28 semanas después
2007 

6,4
42.679
Terror. Ciencia ficción. Thriller
Seis meses después de que la propagación de un virus haya devastado las Islas Británicas, el ejército de los Estados Unidos declara que, vencida la epidemia, ya se puede acometer la reconstrucción del país. Los evacuados regresan entonces al país y las familias se reúnen de nuevo. Sin embargo, el virus aún no ha sido destruido y es más peligroso que nunca. (FILMAFFINITY)
30 de junio de 2007
30 de junio de 2007
174 de 237 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer una buena película de terror hoy en día es difícil, mucho, especialmente una centrada en una figura tan, tan explotada, como lo es el muerto viviente o "zombie". Las dos mejores cintas de los últimos años -de estas criaturas- llegaron casi por sorpresa: 28 días después de Danny Boyle, con un sublime inicio pero que iba desinflándose hasta llegar al absurdo en un determinado momento, y el Amanecer de los Muertos de debutante Zack Snyder, un ejercicio de estilo, planificación y nivel que, al menos a mi, me pareció realmente cojonuda y la considero la mejor cinta de zombies que existe hoy en día, a falta de ver la original Night of the Living Dead (1968) de Romero.
Ahora nos llega la secuela de "28 días después" con un nombre no demasiado original, pero con un evidente gancho. Dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo y escrita por cuatro personas (tres de ellas también del país del jamón), nos encontramos ante un "amanecer", otro renacimiento de las películas de "zombies" (sí, no son zombies, tranquilos, puristas), una cinta de terror sensacional, fantástica, rodada con un pulso brutal y con un ritmo de mil demonios.
La secuela de inicio ya es toda una declaración de intenciones. Todo un homenaje a Romero: Varios supervivientes de "algo" se encuentran en una casa, atrincherados, cuando de repente oyen a un niño al otro lado de la puerta. Le abren, con miedo, y pasa al lugar. Segundos después los "zombies" aparecen, causando una brutal masacre. Sólo escapa uno de los personajes, dejando tras de sí a su mujer, algo que le perseguiría a posteriori. Este prólogo es cortante, seco, va directo al grano, tiene mucha sangre, es bastante gore, de mal gusto incluso y nos prepara para un festival sangriento de primer nivel.
Después de este inicio, la cinta baja el ritmo, nos presenta a los personajes, sucede lo inevitable y Londres se convierte en un hervidero. Los "zombies" se apoderan del lugar y comienza la carnicería. Una primera hora sublime y una media hora restante menos entretenida garantizan un muy, muy buen rato en el cine. O quizá un -intencionado- mal rato. Fresnadillo sabe como acojonar, cambiando la cámara y el estilo según la situación. De planos fijos a panorámicas completas, pasando por seguimientos a varios actores cámara en mano, casi en formato documental.
Y para cuando queremos darnos cuenta. Cuando tenemos el corazón en un puño... todo acaba. Final abierto para justificar "28 meses después" y se acabó. Un final en la línea de "El amanecer de los muertos", desesperanzador, apocalíptico, terrible. Fresnadillo lo ha conseguido, ha reescrito las bases del género, cargándose los tópicos (todos los personajes que deberían ser héroes acaban corriendo las peores suertes); en esta guerra biológica no hay buenos, ni malos. Sólo un objetivo: contener la infección.
(continúa en spoiler, sin spoilers por supuesto)
Ahora nos llega la secuela de "28 días después" con un nombre no demasiado original, pero con un evidente gancho. Dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo y escrita por cuatro personas (tres de ellas también del país del jamón), nos encontramos ante un "amanecer", otro renacimiento de las películas de "zombies" (sí, no son zombies, tranquilos, puristas), una cinta de terror sensacional, fantástica, rodada con un pulso brutal y con un ritmo de mil demonios.
La secuela de inicio ya es toda una declaración de intenciones. Todo un homenaje a Romero: Varios supervivientes de "algo" se encuentran en una casa, atrincherados, cuando de repente oyen a un niño al otro lado de la puerta. Le abren, con miedo, y pasa al lugar. Segundos después los "zombies" aparecen, causando una brutal masacre. Sólo escapa uno de los personajes, dejando tras de sí a su mujer, algo que le perseguiría a posteriori. Este prólogo es cortante, seco, va directo al grano, tiene mucha sangre, es bastante gore, de mal gusto incluso y nos prepara para un festival sangriento de primer nivel.
Después de este inicio, la cinta baja el ritmo, nos presenta a los personajes, sucede lo inevitable y Londres se convierte en un hervidero. Los "zombies" se apoderan del lugar y comienza la carnicería. Una primera hora sublime y una media hora restante menos entretenida garantizan un muy, muy buen rato en el cine. O quizá un -intencionado- mal rato. Fresnadillo sabe como acojonar, cambiando la cámara y el estilo según la situación. De planos fijos a panorámicas completas, pasando por seguimientos a varios actores cámara en mano, casi en formato documental.
Y para cuando queremos darnos cuenta. Cuando tenemos el corazón en un puño... todo acaba. Final abierto para justificar "28 meses después" y se acabó. Un final en la línea de "El amanecer de los muertos", desesperanzador, apocalíptico, terrible. Fresnadillo lo ha conseguido, ha reescrito las bases del género, cargándose los tópicos (todos los personajes que deberían ser héroes acaban corriendo las peores suertes); en esta guerra biológica no hay buenos, ni malos. Sólo un objetivo: contener la infección.
(continúa en spoiler, sin spoilers por supuesto)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película sólo tiene dos problemas que la alejan de la sublime "El amanecer de los muertos": El primero es que todo suena un poquito a "deja vu", al ser un pelín similar a la película de Boyle. El segundo fallo, y más gordo, es que en las dos escenas más caóticas (el inicio y la escena del subterraneo), la cámara se mueve demasiado rápido, muy, muy rápido, y es imposible ver nada. Sí, sabemos que los zombies están atacando a los humanos, pero no vemos nada. Sólo cabezas, bocas, manos, tonos extraños y luces por todas partes. Marea, y mucho.
Más allá de esto, "28 semanas después..." es puro espectáculo. Inteligente, imprevisible. Abandonad la lógica, esto es espectáculo abordado de forma realista. Da igual que equis personaje se rija de forma absurda. Total, para lo que va a durar vivo... ¿Podría ser mejor? Sí, sin duda. Y también podría ser peor. Aquí la pregunta es... ¿Cuánto tardaremos en ver una película de similares características con un nivel tan alto? Dejémonos de enigmas: vedla.
Más allá de esto, "28 semanas después..." es puro espectáculo. Inteligente, imprevisible. Abandonad la lógica, esto es espectáculo abordado de forma realista. Da igual que equis personaje se rija de forma absurda. Total, para lo que va a durar vivo... ¿Podría ser mejor? Sí, sin duda. Y también podría ser peor. Aquí la pregunta es... ¿Cuánto tardaremos en ver una película de similares características con un nivel tan alto? Dejémonos de enigmas: vedla.
2 de julio de 2007
2 de julio de 2007
114 de 145 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi "28 días después" pensando ya en ver esta película. Aquella me gustó, su estética, su historia... su tratamiento.
Una semana después, Fresnadillo supera, a mi modo de ver, el listón de la anterior.
Sin comentar esos guiños a España en determinadas ocasiones... "28 semanas después" es un buen ejercicio de cine de miedo/terror sin caer en absurdeces, visceras incontroladas, historias mil veces contadas y demás patrañas que asedian el panorama de la cartelera.
Es verdad que aunque tnga sustos en algunas ocasiones, yo no la catalogaría de terror sino de ciencia ficción, futurista o apocalípticas. fresnadillo aporta un toque más "sanguinoliento", pero totalmente justificado, que no me agrada demasiado, pero tampoco me molesta como en muchas películas que sin más optan por el gore como mayor baza. Aquí hay una historia (fantástica secuencia inicial de la familia), mucho entretenimiento pero también trasfondo. Si Boyle optaba por presentarnos esos zombis llenos de ira como la sociedad echada a perder... aquí Fresnadillo nos presenta algo más cercano, un drama familiar, dos hijos frente a un padre lleno de culpa y luego de ira, una madre especial y la supervivencia a todo ello.
No hay héroes como ya se ha dicho, sólo hay personas tratando de sobrevivir. Tampoco hay "malos", sólo infectados, un ejército tratando de conseguir algo que no puede (aunque para ello se empleen métodos discutibles éticamente hablado) y mucho caos alrededor.
La ambientación, música y la tensión resultante es igual de buena que en la anterior, aunque aquí al ser niños los protagonistas quizá sintamos una mayor empatía (las escenas del metro muy logradas)
También estoy de acuerdo en que en algunas ocasiones, esa cámara en mano con tanto movimiento despita, marea y no llegamos a ver bien lo que se nos muestra, una pena.
Una gran película sobre el ser humano en las peores circunstacias, con visión pesimista (excelente final que aunque se pueda utilizar para crear otra película, no creo que esa sea su intención, sino la de mostrar que la situación es la del cuento de nunca acabar... que no hay solución posible para el ser humano, el mismo se encarga de autodestruirse)
Una semana después, Fresnadillo supera, a mi modo de ver, el listón de la anterior.
Sin comentar esos guiños a España en determinadas ocasiones... "28 semanas después" es un buen ejercicio de cine de miedo/terror sin caer en absurdeces, visceras incontroladas, historias mil veces contadas y demás patrañas que asedian el panorama de la cartelera.
Es verdad que aunque tnga sustos en algunas ocasiones, yo no la catalogaría de terror sino de ciencia ficción, futurista o apocalípticas. fresnadillo aporta un toque más "sanguinoliento", pero totalmente justificado, que no me agrada demasiado, pero tampoco me molesta como en muchas películas que sin más optan por el gore como mayor baza. Aquí hay una historia (fantástica secuencia inicial de la familia), mucho entretenimiento pero también trasfondo. Si Boyle optaba por presentarnos esos zombis llenos de ira como la sociedad echada a perder... aquí Fresnadillo nos presenta algo más cercano, un drama familiar, dos hijos frente a un padre lleno de culpa y luego de ira, una madre especial y la supervivencia a todo ello.
No hay héroes como ya se ha dicho, sólo hay personas tratando de sobrevivir. Tampoco hay "malos", sólo infectados, un ejército tratando de conseguir algo que no puede (aunque para ello se empleen métodos discutibles éticamente hablado) y mucho caos alrededor.
La ambientación, música y la tensión resultante es igual de buena que en la anterior, aunque aquí al ser niños los protagonistas quizá sintamos una mayor empatía (las escenas del metro muy logradas)
También estoy de acuerdo en que en algunas ocasiones, esa cámara en mano con tanto movimiento despita, marea y no llegamos a ver bien lo que se nos muestra, una pena.
Una gran película sobre el ser humano en las peores circunstacias, con visión pesimista (excelente final que aunque se pueda utilizar para crear otra película, no creo que esa sea su intención, sino la de mostrar que la situación es la del cuento de nunca acabar... que no hay solución posible para el ser humano, el mismo se encarga de autodestruirse)
5 de agosto de 2007
5 de agosto de 2007
55 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que agradable sorpresa para alguien como yo, fanático del cine de terror pero también del buen cine. No es que el género al que me refiero no sea compatible con la buena calidad, es que últimamente cuesta encontrar una de miedo que además nos ofrezca un buen nivel cinematográfico. No se mucho de cine pero sin embargo en esta película experimente muchas cosas nuevas que supongo algún conocido en la materia del séptimo arte podrá explicar mejor. La manera en que está filmada, la música que acompaña los momentos mas impactantes.
En esta película hay momentos que mezclan el horror y el drama de una manera tan buena que uno no sabe si asustarse o llorar. Esos ataques de violencia de uno de los protagonistas infectados me pusieron al borde de las lágrimas.
Esta película hace que Resident Evil no exista, y lo digo yo que he jugado los juegos por mucho tiempo.
Robert Carlyle se saca un "10" en "Zombie" y aprueba con creces, los demás acompañan muy bien.
Un soplo de aire fresco para el genero horror/zombie que agradezco sin dudarlo porque creo que hacía falta.
En esta película hay momentos que mezclan el horror y el drama de una manera tan buena que uno no sabe si asustarse o llorar. Esos ataques de violencia de uno de los protagonistas infectados me pusieron al borde de las lágrimas.
Esta película hace que Resident Evil no exista, y lo digo yo que he jugado los juegos por mucho tiempo.
Robert Carlyle se saca un "10" en "Zombie" y aprueba con creces, los demás acompañan muy bien.
Un soplo de aire fresco para el genero horror/zombie que agradezco sin dudarlo porque creo que hacía falta.
2 de julio de 2007
2 de julio de 2007
49 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se apagan las luces y el cine queda a oscuras. En una casa, en la penumbra, un grupo de personas sobrevive a la tragedia. La atmósfera de misterio no podría ser más enigmática. En un instante, esa tranquilidad se ve perturbada por la desgarradora voz de un niño que pide socorro desde fuera de la casa. Y a partir de ahí, en un portentoso 'in crescendo', la escena se va convirtiendo en una pesadilla, en un infierno sangriento y desolador, donde la muerte y el (peligroso) instinto de supervivencia se dan la mano. Un personaje huye, un acojonante tema musical se oye, y asombrado asisto a uno de los momentos más brutales, elegantes y angustiosos de los últimos años (bien podría decir, sin exagerar lo más mínimo, que la escena ha pasado a los anales de la historia del cine de terror y del cine en general). Y cuando siento que voy a contemplar algo parecido a una obra maestra...
...todo se vuelve más de lo mismo. Bien retratado, creíble, pero carente de intensidad (al menos, la que acompañaba a los primeros minutos). Se empiezan a dar explicaciones a todo, a encontrar una continuidad a todos los hechos acaecidos, y a estirar más de lo necesario la trama (que no deja de ser una idea simple que no hace olvidar a su predecesora).
Mantiene entretenido, a veces excitado y con logros, y se aleja del grueso del cine de terror que asola las pantallas cada año (lo cual se agradece), pero no puedo evitar sentirme decepcionado tras haber tocado el cielo (o el infierno, según se mire) y volver a esa molesta indiferencia terrenal.
Ni el 'gore' ni el miedo me resultan apasionantes y la película no deja de ser una entretenida historia apocalíptica (que Fresnadillo, dadas las circunstancias, ha sabido manejar con nota, todo sea dicho), pese a que encuentro muy interesante el hecho de que la película destruya el odioso núcleo familiar "irrompible" que nos hacen tragar la mayoría de las producciones de esta índole y que retrate con más crueldad a los humanos que a los zombies.
Pero no es suficiente, al menos para mí. La película encuentra su fin en un fascinante y malvado plano final, pero la sensación de decepción (al igual que en la primera parte) sigue intacta.
Los primeros cinco minutos son inolvidables. El resto, no. Espero que '28 años después' sea mejor. Algo así como un nuevo amanecer. Con el sol rojo y la luna muerta.
...todo se vuelve más de lo mismo. Bien retratado, creíble, pero carente de intensidad (al menos, la que acompañaba a los primeros minutos). Se empiezan a dar explicaciones a todo, a encontrar una continuidad a todos los hechos acaecidos, y a estirar más de lo necesario la trama (que no deja de ser una idea simple que no hace olvidar a su predecesora).
Mantiene entretenido, a veces excitado y con logros, y se aleja del grueso del cine de terror que asola las pantallas cada año (lo cual se agradece), pero no puedo evitar sentirme decepcionado tras haber tocado el cielo (o el infierno, según se mire) y volver a esa molesta indiferencia terrenal.
Ni el 'gore' ni el miedo me resultan apasionantes y la película no deja de ser una entretenida historia apocalíptica (que Fresnadillo, dadas las circunstancias, ha sabido manejar con nota, todo sea dicho), pese a que encuentro muy interesante el hecho de que la película destruya el odioso núcleo familiar "irrompible" que nos hacen tragar la mayoría de las producciones de esta índole y que retrate con más crueldad a los humanos que a los zombies.
Pero no es suficiente, al menos para mí. La película encuentra su fin en un fascinante y malvado plano final, pero la sensación de decepción (al igual que en la primera parte) sigue intacta.
Los primeros cinco minutos son inolvidables. El resto, no. Espero que '28 años después' sea mejor. Algo así como un nuevo amanecer. Con el sol rojo y la luna muerta.
9 de julio de 2007
9 de julio de 2007
49 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
28 días después, sin apasionarme, me pareció una película interesante, pero pero su argumento no dejó de parecerme Resident Evil pero más en serio. Con todo, era buena.
28 semanas después, me apasionó, y me pareció una película estupenda, con una historia original y con un argumento que no podría narrarse de otra forma que con estos pseudozombies.
Un hombre, con un oscuro secreto fruto del temor en una situación extrema, se enfrenta una vez finalizada la cuarentena a sus hijos. Pero una anomalía (que aparece por ejemplo en casos muy especiales de gente con SIDA, por poner un virus temido, no es nada sacado de la manga), hace que el descontrol vuelva a reinar en la isla.
Además los cuerpos de seguridad nos plantean un problema moral: ¿hasta que punto unas pocas vidas merecen ser salvadas cuando corren un riesgo catastrófico toda la población mundial?
Cierto es que en ocasiones la cámara tiene un movimiento frenético que puede resultar mareante y confuso para algunos, entre los que no me incluyo. También es cierto que no es apta para públicos sensibles a este tipo de películas, mucha sangre y muchos gritos.
A mí me ha parecido una historia espectacular y hermosa pero bañada con un tinte (rojo) terrorífico. Quizás al ser tan visual, a muchos pueda parecerles gore lo que a mí me parece que es como leer un relato de Poe, romántico y tétrico a la vez. Los motivos de esta visión y por tanto de mi título de crítica en spoiler, no quiero chafársela a nadie.
28 semanas después, me apasionó, y me pareció una película estupenda, con una historia original y con un argumento que no podría narrarse de otra forma que con estos pseudozombies.
Un hombre, con un oscuro secreto fruto del temor en una situación extrema, se enfrenta una vez finalizada la cuarentena a sus hijos. Pero una anomalía (que aparece por ejemplo en casos muy especiales de gente con SIDA, por poner un virus temido, no es nada sacado de la manga), hace que el descontrol vuelva a reinar en la isla.
Además los cuerpos de seguridad nos plantean un problema moral: ¿hasta que punto unas pocas vidas merecen ser salvadas cuando corren un riesgo catastrófico toda la población mundial?
Cierto es que en ocasiones la cámara tiene un movimiento frenético que puede resultar mareante y confuso para algunos, entre los que no me incluyo. También es cierto que no es apta para públicos sensibles a este tipo de películas, mucha sangre y muchos gritos.
A mí me ha parecido una historia espectacular y hermosa pero bañada con un tinte (rojo) terrorífico. Quizás al ser tan visual, a muchos pueda parecerles gore lo que a mí me parece que es como leer un relato de Poe, romántico y tétrico a la vez. Los motivos de esta visión y por tanto de mi título de crítica en spoiler, no quiero chafársela a nadie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un hombre abandona a su mujer ante la posibilidad de su propia muerte, huyendo cobardemente en un acto vil, pero también comprensible: no todos estamos preparados para situaciones tan extremas.
Creyendo muerta a su mujer, se enfrenta al reencuentro con sus hijos, a los que miente por el horror que siente de contarles la verdad: yo dejé morir a vuestra madre cuando quizás aun había una posibilidad, cuando aun no era demasiado tarde.
Los niños huyen a su antigua casa buscando un recuerdo de su madre, pero se la encuentran allí viva, y regresan los tres recogidos por soldados a la zona de seguridad. Pero su madre no está sana: una extraña anomalía genética (de ahí que no pueda ser contada salvo con pseudozombies infectados) hace que sea portadora, no padeciendo pero si pudiendo contagiar la enfermedad. Cuando su marido vuelve a verla, sella ésta con un beso involuntariamente vengativo el perdón por su abandono. Contagiado él, ahora el virus es libre de nuevo para destruir la zona segura.
Una doctora, consciente de la anomalía y su posible carácter hereditario, busca proteger a los hijos queriendo estudiarles para conseguir una vacuna. Entra en juego una situación de código rojo: matar tanto a infectados como civiles sanos.
Un pequeño grupo no infectado en los que se encuentran los jóvenes intentan huir con la ayuda de un soldado. Después de una serie de situaciones que sí son típicas del género de zombies, la supervivencia, nos encontramos con que el padre infectado contagia a su hijo... pero es inmune como la madre. La hija detecta que está infectado, pero es el único miembro vivo de su familia, prometió no separarse nunca de él, eso es lo importante para ella. Huyen... pero el final apocalíptico tiene lugar, el virus ha alcanzado el continente, fuera de la isla, el mundo entero está en peligro.
El amor traicionero en el abandono, el amor traicionero al necesitar buscar un recuerdo del ser amado, el amor traicionero en el beso, el amor traicionero al salvar al único miembro de la familia que quedaba con vida. El amor traicionero que puede destruir más que el odio.
Creyendo muerta a su mujer, se enfrenta al reencuentro con sus hijos, a los que miente por el horror que siente de contarles la verdad: yo dejé morir a vuestra madre cuando quizás aun había una posibilidad, cuando aun no era demasiado tarde.
Los niños huyen a su antigua casa buscando un recuerdo de su madre, pero se la encuentran allí viva, y regresan los tres recogidos por soldados a la zona de seguridad. Pero su madre no está sana: una extraña anomalía genética (de ahí que no pueda ser contada salvo con pseudozombies infectados) hace que sea portadora, no padeciendo pero si pudiendo contagiar la enfermedad. Cuando su marido vuelve a verla, sella ésta con un beso involuntariamente vengativo el perdón por su abandono. Contagiado él, ahora el virus es libre de nuevo para destruir la zona segura.
Una doctora, consciente de la anomalía y su posible carácter hereditario, busca proteger a los hijos queriendo estudiarles para conseguir una vacuna. Entra en juego una situación de código rojo: matar tanto a infectados como civiles sanos.
Un pequeño grupo no infectado en los que se encuentran los jóvenes intentan huir con la ayuda de un soldado. Después de una serie de situaciones que sí son típicas del género de zombies, la supervivencia, nos encontramos con que el padre infectado contagia a su hijo... pero es inmune como la madre. La hija detecta que está infectado, pero es el único miembro vivo de su familia, prometió no separarse nunca de él, eso es lo importante para ella. Huyen... pero el final apocalíptico tiene lugar, el virus ha alcanzado el continente, fuera de la isla, el mundo entero está en peligro.
El amor traicionero en el abandono, el amor traicionero al necesitar buscar un recuerdo del ser amado, el amor traicionero en el beso, el amor traicionero al salvar al único miembro de la familia que quedaba con vida. El amor traicionero que puede destruir más que el odio.
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