Bad Boys: Ride or Die
2024 

5,6
4.837
8 de junio de 2024
8 de junio de 2024
41 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribo esto con cierta tristeza, y es que quería, deseaba, que esta película me hiciera pasar un buen rato como es lo que pretende cualquier blockbuster veraniego. No soy fan de la franquicia pero Bad Boys II me parece de lo mejorcito que hemos tenido en comedias de acción, una buddy film alocada, gamberra, y con algunas secuencias alucinantes propias del buen hacer de Michael Bay en este tipo de películas.
Pero de eso han pasado 20 años, ya no tenemos a Bay tras las cámaras y nuestro dúo de chicos malos van camino de los 60. Dos jubilados rebeldes, más bien. Vi la entrega anterior con cierta reticencia pero creo que ese regreso tardío y algo descafeinado todavía ofrecía buenas risas y daba para un rato agradable, aún notándose el bajón del cambio de director e incluso de tono. No puedo decir lo mismo de esta cuarta (y espero que última) entrega.
La trama de fondo con el villano es tan genérica que prácticamente te olvidas de ella, no te importa lo más mínimo. Lo importante es ver a esos dos con sus chistes y sus movidas de policías molones completamente ajenas de la realidad policial en Estados Unidos. Pero no funciona. Will Smith, no sé si es por el tono que han querido darle aquí o si todavía le pesa aquella bofetada, pero va en modo automático. Se limita a seguirle las gracietas a Martin Lawrence, que está bastante insoportable y además cuenta con un doblador nuevo en castellano que es absolutamente terrible, os recomiendo encarecidamente verla en versión original. Y es que el 80% de la película son gracietas de su personaje, chorradas que no me produjeron ni una carcajada, la sala tampoco reaccionó a casi ningún chiste.
La acción me pareció bastante pobre en su mayoría, y escasa. La película tarda demasiado en arrancar y cuando lo hace tampoco ofrece nada mejor a lo ya visto en las anteriores. Tampoco hacen nada interesante con los policías jóvenes como para que recojan el testigo en un futuro, se limitan a ser meros peones que acompañan en cuatro escenas contadas y ya. Más divertido está el pequeño papel que le dan a Reggie en esta entrega. Jacob Scipio como hijo del personaje de Will se siente también desaprovechado, tras ver el potencial que tiene en su primera aparición en prisión. Rhea Seehorn no sé que hace aquí perdiendo el tiempo. Tiffany Haddish con el gag más estúpido de toda la película, que ya es decir.
Una película completamente olvidable, que a duras penas funciona como comedia o como peli de acción. Lo pasarás mejor revisionando las dos primeras.
Lo mejor: la última media hora levanta algo la cosa, el cameo, Reggie.
Lo peor: mal ritmo, una trama aburrida con un villano sin interés, chistes que no funcionan. El doblaje es criminal. Actores secundarios mal aprovechados.
Pero de eso han pasado 20 años, ya no tenemos a Bay tras las cámaras y nuestro dúo de chicos malos van camino de los 60. Dos jubilados rebeldes, más bien. Vi la entrega anterior con cierta reticencia pero creo que ese regreso tardío y algo descafeinado todavía ofrecía buenas risas y daba para un rato agradable, aún notándose el bajón del cambio de director e incluso de tono. No puedo decir lo mismo de esta cuarta (y espero que última) entrega.
La trama de fondo con el villano es tan genérica que prácticamente te olvidas de ella, no te importa lo más mínimo. Lo importante es ver a esos dos con sus chistes y sus movidas de policías molones completamente ajenas de la realidad policial en Estados Unidos. Pero no funciona. Will Smith, no sé si es por el tono que han querido darle aquí o si todavía le pesa aquella bofetada, pero va en modo automático. Se limita a seguirle las gracietas a Martin Lawrence, que está bastante insoportable y además cuenta con un doblador nuevo en castellano que es absolutamente terrible, os recomiendo encarecidamente verla en versión original. Y es que el 80% de la película son gracietas de su personaje, chorradas que no me produjeron ni una carcajada, la sala tampoco reaccionó a casi ningún chiste.
La acción me pareció bastante pobre en su mayoría, y escasa. La película tarda demasiado en arrancar y cuando lo hace tampoco ofrece nada mejor a lo ya visto en las anteriores. Tampoco hacen nada interesante con los policías jóvenes como para que recojan el testigo en un futuro, se limitan a ser meros peones que acompañan en cuatro escenas contadas y ya. Más divertido está el pequeño papel que le dan a Reggie en esta entrega. Jacob Scipio como hijo del personaje de Will se siente también desaprovechado, tras ver el potencial que tiene en su primera aparición en prisión. Rhea Seehorn no sé que hace aquí perdiendo el tiempo. Tiffany Haddish con el gag más estúpido de toda la película, que ya es decir.
Una película completamente olvidable, que a duras penas funciona como comedia o como peli de acción. Lo pasarás mejor revisionando las dos primeras.
Lo mejor: la última media hora levanta algo la cosa, el cameo, Reggie.
Lo peor: mal ritmo, una trama aburrida con un villano sin interés, chistes que no funcionan. El doblaje es criminal. Actores secundarios mal aprovechados.
6 de junio de 2024
6 de junio de 2024
30 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su momento, allá por enero de 2020 y en tiempos pre-pandémicos, comparé la tercera entrega de 'Dos policías rebeldes' con la cuarta entrega de 'Arma letal'. Por resumir: Tú dales el dinero y que la química del reparto haga el resto. El guión es lo de menos cuando, al fin y al cabo, hablamos de "una de tiros". Y cualquiera que se acuerde de 'El último gran héroe' ya sabe de lo que hablo. Qué gran película por cierto, y qué gran pérdida la de John McTiernan. Más de 20 años sin estrenar película, qué ascopena.
En fin, la diferencia entre ambas radicaba en el tiempo transcurrido entre estas y las anteriores entregas: 'Arma letal 4' pilló a Mel Gibson en caliente y siendo aún una gran estrella internacional, mientras que 'Bad Boys for Life' pilló a Will Smith de capa caída, en un aparente intento por recuperar el brillo perdido (y pre-hostia) recurriendo para la causa a una franquicia del pasado. Lo habitual: Un buen cheque y a sentirse de nuevo el centro del universo, aunque sólo sea durante un fin de semana.
Porque se trata de poco más que eso, de estirar el chicle lo que se pueda. Más de cuatro años después no recuerdo nada de 'Bad Boys for Life', y apuesto a que dentro de cuatro años tampoco me acordaré de nada de 'Bad Boys: Ride or Die'. Si acaso de Rhea Seehorn en uno de esos papeles con los que "comprarse una casa y no mirar atrás". O sea, si la de 2020 funcionó razonablemente bien, que esperar si no más de lo mismo. O eso me ha parecido entender leyendo lo que dejé escrito en 2020...
"Una de acción (y comedia)" al estilo de Mike Lowrey y Marcus Burnett sin perjuicio para la causa. Servida quizá con algo más de confianza y soltura gracias al impulso del éxito de la anterior, con Adil El Arbi y Bilall Fallah de nuevo como eficaces sucedáneos (o imitadores) de cuando Peter Berg emulaba ser Michael Bay, quien, de nuevo, por descontado, tiene un cameo. Y quien dice sucedáneo, se refiere a un sucedáneo (o imitación) a lo barato (o a lo pobre), con el uso de drones a lo 'Ambulance - Plan de huida' incluido.
Es lo que lastraba a 'Bad Boys for Life', y lo que también lastra a 'Bad Boys: Ride or Die', sendas secuelas que a diferencia de la de 2003 es como si además nos pillasen en frío: La baja de alguien tan personal -por mucho que le pese a sus detractores- como Michael Bay es demasiado sensible cuando el guión es tan rutinario, los recursos económicos se adivinan mucho más justos y el nivel de espectacularidad es claramente inferior. De ahí la evidente sensación de ser un sucedáneo y/o una imitación.
No obstante, como "sucedáneo y/o imitación" puede dar el pego y en las distancias cortas, funcionar. Al fin y al cabo un Casio da la hora igual que un Rolex, y al igual que 'Bad Boys for Life', en las distancias cortas 'Bad Boys: Ride or Die' da el pego. La herencia y sobre todo el recuerdo de la herencia juega a su favor, por descontado, elevándola por encima de sus limitadas pretensiones como producto comercial veraniego al que no mirarle el diente. Sentarse. Disfrutar moderadamente. Olvidar.
Hasta que dentro de cuatro años se estrene la siguiente. No nos acordaremos de 'Bad Boys: Ride or Die', pero sí de Mike Lowrey y Marcus Burnett. Y de Will Smith y Martin Lawrence. Y al menos Rhea Seehorn también de la casa que se compró gracias a ella.
En fin, la diferencia entre ambas radicaba en el tiempo transcurrido entre estas y las anteriores entregas: 'Arma letal 4' pilló a Mel Gibson en caliente y siendo aún una gran estrella internacional, mientras que 'Bad Boys for Life' pilló a Will Smith de capa caída, en un aparente intento por recuperar el brillo perdido (y pre-hostia) recurriendo para la causa a una franquicia del pasado. Lo habitual: Un buen cheque y a sentirse de nuevo el centro del universo, aunque sólo sea durante un fin de semana.
Porque se trata de poco más que eso, de estirar el chicle lo que se pueda. Más de cuatro años después no recuerdo nada de 'Bad Boys for Life', y apuesto a que dentro de cuatro años tampoco me acordaré de nada de 'Bad Boys: Ride or Die'. Si acaso de Rhea Seehorn en uno de esos papeles con los que "comprarse una casa y no mirar atrás". O sea, si la de 2020 funcionó razonablemente bien, que esperar si no más de lo mismo. O eso me ha parecido entender leyendo lo que dejé escrito en 2020...
"Una de acción (y comedia)" al estilo de Mike Lowrey y Marcus Burnett sin perjuicio para la causa. Servida quizá con algo más de confianza y soltura gracias al impulso del éxito de la anterior, con Adil El Arbi y Bilall Fallah de nuevo como eficaces sucedáneos (o imitadores) de cuando Peter Berg emulaba ser Michael Bay, quien, de nuevo, por descontado, tiene un cameo. Y quien dice sucedáneo, se refiere a un sucedáneo (o imitación) a lo barato (o a lo pobre), con el uso de drones a lo 'Ambulance - Plan de huida' incluido.
Es lo que lastraba a 'Bad Boys for Life', y lo que también lastra a 'Bad Boys: Ride or Die', sendas secuelas que a diferencia de la de 2003 es como si además nos pillasen en frío: La baja de alguien tan personal -por mucho que le pese a sus detractores- como Michael Bay es demasiado sensible cuando el guión es tan rutinario, los recursos económicos se adivinan mucho más justos y el nivel de espectacularidad es claramente inferior. De ahí la evidente sensación de ser un sucedáneo y/o una imitación.
No obstante, como "sucedáneo y/o imitación" puede dar el pego y en las distancias cortas, funcionar. Al fin y al cabo un Casio da la hora igual que un Rolex, y al igual que 'Bad Boys for Life', en las distancias cortas 'Bad Boys: Ride or Die' da el pego. La herencia y sobre todo el recuerdo de la herencia juega a su favor, por descontado, elevándola por encima de sus limitadas pretensiones como producto comercial veraniego al que no mirarle el diente. Sentarse. Disfrutar moderadamente. Olvidar.
Hasta que dentro de cuatro años se estrene la siguiente. No nos acordaremos de 'Bad Boys: Ride or Die', pero sí de Mike Lowrey y Marcus Burnett. Y de Will Smith y Martin Lawrence. Y al menos Rhea Seehorn también de la casa que se compró gracias a ella.
8 de junio de 2024
8 de junio de 2024
24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bad Boys 4: Ride or Die, titulada en Latinoamérica Hasta la muerte, es la cuarta entrega de la popular saga, una que parecía finalizada con la maravillosa segunda cinta de 2003, pero que años después se retomó con el mayor éxito de la marca, y de ahí la existencia de esta nueva película. No voy a entrar en muchos detalles de las anteriores películas, porque en breves tendréis un especial de la saga Bad Boys, pero me declaro fan absoluto de las dos primeras entregas, la primera un clásico icónico de los 90, y la segunda una orgía visual única e irrepetible.
La tercera me parece una entrega muy digna, pero no está al nivel de las dos primeras, en especial por un guion excesivamente telenovelesco, y por la ausencia de una acción más desenfrenada, y eso que la segunda era de casi veinte años antes. Pero eh, funcionó, por lo que no se le podía decir que no a otra secuela, con los mismos actores, ya que, seamos sinceros, sin Smith y Lawrence esto no tiene ningún sentido.
La crítica no ha quedado tan convencida como con la anterior entrega, siendo curioso que la tercera y la cuarta sean las más aplaudidas, y la primera y la segunda tengan un suspenso en Rotten Tomatoes, en especial la de 2003, una cinta de acción por la que mataríamos hoy en día. Repitan conmigo, no hay que hacer caso a los críticos. Pero bueno, tampoco han masacrado a esta cuarta parte, simplemente la han abrazado con tibieza.
Y ojo, porque parece ser que los Bad Boys van a ser los grandes salvadores de la taquilla según las primeras estimaciones, así que ni superhéroes ni nada, los clásicos nunca mueren, y los dos policías rebeldes han venido a arreglar el día, según lo que se comenta. De lo que no me cabe duda, y ya comienzo con la crítica, es de que el público que salió entusiasmado con la tercera parte, que me consta que fueron bastantes, también lo hará con está, ya que repite el esquema, sin que eso sea un contra, pero con algunos añadidos que quizás la dejen en mejor lugar.
Repiten en la dirección Adil El Arbi y Bilall Fallah los mismos de la anterior entrega, y cuya película de Batgirl jamás verá la luz. Lo que es seguro es que han dejado bien claro que la acción se les da de miedo, no al nivel Michael Bay, porque eso son palabras mayores, y sólo hay que ver peliculones como La Roca, Armageddon, o Bad Boys 2 para finalizar el debate, pero sí al que se espera de un producto de estas características y de una entrega de la saga. Lo de la segunda película jamás va a volver suceder, porque en la época costó 130, y si haces lo mismo hoy en día, te vas a los 300 fácilmente, pero lo que acontece en esta cuarta parte sorprende, entre otras cosas porque es mucho más generosa en acción que la tercera, uno de los grandes problemas de aquélla.
Aquí asistimos a grandes set pieces, siendo curioso que la mejor de todas ellas no esté protagonizada por los dos protagonistas, y hasta aquí puedo leer. Siempre se echará de menos a Bay, porque es un monstruo en lo suyo, aunque haya quedado sepultado en los últimos años por el CGI de sus Transformers, pero estos dos muchachos han recogido bien el relevo, ofreciendo un gran espectáculo de acción que se nota que no se conforma y quiere ofrecer algo más, y de ahí las piruetas con las cámaras. Y espera, que encima ha costado solo 100 millones, 10 más que la anterior, y eso que luce mucho mejor y hay casi el doble de acción. Por fin unos directores que sí saben controlar presupuestos. Chapó.
En el guion vuelvo a tener sentimientos encontrados, ya que vuelve a cometer el mismo error que la tercera parte, que es tirar por la narración telenovelesca, con secretos del pasado y personajes que aparecen de repente y hasta ahora no sabías de su existencia, todo ello enfocado a dotar de más dramatismo a la historia, cuando seamos sinceros, las dos primeras funcionaban la mar de bien sin necesidad de estos trucos narrativos. Hay un malo, se le tiene que atrapar, a veces con una motivación, como la venganza o el secuestro, y a disfrutar. Aquí pecan de enrevesados, cuando no era necesario, pero es que encima al final son simplones y predecibles, porque te lo sabes todo desde el minuto uno, ya que esto lo hemos visto antes, aunque nuestros policías más rebeldes amenicen la velada.
Entiendo que son otros tiempos, y que el público de hoy en día, es decir, los adolescentes, demanda más dramatismo y tramas enrevesadas, que eso no quiere decir que sean complicadas, pero no creo que le haga falta a la saga Bad Boys, porque al final del día, la cruda realidad es que la tercera y la cuarta se distancian tanto de las estupendas dos primeras entregas, que no tienen el ADN, recorren su propio camino, siendo algo distinto. Pero repito, no pasa nada, se acepta, porque como espectáculo de acción, esta cuarta entrega cumple con creces, y los momentos cómicos, casi todos de la mano del gran Martin Lawrence, cumplen con creces, pero hay decisiones argumentales que no compro, al igual que en la tercera, y en las que no entraré por aquello de los spoilers, pero creo que se debe respetar el legado y no recurrir a los clichés de siempre. El resto, magnifique.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: El videoclub de Javi McClane (Youtube)
La tercera me parece una entrega muy digna, pero no está al nivel de las dos primeras, en especial por un guion excesivamente telenovelesco, y por la ausencia de una acción más desenfrenada, y eso que la segunda era de casi veinte años antes. Pero eh, funcionó, por lo que no se le podía decir que no a otra secuela, con los mismos actores, ya que, seamos sinceros, sin Smith y Lawrence esto no tiene ningún sentido.
La crítica no ha quedado tan convencida como con la anterior entrega, siendo curioso que la tercera y la cuarta sean las más aplaudidas, y la primera y la segunda tengan un suspenso en Rotten Tomatoes, en especial la de 2003, una cinta de acción por la que mataríamos hoy en día. Repitan conmigo, no hay que hacer caso a los críticos. Pero bueno, tampoco han masacrado a esta cuarta parte, simplemente la han abrazado con tibieza.
Y ojo, porque parece ser que los Bad Boys van a ser los grandes salvadores de la taquilla según las primeras estimaciones, así que ni superhéroes ni nada, los clásicos nunca mueren, y los dos policías rebeldes han venido a arreglar el día, según lo que se comenta. De lo que no me cabe duda, y ya comienzo con la crítica, es de que el público que salió entusiasmado con la tercera parte, que me consta que fueron bastantes, también lo hará con está, ya que repite el esquema, sin que eso sea un contra, pero con algunos añadidos que quizás la dejen en mejor lugar.
Repiten en la dirección Adil El Arbi y Bilall Fallah los mismos de la anterior entrega, y cuya película de Batgirl jamás verá la luz. Lo que es seguro es que han dejado bien claro que la acción se les da de miedo, no al nivel Michael Bay, porque eso son palabras mayores, y sólo hay que ver peliculones como La Roca, Armageddon, o Bad Boys 2 para finalizar el debate, pero sí al que se espera de un producto de estas características y de una entrega de la saga. Lo de la segunda película jamás va a volver suceder, porque en la época costó 130, y si haces lo mismo hoy en día, te vas a los 300 fácilmente, pero lo que acontece en esta cuarta parte sorprende, entre otras cosas porque es mucho más generosa en acción que la tercera, uno de los grandes problemas de aquélla.
Aquí asistimos a grandes set pieces, siendo curioso que la mejor de todas ellas no esté protagonizada por los dos protagonistas, y hasta aquí puedo leer. Siempre se echará de menos a Bay, porque es un monstruo en lo suyo, aunque haya quedado sepultado en los últimos años por el CGI de sus Transformers, pero estos dos muchachos han recogido bien el relevo, ofreciendo un gran espectáculo de acción que se nota que no se conforma y quiere ofrecer algo más, y de ahí las piruetas con las cámaras. Y espera, que encima ha costado solo 100 millones, 10 más que la anterior, y eso que luce mucho mejor y hay casi el doble de acción. Por fin unos directores que sí saben controlar presupuestos. Chapó.
En el guion vuelvo a tener sentimientos encontrados, ya que vuelve a cometer el mismo error que la tercera parte, que es tirar por la narración telenovelesca, con secretos del pasado y personajes que aparecen de repente y hasta ahora no sabías de su existencia, todo ello enfocado a dotar de más dramatismo a la historia, cuando seamos sinceros, las dos primeras funcionaban la mar de bien sin necesidad de estos trucos narrativos. Hay un malo, se le tiene que atrapar, a veces con una motivación, como la venganza o el secuestro, y a disfrutar. Aquí pecan de enrevesados, cuando no era necesario, pero es que encima al final son simplones y predecibles, porque te lo sabes todo desde el minuto uno, ya que esto lo hemos visto antes, aunque nuestros policías más rebeldes amenicen la velada.
Entiendo que son otros tiempos, y que el público de hoy en día, es decir, los adolescentes, demanda más dramatismo y tramas enrevesadas, que eso no quiere decir que sean complicadas, pero no creo que le haga falta a la saga Bad Boys, porque al final del día, la cruda realidad es que la tercera y la cuarta se distancian tanto de las estupendas dos primeras entregas, que no tienen el ADN, recorren su propio camino, siendo algo distinto. Pero repito, no pasa nada, se acepta, porque como espectáculo de acción, esta cuarta entrega cumple con creces, y los momentos cómicos, casi todos de la mano del gran Martin Lawrence, cumplen con creces, pero hay decisiones argumentales que no compro, al igual que en la tercera, y en las que no entraré por aquello de los spoilers, pero creo que se debe respetar el legado y no recurrir a los clichés de siempre. El resto, magnifique.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: El videoclub de Javi McClane (Youtube)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y bueno, qué decir de Will Smith y Martin Lawrence a estas alturas del cuento… El primero es Will Smith, ya está, no hay más qué decir, y bofetones aparte, siempre cumple, con un personaje como el de Mike Lowrey que le viene como anillo al dedo, aunque los años pasan, y la aburrida y ñoña evolución de personaje llama a la puerta, pero eh, le queremos igual. Respecto al señor Martin Lawrence, es un alivio cómico estupendo, con unos desternillantes gags que funcionan mucho mejor que en la tercera entrega, siempre y cuando aceptes las reglas del juego. De la misma forma que sin Smith no habría Bad Boys, sin Lawrence tampoco, siendo un dúo mítico al que siempre es un placer ver, y por eso pagamos la entrada una y otra vez, porque ellos son nuestros chicos malos. Para siempre.
El resto cumplen, sin más, como un convincente Eric Dane de villano, con una buena escena de presentación, aunque muy lejos del carisma de los de las dos primeras partes, o un Jacob Scipio que funciona como tercero en discordia. Eso sí, lo de Ioan Gruffudd clama al cielo, confirmándose que su carrera está muerta y enterrada. De nuevo, hasta aquí puedo leer. Y tampoco me veréis sonreír por la sangrante ausencia de Theresa Randle, con una sustitución agridulce y que resta puntos. Lo siento, pero ya he dejado claro que soy fan de la saga y está clase de cosas pueden conmigo…
Y finalizó con la banda sonora, cortesía de Lorne Balfe, con permiso de John Williams y Hans Zimmer, el compositor del momento, heredero de la fuerza del segundo, ya que fue su mentor, y que en la tercera entrega nos ofreció un trabajo espléndido, ya que impuso su propia identidad con temas para el recuerdo. Aquí lo que ha hecho es coger esos temas, mezclarlos con los de la primera parte, del gran Mark Mancina, y voila, habemus banda sonora, aunque más bien sería el greatest hits más perezoso de los últimos años. Que ojo, quedan genial en la película, porque son temas sobresalientes y te mejoran cualquier escena, pero no había visto nada igual desde la época del rincón del vago. Me he dado cuenta yo, no se van a dar cuenta los productores… En fin, supongo que la pareja le reclamaba un viaje a Hawái y el muchacho no tenía tiempo, pero sorprende algo así de un compositor tan talentoso.
En conclusión, otra buena entrega de la saga, por debajo de las dos primeras, clásicos indiscutibles, y quizás un poco por encima de la tercera, porque es más generosa con la acción, y eso que solo ha costado 10 millones más, en un total de 100 que suenan a ciencia ficción en unos tiempos en los que Hollywood está perdiendo el norte con los presupuestos, porque sinceramente, me dices que esta cinta de acción ha costado el doble, y viendo las locuras de los últimos años, me lo como con patatas.
La dirección está a la orden del día, el guion no es el más inspirado, pero no insulta a tu inteligencia, y entretiene y divierte a partes iguales, y el reparto se vende solo, con unos Smith y Lawrence en su salsa y que se merecen cada puñetero dólar, porque estas películas son suyas. Ellos son los Bad Boys, y no hay más que hablar. Como fan de la saga, salgo contento del cine, porque soy consciente de que el nivel de las primeras es inalcanzable, pero joder, también se agradece que no ofrezcan productos vacíos y sin alma, siendo consciente de que deben están adaptados a los tiempos que corren y al público de hoy en día, aunque sin olvidar lo que hicieron tan grandes a estos policías rebeldes.
Soy perro viejo, pero acepto los cambios y le digo sí a esta cuarta parte, en una saga en la que, afortunadamente, no hay ni una sola mala, es más, todas son buenas. ¿Y cuantas pueden decir eso? Exacto, muy pocas. No me importaría otra aventura más de los Bad Boys. Cabalgamos juntos, morimos juntos, rebeldes para siempre.
El resto cumplen, sin más, como un convincente Eric Dane de villano, con una buena escena de presentación, aunque muy lejos del carisma de los de las dos primeras partes, o un Jacob Scipio que funciona como tercero en discordia. Eso sí, lo de Ioan Gruffudd clama al cielo, confirmándose que su carrera está muerta y enterrada. De nuevo, hasta aquí puedo leer. Y tampoco me veréis sonreír por la sangrante ausencia de Theresa Randle, con una sustitución agridulce y que resta puntos. Lo siento, pero ya he dejado claro que soy fan de la saga y está clase de cosas pueden conmigo…
Y finalizó con la banda sonora, cortesía de Lorne Balfe, con permiso de John Williams y Hans Zimmer, el compositor del momento, heredero de la fuerza del segundo, ya que fue su mentor, y que en la tercera entrega nos ofreció un trabajo espléndido, ya que impuso su propia identidad con temas para el recuerdo. Aquí lo que ha hecho es coger esos temas, mezclarlos con los de la primera parte, del gran Mark Mancina, y voila, habemus banda sonora, aunque más bien sería el greatest hits más perezoso de los últimos años. Que ojo, quedan genial en la película, porque son temas sobresalientes y te mejoran cualquier escena, pero no había visto nada igual desde la época del rincón del vago. Me he dado cuenta yo, no se van a dar cuenta los productores… En fin, supongo que la pareja le reclamaba un viaje a Hawái y el muchacho no tenía tiempo, pero sorprende algo así de un compositor tan talentoso.
En conclusión, otra buena entrega de la saga, por debajo de las dos primeras, clásicos indiscutibles, y quizás un poco por encima de la tercera, porque es más generosa con la acción, y eso que solo ha costado 10 millones más, en un total de 100 que suenan a ciencia ficción en unos tiempos en los que Hollywood está perdiendo el norte con los presupuestos, porque sinceramente, me dices que esta cinta de acción ha costado el doble, y viendo las locuras de los últimos años, me lo como con patatas.
La dirección está a la orden del día, el guion no es el más inspirado, pero no insulta a tu inteligencia, y entretiene y divierte a partes iguales, y el reparto se vende solo, con unos Smith y Lawrence en su salsa y que se merecen cada puñetero dólar, porque estas películas son suyas. Ellos son los Bad Boys, y no hay más que hablar. Como fan de la saga, salgo contento del cine, porque soy consciente de que el nivel de las primeras es inalcanzable, pero joder, también se agradece que no ofrezcan productos vacíos y sin alma, siendo consciente de que deben están adaptados a los tiempos que corren y al público de hoy en día, aunque sin olvidar lo que hicieron tan grandes a estos policías rebeldes.
Soy perro viejo, pero acepto los cambios y le digo sí a esta cuarta parte, en una saga en la que, afortunadamente, no hay ni una sola mala, es más, todas son buenas. ¿Y cuantas pueden decir eso? Exacto, muy pocas. No me importaría otra aventura más de los Bad Boys. Cabalgamos juntos, morimos juntos, rebeldes para siempre.
15 de junio de 2024
15 de junio de 2024
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película mala, aunque sepa mal decirlo. Aunque te esfuerces en creer lo contrario mientras la ves.
Lo de la trama mejor ni mencionarlo. La película no podría ser más simple y, a la vez, estar peor contada. El guion tiene más agujeros que un queso gruyere, aunque esta saga tampoco es que se hubiera caracterizado por ser nunca una traslación de, pongamos por ejemplo, The Wire (ni falta que le hacía). Pero aquí es que ni le han dedicado media hora. Un ejemplo en la zona spoiler, para que os hagáis una idea. Todo es una sucesión de checkpoints formulaicos salpimentados de gags humorísticos aquí y allá. Los gags tienen (a veces) su gracia, aunque ya no lloras de la risa, ni de lejos, cómo pasaba en las dos originales. Además, se nota mucho que están cuidadosamente colocados cada X minutos para que no nos aburramos. Los momentos dramáticos, o que se supone que deberían serlo, no despiertan ninguna emoción. Los personajes, exceptuándolos a ellos dos, son meras caricaturas sin alma, puros robots que cumplen con el arquetipo que se les ha asignado. Y Smith y Lawrence, pues bien, parecen una copia justita de lo que habían llegado a ser en las dos originales, aunque cumplan.
Y refiriéndonos al estilo, ser Michael Bay parece más fácil de lo que es realmente. No es solo colocar la cámara en lugares inverosímiles, como una pistola, y seguir su trayectoria. Ni marcarse un travelling descendente desde el aire hasta llegar a la carretera. O pasar de un plano a otro cada 2 segundos para darle dinamismo al asunto. Eso, por sí solo, no sirve de nada si no construyes secuencias significativas con ello. Y aquí no hay ni una sola persecución o escena de acción inspirada. Tampoco ayuda nada el estilo entrecortado, el abuso de primeros planos, etc. que solo obedecen a un motivo: disimular que aquí nadie ha invertido un duro en crear coreografías de acción elaboradas ni poner en forma a los actores para que las desempeñen.
Otro (y llevamos ya unos cuantos) blockbuster sin alma, de escaso talento tras las cámaras, y más aún en el resto de apartados.
Lo de la trama mejor ni mencionarlo. La película no podría ser más simple y, a la vez, estar peor contada. El guion tiene más agujeros que un queso gruyere, aunque esta saga tampoco es que se hubiera caracterizado por ser nunca una traslación de, pongamos por ejemplo, The Wire (ni falta que le hacía). Pero aquí es que ni le han dedicado media hora. Un ejemplo en la zona spoiler, para que os hagáis una idea. Todo es una sucesión de checkpoints formulaicos salpimentados de gags humorísticos aquí y allá. Los gags tienen (a veces) su gracia, aunque ya no lloras de la risa, ni de lejos, cómo pasaba en las dos originales. Además, se nota mucho que están cuidadosamente colocados cada X minutos para que no nos aburramos. Los momentos dramáticos, o que se supone que deberían serlo, no despiertan ninguna emoción. Los personajes, exceptuándolos a ellos dos, son meras caricaturas sin alma, puros robots que cumplen con el arquetipo que se les ha asignado. Y Smith y Lawrence, pues bien, parecen una copia justita de lo que habían llegado a ser en las dos originales, aunque cumplan.
Y refiriéndonos al estilo, ser Michael Bay parece más fácil de lo que es realmente. No es solo colocar la cámara en lugares inverosímiles, como una pistola, y seguir su trayectoria. Ni marcarse un travelling descendente desde el aire hasta llegar a la carretera. O pasar de un plano a otro cada 2 segundos para darle dinamismo al asunto. Eso, por sí solo, no sirve de nada si no construyes secuencias significativas con ello. Y aquí no hay ni una sola persecución o escena de acción inspirada. Tampoco ayuda nada el estilo entrecortado, el abuso de primeros planos, etc. que solo obedecen a un motivo: disimular que aquí nadie ha invertido un duro en crear coreografías de acción elaboradas ni poner en forma a los actores para que las desempeñen.
Otro (y llevamos ya unos cuantos) blockbuster sin alma, de escaso talento tras las cámaras, y más aún en el resto de apartados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La trama de Rhea Seehorn es de risa. El conflicto final (sobre si dejar vivo o no al hijo de Smith) pivota alrededor de ella. Un personaje que solo ha pronunciado 4 líneas durante toda la película y protagonizado una escena de acción (la del coche en llamas). Pero lo que es de traca es lo de su hija. Aparece al principio de la película, en la boda de Smith, para soltar un chascarrillo. Y luego hacia al final aparece, DE LA NADA, en casa de la mujer de Smith (¿?) diciendo no sé qué de que su madre está persiguiendo a Smith y a Lawrence, como si no lo supiera ya (aunque tengo mis dudas, porque la mujer de Smith también es de las que salen 5 minutos en toda la peli). ¿A santo de qué decide ir a la casa de la mujer de Smith? ¿A avisarla para hacer qué? Yo os lo respondo: para que la tomen de rehén 15 segundos más tarde y así quede justificado el arco de redención del hijo de Smith y el arco del perdón de su madre. Ni más ni menos.
También es de traca que, siendo los tres (Smith, Lawrence y el hijo del primero) fugitivos, nadie del FBI, los Marshalls o la policía de Miami (que, recordemos, las 3 agencias están metidas en el caso) haya decidido poner vigilancia a la familia de Lawrence y la de Smith… ¿por qué? Ya te lo digo yo: para que unos malos puedan secuestrar a la niña y a la mujer de Smith con total impunidad, y otros malos puedan morir a manos del yerno de Lawrence (en una secuencia divertida, todo hay que decirlo).
También es de traca que, siendo los tres (Smith, Lawrence y el hijo del primero) fugitivos, nadie del FBI, los Marshalls o la policía de Miami (que, recordemos, las 3 agencias están metidas en el caso) haya decidido poner vigilancia a la familia de Lawrence y la de Smith… ¿por qué? Ya te lo digo yo: para que unos malos puedan secuestrar a la niña y a la mujer de Smith con total impunidad, y otros malos puedan morir a manos del yerno de Lawrence (en una secuencia divertida, todo hay que decirlo).
4 de junio de 2024
4 de junio de 2024
18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
GARANTIZAN LA DIVERSIÓN DURANTE LOS 115 MINUTOS DEL FILM
¡Este film podrá encantar hasta al más amargado de la sala!!!! Will Smith y Martin Lawrence, logran envolver a los asistentes desde el minuto 0 de la película, entretenida, amena, divertida, emociónate y dinámica, que mantendrá a los amantes del séptimo arte con la adrenalina al 100, en cada escena, en la que no se presencian momentos planos o de aburrimiento.
En este film, dirigido por Adil El Arbi y Bilall Fallah, se logró una excelente narrativa, en donde se expone a los actores de manera divertida, profesional, emotiva y escandalosa, logrando una mezcla de acción y complicidad inigualable, entre los protagonistas, dignificando con esto, la secuencia de la saga.
El guion es ameno, claro, ágil y muy divertido sin dejar a un lado un toque de drama y sensibilidad al espectador, logrando que los protagonistas seduzcan al público a través de la personalidad e historia de los personajes, garantizando 115 minutos de risas y melancolía.
Los efectos especiales son adecuados para mantener al público atento, sin caer en cansancio visual o exposición forzada para dar seguimiento en cada escena.
Sin duda, se lleva la batuta Martin Lawrence, con su personaje, ingenioso, sensible y retador, quien es el que impulsa a vencer sus miedos, escenas de pánico y limites a Smith, durante la trama.
La banda sonora es inigualable, ya que en varias ocasiones nos deleitan con la rola de “Bad boys de Inner Circle”; y créanme que “la tararean” durante varias horas, después de ver esta película.
¡Este film podrá encantar hasta al más amargado de la sala!!!! Will Smith y Martin Lawrence, logran envolver a los asistentes desde el minuto 0 de la película, entretenida, amena, divertida, emociónate y dinámica, que mantendrá a los amantes del séptimo arte con la adrenalina al 100, en cada escena, en la que no se presencian momentos planos o de aburrimiento.
En este film, dirigido por Adil El Arbi y Bilall Fallah, se logró una excelente narrativa, en donde se expone a los actores de manera divertida, profesional, emotiva y escandalosa, logrando una mezcla de acción y complicidad inigualable, entre los protagonistas, dignificando con esto, la secuencia de la saga.
El guion es ameno, claro, ágil y muy divertido sin dejar a un lado un toque de drama y sensibilidad al espectador, logrando que los protagonistas seduzcan al público a través de la personalidad e historia de los personajes, garantizando 115 minutos de risas y melancolía.
Los efectos especiales son adecuados para mantener al público atento, sin caer en cansancio visual o exposición forzada para dar seguimiento en cada escena.
Sin duda, se lleva la batuta Martin Lawrence, con su personaje, ingenioso, sensible y retador, quien es el que impulsa a vencer sus miedos, escenas de pánico y limites a Smith, durante la trama.
La banda sonora es inigualable, ya que en varias ocasiones nos deleitan con la rola de “Bad boys de Inner Circle”; y créanme que “la tararean” durante varias horas, después de ver esta película.
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