas intocables de los poderosos chocan con la desigualdad de otras personas desfavorecidas en un sistema totalmente corrupto y patriarcal. Destacar también a Sunita Rajwar, que interpreta a la inspectora Geeta Sharma, una mujer madura en este entorno rural del norte de la India.
La documentalista Sandhya Suri cineasta británica de raíces indias, aborda con este hábil e inteligente guion, huyendo del sensacionalismo en este brioso film.
La pobreza en este entorno en estas comunidades de aldeas se ve bien reflejado en el film, así como la corrupción y los sobornos son sistemáticos en muchos aspectos de la vida cotidiana, algo que se ha establecido como algo normal.
Producción británica que se eligió para ir a los Óscar como película internacional por Reino Unido al estar hablada en hindi, participo en el Festival de Cannes y pudo verse en el Festival de Sevilla donde gano premio al mejor guion. En cines se estrena el 14 de marzo de 2025.
Destino Arrakis.com
28 de febrero de 2025
28 de febrero de 2025
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título es un topicazo, porque no lo es en absoluto: es todo lamentable.
(Algunas expresiones se han exagerado por motivos literarios y para captar el espíritu de la peli y no reflejan el del país con ecuanimidad ;) …)
La India es un país de mierda y Delhi es la capital del desastre. Allí, entre el cielo gris verdoso contaminación, las calles de tierra que se vuelven lodo en la época del monzón, basura plástica en cada rincón, perros sarnosos y monos agresivos y hambrientos, alguna rata más gorda que las escuchimizadas vacas urbanitas, olores penetrantes a curry, petróleo y mierda, pitidos y un runrún infernal de fondo, de lo que hay que desconfiar es de las ratas de dos patas. Esas que caminan sobre una atalaya de orgullo no ganado y una hipocresía criminal. Si lucen uniforme policial y vetusto bigote, échense a temblar (grandísimo personaje el comisario jefe de esta caótica comisaria de barrio).
La realidad del subcontinente asiático es una mezcla de desigualdades sociales gigantescas, de un sistema de castas que se resiste a desaparecer y que convierte las relaciones humanas en algo enfermizo y una lucha constante. Todo ello engrasado por un dinero y su búsqueda que no hace sino acrecentar las diferencias, o crear otras igual de reprobables. Se ven comportamientos alucinantes, como que llegue un Brahman (no sé cómo se reconocen entre ellos, pero vaya si lo hacen.) y se salte una cola de 20 Shudras (casta inferior) perfectamente sometidos, perfectamente sonrientes y perfectamente humillados. Y todavía están por debajo los Dalits o intocables, a los que tratan como perros y dedican a literalmente limpiar mierda, a mano, claro. Gente hasta en la sopa, muchos con una mirada perdida y desangelada, sufriente o aceptante, enferma en cualquier caso. Y suciedad. Suciedad por doquier en un país horriblemente estratificado, atrasado en todos los sentidos y en el que te violan por enseñar un hombro (no lean la prensa local, es terrorífica…). La corrupción moral y social es impactante. Un asco de sitio.
“Santosh” capta todo lo anterior sin renunciar al género de intriga policíaca. La película nos sumerge en la sociedad india, se atreve a mostrar las muchas miserias del país y aun así resulta entretenida y extrañamente bella, como el país que retrata. La intriga se dosifica muy bien y las pistas e indicios van apareciendo de manera orgánica y dan a la peli un ritmo pausado y a la investigación verosilimitud. Técnicamente correctísima, con planos y encuadres que ayudan a contar la historia, una bella fotografía y un montaje efectivo, la peli reposa en el personaje que le da título, Santosh, una heroína improbable, que nos recuerda la importancia de la única respuesta honorable ante la corrupción y decadencia moral: la lucha individual por la Verdad y la Justicia. De género, también.
Cine social y denuncia necesaria a un sistema, éste sí, asquerosamente patriarcal y en general, abominable.
Muy recomendable.
PD: La India es un país increíble, sobre todo si no eres un pobre indio o peor, una pobre india. Las ciudades cercanas a Delhi en Rajastán de los palacios de los Majarajás y las fortalezas-palacio de las montañas son una maravilla. ¡No dejen de visitarlas si se dejan caer por Delhi!
Intenten no tener tratos con la poli, eso sí. Si lo hacen, contacten con nuestro estupendo servicio exterior en el país.
(Algunas expresiones se han exagerado por motivos literarios y para captar el espíritu de la peli y no reflejan el del país con ecuanimidad ;) …)
La India es un país de mierda y Delhi es la capital del desastre. Allí, entre el cielo gris verdoso contaminación, las calles de tierra que se vuelven lodo en la época del monzón, basura plástica en cada rincón, perros sarnosos y monos agresivos y hambrientos, alguna rata más gorda que las escuchimizadas vacas urbanitas, olores penetrantes a curry, petróleo y mierda, pitidos y un runrún infernal de fondo, de lo que hay que desconfiar es de las ratas de dos patas. Esas que caminan sobre una atalaya de orgullo no ganado y una hipocresía criminal. Si lucen uniforme policial y vetusto bigote, échense a temblar (grandísimo personaje el comisario jefe de esta caótica comisaria de barrio).
La realidad del subcontinente asiático es una mezcla de desigualdades sociales gigantescas, de un sistema de castas que se resiste a desaparecer y que convierte las relaciones humanas en algo enfermizo y una lucha constante. Todo ello engrasado por un dinero y su búsqueda que no hace sino acrecentar las diferencias, o crear otras igual de reprobables. Se ven comportamientos alucinantes, como que llegue un Brahman (no sé cómo se reconocen entre ellos, pero vaya si lo hacen.) y se salte una cola de 20 Shudras (casta inferior) perfectamente sometidos, perfectamente sonrientes y perfectamente humillados. Y todavía están por debajo los Dalits o intocables, a los que tratan como perros y dedican a literalmente limpiar mierda, a mano, claro. Gente hasta en la sopa, muchos con una mirada perdida y desangelada, sufriente o aceptante, enferma en cualquier caso. Y suciedad. Suciedad por doquier en un país horriblemente estratificado, atrasado en todos los sentidos y en el que te violan por enseñar un hombro (no lean la prensa local, es terrorífica…). La corrupción moral y social es impactante. Un asco de sitio.
“Santosh” capta todo lo anterior sin renunciar al género de intriga policíaca. La película nos sumerge en la sociedad india, se atreve a mostrar las muchas miserias del país y aun así resulta entretenida y extrañamente bella, como el país que retrata. La intriga se dosifica muy bien y las pistas e indicios van apareciendo de manera orgánica y dan a la peli un ritmo pausado y a la investigación verosilimitud. Técnicamente correctísima, con planos y encuadres que ayudan a contar la historia, una bella fotografía y un montaje efectivo, la peli reposa en el personaje que le da título, Santosh, una heroína improbable, que nos recuerda la importancia de la única respuesta honorable ante la corrupción y decadencia moral: la lucha individual por la Verdad y la Justicia. De género, también.
Cine social y denuncia necesaria a un sistema, éste sí, asquerosamente patriarcal y en general, abominable.
Muy recomendable.
PD: La India es un país increíble, sobre todo si no eres un pobre indio o peor, una pobre india. Las ciudades cercanas a Delhi en Rajastán de los palacios de los Majarajás y las fortalezas-palacio de las montañas son una maravilla. ¡No dejen de visitarlas si se dejan caer por Delhi!
Intenten no tener tratos con la poli, eso sí. Si lo hacen, contacten con nuestro estupendo servicio exterior en el país.
20 de marzo de 2025
20 de marzo de 2025
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Secretos de un crimen" no es una película para quien busque pasar un rato cómodo. Desde la primera escena, Sandhya Suri nos zarandea y nos arroja a una India áspera, lejos de las postales coloridas y cerca de una realidad social que duele. Aquí no hay lugar para el brillo de Bollywood: los colores se apagan, se vuelven tierra y polvo, igual que el sistema podrido que la cinta escarba sin piedad.
La ópera prima de Suri se disfraza de thriller policiaco clásico: Santosh, una viuda interpretada con una mezcla de fragilidad y fuerza por Shahana Goswami, hereda el puesto de su marido en una comisaría rural. Un asesinato rompe la calma del lugar, y ella, bajo la sombra de la inspectora Sharma, debe navegar una investigación llena de obstáculos: ser una mujer de casta baja en un mundo de corrupción y machismo.
Pero ojo, esto no es solo un thriller policial. La película usa el crimen como excusa para hacernos tragar las injusticias de la India actual. El guion, premiado en festivales, no se obsesiona con resolver el caso (que funciona, aunque sin reinventar nada), sino con destripar el sistema de castas, la brutalidad policial y el peso de un patriarcado que aplasta. Suri no maquilla nada: la miseria y la desigualdad son el motor de la historia, no un simple decorado. Somos testigos incómodos de una sociedad donde la vida de una niña pobre vale menos que el silencio de los poderosos. Nada de efectismos ni lágrimas baratas; la directora opta por un estilo casi documental, frío y certero.
La atmósfera golpea como una bofetada. La fotografía ahoga con sus tonos terrosos, los interiores asfixian y el sonido te envuelve en el caos constante de una India que no descansa ni en lo rural. La banda sonora, discreta pero inteligente, no manipula: es un zumbido sordo, un latido que no te deja tranquilo.
En cuanto al reparto, Shahana Goswami es el alma de la película. Su Santosh crece de la inseguridad a la determinación con una naturalidad que duele. Cada mirada, cada gesto mínimo, construye un personaje que se te queda grabado. Sunita Rajwar, como la inspectora Sharma, le planta cara con un pragmatismo curtido. Juntas tejen una relación compleja: medio mentoría, medio rivalidad, con un hilo de complicidad femenina en un mundo de hombres.
Eso sí, los seguidores del género podrían notar las costuras en la trama policiaca. Los giros, aunque bien medidos, no sorprenden, y el desenlace se siente previsible. Pero aquí está el truco: Suri no quiere sorprender. La aparente "simpleza" del caso refleja la crudeza de un sistema donde la justicia rara vez llega como debería. La frustración que puedas sentir es la misma que devora a Santosh.
En resumen, Secretos de un crimen te sigue persiguiendo después de que la pantalla se apaga. No es cine para digerir fácil, sino una puñalada bien dada. Te obliga a mirar una India lejana que, en el fondo, nos habla de desigualdades que resuenan en cualquier rincón del mundo. Sandhya Suri llega para quedarse, con una voz valiente y necesaria. Si buscas un thriller que solo entretenga, sigue de largo. Pero si te atreves a que te remuevan, esta es tu película.
La ópera prima de Suri se disfraza de thriller policiaco clásico: Santosh, una viuda interpretada con una mezcla de fragilidad y fuerza por Shahana Goswami, hereda el puesto de su marido en una comisaría rural. Un asesinato rompe la calma del lugar, y ella, bajo la sombra de la inspectora Sharma, debe navegar una investigación llena de obstáculos: ser una mujer de casta baja en un mundo de corrupción y machismo.
Pero ojo, esto no es solo un thriller policial. La película usa el crimen como excusa para hacernos tragar las injusticias de la India actual. El guion, premiado en festivales, no se obsesiona con resolver el caso (que funciona, aunque sin reinventar nada), sino con destripar el sistema de castas, la brutalidad policial y el peso de un patriarcado que aplasta. Suri no maquilla nada: la miseria y la desigualdad son el motor de la historia, no un simple decorado. Somos testigos incómodos de una sociedad donde la vida de una niña pobre vale menos que el silencio de los poderosos. Nada de efectismos ni lágrimas baratas; la directora opta por un estilo casi documental, frío y certero.
La atmósfera golpea como una bofetada. La fotografía ahoga con sus tonos terrosos, los interiores asfixian y el sonido te envuelve en el caos constante de una India que no descansa ni en lo rural. La banda sonora, discreta pero inteligente, no manipula: es un zumbido sordo, un latido que no te deja tranquilo.
En cuanto al reparto, Shahana Goswami es el alma de la película. Su Santosh crece de la inseguridad a la determinación con una naturalidad que duele. Cada mirada, cada gesto mínimo, construye un personaje que se te queda grabado. Sunita Rajwar, como la inspectora Sharma, le planta cara con un pragmatismo curtido. Juntas tejen una relación compleja: medio mentoría, medio rivalidad, con un hilo de complicidad femenina en un mundo de hombres.
Eso sí, los seguidores del género podrían notar las costuras en la trama policiaca. Los giros, aunque bien medidos, no sorprenden, y el desenlace se siente previsible. Pero aquí está el truco: Suri no quiere sorprender. La aparente "simpleza" del caso refleja la crudeza de un sistema donde la justicia rara vez llega como debería. La frustración que puedas sentir es la misma que devora a Santosh.
En resumen, Secretos de un crimen te sigue persiguiendo después de que la pantalla se apaga. No es cine para digerir fácil, sino una puñalada bien dada. Te obliga a mirar una India lejana que, en el fondo, nos habla de desigualdades que resuenan en cualquier rincón del mundo. Sandhya Suri llega para quedarse, con una voz valiente y necesaria. Si buscas un thriller que solo entretenga, sigue de largo. Pero si te atreves a que te remuevan, esta es tu película.
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