Luz que agoniza
7,9
9.562
Drama. Intriga
En la Inglaterra victoriana, una famosa cantante de ópera es asesinada. Su joven sobrina, que vivía con ella, es enviada a Italia, y el caso queda sin resolver. Allí estudia canto y se casa con el pianista acompañante de su profesor. Tras la luna de miel, la pareja se establece en la antigua casa de la cantante asesinada, donde la joven comienza a oír extraños e inexplicables ruidos mientras la luz de gas baja de intensidad. (FILMAFFINITY) [+]
30 de abril de 2009
30 de abril de 2009
83 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leo algún comentario acerca de las "sobrevaloraciones, mal llamadas obras maestras" y no puedo dejar de preguntarme, si una película me gusta y además le gusta a mucha mas gente ¿la estoy sobrevalorando?, Es decir, la coincidencia en los gustos ¿Es sobrevaloración?. Una película que te engancha al sillón durante hora y media o dos horas en los que apenas parpadeas ni miras el reloj ¿es una película sobrevalorada?. El hecho de que sea de Cukor ¿nos sorbe el entendimiento a muchos y nos predispone a la sobrevaloración?...
Un poco de seriedad. Hay películas buenas y muy buenas y su bondad no solo se mide en las perfecciones cinematográfico-tecnológicas, qué fallos tienen y haberlos háilos. Su excelencia se mide en su capacidad para seducirnos, casi abducirnos y hacer desaparecer de nuestra vida noventa o ciento veinte minutos hasta poder decir como Sabina "¿Quien me ha robado el mes de Abril?" "¿Quién me ha robado del mes de Abril, 114 minutos?".
Dicho esto, les recomiendo que la vean. Enciendan las lámparas de gas. Sientan como la llama se debilita al tiempo que el sonido de unos pasos se engrandece. Dense un paseo turístico por Thornton Square. Si. El número 9, como el preso. Tal vez tengan suerte y puedan atisbar desde la casa de enfrente a sus misteriosos inquilinos. Deléitense con sus excepcionales interpretaciones. Puedo decirles que desconocía el Oscar otorgado a Ingrid Bergman. Cuando lo leí supe que hay ocasiones en que se impone la justicia. Con todo lo que ustedes quieran acerca de los oscuros motivos de los Oscar. Pero la actriz sueca se lo merecía. Charles Boyer, igualmente excelente, está eclipsado por la diva. Cotten está magnífico. Dame May Whitty quien un año después protagonizaría otro film cargadito de presuntas enfermedades mentales, My name is Julia Ross, ofrece un buen trabajo como la típica vecina entrometida y no olvidarse de Ángela Lansbury en su primer trabajo para la pantalla grande y que, desde la frivolidad, parece estar tomando notas para lo que sería su gran éxito, Se ha escrito un crimen.
Finalizo con Cukor. Cukor no es el Cukor reconocible en Historias de Filadelfia o La costilla de Adán, pero si es el Cukor que sabe sacar los mejores registros de sus actrices. El suspense, el interés y la intriga parecen más propios del orondo don Alfredo lo cual es un punto a favor del londinense y punto y medio a favor del estadounidense.
Un poco de seriedad. Hay películas buenas y muy buenas y su bondad no solo se mide en las perfecciones cinematográfico-tecnológicas, qué fallos tienen y haberlos háilos. Su excelencia se mide en su capacidad para seducirnos, casi abducirnos y hacer desaparecer de nuestra vida noventa o ciento veinte minutos hasta poder decir como Sabina "¿Quien me ha robado el mes de Abril?" "¿Quién me ha robado del mes de Abril, 114 minutos?".
Dicho esto, les recomiendo que la vean. Enciendan las lámparas de gas. Sientan como la llama se debilita al tiempo que el sonido de unos pasos se engrandece. Dense un paseo turístico por Thornton Square. Si. El número 9, como el preso. Tal vez tengan suerte y puedan atisbar desde la casa de enfrente a sus misteriosos inquilinos. Deléitense con sus excepcionales interpretaciones. Puedo decirles que desconocía el Oscar otorgado a Ingrid Bergman. Cuando lo leí supe que hay ocasiones en que se impone la justicia. Con todo lo que ustedes quieran acerca de los oscuros motivos de los Oscar. Pero la actriz sueca se lo merecía. Charles Boyer, igualmente excelente, está eclipsado por la diva. Cotten está magnífico. Dame May Whitty quien un año después protagonizaría otro film cargadito de presuntas enfermedades mentales, My name is Julia Ross, ofrece un buen trabajo como la típica vecina entrometida y no olvidarse de Ángela Lansbury en su primer trabajo para la pantalla grande y que, desde la frivolidad, parece estar tomando notas para lo que sería su gran éxito, Se ha escrito un crimen.
Finalizo con Cukor. Cukor no es el Cukor reconocible en Historias de Filadelfia o La costilla de Adán, pero si es el Cukor que sabe sacar los mejores registros de sus actrices. El suspense, el interés y la intriga parecen más propios del orondo don Alfredo lo cual es un punto a favor del londinense y punto y medio a favor del estadounidense.
5 de diciembre de 2011
5 de diciembre de 2011
71 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Luz que agoniza”, es un excelente film de George Cukor, en el que nos demuestra su versativilidad cinematográfica, no tan solo en la dirección de actrices, sino también en saber adaptar a la gran pantalla todo un clásico del thriller psicológico, basado en la obra teatral de Gaslight, escrita por Patrick Hamilton.
Su saber hacer se nota en toda la cinta, desde la dirección de actores hasta en todos los mínimos detalles de la decoración (soberbios en todos los aspectos). Mención aparte merece el enorme trabajo de una hermosísima Ingrid Berman, superior en su papel de mujer maltratada y postergada por su esposo con el único empeño de conseguir que ella misma llegue a considerarse con sus facultades perturbadas. Asimismo no podemos olvidar el papel de Charles Boyer (sus miradas, gestos, cambios de humor, la forma como trata a su esposa y como llega a dominar su voluntad), el papel de Joseph Cotten, en ésta cinta aunque su papel no tiene la relevancia de sus compañeros, cumple a la perfección. No podemos entrar a juzgar que director la hubiera tratado mejor, porqué tal hecho no sucedió, no existe, todo lo que se diga son puras conjeturas.
“Luz que agoniza” es una película muy bien conseguida y digna de ser vista.
Su saber hacer se nota en toda la cinta, desde la dirección de actores hasta en todos los mínimos detalles de la decoración (soberbios en todos los aspectos). Mención aparte merece el enorme trabajo de una hermosísima Ingrid Berman, superior en su papel de mujer maltratada y postergada por su esposo con el único empeño de conseguir que ella misma llegue a considerarse con sus facultades perturbadas. Asimismo no podemos olvidar el papel de Charles Boyer (sus miradas, gestos, cambios de humor, la forma como trata a su esposa y como llega a dominar su voluntad), el papel de Joseph Cotten, en ésta cinta aunque su papel no tiene la relevancia de sus compañeros, cumple a la perfección. No podemos entrar a juzgar que director la hubiera tratado mejor, porqué tal hecho no sucedió, no existe, todo lo que se diga son puras conjeturas.
“Luz que agoniza” es una película muy bien conseguida y digna de ser vista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Uno de los detalles más memorables de la película, es la única salida que realiza el matrimonio para asistir a una fiesta a la que han sido invitados, y al observar el marido la existencia del detective que interpreta Joseph Cotten, se quita el reloj de bolsillo lo introduce en el bolso de su esposa y le dice que se lo han robado, lo que hace pensarle a ella que es la culpable de tal pérdida, abandonado la sala entre sollozos, y la única explicación que se escucha es “tenemos que marchar, mi esposa no se encuentra bien”.
7 de octubre de 2006
7 de octubre de 2006
65 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
George Cukor, el llamado director de actrices (con permiso de Almodóvar), llevó a la gran pantalla la pieza teatral epónima en su título original en ingés "Gaslight" del novelista, ensayista y dramaturgo alcohólico y marxista de origen británico, Patrick Hamilton, el mismo que años antes creara otra gran obra teatral, "La Soga", y que también posteriormente tendría su réplica en la gran pantalla, esta vez de la mano del maestro del suspense Alfred Hitchcock...
"Luz que agoniza" es una obra maestra sin paliativos, por la hondura de las caracterizaciones, por la brutal y sorprendente puesta en escena sólo a base de decorados preparados para la causa..., por su maestría narrativa y por unas actuaciones realmente apabullantes a cargo de un elenco estelar de primera magnitud...
Para algunos supuso la ruptuta con los prejuicios que durante siglos la mujer había tenido que soportar...la crueldad de un marido sustentador de la unidad familiar, abusador y maltratador físico y psicológico...
Al punto todo ésto, que incluso la expresión "hacer luz de gas" llegó a aceptarse comúnmente como modo de referirse al maltrato psicológico que algunos tipejos inflingen a sus esposas...
Pero "Luz que agoniza" no sólo será recordada por todo ésto, sino que también será celebrada en los años venideros como una de las más esplendorosas actuaciones de su dueto protagonista; por una parte un magnífico Charles Boyer (ese famoso actor francés cuyo marcado acento en esta película, dio a su personaje un cierto toque de elegante y oscura petulancia a lo vampiro de Transilvania, y cuya vida personal estuvo marcada por la tragedia) interpretando el papel del cínico y clasista asesino, melómano y amante de las joyas, de origen humilde como así le gustaba a su creador Patrick Hamilton...
...Gregory Anton o mejor dicho Sergis Sauber(C. Boyer), ese músico de Praga tenía la impresión cada vez que viajaba a Londres de que era una ciudad de contrastes...de contrastes entre la gente que como él era pobre y desraizada y se sentían allí más pobres aún..., y de aquella otra agente que moraba en cálidos hogares, y donde los tulipanes y los narcisos en primavera junto con el sol en las alturas hacía que se sintieran aún más ricos y confortables que en ninguna otra parte del mundo... o por lo menos así lo percibía el sr Anton...
Y luego estaría la gran actriz sueca Ingrid Bergman cuya actuación en esta película le valió un merecidísimo oscar como exponente de la mujer atormentada y seducida por el enigmático lado oscuro y sombrío de ciertos hombres...
La fotografía, INMENSA a cargo de Joseph Ruttenberg...en la música destacar el aria de la locura de "Lucia de Lammermoor" de Donizetti para ambientar así mejor la obra..
Y como anécdota reseñar la fantástica primera aparición de Angela Lansbury en la gran pantalla cumpliendo los 18 en pleno rodaje...
OBRA MAESTRA
"Luz que agoniza" es una obra maestra sin paliativos, por la hondura de las caracterizaciones, por la brutal y sorprendente puesta en escena sólo a base de decorados preparados para la causa..., por su maestría narrativa y por unas actuaciones realmente apabullantes a cargo de un elenco estelar de primera magnitud...
Para algunos supuso la ruptuta con los prejuicios que durante siglos la mujer había tenido que soportar...la crueldad de un marido sustentador de la unidad familiar, abusador y maltratador físico y psicológico...
Al punto todo ésto, que incluso la expresión "hacer luz de gas" llegó a aceptarse comúnmente como modo de referirse al maltrato psicológico que algunos tipejos inflingen a sus esposas...
Pero "Luz que agoniza" no sólo será recordada por todo ésto, sino que también será celebrada en los años venideros como una de las más esplendorosas actuaciones de su dueto protagonista; por una parte un magnífico Charles Boyer (ese famoso actor francés cuyo marcado acento en esta película, dio a su personaje un cierto toque de elegante y oscura petulancia a lo vampiro de Transilvania, y cuya vida personal estuvo marcada por la tragedia) interpretando el papel del cínico y clasista asesino, melómano y amante de las joyas, de origen humilde como así le gustaba a su creador Patrick Hamilton...
...Gregory Anton o mejor dicho Sergis Sauber(C. Boyer), ese músico de Praga tenía la impresión cada vez que viajaba a Londres de que era una ciudad de contrastes...de contrastes entre la gente que como él era pobre y desraizada y se sentían allí más pobres aún..., y de aquella otra agente que moraba en cálidos hogares, y donde los tulipanes y los narcisos en primavera junto con el sol en las alturas hacía que se sintieran aún más ricos y confortables que en ninguna otra parte del mundo... o por lo menos así lo percibía el sr Anton...
Y luego estaría la gran actriz sueca Ingrid Bergman cuya actuación en esta película le valió un merecidísimo oscar como exponente de la mujer atormentada y seducida por el enigmático lado oscuro y sombrío de ciertos hombres...
La fotografía, INMENSA a cargo de Joseph Ruttenberg...en la música destacar el aria de la locura de "Lucia de Lammermoor" de Donizetti para ambientar así mejor la obra..
Y como anécdota reseñar la fantástica primera aparición de Angela Lansbury en la gran pantalla cumpliendo los 18 en pleno rodaje...
OBRA MAESTRA
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
14 de octubre de 187... los periódicos sacan en primera plana la noticia del asesinato de la diva del bel canto, Alicia Alquist, a manos de un misterioso asesino que ha salido indemne del delito, en el número 9 de la pequeña y lujosa plaza de Thornton Square de Londres...
Alicia vivía con la hija de su difunta hermana, Paula (I. Bergman), quien hasta entonces había sido críada junto a su tía y su mentor el sr. Muffin (Halliwell Hobbes)...
Así pues, en la espesura de la densa niebla del invierno londinense Paula es envíada a Roma, al cuidado de un antiguo mentor de su tía, el pofesor de canto lírico el sr Guardi (Emil Rameau)... 10 años más tarde de la tragedia, la pequeña Paula se ha convertido en una bella mujer enamorada de un músico colaborador del profesor Guardi, el sr Gregory Anton...
Se casan en la Lombardía, en las proximidades del lago Como y posteriormente se trasladan por deseo encubierto del propio Gregory a la vieja casa familiar de Thornton Square en Londres...
Allí, las luces de gas de las farolas de la plaza y de las lámparas del interior de la casa languidecen y se avivan al ritmo de los frenéticos sucesos que se van desencadenando...
En el interior de la casa, en la compañía de la vieja y sorda cocinera Elisabeth (Barbara Everest) y de la recientemente contratada criada, la pícara Nancy (Angela Lansbury), Gregory irá mermando paulatinamente la moral y la salud mental de su esposa, haciéndole creer que es despistada y olvidadiza...
Unas viejas y valiosas joyas que el zar de Rusia regaló a su difunta tía tienen la culpa...Gregory en realidad se llama Sergis Sauber, es un humilde aspirante a estrella de la música checo y tiene una esposa en Praga...su verdadero objetivo es quedarse con la casa para buscar con tranquilidad las joyas que en su día, cuando asesinó a Alicia Alquist no fue capaz de encontrar...
Una vecina cotilla y apodada Blessie "La macabra" (Dame May Whitty)...un antiguo admirador de Alicia, el inspector de Scotland Yard sr Cameron (Joseph Cotten) y su pupilo, el vigilante policial nocturno Williams (Tom Stevenson)...un pasillo secreto detrás del bloque de manzanas donde viven Gregory y Paula... una buhardilla con viejas joyas y muebles de la época gloriosa de la famosa tía...luces de gas que languidecen y se avivan... pasos en el piso de arriba... las anheladas joyas engarzadas en un viejo traje de empreatriz Teodora regalo del zar a Alicia Alquist...y un asesino finalmente apresado son algunos de los ingredientes de esta espléndida
película.
Alicia vivía con la hija de su difunta hermana, Paula (I. Bergman), quien hasta entonces había sido críada junto a su tía y su mentor el sr. Muffin (Halliwell Hobbes)...
Así pues, en la espesura de la densa niebla del invierno londinense Paula es envíada a Roma, al cuidado de un antiguo mentor de su tía, el pofesor de canto lírico el sr Guardi (Emil Rameau)... 10 años más tarde de la tragedia, la pequeña Paula se ha convertido en una bella mujer enamorada de un músico colaborador del profesor Guardi, el sr Gregory Anton...
Se casan en la Lombardía, en las proximidades del lago Como y posteriormente se trasladan por deseo encubierto del propio Gregory a la vieja casa familiar de Thornton Square en Londres...
Allí, las luces de gas de las farolas de la plaza y de las lámparas del interior de la casa languidecen y se avivan al ritmo de los frenéticos sucesos que se van desencadenando...
En el interior de la casa, en la compañía de la vieja y sorda cocinera Elisabeth (Barbara Everest) y de la recientemente contratada criada, la pícara Nancy (Angela Lansbury), Gregory irá mermando paulatinamente la moral y la salud mental de su esposa, haciéndole creer que es despistada y olvidadiza...
Unas viejas y valiosas joyas que el zar de Rusia regaló a su difunta tía tienen la culpa...Gregory en realidad se llama Sergis Sauber, es un humilde aspirante a estrella de la música checo y tiene una esposa en Praga...su verdadero objetivo es quedarse con la casa para buscar con tranquilidad las joyas que en su día, cuando asesinó a Alicia Alquist no fue capaz de encontrar...
Una vecina cotilla y apodada Blessie "La macabra" (Dame May Whitty)...un antiguo admirador de Alicia, el inspector de Scotland Yard sr Cameron (Joseph Cotten) y su pupilo, el vigilante policial nocturno Williams (Tom Stevenson)...un pasillo secreto detrás del bloque de manzanas donde viven Gregory y Paula... una buhardilla con viejas joyas y muebles de la época gloriosa de la famosa tía...luces de gas que languidecen y se avivan... pasos en el piso de arriba... las anheladas joyas engarzadas en un viejo traje de empreatriz Teodora regalo del zar a Alicia Alquist...y un asesino finalmente apresado son algunos de los ingredientes de esta espléndida
película.
24 de agosto de 2008
24 de agosto de 2008
37 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una trama en la época de finales del siglo XIX, esta película excelentemente ambientada, nos cuenta la obsesión interesada de un pianista por una mujer. El pianista no es otro que Charles Boyer que ha logrado enamorar a Ingrid Bergman y casarse con ella con el viejo cuento de Te querré para siempre, lo que una dulce esposa espera.
Una obra maestra con unas actuaciones de maestros de la escena como son Charles Boyer e Ingrid Bergman.
Charles Boyer, imponente, conjuga sus pautas con un dominio total de la expresión, de cariñoso marido con sonrisa bendita, a despiadado y frío calculador con una mirada medio cerrando los ojos que lanza puñales asesinos. Ingrid Bergman con su delicada figura y su rostro cansado se convierte en el paradigma de la señora desvalida por todos los sitios. Un papel a su medida que Cukor no desaprovecha.
Y ahí está el comisario en la figura de Jospeh Cotten y la aparición de una joven Ángela Lansbury, siendo ambos otro punto imprescindible de esta película. Ellos forman otro eslabón en la trama, una trama intrigante con las argucias del pianista y su espeluznante presión psicológica hacia una inocente.
La situación de la casa, otro aspecto de la trama, nos la explican hasta con un croquis para que no nos despistemos. El clima en las calles de Londres con su densa niebla de rigor, es el esperado, contando con el siempre tranquilizador paseo del bobby y sus saludos a los vecinos. Por último, el caminar del misterioso señor Charles Boyer de noche con su doble vida, desapareciendo en la esquina, son toques de lo que es una película policíaca del más alto nivel, género que Cukor prefirió apartar para dar una lección de interpretación y sentimientos encontrados entre el amor y la ambición.
Nada de aburrida, un vestuario y ambientación de lo más adecuada y espléndida realización. Una de las fijas en la lista de películas que hay que ver.
Una obra maestra con unas actuaciones de maestros de la escena como son Charles Boyer e Ingrid Bergman.
Charles Boyer, imponente, conjuga sus pautas con un dominio total de la expresión, de cariñoso marido con sonrisa bendita, a despiadado y frío calculador con una mirada medio cerrando los ojos que lanza puñales asesinos. Ingrid Bergman con su delicada figura y su rostro cansado se convierte en el paradigma de la señora desvalida por todos los sitios. Un papel a su medida que Cukor no desaprovecha.
Y ahí está el comisario en la figura de Jospeh Cotten y la aparición de una joven Ángela Lansbury, siendo ambos otro punto imprescindible de esta película. Ellos forman otro eslabón en la trama, una trama intrigante con las argucias del pianista y su espeluznante presión psicológica hacia una inocente.
La situación de la casa, otro aspecto de la trama, nos la explican hasta con un croquis para que no nos despistemos. El clima en las calles de Londres con su densa niebla de rigor, es el esperado, contando con el siempre tranquilizador paseo del bobby y sus saludos a los vecinos. Por último, el caminar del misterioso señor Charles Boyer de noche con su doble vida, desapareciendo en la esquina, son toques de lo que es una película policíaca del más alto nivel, género que Cukor prefirió apartar para dar una lección de interpretación y sentimientos encontrados entre el amor y la ambición.
Nada de aburrida, un vestuario y ambientación de lo más adecuada y espléndida realización. Una de las fijas en la lista de películas que hay que ver.
5 de enero de 2010
5 de enero de 2010
39 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos de acuerdo casi todos que "Luz que agoniza" explica su trama casi desde el principio, lo cual es lo mismo que decir que sus más de sesenta años la han caducado y sólo es apta para los que gustamos de mirar para atrás y puestos a perder el tiempo con mediocridades del s.XXI, preferimos el blanco y negro de tiempos tan lejanos. La intriga está vendida desde el primer minuto gracias a un malo Charles Boyer que sobreactúa, es un tío despreciable, pero lo forzado de sus gestos limitan a su personaje, y para mí ese es un defecto de ahora y de antes, nada tiene que ver con el paso del tiempo. El rodaje de las escenas de interior es lo más acertado, la composición de luces y sombras ofrece su mejor resultado, muchos deberían aprender de esta faceta de Cukor.
Pero principalmente esta crítica es mi homenaje a una Bergman de otro planeta, de aquel tiempo, sí, pero también de otro planeta. Su belleza, su presencia, un gesto, una mirada, un lamento suyo (en esta película muchos), cualquier mínimo movimiento se merece mi atención, con mis pupilas pegadas a mi TV, esperando que me hable a mí, pobre ingenuo, ojalá mandara por ahí al pesado del Boyer, ojalá pudiera salir de la pantalla o dejar yo este mundo material y aburrido y poder tocarla, ojalá hubiera coincidido su tiempo y el mio y no la de la Pretty Woman y la de más allá, a Ingrid Brergman es a quien yo idolatro, a quien amo, desde aquí y para siempre.
Pero principalmente esta crítica es mi homenaje a una Bergman de otro planeta, de aquel tiempo, sí, pero también de otro planeta. Su belleza, su presencia, un gesto, una mirada, un lamento suyo (en esta película muchos), cualquier mínimo movimiento se merece mi atención, con mis pupilas pegadas a mi TV, esperando que me hable a mí, pobre ingenuo, ojalá mandara por ahí al pesado del Boyer, ojalá pudiera salir de la pantalla o dejar yo este mundo material y aburrido y poder tocarla, ojalá hubiera coincidido su tiempo y el mio y no la de la Pretty Woman y la de más allá, a Ingrid Brergman es a quien yo idolatro, a quien amo, desde aquí y para siempre.
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