En tierra de santos y pecadores
2023 

5,8
2.627
Acción. Thriller. Intriga
Irlanda, años 70. Deseoso de dejar su oscuro pasado atrás, el antiguo asesino a sueldo Finbar Murphy lleva una vida tranquila en el pequeño pueblo costero de Glen Colm Cille, lejos de la violencia política que asola el resto del país. Cuando llega al pueblo un peligroso grupo de terroristas liderado por la despiadada Doireann, Finbar se verá inmerso en un peligroso juego que le obligará a elegir entre mantener su identidad secreta o ... [+]
6 de enero de 2024
6 de enero de 2024
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apañado thriller en tierra irlandesas, que es, en realidad, un maremagnum, más bien sencillo y modesto, de ideas tomadas de otros filmes anteriores.
Pero lo importante es el todo. ¿Tiene consistencia? ¿Calidad cinematográfica?
En mi opinión, y habiendo leído comentarios sobre la película, más bien diversos y pálidos, debo decir que a mi me ha gustado... pero no demasiado.
Creo que se podría haber logrado una cinta mejor, más redonda. Sin embargo, pese a tener los mimbres necesarios para haber logrado un trabajo estimable, se queda a medio camino al resultar en los momentos más álgidos y presuntamente interesantes, algo apagada, sin la necesaria fuerza ni convicción como para que el espectador al finalizar la película se sienta satisfecho.
Pero no está mal. Los paisajes (Donnegall, Irlanda), como no podía ser de otra manera, son preciosos, realzados por la estupenda fotografía de Tom Stern y los intérpretes, algunos con el piloto automático puesto, se integran en la historia. Los Ciarán Hids, la habitualmente magnífica Kerry Condon y Colm Meaney, aprueban, pero sin más. Y es que el argumento se sustenta sobre el personaje de Liam Neeson, que es el alma de la historia. Y es que, con 71 años que tiene, que físicamente esté todavía imponente, se agradece y debe valorar como se merece.
Una película en suma, que no aburre, que tiene sus buenos momentos pero que no llena.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Pero lo importante es el todo. ¿Tiene consistencia? ¿Calidad cinematográfica?
En mi opinión, y habiendo leído comentarios sobre la película, más bien diversos y pálidos, debo decir que a mi me ha gustado... pero no demasiado.
Creo que se podría haber logrado una cinta mejor, más redonda. Sin embargo, pese a tener los mimbres necesarios para haber logrado un trabajo estimable, se queda a medio camino al resultar en los momentos más álgidos y presuntamente interesantes, algo apagada, sin la necesaria fuerza ni convicción como para que el espectador al finalizar la película se sienta satisfecho.
Pero no está mal. Los paisajes (Donnegall, Irlanda), como no podía ser de otra manera, son preciosos, realzados por la estupenda fotografía de Tom Stern y los intérpretes, algunos con el piloto automático puesto, se integran en la historia. Los Ciarán Hids, la habitualmente magnífica Kerry Condon y Colm Meaney, aprueban, pero sin más. Y es que el argumento se sustenta sobre el personaje de Liam Neeson, que es el alma de la historia. Y es que, con 71 años que tiene, que físicamente esté todavía imponente, se agradece y debe valorar como se merece.
Una película en suma, que no aburre, que tiene sus buenos momentos pero que no llena.
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24 de diciembre de 2023
24 de diciembre de 2023
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En distinto lugar y ambiente siempre que hay algún alma en pena aparece nuestro héroe, que como cosa positiva, tiene aquí un papel acorde a su edad (ya 71 años) pero mostrando la misma destreza y ductilidad que en los film anteriores. Aquí se enfrenta, casi de casualidad, a unos terroristas del IRA en un remoto y olvidado pueblo de Irlanda y habrá tiros, explosiones y venganzas al por mayor. Es de destacar los bellos paisajes irlandeses que se muestran asiduamente y como elemento negativo la aparición de algunos personajes que poco aportan a una historia que si bien no es nueva, es llevadera. Dentro de las actuaciones, en un papel que conoce bien y se desenvuelve como pez en el agua encontramos a Liam Neeson, correctamente acompañado por Ciarán Hinds y Kerry Condon. En síntesis podemos decir que si bien no aporta nada nuevo, alcanza para pasar un rato entretenido.
15 de diciembre de 2024
15 de diciembre de 2024
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que me esté flipando yo un poquillo, le he puesto un peaso' de 8 de nota, pero es que me ha sorprendido muy gratamente esta película, me arrepiento mucho de no haberla ido a ver al cine.
Y es que la cinta tiene un cierto aire al cine del GRAN Clint Eastwood y es normal: me dio por repasar la crítica que la revista Cinemanía publicó del film y en ella informa de que tanto Robert Lorenz como el director de fotografía Tom Stern han trabajado con el maestro Eastwood, ambos en la cinta "Golpe de efecto" (2012), y Tom Stern concretamente han ocupado el puesto de director de fotografía en otras 16 películas de Eastwood además de la comentada.
La verdad es que lo de ambientarla en los 70's, en 1974 más concretamente, en Irlanda, con el IRA dando la lata, mafiosos trapicheando y todo envuelto en una atmosfera muy de western es todo un puntazo por parte de los guionistas Terry Loane y Mark Michael McNally.
Robert Lorenz solo ha dirigido 3 películas: su debut en 2012 con Clint Eastwood, "Golpe de Efecto", "The Marksman" (2021), su primera colaboración con Liam Neeson (la recuerdo muy vagamente, tenía un ligero, muy vago aire a "No Country For Old Men") y esta de la que estoy escribiendo. Es un interesante cineasta el señor Lorenz, a ver qué es lo próximo que nos entrega.
El reparto: hacía tiempo que no veía al irlandés Liam Neeson así de bien, lo digo MUY en serio. El señor andaba encasillado en hacer el mismo papel en todas las cintas en las que ha participado últimamente, pero aquí lo he visto más esmerado. Sorprende y muchísimo Kerry Condon, no veas como hace de mala, tú, mala de verdad, una verdadera hija de puta, acojonante lo que hace la tía. Jack Gleeson se alejó de la actuación después de terminar su participación en "Game of Thrones" tras todo el desprecio recibido por el personaje que por desgracia le tocó interpretar, pero la verdad es que, aunque su personaje es un poco antipático, desagradable, tiene una interesante historia de redención que lo hace tolerable. Lo reconozco: Ciarán Hinds me cae muy bien, y aquí está estupendo Mr. Hinds, las escenas junto a Liam Neeson son una delicia. Y luego tenemos a dos muy buenos actores secundarios: el veterano Colm Meany y la joven y bella Sarah Greene.
La fotografía es una pasada, buenísima, un estupendo trabajo entrega Tom Stern de los bellos paisajes irlandeses, en concreto del Condado de Donegal, con rodaje adicional en Dublín, una delicia para los ojos, vaya. Me ENCANTARÍA visitar Irlanda, tiene que ser ESPECTACULAR, Belfast tiene que ser preciosa.
Y la banda sonora está de puta madre, vaya. Está compuesta por los hermanos Baldenweg (Diego, Lionel Vincent y Nora), conocidos como Great Garbo, una auténtica maravilla de score.
Yo soy más de perros que de gatos, de un tiempo a esta parte les he cogido una tirria enorme a los gatos ¿Por qué digo esto? Porque el personaje interpretado por Liam Neeson tiene un gato como mascota y, sinceramente, le pegaba mucho más un perro como mascota, de raza pastora. Aunque ya sabemos que los perretes, en las pelis de acción con tipos duros, acaban malamente los pobrecitos y luego el dueño lía una escabechina que pa’ qué… Es una minucia, pero pegaba muchísimo más un perro.
Con lo que me gustan los coches retro de estilo muscle car lo tengo que mencionar sí o sí: Que guapísimo el Ford Capri 3000 GXL MkI del '73, color rojo con el techo negro, que conducen el personaje de Jack Gleeson.
Y el tonto de las armas dice: la escopeta de dos cañones que dispara Liam Neeson, el rifle de caza, de cerrojo y con mira, que usa Jack Gleeson y el pequeño revólver que usa Kerry Condon me encajan en el año en que está ambientada la cinta, pero se ven, en un par de escenas, un par de Berettas 92, no me cuadran mucho, me pegan más o unas Browning Hi-Power, unos Colt 1911 o incluso una Beretta 1951, pero la 92 no.
Por cierto: lo de los árboles y las referencias literarias son dos puntazos de la peli.
Resumiendo: una increíble y agradable sorpresa, recomendable al 100%, especialmente por ese aire al cine del MAESTRO Clint Eastwood.
Y es que la cinta tiene un cierto aire al cine del GRAN Clint Eastwood y es normal: me dio por repasar la crítica que la revista Cinemanía publicó del film y en ella informa de que tanto Robert Lorenz como el director de fotografía Tom Stern han trabajado con el maestro Eastwood, ambos en la cinta "Golpe de efecto" (2012), y Tom Stern concretamente han ocupado el puesto de director de fotografía en otras 16 películas de Eastwood además de la comentada.
La verdad es que lo de ambientarla en los 70's, en 1974 más concretamente, en Irlanda, con el IRA dando la lata, mafiosos trapicheando y todo envuelto en una atmosfera muy de western es todo un puntazo por parte de los guionistas Terry Loane y Mark Michael McNally.
Robert Lorenz solo ha dirigido 3 películas: su debut en 2012 con Clint Eastwood, "Golpe de Efecto", "The Marksman" (2021), su primera colaboración con Liam Neeson (la recuerdo muy vagamente, tenía un ligero, muy vago aire a "No Country For Old Men") y esta de la que estoy escribiendo. Es un interesante cineasta el señor Lorenz, a ver qué es lo próximo que nos entrega.
El reparto: hacía tiempo que no veía al irlandés Liam Neeson así de bien, lo digo MUY en serio. El señor andaba encasillado en hacer el mismo papel en todas las cintas en las que ha participado últimamente, pero aquí lo he visto más esmerado. Sorprende y muchísimo Kerry Condon, no veas como hace de mala, tú, mala de verdad, una verdadera hija de puta, acojonante lo que hace la tía. Jack Gleeson se alejó de la actuación después de terminar su participación en "Game of Thrones" tras todo el desprecio recibido por el personaje que por desgracia le tocó interpretar, pero la verdad es que, aunque su personaje es un poco antipático, desagradable, tiene una interesante historia de redención que lo hace tolerable. Lo reconozco: Ciarán Hinds me cae muy bien, y aquí está estupendo Mr. Hinds, las escenas junto a Liam Neeson son una delicia. Y luego tenemos a dos muy buenos actores secundarios: el veterano Colm Meany y la joven y bella Sarah Greene.
La fotografía es una pasada, buenísima, un estupendo trabajo entrega Tom Stern de los bellos paisajes irlandeses, en concreto del Condado de Donegal, con rodaje adicional en Dublín, una delicia para los ojos, vaya. Me ENCANTARÍA visitar Irlanda, tiene que ser ESPECTACULAR, Belfast tiene que ser preciosa.
Y la banda sonora está de puta madre, vaya. Está compuesta por los hermanos Baldenweg (Diego, Lionel Vincent y Nora), conocidos como Great Garbo, una auténtica maravilla de score.
Yo soy más de perros que de gatos, de un tiempo a esta parte les he cogido una tirria enorme a los gatos ¿Por qué digo esto? Porque el personaje interpretado por Liam Neeson tiene un gato como mascota y, sinceramente, le pegaba mucho más un perro como mascota, de raza pastora. Aunque ya sabemos que los perretes, en las pelis de acción con tipos duros, acaban malamente los pobrecitos y luego el dueño lía una escabechina que pa’ qué… Es una minucia, pero pegaba muchísimo más un perro.
Con lo que me gustan los coches retro de estilo muscle car lo tengo que mencionar sí o sí: Que guapísimo el Ford Capri 3000 GXL MkI del '73, color rojo con el techo negro, que conducen el personaje de Jack Gleeson.
Y el tonto de las armas dice: la escopeta de dos cañones que dispara Liam Neeson, el rifle de caza, de cerrojo y con mira, que usa Jack Gleeson y el pequeño revólver que usa Kerry Condon me encajan en el año en que está ambientada la cinta, pero se ven, en un par de escenas, un par de Berettas 92, no me cuadran mucho, me pegan más o unas Browning Hi-Power, unos Colt 1911 o incluso una Beretta 1951, pero la 92 no.
Por cierto: lo de los árboles y las referencias literarias son dos puntazos de la peli.
Resumiendo: una increíble y agradable sorpresa, recomendable al 100%, especialmente por ese aire al cine del MAESTRO Clint Eastwood.
5 de julio de 2024
5 de julio de 2024
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Liam Neeson quizás lleve desde 2016 sin participar en propuestas distintivas como "Silencio" de Martin Scorsese, donde bordó su pequeño papel como Padre Ferreira, o "Un monstruo viene a verme", donde puso voz al monstruo que da nombre al título. En su lugar, se ha involucrado aún más en protagonizar un sinfín de thrillers de acción estándar y blandos. "En tierra de santos y pecadores" sigue ese mismo camino.
El intérprete se vuelve a meter en la piel de un sicario que busca retirarse a una vida tranquila en un pequeño pueblo de Irlanda del norte, pero cuya determinación a hacer justicia se lo impide. De esta manera, acompañamos a un personaje amigable y cuidador de la comunidad donde convive, pero que recurre a la venganza y la violencia para conseguir la paz –otra vez, nada nuevo que no hayamos visto–. Mientras tanto, de fondo, se deja caer el conflicto presente con el IRA, lo que añade cierta hostilidad al ambiente.
A nivel de guion, la estructura narrativa se muestra manida, con estereotipos a mansalva y un ritmo irregular que, aun así, consigue sostenerse por un metraje tampoco excesivo. Por su lado, la realización desangelada no suma nada, pero es eficaz en sus mínimos de captar la atención de quienes busquen evadirse un rato.
En resumen, "En tierra de santos y pecadores" es un film algo anodino que alude a la posibilidad de volver a empezar y justifica la violencia en la consecución de un bien común. A pesar de sus tropiezos y rasgos impersonales, las interpretaciones de Liam Neeson y Kerry Condon, quien da consistencia a una antagonista cliché, salvan al conjunto y satisfacen a los seguidores de las recientes aventuras del actor.
www.contraste.info
El intérprete se vuelve a meter en la piel de un sicario que busca retirarse a una vida tranquila en un pequeño pueblo de Irlanda del norte, pero cuya determinación a hacer justicia se lo impide. De esta manera, acompañamos a un personaje amigable y cuidador de la comunidad donde convive, pero que recurre a la venganza y la violencia para conseguir la paz –otra vez, nada nuevo que no hayamos visto–. Mientras tanto, de fondo, se deja caer el conflicto presente con el IRA, lo que añade cierta hostilidad al ambiente.
A nivel de guion, la estructura narrativa se muestra manida, con estereotipos a mansalva y un ritmo irregular que, aun así, consigue sostenerse por un metraje tampoco excesivo. Por su lado, la realización desangelada no suma nada, pero es eficaz en sus mínimos de captar la atención de quienes busquen evadirse un rato.
En resumen, "En tierra de santos y pecadores" es un film algo anodino que alude a la posibilidad de volver a empezar y justifica la violencia en la consecución de un bien común. A pesar de sus tropiezos y rasgos impersonales, las interpretaciones de Liam Neeson y Kerry Condon, quien da consistencia a una antagonista cliché, salvan al conjunto y satisfacen a los seguidores de las recientes aventuras del actor.
www.contraste.info
6 de julio de 2024
6 de julio de 2024
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Liam Neeson se convirtió en un héroe de acción a los 56 años con 'Venganza' y ya no ha querido bajarse de ese barco. A sus 72 sigue empuñando la pistola como nadie, tratando de salvaguardarse de explosiones varias e interpretando a un personaje estándar, ese asesino a sueldo que quiere dejarlo y promete que ese será su último trabajo. A veces le sale bien ('El pasajero') y otras no tanto ('La memoria de un asesino'), pero la mayor parte de sus thrillers se quedan en un punto indeterminado que no aburre pero tampoco maravilla. Es el caso de 'En tierra de santos y pecadores', que tiene unos pocos momentos brillantes bañados por una pátina de decepcionante más de lo mismo.
'En tierra de santos y pecadores' pretende ser una película con tono clásico para espectadores adultos. En lugar de ceñirse a un montaje espídico repleto de planos cortos y espectaculares, prefiere centrarse en los verdes paisajes de Irlanda, en ese asesino a sueldo que decide dar un paso atrás, en su recreación histórica y en calentar muy poco a poco la olla hasta llegar al inevitable punto de ebullición. Sobre el papel es fantástico, el retorno a un cine que nunca debió dejar de hacerse. Pero a la hora de la verdad, son mejores las intenciones que la práctica.
El primer acto de la cinta va un paso más allá del simple cumplimiento a pesar de caer en tópicos constantes (esa víctima cavando su propia tumba, ese asesino que pretende dejarlo, ese enamoramiento silencioso). Y después, la película nunca deja de ser sólida, pero se echa de menos el frescor de su inicio al comprobar que su metraje nunca termina de despegar, basando todas las expectativas del guion en un personaje duro pero con matices del que queda todo dicho en la primera media hora.
Es una lástima que, al final, 'En tierra de santos y pecadores' termine haciéndose reiterativa. De hecho, pretende que nos quede tan completamente clara la posición de Finbar en una Irlanda en conflicto constante consigo misma que ni la notable interpretación de Neeson puede salvar la película de un público mirando el reloj y esperando al inevitable baño de sangre con el que acabe todo. Es cine del que ya no se hace, sí, pero se siente tan nostálgico como desentrenado.
Puede que me aburriera durante la proyección, y no es algo que negaré, pero fue uno de los aburrimientos más estéticamente bellos de los últimos años. Robert Lorenz, tres veces nominado al Óscar como director de fotografía por 'El francotirador', 'Cartas desde Iwo Jima' y 'Mystic River', da rienda suelta a todo lo aprendido a lo largo de las décadas mostrando una Irlanda con los típicos (y apasionantes) paisajes de siempre que deslumbran a la cámara. Al igual que en 'Almas en pena de Inisherin', los acantilados, el pueblo y la tierra verde son más que simple ambientación: se trata de una bellísima cárcel natural de la que es imposible escapar.
Pero no nos engañemos: no estaría hablando de esta película si no fuera por un Liam Neeson que, aunque siempre parezca interpretar al mismo personaje (el asesino crudo y frío que quiere retirarse pero no puede), sigue resultando una presencia imponente, creando un icono del cine moderno: él mismo. Junto a él está un espectacular Jack Gleeson como aprendiz de psicopata (sucesor, en parte, de su Joffrey Lannister) y una más que capaz Kerry Condon, que ponen la rúbrica a un reparto espectacular.
El apartado interpretativo, de hecho, ayuda a aupar una cinta cuyo guion queda lastrado por una falta de profundidad latente en ningún personaje que no sea su protagonista y que va perdiendo interés a medida que pasan los minutos hasta llegar a un final tan divertido como algo desentonado (y, todo sea dicho, un pelín cobarde). Al final, por mucho que lo revistamos con un gran reparto y una fotografía espectacular, un western irlandés de asesino rudo que quiere dejarlo de una vez no va a ofrecernos nada que no sepamos desde su minuto uno.
Pero 'En tierra de santos y pecadores' es capaz de sobresalir por encima de la mayor parte de películas similares a ella gracias a la tridimensionalidad de su protagonista, el ambiente de pesadumbre constante, un ritmo lento digno del Hollywood antiguo, las preciosas vistas de Irlanda, su marco político que le añade una capa más y un reparto que va mucho más allá de lo que normalmente se le pide en este tipo de productos. Dentro de la etapa moderna de Liam Neeson es uno de sus mejores trabajos... aunque eso, efectivamente, no sea decir demasiado.
6 sobre 10.
'En tierra de santos y pecadores' pretende ser una película con tono clásico para espectadores adultos. En lugar de ceñirse a un montaje espídico repleto de planos cortos y espectaculares, prefiere centrarse en los verdes paisajes de Irlanda, en ese asesino a sueldo que decide dar un paso atrás, en su recreación histórica y en calentar muy poco a poco la olla hasta llegar al inevitable punto de ebullición. Sobre el papel es fantástico, el retorno a un cine que nunca debió dejar de hacerse. Pero a la hora de la verdad, son mejores las intenciones que la práctica.
El primer acto de la cinta va un paso más allá del simple cumplimiento a pesar de caer en tópicos constantes (esa víctima cavando su propia tumba, ese asesino que pretende dejarlo, ese enamoramiento silencioso). Y después, la película nunca deja de ser sólida, pero se echa de menos el frescor de su inicio al comprobar que su metraje nunca termina de despegar, basando todas las expectativas del guion en un personaje duro pero con matices del que queda todo dicho en la primera media hora.
Es una lástima que, al final, 'En tierra de santos y pecadores' termine haciéndose reiterativa. De hecho, pretende que nos quede tan completamente clara la posición de Finbar en una Irlanda en conflicto constante consigo misma que ni la notable interpretación de Neeson puede salvar la película de un público mirando el reloj y esperando al inevitable baño de sangre con el que acabe todo. Es cine del que ya no se hace, sí, pero se siente tan nostálgico como desentrenado.
Puede que me aburriera durante la proyección, y no es algo que negaré, pero fue uno de los aburrimientos más estéticamente bellos de los últimos años. Robert Lorenz, tres veces nominado al Óscar como director de fotografía por 'El francotirador', 'Cartas desde Iwo Jima' y 'Mystic River', da rienda suelta a todo lo aprendido a lo largo de las décadas mostrando una Irlanda con los típicos (y apasionantes) paisajes de siempre que deslumbran a la cámara. Al igual que en 'Almas en pena de Inisherin', los acantilados, el pueblo y la tierra verde son más que simple ambientación: se trata de una bellísima cárcel natural de la que es imposible escapar.
Pero no nos engañemos: no estaría hablando de esta película si no fuera por un Liam Neeson que, aunque siempre parezca interpretar al mismo personaje (el asesino crudo y frío que quiere retirarse pero no puede), sigue resultando una presencia imponente, creando un icono del cine moderno: él mismo. Junto a él está un espectacular Jack Gleeson como aprendiz de psicopata (sucesor, en parte, de su Joffrey Lannister) y una más que capaz Kerry Condon, que ponen la rúbrica a un reparto espectacular.
El apartado interpretativo, de hecho, ayuda a aupar una cinta cuyo guion queda lastrado por una falta de profundidad latente en ningún personaje que no sea su protagonista y que va perdiendo interés a medida que pasan los minutos hasta llegar a un final tan divertido como algo desentonado (y, todo sea dicho, un pelín cobarde). Al final, por mucho que lo revistamos con un gran reparto y una fotografía espectacular, un western irlandés de asesino rudo que quiere dejarlo de una vez no va a ofrecernos nada que no sepamos desde su minuto uno.
Pero 'En tierra de santos y pecadores' es capaz de sobresalir por encima de la mayor parte de películas similares a ella gracias a la tridimensionalidad de su protagonista, el ambiente de pesadumbre constante, un ritmo lento digno del Hollywood antiguo, las preciosas vistas de Irlanda, su marco político que le añade una capa más y un reparto que va mucho más allá de lo que normalmente se le pide en este tipo de productos. Dentro de la etapa moderna de Liam Neeson es uno de sus mejores trabajos... aunque eso, efectivamente, no sea decir demasiado.
6 sobre 10.
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