Chicas pesadas es como se llama la película de chicas malas en latinoamérica. Aunque creo que este título se adapta mucho mejor a este remake. A mi la original si me gusta.
Tengo que decir que antes de ver esta película mis expectativas no eran demasiado altas. Vi el trailer y me dije "Lo han vuelto a hacer. Han vuelto a fastidiar una película con el remake". De verdad que no hacía falta.

En la original, Regina es una chica presumida, fina, engreída y viste como la típica chica popular de insti americano. Pero en este remake parece la mala de un cuento. En primer lugar aparece cantando su nombre como si se tratara de Úrsula, la bruja mala de la sirenita. Y en segundo lugar... Desde cuando Regina es amante del cuero??? Alguien me lo explica??? Además, Rachel McAddams parecía una muñequita de lo bonita que era y Si en la original vimos a las tres chicas como si fueran unas bratz, en esta podemos ver a la Nancy gigante.
En esta película las tres chicas lucen su escote con orgullo. El escote les llega hasta el ombligo. No es sexy, ni sensual, es antiestético total.

Esta nueva adaptación parece más larga que la original, pero la cuentan en plan rápido y mal. Bueno no la cuentan, la cantan. Es como ver lo mismo otra vez pero con malas interpretaciones y saltándose las partes importantes.
Rachel McAddams cuando hizo de Regina George tenía 27 años, aunque aparentaba 15 o 18. En cambio, no puedo decir lo mismo de Reneé Rapp, que no se cuantos años tiene pero aparenta unos 35 o más.
En esta película los outfits no son muy acertados, sobre todo cuando las plásticas se disfrazan en Halloween de ratita. Que trivialidad, por dios!! Me parece más sexy el de ex mujer zombie que lleva la prota (ironía claramente).
Bueno, en fin! Sin comentarios. No hay mucho más que añadir ni que destacar de este remake. Ya que es una película demasiado simple, con malas interpretaciones, guión desastroso y pésimo vestuario.

La original también cuenta con una segunda parte que si no la habéis visto también os la podéis ahorrar.
Ya no sé dónde queda la imaginación. Hoy en día, hay muy pocos buenos remakes o buenas segundas partes. Parece que nos están tomando el pelo y solo quieren que veamos una y otra vez cosas que ya hemos visto antes pero en su peor versión. Y para eso ya existen las películas de Scary movie.
Lo que le diferencia de la original a parte de todo lo comentado anteriormente, es que van con móviles y redes sociales acorde con la actualidad y que esta película es un musical.
Lo único que se salva es la actriz que interpreta a Cady Heron (Angourie Rice) que hace el papel de una chica natural e inocente como és Cady, su personaje.

He leído críticas buenas de esta peli y muchas decían que no habían visto la original. Tal vez sea por eso.

Tras un comienzo prometedor, la película, se convierte en una auténtica estupidez llena de clichés viejos y modernos que, pretendiendo satisfacer a todos, no contenta a nadie. Ignoro como era la primera versión porque nunca me llamó la atención y, por lo tanto, no la he visto. Al ser un musical era una obligación verla y me ha resultado totalmente insoportable.
El guión es infame y el reparto nada puede hacer para mejorarlo. Es una de las peores películas que he visto en los últimos años.

El remake de "Chicas Malas" nos presenta a Cady Heron, interpretada por Angourie Rice, como la recién llegada que se adentra en el mundo complejo y a veces cruel de la jerarquía social del instituto. Las Plásticas, lideradas por la astuta Regina George (Reneé Rapp), toman el centro del escenario como reinas de la escuela secundaria.

La dirección, a cargo de Samantha Jayne y Arturo Perez Jr., se mantiene fiel a la esencia del material original. Si bien no ofrece innovaciones notables, logra capturar la esencia de las interacciones adolescentes y presenta una representación moderna de los desafíos de la adolescencia.

Las actuaciones son sólidas, aunque quizás carezcan del brillo distintivo de la versión original. Angourie Rice lleva con confianza el papel de Cady, mientras que Reneé Rapp entrega una Regina George convincente. El reparto en general se desempeña bien, aunque inevitablemente se compara con las interpretaciones icónicas de la película original.

A medida que la película avanza, queda claro que este remake adopta un tono ligeramente diferente al abordar la historia. El guion, aunque sigue las líneas generales del original, suaviza algunos de los aspectos más oscuros y crueles de la trama, inclinándose más hacia el humor y la comedia. Esta elección puede atraer a una nueva audiencia y ofrece una perspectiva refrescante para aquellos familiarizados con la versión anterior.

En cuanto a los aspectos técnicos, la película sigue una fórmula básica pero efectiva. La cinematografía y la banda sonora contribuyen a establecer el ambiente, aunque no destacan particularmente. La esencia visual y auditiva sigue siendo fiel al espíritu de la historia.

Es un remake que captura la esencia de la película original mientras le da un giro fresco y moderno. Aunque puede carecer de la mordacidad del clásico, ofrece una perspectiva más liviana y cómica que puede resonar con una nueva generación.

El primer guion de la escritora y actriz Tina Fey fue el de la exitosa Chicas malas (2004), basado en el libro para padres Queen Bees and Wannabes de Rosalind Wiseman. Años más tarde, Fey publicó el libro de la película y lo convirtió en un musical de Broadway, que ahora adapta al cine.

Este remake parodia el ecosistema selvático del instituto de Illinois, donde se sobrevive perteneciendo a una tribu. Los adolescentes comparten inseguridades, rechazos y forjan amistades -algunas más verdaderas que otras-. El objetivo es proporcionar a los fans una nueva versión actualizada y sexualizada, en clave feminista. Todo a un ritmo rápido, de mensajes instantáneos y publicaciones online; en forma de videoclips de música pop a medida de cada personaje y con un mensaje final de perdón y autoestima.

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Este remake ha perdido toda la mala leche del original, embebida totalmente por una capa de modernidad que se resume en sacar muchos móviles y tiktok, y por el camino ha perdido todo lo políticamente incorrecto y gracioso que tenía la primera.

Las canciones son bastante aburridillas, no me ha terminado de gustar ninguna aunque su interpretación no está nada mal.

Las actrices no me han acabado de convencer, y quedan muy lejos del elenco original, especialmente la actriz que interpreta a Regina George, que bajo mi parecer, no consigue calar al personaje.

Al final, lo más divertido de la película es encontrar paralelismos con la original. Larga vida a Mean Girls (la buena).