El barco fantasma (El velero de la muerte)
1 de enero de 2018
1 de enero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un filme que intenta aportar una posible explicación al misterio del Mary Celeste, con un Bela Lugosi en un papel atípico, curioso y sorpresivo, como el final del mismo filme, donde sus últimos diez minutos son los más interesantes. No me parece una gran película, quedan unos cuantos cabos sueltos (nunca mejor dicho), pero sus 61 minutos dan de sí lo suficiente para mantenerlo a uno entretenido y atento a un final que deriva hacia el descubrimiento de aquella nave de mediados del XIX encontrada abandonada, como "recientemente abandonada"...
25 de agosto de 2018
25 de agosto de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las primeras películas de la productora Hammer, pero aún alejada de las formas que convertirían a esta productora en un negocio de éxito. Protagonizada por Bela Lugosi cuatro años después de interpretar a Drácula, la película intenta dar una explicación racional al misterio de la desaparición de la tripulación del barco Mary Celeste, un caso que a día de hoy sigue siendo un misterio. Por tanto, a pesar de tener a un protagonista especializado en cine de terror y a pesar de ser la Hammer una productora que también encontraría el éxito por los derroteros del género fantástico, aquí los elementos sobrenaturales quedan descartados. Supuestamente existía un montaje de 80 minutos de duración hoy ya desaparecido, frente a este otro de 60 minutos que es el que podemos encontrar hoy en día. Este recorte de metraje explicaría algunos de los cabos sueltos de la película, que son varios. A pesar de todo, la película es totalmente disfrutable.
1 de octubre de 2020
1 de octubre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5 de diciembre de 1872. El Mary Celeste aparece a la deriva en aguas de las Azores, sin tripulación y con su carga intacta. ¿Que sucedió? El diario de a bordo no reflejaba ningun hecho anormal y la caja negra no pudo encontrarse porque aún no la había inventado nadie. Se iniciaron las pertinentes investigaciones, se escucharon todas las sugerencias e incluso el mismísimo Arthur Conan Doyle escribió un relato donde el odio a la raza blanca desencadenaba el asesinato de los pasajeros de una nave a la que llamó Marie Celeste y que, aunque poco ajustado a los escasos hechos conocidos, hizo que las autoridades británicas se cuestionasen su veracidad.
Este film de Denison Clift significa una posible solución al enigma de entre las infinitas posibles. Las pocas piezas ciertas que se conocen encajan bastante bien en lo que podría ser el puzzle final propuesto por la película. De cualquier manera, esta cuestión es de una importancia menor y no es valorable desde el punto de vista cinematográfico. Las variables a considerar son otras: interpretación, dirección, fotografía, etc. Y en este terreno considero que la película flaquea, y lo hace en ocasiones por circunstancias ajenas y en otras por las suyas propias.
Entre las circustancias ajenas debe incluirse la mala calidad de la copia que está circulando y la sensación que tiene el espectador de que se le escamotean escenas que podrían dar al conjunto una mayor coherencia. Quizás no sea ajeno a esto el hecho de que existan dos versiones, la británica y la estadounidense, con una diferencia entre ellas de 20 minutos de metraje en la americana (la británica no está localizable). El escaso presupuesto, que podríamos entender como circunstancia propia, da lugar a que determinados momentos claves (por ejemplo algunas muertes entre la tripulación o la misma desaparición del capitán y su prometida) no se visualicen sino que se dejen al buen entendimiento que se nos supone, lo que resulta un recurso fácil y evidentemente poco comprometido. La presencia estelar de Bela Lugosi, con una buena actuación en un rol bastante alejado de sus habituales y terroríficos personajes si bien supone un punto a favor no resulta suficiente para modificar nuestra floja impresión de la película.
En definitiva, estamos ante un aceptable intento de resolver el misterio del Mary Celeste en la línea " Y no quedó ninguno" de Agatha Christie, que explicando algunas de las circunstancias objetivas que se produjeron nos genera cierto descuadre respecto a otras (me estoy refiriendo, por ejemplo, al papel que juegan los dos capitanes rivalizando por conquistar a la mujer).Fuese cual fuese la realidad,nunca se sabrá, así que cualquier solución que se proponga ha de tener cierta coherencia, no necesariamente con los hechos probados, sino con la inteligencia del espectador y no hacernos sentir como marineros revisando redes en busca de cabos sueltos.
Este film de Denison Clift significa una posible solución al enigma de entre las infinitas posibles. Las pocas piezas ciertas que se conocen encajan bastante bien en lo que podría ser el puzzle final propuesto por la película. De cualquier manera, esta cuestión es de una importancia menor y no es valorable desde el punto de vista cinematográfico. Las variables a considerar son otras: interpretación, dirección, fotografía, etc. Y en este terreno considero que la película flaquea, y lo hace en ocasiones por circunstancias ajenas y en otras por las suyas propias.
Entre las circustancias ajenas debe incluirse la mala calidad de la copia que está circulando y la sensación que tiene el espectador de que se le escamotean escenas que podrían dar al conjunto una mayor coherencia. Quizás no sea ajeno a esto el hecho de que existan dos versiones, la británica y la estadounidense, con una diferencia entre ellas de 20 minutos de metraje en la americana (la británica no está localizable). El escaso presupuesto, que podríamos entender como circunstancia propia, da lugar a que determinados momentos claves (por ejemplo algunas muertes entre la tripulación o la misma desaparición del capitán y su prometida) no se visualicen sino que se dejen al buen entendimiento que se nos supone, lo que resulta un recurso fácil y evidentemente poco comprometido. La presencia estelar de Bela Lugosi, con una buena actuación en un rol bastante alejado de sus habituales y terroríficos personajes si bien supone un punto a favor no resulta suficiente para modificar nuestra floja impresión de la película.
En definitiva, estamos ante un aceptable intento de resolver el misterio del Mary Celeste en la línea " Y no quedó ninguno" de Agatha Christie, que explicando algunas de las circunstancias objetivas que se produjeron nos genera cierto descuadre respecto a otras (me estoy refiriendo, por ejemplo, al papel que juegan los dos capitanes rivalizando por conquistar a la mujer).Fuese cual fuese la realidad,nunca se sabrá, así que cualquier solución que se proponga ha de tener cierta coherencia, no necesariamente con los hechos probados, sino con la inteligencia del espectador y no hacernos sentir como marineros revisando redes en busca de cabos sueltos.
3 de junio de 2024
3 de junio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Mary Celeste es un barco que ha intrigado a marineros y entusiastas de la navegación durante más de un siglo, comenzó su vida con el nombre “Amazon” en 1861, pero su destino cambiaría con una serie de eventos inesperados, fue en 1868 cuando el capitán Benjamin Briggs lo adquirió y lo rebautizó como Mary Celeste. El 7 de noviembre de 1872, el Mary Celeste zarpa de Nueva York con rumbo a Génova, Italia, a bordo se encontraba el capitán Briggs, su esposa, su hija de dos años y una tripulación compuesta por siete marineros, su carga principal era alcohol industrial y otros productos comerciales, sin embargo, lo que sucedió a continuación ha desconcertado a historiadores y amantes del misterio durante generaciones. El 4 de diciembre de 1872, aproximadamente un mes después de su partida, el Mary Celeste fue descubierto en el Atlántico, a unas 400 millas al este de las Azores, lo sorprendente es que no se encontraba ni rastro de la tripulación ni de los pasajeros, pero lo más desconcertante era que el barco estaba en condiciones perfectas: velas parcialmente izadas, provisiones de comida y agua para meses, la carga de alcohol intacta y sin evidencia de lucha o daño estructural, las teorías sobre lo que pudo haber sucedido se multiplicaron, desde motines hasta ataques de calamares gigantes o secuestros extraterrestres, con el tiempo, algunas explicaciones más plausibles sugirieron fugas de gases peligrosos de la carga de alcohol o problemas de navegación, sin embargo, el misterio del Mary Celeste nunca se resolvió por completo, dejando atrás una intrigante leyenda que ha inspirado a generaciones de aventureros y aficionados a la historia marítima. Este film de Denison Clift propone una posible solución al enigma de entre las infinitas posibles, constituyó la segunda película de la recién creada Hammer Films y la primera de Béla Lugosi en suelo inglés.
El misterio y el suspense están presentes en todo momento en este relato, lo que queda claro es que Clift se divierte como nadie jugando al eterno juego del gato y el ratón con el espectador. Desde el mismo inicio del filme, de un modo nada sutil, ya se nos presentan a unos cuantos sospechosos con poderosos motivos para querer “aguar” la fiesta de Briggs y hacernos más amena la odisea del Mary Celeste: ¿Quién será el asesino? –si es que hay asesino– ¿Qué motivos tendrá? ¿Los despechados celos? ¿la venganza? ¿ la locura? ¿la abrumadora y esquizoide sensación de soledad inherente a los viajes marítimos? ¿O simplemente la maldad? Quizá todos los motivos sean válidos, pero Clift dirige nuestra atención hacia varios personajes, y todos ellos parecen tener alguna razón, aunque quizá “razón” no sea precisamente la palabra adecuada ya que, como ha quedado demostrado sobradamente a lo largo y ancho de la historia de la humanidad, la razón es algo que el hombre pierde con excesiva facilidad.
“The Mystery of the Mary Celeste” tiene poco o nada de ese cine fantástico tan característico de la Hammer, es un drama, con toques de suspense, un retrato de la terrible vida marítima, algo que se ve perfectamente reflejado en las reacciones de Sarah (la futura esposa del capitán) ante el brutal modo de vivir –si es que se puede llamar así– de los hombres de mar, una historia de fanatismo, de venganza. Por supuesto, no es una obra maestra, pero sí es una entretenida película y, aunque no sea una cinta de terror de las más estimables y recordadas de la Hammer, se merece todo mi respeto, porque, en cierto modo, abrió una senda, apuntó con el dedo el camino que debía tomar esta insigne productora británica, y sólo por eso ya es digna de admirar.
El misterio y el suspense están presentes en todo momento en este relato, lo que queda claro es que Clift se divierte como nadie jugando al eterno juego del gato y el ratón con el espectador. Desde el mismo inicio del filme, de un modo nada sutil, ya se nos presentan a unos cuantos sospechosos con poderosos motivos para querer “aguar” la fiesta de Briggs y hacernos más amena la odisea del Mary Celeste: ¿Quién será el asesino? –si es que hay asesino– ¿Qué motivos tendrá? ¿Los despechados celos? ¿la venganza? ¿ la locura? ¿la abrumadora y esquizoide sensación de soledad inherente a los viajes marítimos? ¿O simplemente la maldad? Quizá todos los motivos sean válidos, pero Clift dirige nuestra atención hacia varios personajes, y todos ellos parecen tener alguna razón, aunque quizá “razón” no sea precisamente la palabra adecuada ya que, como ha quedado demostrado sobradamente a lo largo y ancho de la historia de la humanidad, la razón es algo que el hombre pierde con excesiva facilidad.
“The Mystery of the Mary Celeste” tiene poco o nada de ese cine fantástico tan característico de la Hammer, es un drama, con toques de suspense, un retrato de la terrible vida marítima, algo que se ve perfectamente reflejado en las reacciones de Sarah (la futura esposa del capitán) ante el brutal modo de vivir –si es que se puede llamar así– de los hombres de mar, una historia de fanatismo, de venganza. Por supuesto, no es una obra maestra, pero sí es una entretenida película y, aunque no sea una cinta de terror de las más estimables y recordadas de la Hammer, se merece todo mi respeto, porque, en cierto modo, abrió una senda, apuntó con el dedo el camino que debía tomar esta insigne productora británica, y sólo por eso ya es digna de admirar.
28 de junio de 2019
28 de junio de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basadas en hechos reales. La película, lo verídico son los nombres, fechas y alguna cosa más. El relato es inventado, de lo que podría haber pasado, ya que nadie sabe lo que ha pasado. Encontraron el barco sin tripulación y todo intacto dentro. Sin botas salvavidas, es lo único. Lo raro es que no se llevaran nada. Hubo mucho especulación, pero esta película narra lo que podría haber sido, metido con calzador una historia de amor.
Lo que más me ha llamado la atención es a Bela Lugosi, ya que apenas lo reconocí. Iba con barbita y vestido muy poco elegante, y eso me despistó.
La película en sí, se nota de serie B de la época. Es malilla, hay momentos muy mal grabados y se nota que no está hecho con pretensiones.
Lo que más me ha llamado la atención es a Bela Lugosi, ya que apenas lo reconocí. Iba con barbita y vestido muy poco elegante, y eso me despistó.
La película en sí, se nota de serie B de la época. Es malilla, hay momentos muy mal grabados y se nota que no está hecho con pretensiones.
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