Somos lo que comemos: Un experimento con gemelosMiniserieDocumental
5,4
401
Serie de TV. Documental
Varios gemelos idénticos cambian sus dietas y sus vidas durante ocho semanas en un experimento científico que analiza el impacto de los alimentos en la salud. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2024
10 de enero de 2024
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta reseña ofrece mi impresión sobre lo que el espectador encontrará (satifactorio e insatisfactorio) en este documental. Ya a partir del título, "Somos lo que comemos: un experimento con gemelos" se hace manifiesta una cierta escisión de intenciones. Nos encontramos con un documental que quiere ser dos cosas a la vez, sin determinarse a ser una cosa o la otra.
De un lado, ("Somos los que comemos") el documental ofrece una mirada crítica sobre la industria animal: su impacto medioambiental, su efecto en la salud. De otro, ofrece tiene su anclaje en una experimento elaborado a partir de la experiencia de cuatro parejas de hermanos gemelos. En mi opinión, lo que hace de este documental un tanto decepcionante es que no termina de ser convincente (o del todo efectivo) en ninguno de los dos apartados. Como crítica de la industria animal, la argumentación, aun siendo justísima, peca de simplismo, efectismo, además de oficiar como propaganda de personalidades demasiado involucradas (políticos demócratas del este estadounidense, chefs, activistas, miembros de Impossible Burgers, etc.) como para ofrecer argumentos convincentes y neutrales. Tampoco establece una conexión importante con dos fuerzas importantes en este y otros tantos temas: capitalismo y colonialismo, así que toda crítica se queda en la parte más superficial de sus propios argumentos. Al mismo tiempo, la presencia de pasajes autopropagandísticos fácilmente deslizan su crítica irrefutable hacia planteamientos sospechosos de ser tendenciosos y sesgados. Y eso es una lástima. No era preciso caer en lo propagandístico para cumplir con un objetivo de denuncia justo. Tampoco es honesto con los problemas autocríticos que también existen en los programas dietéticos veganos (como el hecho de una presencia peligrosa de azúcares y de alimentos altamente procesados como Impossible Foods), ni tampoco desmonta el prejuicio existente en relación con platos carentes de un componente animal. Más productivo hubiera sido romper con el sesgo que preside en nuestra sociedad: toda comida deliciosa lo es y existen suficientes opciones no animales como para circundar el consumo de carne y pescado. El mensaje más efectivo sería: prueba estos platos, porque no necesitas depender en productor animales de cuestionable origen, cuando tienes estas sabrosas alternativas, que son deliciosas, buenas para ti y para el medio ambiente. En su lugar opta por hacer propaganda de falsas hamburguesas, como si ello realmente cambiara el juego del capitalismo y de la explotación colonial (con enorme impacto, además, en comunidades racializadas).
Del otro lado ("Un experimento con gemelos"), el que, personalmente, más alimentaba mi curiosidad (puesto que existen otros productos audiovisuales sobre el primero de los enfoques), el documento podría haber organizado el experimento de manera más atenta. El documental se inicia con esta atención a los gemelos, pero después prácticamente los olvida. Salta semanas enteras sin atender a su rica experiencia humana. Obvia el valor de su experiencia (planes alimentarios, pros y contras, etc.) que tan poderoso pudiera haber resultado. Esta dimensión hubiera podido inspirar a numerosas personas interesadas en situaciones análogas. Hace un buen trabajo cuestionamiento los índices de BMI y la peligrosa identificación entre peso y salud, sin otros factores igualmente importantes (como el volumen de grasa y el porcentaje de crecimiento muscular).
Dicho todo esto, se trata de un producto interesante, informativo, comprometido con causas importantes. Es solo lástima que no hayan organizado el material de una manera convincente u ordenada, y que no hayan tomado partida por una vía u otra (crítica de la industria animal o seguimiento del experimento social con gemelos). Al final se queda como un producto híbrido (ni chicha ni limoná). El producto final no es del todo satisfactorio. Solo convencerá a los ya convertidoss sin darles una orientación a quienes no lo están sobre cómo evitar la centralidad de una dieta animal.
De un lado, ("Somos los que comemos") el documental ofrece una mirada crítica sobre la industria animal: su impacto medioambiental, su efecto en la salud. De otro, ofrece tiene su anclaje en una experimento elaborado a partir de la experiencia de cuatro parejas de hermanos gemelos. En mi opinión, lo que hace de este documental un tanto decepcionante es que no termina de ser convincente (o del todo efectivo) en ninguno de los dos apartados. Como crítica de la industria animal, la argumentación, aun siendo justísima, peca de simplismo, efectismo, además de oficiar como propaganda de personalidades demasiado involucradas (políticos demócratas del este estadounidense, chefs, activistas, miembros de Impossible Burgers, etc.) como para ofrecer argumentos convincentes y neutrales. Tampoco establece una conexión importante con dos fuerzas importantes en este y otros tantos temas: capitalismo y colonialismo, así que toda crítica se queda en la parte más superficial de sus propios argumentos. Al mismo tiempo, la presencia de pasajes autopropagandísticos fácilmente deslizan su crítica irrefutable hacia planteamientos sospechosos de ser tendenciosos y sesgados. Y eso es una lástima. No era preciso caer en lo propagandístico para cumplir con un objetivo de denuncia justo. Tampoco es honesto con los problemas autocríticos que también existen en los programas dietéticos veganos (como el hecho de una presencia peligrosa de azúcares y de alimentos altamente procesados como Impossible Foods), ni tampoco desmonta el prejuicio existente en relación con platos carentes de un componente animal. Más productivo hubiera sido romper con el sesgo que preside en nuestra sociedad: toda comida deliciosa lo es y existen suficientes opciones no animales como para circundar el consumo de carne y pescado. El mensaje más efectivo sería: prueba estos platos, porque no necesitas depender en productor animales de cuestionable origen, cuando tienes estas sabrosas alternativas, que son deliciosas, buenas para ti y para el medio ambiente. En su lugar opta por hacer propaganda de falsas hamburguesas, como si ello realmente cambiara el juego del capitalismo y de la explotación colonial (con enorme impacto, además, en comunidades racializadas).
Del otro lado ("Un experimento con gemelos"), el que, personalmente, más alimentaba mi curiosidad (puesto que existen otros productos audiovisuales sobre el primero de los enfoques), el documento podría haber organizado el experimento de manera más atenta. El documental se inicia con esta atención a los gemelos, pero después prácticamente los olvida. Salta semanas enteras sin atender a su rica experiencia humana. Obvia el valor de su experiencia (planes alimentarios, pros y contras, etc.) que tan poderoso pudiera haber resultado. Esta dimensión hubiera podido inspirar a numerosas personas interesadas en situaciones análogas. Hace un buen trabajo cuestionamiento los índices de BMI y la peligrosa identificación entre peso y salud, sin otros factores igualmente importantes (como el volumen de grasa y el porcentaje de crecimiento muscular).
Dicho todo esto, se trata de un producto interesante, informativo, comprometido con causas importantes. Es solo lástima que no hayan organizado el material de una manera convincente u ordenada, y que no hayan tomado partida por una vía u otra (crítica de la industria animal o seguimiento del experimento social con gemelos). Al final se queda como un producto híbrido (ni chicha ni limoná). El producto final no es del todo satisfactorio. Solo convencerá a los ya convertidoss sin darles una orientación a quienes no lo están sobre cómo evitar la centralidad de una dieta animal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un último detalle, menor, pero anómalo a mi forma de ver es el modo en que singulariza el caso de la respuesta sexual únicamente en las mujeres del programa. Entiendo que dado el modo con el que la industria médica, como casi siempre, ha centrado su atención solo sobre varones, fuera necesario representar la experiencia femenina. Sin embargo, ¿era realmente necesario confrontarlas solo a ellas con la experiencia de ver pornografía? Al mismo tiempo, este segmento se abre a cuestionamientos subsiguientes.¿Qué tipo de opciones tienen muchas mujeres a su disposición respecto a la pornografía?¿Hasta qué punto el experimento tuvo en cuenta la preferencia individual de las mujeres (además racializadas frente a expertos médicos caucásicos) que participaron en el experimento?
17 de enero de 2024
17 de enero de 2024
22 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Netflix lo hizo de nuevo. Después de los documentales altamente sesgados Cowspiracy o Seaspiracy, ahora encontramos en la pantalla "Somos lo que comementos!".
Disfrazado como el seguimiento de un estudio dietético realizado con gemelos, el tiempo dedicado a la prueba es marginal en comparación con el tiempo utilizado para desprestigiar la producción animal y sus productos: leche, carne, pescado y huevos.
Para aquellos que puedan tener dudas sobre las declaraciones hechas o que tengan amigos o familiares que estén haciendo preguntas al respecto, aquí algunos comentarios sobre el contenido de esta pieza de propaganda:
Si seguimos el dinero, la producción ha sido financiada por la Fundación Vogt, cuyo objetivo es promover dietas basadas en plantas. El médico a cargo del estudio, Christopher Gardner, se define a sí mismo como mayoritariamente vegano y reconoce en el artículo publicado que ha recibido financiación de Beyond meat, el fabricante de hamburguesas a base de plantas.
El estudio está lleno de errores metodológicos: en las primeras 4 semanas se controla la comida recibida por los sujetos del estudio, pero después de eso, cada participante cocina su propia comida. Cada pareja de gemelos tiene objetivos diferentes -ganar masa muscular o perder grasa visceral, etc- Nada se dice de otras conductas de los participantes: tabaquismo, sedentarismo, etc.
Cuando se trata de desacreditar a la agricultura, mencionan mentiras puras: mezclan emisiones directas e indirectas para afirmar que las emisiones agrícolas son más altas que las del transporte, una afirmación falsa según informes de la FAO. Acusan a los que comen hamburguesas de quemar el Amazonas, como si el comercio de madera, la minería o la agricultura no fueran las causas de tal problema, y como si hubiera alguna conexión entre comer carne de res estadounidense y lo que está sucediendo en Brasil.
Por si todo esto fuera poco, nos "ilumina" el fundador de una empresa de quesos veganos que cuenta a la audiencia que el queso es tan adictivo como algunas drogas.
La pesca y la acuicultura también están desacreditadas, pero nadie explica en qué tierra plantaríamos las hortalizas necesarias para sustituir las 200 Tm de pescado que la humanidad come anualmente.
Son comunes las afirmaciones falsas, como que las dietas veganas pueden prevenir la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
El estudiante de Nueva York le dice a los espectadores que recurrir al "Dr. Google" y convertirse en vegano fue clave para superar su diabetes. Nadie menciona que ha sido sorprendido por periodistas comiendo pescado. Eleven Madison Park, el restaurante que hizo la transición a un menú completo de plantas, también fue sorprendido sirviendo carne de res en espacios reservados solo para clientes VIP.
Los resultados del estudio no son significativos. El LDL es más bajo en la dieta basada en plantas, pero también pierden mucha más masa muscular, lo cual es bastante malo. Los triglicéridos son más altos en los participantes basados en plantas.
Espero que estas pocas líneas te proporcionen suficientes argumentos en caso de que tengas que enfrentarte a esta discusión. Desafortunadamente, esta publicación será leída por unos pocos mientras Netflix tenga millones de suscriptores. Pero esta vez también David vencerá a Goliat.
Disfrazado como el seguimiento de un estudio dietético realizado con gemelos, el tiempo dedicado a la prueba es marginal en comparación con el tiempo utilizado para desprestigiar la producción animal y sus productos: leche, carne, pescado y huevos.
Para aquellos que puedan tener dudas sobre las declaraciones hechas o que tengan amigos o familiares que estén haciendo preguntas al respecto, aquí algunos comentarios sobre el contenido de esta pieza de propaganda:
Si seguimos el dinero, la producción ha sido financiada por la Fundación Vogt, cuyo objetivo es promover dietas basadas en plantas. El médico a cargo del estudio, Christopher Gardner, se define a sí mismo como mayoritariamente vegano y reconoce en el artículo publicado que ha recibido financiación de Beyond meat, el fabricante de hamburguesas a base de plantas.
El estudio está lleno de errores metodológicos: en las primeras 4 semanas se controla la comida recibida por los sujetos del estudio, pero después de eso, cada participante cocina su propia comida. Cada pareja de gemelos tiene objetivos diferentes -ganar masa muscular o perder grasa visceral, etc- Nada se dice de otras conductas de los participantes: tabaquismo, sedentarismo, etc.
Cuando se trata de desacreditar a la agricultura, mencionan mentiras puras: mezclan emisiones directas e indirectas para afirmar que las emisiones agrícolas son más altas que las del transporte, una afirmación falsa según informes de la FAO. Acusan a los que comen hamburguesas de quemar el Amazonas, como si el comercio de madera, la minería o la agricultura no fueran las causas de tal problema, y como si hubiera alguna conexión entre comer carne de res estadounidense y lo que está sucediendo en Brasil.
Por si todo esto fuera poco, nos "ilumina" el fundador de una empresa de quesos veganos que cuenta a la audiencia que el queso es tan adictivo como algunas drogas.
La pesca y la acuicultura también están desacreditadas, pero nadie explica en qué tierra plantaríamos las hortalizas necesarias para sustituir las 200 Tm de pescado que la humanidad come anualmente.
Son comunes las afirmaciones falsas, como que las dietas veganas pueden prevenir la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
El estudiante de Nueva York le dice a los espectadores que recurrir al "Dr. Google" y convertirse en vegano fue clave para superar su diabetes. Nadie menciona que ha sido sorprendido por periodistas comiendo pescado. Eleven Madison Park, el restaurante que hizo la transición a un menú completo de plantas, también fue sorprendido sirviendo carne de res en espacios reservados solo para clientes VIP.
Los resultados del estudio no son significativos. El LDL es más bajo en la dieta basada en plantas, pero también pierden mucha más masa muscular, lo cual es bastante malo. Los triglicéridos son más altos en los participantes basados en plantas.
Espero que estas pocas líneas te proporcionen suficientes argumentos en caso de que tengas que enfrentarte a esta discusión. Desafortunadamente, esta publicación será leída por unos pocos mientras Netflix tenga millones de suscriptores. Pero esta vez también David vencerá a Goliat.
2 de marzo de 2024
2 de marzo de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lamentable que cotinuen utilizando el formato documental para hacer propaganda de posturas ideológicas y/o pseudocientíficas. Venden la serie como si fuera un estudio objetivo, avalado científicamente, pero la metodología y el contenido parecen evidenciar, en forma escandalosa, que la finalidad es simplemente convencer los usuarios que se conviertan al veganismo...idealmente si se convierten en miembros activos de black lives matter. Una vergüenza a lo que han llegado los medios woke para imponer sus agendas .
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