Àma Gloria
15 de marzo de 2024
15 de marzo de 2024
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cleo es una niña francesa de seis añitos que ha perdido a su madre por cáncer. Está criándose junto a su padre,( muy ausente por el trabajo) y una niñera de Cabo Verde llamada Gloria. Todo el cariño que precisa la pequeña ha sido sustituido por esta buena mujer. Tras recibir malas noticias de su país, Gloria tiene que volver; sin embargo, se acerca el período de vacaciones de verano y el padre envía a la niña sola en avión para que se reúna con la niñera. En la isla africana se habla portugués y el cambio total de costumbres y hábitos hace que la niña comience a comportarse muy posesivamente...
La capacidad expresiva de la niña interpretada por Louise Mauroy-Panzani conmueve emocionalmente en esta historia que nos llega al corazón. La directora Marie Amachoukeli que ganó anteriormente la Cámara de Oro en Cannes en 2014 por "Mil noches, una boda" con actores aficionados, lo vuelve a repetir en esta ocasión consiguiendo perfectamente las interpretaciones deseadas.
Gloria realiza su trabajo con la niña con mucho amor y eso es correspondido por la pequeña como si fuera su madre verdadera, pero no hay que olvidar que esta cariñosa mujer tiene en Cabo Verde familia también y cuando llega el momento de repartir ese cariño pueden saltar chispas. Cleo no tiene edad suficiente para entender estos matices y solo quiere que vuelva a casa junto a ella en Francia, algo que choca con las verdaderas intenciones de Gloria, ya que está intentando construir con lo que gana un negocio para volver a su país.
Una película pequeña que explora un tema muy interesante donde, además de las necesidades de los niños, se explora la bondad de ciertas mujeres inmigrantes que abandonan a sus familias para cuidar a extraños y así poder enviar dinero y mantener a sus verdaderos seres queridos.
Destino Arrakis.com
La capacidad expresiva de la niña interpretada por Louise Mauroy-Panzani conmueve emocionalmente en esta historia que nos llega al corazón. La directora Marie Amachoukeli que ganó anteriormente la Cámara de Oro en Cannes en 2014 por "Mil noches, una boda" con actores aficionados, lo vuelve a repetir en esta ocasión consiguiendo perfectamente las interpretaciones deseadas.
Gloria realiza su trabajo con la niña con mucho amor y eso es correspondido por la pequeña como si fuera su madre verdadera, pero no hay que olvidar que esta cariñosa mujer tiene en Cabo Verde familia también y cuando llega el momento de repartir ese cariño pueden saltar chispas. Cleo no tiene edad suficiente para entender estos matices y solo quiere que vuelva a casa junto a ella en Francia, algo que choca con las verdaderas intenciones de Gloria, ya que está intentando construir con lo que gana un negocio para volver a su país.
Una película pequeña que explora un tema muy interesante donde, además de las necesidades de los niños, se explora la bondad de ciertas mujeres inmigrantes que abandonan a sus familias para cuidar a extraños y así poder enviar dinero y mantener a sus verdaderos seres queridos.
Destino Arrakis.com
28 de noviembre de 2024
28 de noviembre de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emotiva y sensible, sus dos características principales, pero carente de complejidad y otros elementos estimulantes. Una mirada, sobre como la vida se tambalea. Lo que ofrece permanece en superficie, no inunda más allá de lo que pueda hacerlo un relato únicamente emocional.
La niña y su ama Gloria participan de un sentimentalismo que llega a parecer denso, pese a la breve duración de la película. Enmarcada exclusivamente con acontecimientos cotidianos, se hace larga... tal vez levemente tediosa; produce un ligero aumento de la glucosa en sangre por el almíbar que destilan sus secuencias a veces rozando la ñoñez.
La niña y su ama Gloria participan de un sentimentalismo que llega a parecer denso, pese a la breve duración de la película. Enmarcada exclusivamente con acontecimientos cotidianos, se hace larga... tal vez levemente tediosa; produce un ligero aumento de la glucosa en sangre por el almíbar que destilan sus secuencias a veces rozando la ñoñez.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aunque las emociones que nos traslada son genuinas; su final ni es trascendente, ni hermoso, centrándolo en un mundo de verdades distorsionadas.
17 de abril de 2024
17 de abril de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una animación con colores y dibujos preiosos y una canción preciosa!!!!
La historia es bonita, sencilla, íntima y la niña un portento interpretando, pero ese formato 3/4 y los planos tan cerca son mareantes y cansinos.
Un entorno tan maravilloso como Cabo Verde y no lo muestran, una lástima.
Canción MES YEUX DANS TON REGARD
NILDA FERNANDEZ
Quand tu veux tu m'appelles
Tu connais mon numéro
45 12 20 00
Quand tu veux tu m'entraînes
En face de toi dans un bar
Comme autrefois j'ai envie de voir
De voir, de voir
Mes yeux dans ton regard
Mais s'il faut pour te plaire
Devenir presque un idiot
Je ne suis pas celui qu'il te faut
Laisse tomber ce qui pèse
Oublie les adieux dans les gares
Laisse-moi seulement l'envie de revoir, revoir
Quand tu veux tu m'appelles
Tu connais mon numéro
45 12 20 00
Et quand les années qui viennent
Te feront casser les miroirs
Garderas-tu l'envie de revoir, revoir
Revoir, revoir
Mes yeux dans ton regard
Revoir, revoir
(bis. bis. bis...)
La historia es bonita, sencilla, íntima y la niña un portento interpretando, pero ese formato 3/4 y los planos tan cerca son mareantes y cansinos.
Un entorno tan maravilloso como Cabo Verde y no lo muestran, una lástima.
Canción MES YEUX DANS TON REGARD
NILDA FERNANDEZ
Quand tu veux tu m'appelles
Tu connais mon numéro
45 12 20 00
Quand tu veux tu m'entraînes
En face de toi dans un bar
Comme autrefois j'ai envie de voir
De voir, de voir
Mes yeux dans ton regard
Mais s'il faut pour te plaire
Devenir presque un idiot
Je ne suis pas celui qu'il te faut
Laisse tomber ce qui pèse
Oublie les adieux dans les gares
Laisse-moi seulement l'envie de revoir, revoir
Quand tu veux tu m'appelles
Tu connais mon numéro
45 12 20 00
Et quand les années qui viennent
Te feront casser les miroirs
Garderas-tu l'envie de revoir, revoir
Revoir, revoir
Mes yeux dans ton regard
Revoir, revoir
(bis. bis. bis...)
3 de mayo de 2024
3 de mayo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La directora y guionista Marie Amachoukeli-Barsacq nos acerca a una maravillosa historia de amor profundo y sincero al que, además, asistimos a través de la mirada infantil de su pequeña protagonista. Louise Mauroy-Panzani, en el papel de Cleo, realiza una soberbia interpretación llena de naturalidad y realismo.
Gracias a un guion que se centra en lo que quiere contar –el dolor de la pérdida– transitamos las diferentes etapas que atraviesa Cleo: la alegría, la complicidad, la tristeza, la pérdida, el dolor, los celos y la aceptación. Todo ello a través de la sencillez de una vidas normales, esforzadas y optimistas. Está claro que Amachoukeli-Barsacq sabe de lo que habla y lo hace de forma amable, honrada y veraz.
Lejos de asomarse a sentimentalismos absurdos, 'Àma Gloria' construye su historia con el apoyo de unos personajes sin ropajes ni excentricidades, frágiles y capaces de evolucionar. Incluso, aunque la figura del padre aparece poco, sus intervenciones nos dejan una cálida sensación de cariño y la seguridad de que Cleo está en buenas manos.
Por último, por medio del doloroso proceso que viven las protagonistas, queda patente que el amor y la cercanía no son siempre compatibles, pero no por ello el acto de amar es menos fuerte, menos intenso o menos poderoso.
Con una filmación pausada, que acerca la cámara a las lágrimas y la aleja para hacernos partícipes de la alegría de los momentos compartidos, esta propuesta cinematográfica también intercala animaciones de trazo grueso y poca definición como un símbolo y una expresión de sentimientos latentes. 'Àma Gloria' un cuento para disfrutar, compartir y crecer.
www.contraste.info
Gracias a un guion que se centra en lo que quiere contar –el dolor de la pérdida– transitamos las diferentes etapas que atraviesa Cleo: la alegría, la complicidad, la tristeza, la pérdida, el dolor, los celos y la aceptación. Todo ello a través de la sencillez de una vidas normales, esforzadas y optimistas. Está claro que Amachoukeli-Barsacq sabe de lo que habla y lo hace de forma amable, honrada y veraz.
Lejos de asomarse a sentimentalismos absurdos, 'Àma Gloria' construye su historia con el apoyo de unos personajes sin ropajes ni excentricidades, frágiles y capaces de evolucionar. Incluso, aunque la figura del padre aparece poco, sus intervenciones nos dejan una cálida sensación de cariño y la seguridad de que Cleo está en buenas manos.
Por último, por medio del doloroso proceso que viven las protagonistas, queda patente que el amor y la cercanía no son siempre compatibles, pero no por ello el acto de amar es menos fuerte, menos intenso o menos poderoso.
Con una filmación pausada, que acerca la cámara a las lágrimas y la aleja para hacernos partícipes de la alegría de los momentos compartidos, esta propuesta cinematográfica también intercala animaciones de trazo grueso y poca definición como un símbolo y una expresión de sentimientos latentes. 'Àma Gloria' un cuento para disfrutar, compartir y crecer.
www.contraste.info
4 de marzo de 2025
4 de marzo de 2025
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Cléo y Gloria son como el dúo de un cuento que nadie quiere que termine: la niña francesa y su niñera caboverdiana viven un último verano de risas en pijama y paseos en bicicleta, sabiendo que el reloj corre más rápido que sus juegos.
La película no es un drama de lágrimas fáciles, sino un diario de esos secretos que los niños guardan bajo la almohada. La trama es simple como un dibujo infantil, amor puro, una despedida y maletas que zumban como avispones, pero ojo detrás de todo esto hay un retrato crudo de las mujeres que crían hijos ajenos mientras los suyos crecen por videollamada.
Amachoukeli-Barsacq dirige como si susurrara al oído, planos tan cerca de Cléo que casi sientes sus pecas, la cámara es cómplice, no voyeur, sigue a la niña correteando por mercados o espiando conversaciones de adultos desde debajo de la mesa. Los colores son algodón de azúcar, dorados al sol, azules como el mar de Cabo Verde, pero sin empalagar, la directora no manipula, solo muestra y duele más.
Louise Mauroy-Panzani actúa como si nadie le hubiera dicho que había una cámara, sus rabietas, sus muecas de no entiendo, sus abrazos que aprietan como ligas de pelo, es como ver a tu sobrina pequeña robando escenas sin proponérselo.
Ilça Moreno Zego es un terremoto de silencios, su sonrisa es cálida, pero sus ojos dicen "quiero quedarme pero debo irme". Juntas, son el dúo que toda madre y toda hija sueñan tener, complicidad sin manual, amor sin ADN.
La luz en esta película es un personaje más, baña a Gloria en tonos dorados cuando cuenta historias de Cabo Verde, y se vuelve grisácea en el aeropuerto, como si el sol también estuviera de luto y los escenarios son postales vivas.
Es una carta de amor escrita con tiza en la acera, no reinventa la rueda, pero te recuerda que las despedidas son universales, ya sea a los seis años o a los sesenta.
Recomendada para quienes saben que el cariño no entiende de fronteras, pero los aviones sí, y para los que aún guardan una prenda de alguien que se fue, esta película es tu espejo.
La película no es un drama de lágrimas fáciles, sino un diario de esos secretos que los niños guardan bajo la almohada. La trama es simple como un dibujo infantil, amor puro, una despedida y maletas que zumban como avispones, pero ojo detrás de todo esto hay un retrato crudo de las mujeres que crían hijos ajenos mientras los suyos crecen por videollamada.
Amachoukeli-Barsacq dirige como si susurrara al oído, planos tan cerca de Cléo que casi sientes sus pecas, la cámara es cómplice, no voyeur, sigue a la niña correteando por mercados o espiando conversaciones de adultos desde debajo de la mesa. Los colores son algodón de azúcar, dorados al sol, azules como el mar de Cabo Verde, pero sin empalagar, la directora no manipula, solo muestra y duele más.
Louise Mauroy-Panzani actúa como si nadie le hubiera dicho que había una cámara, sus rabietas, sus muecas de no entiendo, sus abrazos que aprietan como ligas de pelo, es como ver a tu sobrina pequeña robando escenas sin proponérselo.
Ilça Moreno Zego es un terremoto de silencios, su sonrisa es cálida, pero sus ojos dicen "quiero quedarme pero debo irme". Juntas, son el dúo que toda madre y toda hija sueñan tener, complicidad sin manual, amor sin ADN.
La luz en esta película es un personaje más, baña a Gloria en tonos dorados cuando cuenta historias de Cabo Verde, y se vuelve grisácea en el aeropuerto, como si el sol también estuviera de luto y los escenarios son postales vivas.
Es una carta de amor escrita con tiza en la acera, no reinventa la rueda, pero te recuerda que las despedidas son universales, ya sea a los seis años o a los sesenta.
Recomendada para quienes saben que el cariño no entiende de fronteras, pero los aviones sí, y para los que aún guardan una prenda de alguien que se fue, esta película es tu espejo.
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