El día de la lechuza
1968 

6,7
577
Thriller. Intriga
La mafia siciliana, que domina la construcción, dispone de poderosos mecanismos para ejercer y mantener el poder. El punto de partida es el asesinato de un sindicalista y la desaparición de un hombre. Mientras la policía investiga a la esposa del desaparecido, las sospechas del Capitán Bellodi se centran en un importante mafioso, aunque no logra encontrar pruebas ni testigos que avalen su hipótesis, ya que su labor está siendo ... [+]
8 de mayo de 2011
8 de mayo de 2011
25 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro años antes de la irrupción de "El Padrino", Damiano Damiani realizaba este filme, notable adaptación de una novela del escritor siciliano Leonardo Sciascia, logrando un acertado fresco de la realidad mafiosa de Sicilia, que trasciende lo criminal para adentrarse en lo social, enriqueciendo así nuestra visión del tema.
A diferencia de la obra maestra de Coppola, insólita mezcla de violencia, tragedia y crónica familiar (es lo que ocurre cuando se tiene la feliz idea de fusionar las virtudes del cine de gángsteres de los años 30 con los retratos familiares a lo Visconti), esta película llama la atención por su sencillez y sobriedad, evitando recurrir a lo espectacular para centrarse en el análisis; así, la historia, que parte de un asesinato, una desaparición y sigue los esfuerzos de un capitán de Carabinieri por conectar dichos sucesos con el capo mafioso local, sirve más bien para realizar una severa y exhaustiva crítica de la realidad siciliana. Por ello asistimos a las componendas entre Mafia y construcción, al clima de "Omertá" imperante, en el que todo el mundo mira hacia otro lado, y también a la lucha desesperada que emprenden el ya mencionado Capitán (que procedente del Norte de Italia, chocará contra los silencios y poderes locales) y la mujer del desaparecido (que se enfrentará a los prejuicios ajenos y a los propios).
La película, correctamente realizada, basa su realismo en unos personajes bien concebidos por Sciascia, que el guión adapta con bastante fidelidad; tanto el capitán (correcto Nero) como Rosa (estupenda Cardinale, y cómo no, guapísima) sirven para ejemplificar la lucha contra una realidad que nos es presentada como inevitable e inamovible (la conclusión de la película es, en este sentido, demoledora), y que se enmarca en unos usos y maneras provincianos de acertadísima elección. En efecto, el pueblo y sus habitantes rebosan credibilidad, y también los mafiosos, que habitualmente se prestan a cierta mitificación o caricatura, son aquí personajes llenos de verdad, empezando por Don Mariano (soberbia interpretación de Lee J. Cobb) y terminando por la amplia galería de secuaces que le acompañan.
Así pues una acertada película, en la línea del cine político y de crítica social característico en la Italia de la época y en este realizador, que abordaría temas similares en la también recomendable "Confesiones de un Comisario".
A diferencia de la obra maestra de Coppola, insólita mezcla de violencia, tragedia y crónica familiar (es lo que ocurre cuando se tiene la feliz idea de fusionar las virtudes del cine de gángsteres de los años 30 con los retratos familiares a lo Visconti), esta película llama la atención por su sencillez y sobriedad, evitando recurrir a lo espectacular para centrarse en el análisis; así, la historia, que parte de un asesinato, una desaparición y sigue los esfuerzos de un capitán de Carabinieri por conectar dichos sucesos con el capo mafioso local, sirve más bien para realizar una severa y exhaustiva crítica de la realidad siciliana. Por ello asistimos a las componendas entre Mafia y construcción, al clima de "Omertá" imperante, en el que todo el mundo mira hacia otro lado, y también a la lucha desesperada que emprenden el ya mencionado Capitán (que procedente del Norte de Italia, chocará contra los silencios y poderes locales) y la mujer del desaparecido (que se enfrentará a los prejuicios ajenos y a los propios).
La película, correctamente realizada, basa su realismo en unos personajes bien concebidos por Sciascia, que el guión adapta con bastante fidelidad; tanto el capitán (correcto Nero) como Rosa (estupenda Cardinale, y cómo no, guapísima) sirven para ejemplificar la lucha contra una realidad que nos es presentada como inevitable e inamovible (la conclusión de la película es, en este sentido, demoledora), y que se enmarca en unos usos y maneras provincianos de acertadísima elección. En efecto, el pueblo y sus habitantes rebosan credibilidad, y también los mafiosos, que habitualmente se prestan a cierta mitificación o caricatura, son aquí personajes llenos de verdad, empezando por Don Mariano (soberbia interpretación de Lee J. Cobb) y terminando por la amplia galería de secuaces que le acompañan.
Así pues una acertada película, en la línea del cine político y de crítica social característico en la Italia de la época y en este realizador, que abordaría temas similares en la también recomendable "Confesiones de un Comisario".
13 de octubre de 2010
13 de octubre de 2010
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veracidad y verismo en estado puro para retratar el pan nuestro de cada día en la Italia de hoy, ayer y siempre. Desde los tiempos de las ciudades estado en que se configuró una cierta manera de servidumbre y supeditación al señor, la Mafia, "Gli amici degli amici" (como se llaman aquí), han estado listos y dispuesto a hacer su voluntad. Aquí tenemos una buena, una espléndida, muestra en este filme de formidable ritmo y de franco suspense. Tras el visionado se aconseja hacerse con un ejemplar de la novela del escritor siciliano (y gloria de las letras italianas) Leonardo Sciascia. No es su "Todo modo" pero sí sirve para dar una espléndida idea de su estilo descarnado, directo, ajeno a las florituras, sucio si se quiere, que tan bien sabe reproducir Damiani en esta una de sus películas más logradas.
Y para demostrar que esta obra apenas exagera un ápice, recomiendo "La casta: Così i politici italiani sono diventati intoccabili", un gran trabajo de investigación sobre la clase política de Sergio Rizzo y Gian Antonio Stella. La realidad supera a veces a la ficción.
Un último apunte, si el lector piensa que Don Vito Corleone es un ser taimado, es porque no ha conocido a Don Mariano (Lee J. Cobb).
Y para demostrar que esta obra apenas exagera un ápice, recomiendo "La casta: Così i politici italiani sono diventati intoccabili", un gran trabajo de investigación sobre la clase política de Sergio Rizzo y Gian Antonio Stella. La realidad supera a veces a la ficción.
Un último apunte, si el lector piensa que Don Vito Corleone es un ser taimado, es porque no ha conocido a Don Mariano (Lee J. Cobb).
16 de mayo de 2013
16 de mayo de 2013
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El día..." es una gran película, con un gran reparto, muy peculiar, en el que es necesario destacar la interpretación del gran Lee J. Cobb, y la del para mí también grande Serge Reggiani. Hay un humor negro soterrado en el enfrentamiento entre el grupo de mafiosos liderado por Don Mariano (Lee J. Cobb) y los carabineros, comandados por el capitán interpretado por Franco Nero: la forma en que se espían y vigilan desde edificios situados frente a frente, en la plaza del pueblo, tiene algo de esa ironía, y también de una teatralidad muy mediterránea.
Damiano Damiani se las apaña para plantear una minuciosa y penetrante radiografía social de un microcosmos, mediante una historia en la que aparecen planteadas muchas cuestiones: el poder de la mafia; la corrupción de las altas esferas, tanto las políticas como las económicas; la coexistencia de las viejas ideas y tradiciones (como el honor) con los nuevos intereses económicos derivados del progreso y el "milagro italiano" de la posguerra; también, el caciquismo inherente a una sociedad rural subdesarrollada. La secuencia en la que Claudia Cardinale come cerca de los mafiosos, con los rostros de éstos vistos en primerísimos planos, es casi cine de terror, terror social.
La denuncia y la crítica social se unen de un modo magistral con el relato detectivesco. Damiani consigue aquí una gran película.
Damiano Damiani se las apaña para plantear una minuciosa y penetrante radiografía social de un microcosmos, mediante una historia en la que aparecen planteadas muchas cuestiones: el poder de la mafia; la corrupción de las altas esferas, tanto las políticas como las económicas; la coexistencia de las viejas ideas y tradiciones (como el honor) con los nuevos intereses económicos derivados del progreso y el "milagro italiano" de la posguerra; también, el caciquismo inherente a una sociedad rural subdesarrollada. La secuencia en la que Claudia Cardinale come cerca de los mafiosos, con los rostros de éstos vistos en primerísimos planos, es casi cine de terror, terror social.
La denuncia y la crítica social se unen de un modo magistral con el relato detectivesco. Damiani consigue aquí una gran película.
31 de diciembre de 2022
31 de diciembre de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En El día de la lechuza es fundamental el escenario: un pueblo siciliano, uno de tantos en los que la mafia sembró sus raíces y cuyos códigos impregnan desde entonces la vida comunitaria, sin que nadie pueda cambiarlo. A las afueras es asesinado un camionero y el agricultor que es testigo desaparece. Un idealista capitán de carabineros busca la verdad como lo hace la mujer del desaparecido, pero al capo local le incomodan las pesquisas. Estamos ante un antecedente del poliziesco, el subgénero que en la Italia 70s aunó lo policial con la denuncia política, y Damiano Damiani, que profundizará en él posteriormente, ofrece una muy notable película, en la que la acción —ágil, seca— se combina perfectamente con la perspicaz descripción del ambiente: un lugar árido y sofocante, certera metáfora de la opresión. Claudia Cardinale y Franco Nero, los jóvenes protagonistas, están estupendos como también lo está Lee J. Cobb, actor de fuerte presencia. Adaptación de una buena novela homónima de Leonardo Sciascia, muy conocedor de la realidad italiana.
27 de octubre de 2021
27 de octubre de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mafia campa a sus anchas en Sicilia, en la época de la película y hoy día.
El fresco que nos describe pone muy mal a los habitantes de la isla, la clave omerta es su cuerpo de cristo.
La honorabilidad de los mafiosos su credo para sacar tajada de todo, llevándose por medio a quién moleste.
La fe que profesan como auténticos beatos está descrita con acierto:
-Pregunta- ¿dicen que usted es religioso?
-Respuesta- Voy a la iglesia los domingos, voy a misa.
-Pregunta- ¿Es eso bastante?
-Respuesta- La iglesia es grande, que cada uno esté dentro a su modo.
-Pregunta- Del evangelio qué piensa-
-Respuesta- Hermosas palabras, la iglesia es una maravilla...
La unión inmemorial entre iglesia-mafia, sale reforzada en esta historia, aunque no sea ningún secreto.
La mafia le debe tanto a la iglesia como la iglesia a la mafia, son tal para cuál.
Dos instituciones poderosas, altamente hipócritas, con una doble o triple moral espeluznante y con fieles sordos, ciegos, fanáticos seguidores y peligrosos.
Es cine político eficaz, sencillo, directo, sobrio y contudente.
Entrando en lo visual, hay pasajes radiografiados con precisión, me quedo con:
Los primeros planos de la cabeza de los 5 caciques mafiosos, que bien elegidos están los actores.
La secuencia de los mafiosillos comiéndo y sojuzgando a la Cardinale, anatomía del clero mafioso.
Franco Nero, correcto, es un actor que no me suele gustar. La Cardinale, mejor que habitualmente y los muchos secundarios notables, ¡ah! se me olvidaba, Serge Reggiani está colosal, en el papel de soplón y Lee.J.Cobb, en el de jefe mafioso.
El color de la fotografía conseguido por su vistosidad y contrastes.
No hago ningún spoiler:
El final se me antoja poderoso y un gancho al estómago demoledor.
Parece ser que está basada en hechos reales.
El fresco que nos describe pone muy mal a los habitantes de la isla, la clave omerta es su cuerpo de cristo.
La honorabilidad de los mafiosos su credo para sacar tajada de todo, llevándose por medio a quién moleste.
La fe que profesan como auténticos beatos está descrita con acierto:
-Pregunta- ¿dicen que usted es religioso?
-Respuesta- Voy a la iglesia los domingos, voy a misa.
-Pregunta- ¿Es eso bastante?
-Respuesta- La iglesia es grande, que cada uno esté dentro a su modo.
-Pregunta- Del evangelio qué piensa-
-Respuesta- Hermosas palabras, la iglesia es una maravilla...
La unión inmemorial entre iglesia-mafia, sale reforzada en esta historia, aunque no sea ningún secreto.
La mafia le debe tanto a la iglesia como la iglesia a la mafia, son tal para cuál.
Dos instituciones poderosas, altamente hipócritas, con una doble o triple moral espeluznante y con fieles sordos, ciegos, fanáticos seguidores y peligrosos.
Es cine político eficaz, sencillo, directo, sobrio y contudente.
Entrando en lo visual, hay pasajes radiografiados con precisión, me quedo con:
Los primeros planos de la cabeza de los 5 caciques mafiosos, que bien elegidos están los actores.
La secuencia de los mafiosillos comiéndo y sojuzgando a la Cardinale, anatomía del clero mafioso.
Franco Nero, correcto, es un actor que no me suele gustar. La Cardinale, mejor que habitualmente y los muchos secundarios notables, ¡ah! se me olvidaba, Serge Reggiani está colosal, en el papel de soplón y Lee.J.Cobb, en el de jefe mafioso.
El color de la fotografía conseguido por su vistosidad y contrastes.
No hago ningún spoiler:
El final se me antoja poderoso y un gancho al estómago demoledor.
Parece ser que está basada en hechos reales.
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