Después de un puñado de cortometrajes y largometrajes con acogida poco entusiasta, parece que Jon Knautz ha conseguido una película que está obteniendo valoraciones positivas por parte de crítica y público. “The Cleaning Lady” es un thriller con puntos de terror que sin destacar en ninguno de sus elementos consigue crear tensión a lo largo de su metraje. La guapa, solitaria y bastante confiada Alice ha acabado con una relación y en su tristeza ha contactado con una mujer aparentemente indefensa: Shelly, la mujer de la limpieza que tiene la cara quemada por culpa de los productos tóxicos. Lo que inicialmente nace como una bonita relación de amistad se irá oscureciendo hasta alcanzar una obsesión absolutamente destructiva. Gran maquillaje de Shelly, buen ritmo en la narración, flashbacks llenos de perversión y actuaciones correctas para una obra predecible que consigue mantener el suspense.

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En una noche sin nada que ver entre mis ultimas opciones decidí ver esta película sin mucha acogida, empece a verla y la verdad y me dejo satisfecho.

The Cleaning Lady es mas un thriller con toques de terror, una historia un tanto original y con un guión bastante decente, hay momentos de tensión muy buenos, me gusto el maquillaje de Shelly quien es la que inspira el terror en la película, es una historia que va de menos a más, puede ser que no sea una gran película de terror contemporánea, pero con lo que ha decaído este género para mi es buena y recomendable, no te va aburrir en ningún momento.

Decente película de suspenso y horror, intriga desde el inicio con una perturbada chica con quemaduras en el rostro. No aburre aunque sea un tanto predecible, además el maquillaje de la deforme es excelente, hay tensión y algo de sangre. Aceptable ante las pésimas opciones de terror. Es refrescante y sin pretensiones. Comienza lentamente pero va dejando ver las intenciones de personajes y el suspenso es el mejor aliado para crear tensión y lo logra.

Esperemos ver más material de éste director.

Película que va del culebrón a la turbiedad como si tal cosa, y que sin molestar especialmente tampoco deja un gran poso. Una chica enrollada con un hombre casado está pasando un mal trago, así que se hace amiga de la chica que le limpia la casa, que tiene el rostro deformado por una horrible quemadura (¡que no es fruto de los productos químicos con los que trabaja! ¿Alguien de verdad ha visto la película?).

Los primeros compases son los habituales del culebrón televisivo que vemos cada domingo en nuestras TVs. Ni siquiera después de aparecer la deforme Shelly la cosa abandona el aire de telefilm. La protagonista no parece tener muchas luces, ya que algo turbio hay con la chica de la limpieza, se nota a kilómetros, pero ella venga que te dale con ser su amiga. Una tonta de manual de telefilm al uso, ya digo. Y Shelly, por supuesto, vive en una casa en mitad de la nada, consigue material médico no se sabe de donde y se cuela en casa de su "amiga" como si no hubiera puerta. En fin, la fiesta del cliché.

Hacia el último tercio se nos presentan situaciones algo más perturbadoras, pero nada que no hayamos visto en otras historias de psicópatas. El crescendo final alegra algo la función que, en suma, tenía una idea de partida ya de por sí manida. Para un hueco muerto que tengan.

No le veo lo sorprendente, refrescante o fascinante a la protagonista, de hecho es una villana bastante insulsa y patética, no genera nada, y el resto de los personajes menos, todos está ahí para hacer bulto.
La trama parece una mezcla de clichés telenoveleros, la desfigurada loca, su cruel madre, la amante con culpa, su mejor amiga, el marido infiel, la esposa cornuda, etc.
Se deja ver pero nada más, las interpretaciones son mediocres, las situaciones previsibles o morbosas, no creo que nadie la recuerde después de verla, ni para bien ni para mal.