La historia gira alrededor de tres personajes tan disímiles como homólogos: un ex-convicto ya entrado en años y con un vasto historial a cuestas, una adolescente conflictiva -típica y no tanto- y un joven inefable y, por lo mismo, súper-interesante y de lo mejor que "The Yellow Handkerchief" tiene para ofrecer (atención a esta joven promesa del cine y teatro británicos, Eddie Redmayne).
Quizás el azar, o tal vez el destino, hizo que tres desconocidos unidos en la adversidad (quizás este término resulte exagerado) o en su cotidiana desgracia, emprendieran un viaje que los haga escapar de su realidad. O emprendieran la búsqueda de lo más parecido a la felicidad. Pues de qué más se trata la vida sino es aquella constante afición por cargar de significado a un simple pañuelo amarillo.
La mayor parte de la película es un bagaje de escenas extrañas que hacen de la trama un recorrido irregular, desde el inicio hasta buena parte del desarrollo. Pero es probable que este sea el único camino para llegar a un descenlace cuanto menos interesante, cuanto más, conmovedor.
Buenas actuaciones (sobresalen, como ya lo he señalado, Redmayne y un siempre correcto Hurt), una exposición de paisajes soñados y una banda sonora que no sólo acompaña, sino que construye y resignifica cada escena. Todo, en definitiva, contribuye al entretenimiento. No deja de ser una película simple, mas es absolutamente recomendable.

Sorprendente película que empecé a ver por la estrella internacional Kristen Stewart y acabé emocionado ante la delicadeza con la que Udayan Prasad nos cuenta esta travesía de tres singulares personajes que consiguen llegar al corazón. Toda la película es un poema en el que se narra dos historias de amor imposible en un viaje sin destino. Prasad consigue dotar a cada uno de los personajes de una complejidad y personalidad propia y de narrar una historia en la que no importa lo que ocurre sino como ocurre. Por poner un símil con la literatura, esta película correspondería al culteranismo de Góngora. Prima la forma por encima del contenido. Y la verdad es que teniendo en cuenta donde estamos se agradece. Al lado de la depredadora industria cinematográfica que devora películas sin parar y el espectador va al cine sin importarle si la película es 'Los Mercenarios' o 'La Jungla 4' con tal de no tener que pensar demasiado, 'The Yellow Handkerchief' es un soplo de aire fresco que se adentra en cada uno de sus personajes y sus sentimientos.
William Hurt encarna el dolor y la angustia de perder al amor de tu vida con una sensibilidad que emociona. Me sorprende que no obtuviera ningún premio por esta interpretación ya que bajo mi punto de vista está por encima de actuaciones sobreactuadas de actores como Johnny Deep o George Clooney por poner algún ejemplo.
Eddy Redmayne es quizás el personaje más interesante pero recomiendo ver la película en versión original ya que el papel de este actor doblado no vale nada. Eddy Redmayne ofrece un recital y por ello es necesario oír su voz original para poder apreciar su actuación.
Y por último está una preciosa Kristen Stewart, que curiosamente sale mucho más guapa que en la saga crepúsculo. Kristen es ya una actriz consagrada y si mantiene el listón con películas como 'The Yellow Handkerchief' donde se potencia y aprovecha su talento al máximo, podemos estar hablando de una de las grandes (siempre y cuando rechaze actuar en futuras películas adolescentes post-crepúsculo).
Y para acabar, también mencionar la gran banda sonora que ayuda al clímax poético que acompaña toda la película.

Esta road movie del cineasta indio Udayan Prasad, luce sencilla, sin pretensiones y nos adentra en la búsqueda interior —como buen género— en tres personajes: el ex convicto Brett (William Hurt), y los jóvenes Martine (Kristen Stewart) y Gordy (Eddie Redmayne). Unidos por el azar, si se quiere ver así, y, desunidos ante el encuentro de sus propios deseos —amar y ser amados—; “El pañuelo amarillo” revela en gran medida lo que significa el hecho de no apresurar los pasos hacia donde queremos ir.

De manera que el film transita sin rodeos en los interrogantes interiores sobre culpabilidades a veces sin haberlas buscado o forzado, y, nos lleva de la mano a la reflexión, de que uno a la larga, es lo que uno encuentra en el camino de la vida.

En este sentido, se puede concluir que uno debe de convertirse en ese soldado, para enfrentar y vencer nuestras propias batallas interiores.

Esta es de esas películas para pasar el rato y saber que no te vas a arrepentir de ello. Recomiendo verla por mi propio gusto. Creo que está llena de ternura y se puede apreciar. Los diálogos son simples, entendibles... Una actuación básica de la famosísima Kristen. Es destacable el papel que interpreta William Hurt. A lo largo de la película se muestra una historia que carece de un final concreto hasta el descenlace. Totalmente recomendable para aquellos que aprecian pasar el rato viendo una película.

Es la versión fílmica de la canción -Amarra un listón amarillo al viejo roble- (existe ya una versión de 1977), se trata de presentar al espectador un contexto bastante rebuscado pero efectivo, pues los personajes ahí planteados difícilmente podrían coincidir en la realidad.
Parece sencilla pero tiene suficiente nivel de complejidad para resultar interesante mientras van pasando los minutos.-Es un hombre bueno, pero arruinó su vida- Así van surgiendo frases y situaciones que permiten intuir la vida interior que tienen en ese momento de su existencia cada uno los tres personajes, cada uno experimentando la soledad a su modo. Reconociéndose en el otro.
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Los tres actores hacen muy buenas actuaciones, cada uno casi perfecto, o perfecto en su papel. Es una película que seguro y salió mejor de lo planeado precisamente porque el casting de actores se complementa de lo mejor en la historia.

-Godofredo Oscós Flores-
(Vista el 27 de febrero de 2024)