El regreso de los muertos vivientes
1985 

6,2
4.565
Terror. Comedia. Ciencia ficción. Fantástico
Frank y su aprendiz Freddy terminan su turno en un almacén de productos sanitarios. Charlando, Frank cuenta al joven que los hechos narrados en la película "La noche de los muertos vivientes" fueron reales, pero han sido ocultados por las autoridades. Para convencer al chico de que no miente, le lleva al sótano, donde le enseña un barril que contiene a uno de los zombies, y el gas que en su momento le devolvió la vida. Accidentalmente ... [+]
22 de enero de 2010
22 de enero de 2010
66 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y ahora, muy astutamente, muchos de los usuarios que estén leyendo esto pensarán "¿y a mí que coño me importa?" Y es bien cierto, no es de gran interés, pero es que cuando ves película como "El regreso de los muertos vivientes" es cuando uno recapacita y se siente orgulloso de haber nacido en aquella época en que aún se amaba el cine. Y claro, te dan ganas de proclamarlo a diestro y siniestro.
Los ochenta no se caracteriza por ser precisamente una década en que se hicieran grandes películas (con unas cuantas excepciones, claro), pero en cambio, siempre que se elude a la generación de los ochenta se hace por ciertas características y destacado método de hacer las cosas, en este caso, hablando de cine.
"Películas ochenteras", se utiliza como calificativo, incluso a cine que no es de esa época, para indicar el tono empleado, el acabado, las formas de crear una película, en definitiva. Generalmente se suele decir en tono nostálgico y con cierto cariño, es decir, positivamente. Y creo que cuando se trasciende tanto esa idea es porque las cosas no se hicieron tan mal.
Fijándonos ya expresamente en la cinta que nos ocupa, hay que valorarla atendiendo al género que pertenece, comedia/terror de zombies.
Cuando hablamos de comedia, hay que entender como tal el tono empleado en la narración y lo que ello implica (desarrollo más rápido, gags, dobles intenciones, música empleada...) no simplemente que la película haga reír o no. Hay comedias que no buscan la risa fácil, sino un estado de "eterna felicidad tonta" que yo llamo, eso quiere decir pasarse la película esbozando sonrisas sin apartar ni un sólo minuto la mirada y disfrutando en todo momento pero sin soltar una sola carcajada. La cinta de Dan O'Bannon, célebre guionista del género, se incluye en este segundo apartado.
Así mismo, hablar de terror no se refiere a ser asustando continuamente mediante sustos sorpresa, sino que se entiende por una cuidada ambientación tenebrosa, sitios cerrados, oscuridad predominante (tanto de luz como de sensaciones), en definitiva, crear una situación propicia durante todo el metraje.
Así pues, "El regreso de los muertos vivientes" nos proporciona el mejor tono cómico integrado en un clima de ultratumba, generando un entretenimiento de gran calidad, con una solvente realización y un guión muy inteligente que enaltece al género zombi, puesto que procuró, aparte de unas cuantas secuelas (en concreto lleva ya 5) e inspiraciones para otras tantas.
(Continúa en el spoiler por falta de espacio)
Los ochenta no se caracteriza por ser precisamente una década en que se hicieran grandes películas (con unas cuantas excepciones, claro), pero en cambio, siempre que se elude a la generación de los ochenta se hace por ciertas características y destacado método de hacer las cosas, en este caso, hablando de cine.
"Películas ochenteras", se utiliza como calificativo, incluso a cine que no es de esa época, para indicar el tono empleado, el acabado, las formas de crear una película, en definitiva. Generalmente se suele decir en tono nostálgico y con cierto cariño, es decir, positivamente. Y creo que cuando se trasciende tanto esa idea es porque las cosas no se hicieron tan mal.
Fijándonos ya expresamente en la cinta que nos ocupa, hay que valorarla atendiendo al género que pertenece, comedia/terror de zombies.
Cuando hablamos de comedia, hay que entender como tal el tono empleado en la narración y lo que ello implica (desarrollo más rápido, gags, dobles intenciones, música empleada...) no simplemente que la película haga reír o no. Hay comedias que no buscan la risa fácil, sino un estado de "eterna felicidad tonta" que yo llamo, eso quiere decir pasarse la película esbozando sonrisas sin apartar ni un sólo minuto la mirada y disfrutando en todo momento pero sin soltar una sola carcajada. La cinta de Dan O'Bannon, célebre guionista del género, se incluye en este segundo apartado.
Así mismo, hablar de terror no se refiere a ser asustando continuamente mediante sustos sorpresa, sino que se entiende por una cuidada ambientación tenebrosa, sitios cerrados, oscuridad predominante (tanto de luz como de sensaciones), en definitiva, crear una situación propicia durante todo el metraje.
Así pues, "El regreso de los muertos vivientes" nos proporciona el mejor tono cómico integrado en un clima de ultratumba, generando un entretenimiento de gran calidad, con una solvente realización y un guión muy inteligente que enaltece al género zombi, puesto que procuró, aparte de unas cuantas secuelas (en concreto lleva ya 5) e inspiraciones para otras tantas.
(Continúa en el spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La lógica interna de la película es muy coherente y los personajes se les nota llenos de vida y simpatía, dejando cada uno su sello particular. Pero es que los muertos vivientes son mejores si cabe, con un maquillaje de gran calidad, dotados con inteligencia y cualquier otra característica de un humano vivo, y formando la mayoría de las situaciones puramente cómicas.
La banda sonora amenizada con rock de susodicha generación, una buena selección que si bien no es muy famosa, si cumple con creces en la película.
No quiero desvelar ninguno de los grandes momentos que se esconden detrás de esta infravalorada y semidesconocida joya del género, y tampoco obviar sus fallos, que los tiene, sobretodo de cara a un final apresurado y ciertas imágenes congeladas que sacan al espectador de la tensión previamente creada, pero para una película que ofrece tanto sin pretenderlo, se le pueden pasar por alto dichos fallos.
Si seguís mi recomendación y la visualizáis, espero que comprendáis mi satisfacción por dicha película y generación. Porque en los ochenta aún se amaba el cine.
La banda sonora amenizada con rock de susodicha generación, una buena selección que si bien no es muy famosa, si cumple con creces en la película.
No quiero desvelar ninguno de los grandes momentos que se esconden detrás de esta infravalorada y semidesconocida joya del género, y tampoco obviar sus fallos, que los tiene, sobretodo de cara a un final apresurado y ciertas imágenes congeladas que sacan al espectador de la tensión previamente creada, pero para una película que ofrece tanto sin pretenderlo, se le pueden pasar por alto dichos fallos.
Si seguís mi recomendación y la visualizáis, espero que comprendáis mi satisfacción por dicha película y generación. Porque en los ochenta aún se amaba el cine.
15 de enero de 2009
15 de enero de 2009
28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de vhs ya funcionan actualmente como un enorme cementerio, muchas reliquias se están perdiendo y este es uno de esos casos.
Romero fue, y es, el precursor de una zaga que parece no tener fin: hay muertos vivos en el video club, en las pantallas de cine, en mi retina, en mis pesadillas nocturnas, abajo de mi cama. Hay zombies por todos lados.
En 1985, un tal Dan O Bannon se encargó de realizar una obra en base a la mítica producción de George, y las consecuencias no pudieron ser mejores.
Seamos honestos, esta película guarda relación, pero de ninguna manera puede compararse con la de Romero. Esta película tiene un sello autoral que la desprende de cualquier influencia.
Los muertos vivos no están ahí, hay que encontrarlos, los guardan en tanques secretos del gobierno que no deben ser abiertos; aunque abrirlos significó el deleite de todos los espectadores que hayan visto esta película.
Lejos del terror, si bien lo hay, y más cerca de la ciencia ficción, del suspenso y el humor negro; esta película posee una linea narrativa que nos va acercando a la verdad, esta no se nos presenta de golpe sino como producto de una sucesión de peripecias argumentales trazadas con mano hábil.
Existen escenas que se quedan grabadas en la memoria, sencillamente porque son únicas en el género (spoiler), y no exagero. Nos enfrentamos a una parodia que, curiosamente, se toma en serio a sí misma y este es el mayor mérito de esta peli: nunca deja de ser fiel a su propio ser, venga de donde venga, Romero, Romero y más Romero.
La banda sonora cuaja de una forma increíble; los efectos especiales pueden parecer deficientes, diría que son artesanalmente eficaces.
La cultura punk se halla presente, no solo por las vestimentas o la música, también por el mensaje anti-gobierno que hay de fondo (el final...).
No se olviden de esta peli, que el dvd no se olvide de esta peli: sería una injusticia perdonable, sí, pero muy dolorosa.
Romero fue, y es, el precursor de una zaga que parece no tener fin: hay muertos vivos en el video club, en las pantallas de cine, en mi retina, en mis pesadillas nocturnas, abajo de mi cama. Hay zombies por todos lados.
En 1985, un tal Dan O Bannon se encargó de realizar una obra en base a la mítica producción de George, y las consecuencias no pudieron ser mejores.
Seamos honestos, esta película guarda relación, pero de ninguna manera puede compararse con la de Romero. Esta película tiene un sello autoral que la desprende de cualquier influencia.
Los muertos vivos no están ahí, hay que encontrarlos, los guardan en tanques secretos del gobierno que no deben ser abiertos; aunque abrirlos significó el deleite de todos los espectadores que hayan visto esta película.
Lejos del terror, si bien lo hay, y más cerca de la ciencia ficción, del suspenso y el humor negro; esta película posee una linea narrativa que nos va acercando a la verdad, esta no se nos presenta de golpe sino como producto de una sucesión de peripecias argumentales trazadas con mano hábil.
Existen escenas que se quedan grabadas en la memoria, sencillamente porque son únicas en el género (spoiler), y no exagero. Nos enfrentamos a una parodia que, curiosamente, se toma en serio a sí misma y este es el mayor mérito de esta peli: nunca deja de ser fiel a su propio ser, venga de donde venga, Romero, Romero y más Romero.
La banda sonora cuaja de una forma increíble; los efectos especiales pueden parecer deficientes, diría que son artesanalmente eficaces.
La cultura punk se halla presente, no solo por las vestimentas o la música, también por el mensaje anti-gobierno que hay de fondo (el final...).
No se olviden de esta peli, que el dvd no se olvide de esta peli: sería una injusticia perdonable, sí, pero muy dolorosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Jamás, jamás, jamás se había visto en una peli de zombis un diálogo directo, una comunicación entre los vivos y los muertos como se dá en esta obra. Lejos de los gemidos y muy cerca de un intercambio de ideas: ¡un muerto viviente opina sobre su estado, explica su condición! Resurreción a esta joya olvidada.
10 de febrero de 2009
10 de febrero de 2009
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La principal virtud de este remozamiento ochentero del subgénero zombi es su ocurrencia y su originalidad en el planteo de nuevas variantes dentro del mito en sí.
El filme cambia varias situaciones específicas tales como que los muertos vivientes desean comer sólo cerebros “frescos” de seres humanos vivientes para no sentirse podridos y mal en su estado calamitoso. Además son sumamente ágiles y veloces e inclusive inteligentes seres pensantes que asumen estrategias para atraer más vivos para devorárselos.
El argumento nos depara más sobresaltos ya que a estos zombis no se los puede matar con la otrora infalible destrucción del cerebro, sino que son prácticamente indestructibles.
Por si fuera poco, se han inventado un ocurrente origen para dar rienda suelta al conflicto zombi, que nada tiene que ver con lo que ya se había visto como fundamento de la epidemia en entregas anteriores.
Pero ello no es todo, al ser una especie de comedia de terror con muchos enredos, resulta sumamente dinámica y atractiva desde el desarrollo de sus aparatosas circunstancias narrativas. Hay mucha comicidad negra y truculencia en las vicisitudes, no se da respiro al espectador, y por si fuera poco el extravagante carisma de los personajes que aparecen constituyen un cóctel muy entretenido que eleva a este clásico moderno que no ha envejecido mal.
Es indudablemente un fiel exponente de la serie B de terror, pues se le nota su rusticidad narrativa, pero hay que estar atentos a la singularidad de las situaciones que dan vida al guión, pues si bien es una cinta de mero corte zombi, tiene muchas gratas sorpresas en su historia como para pasarnos un rato muy divertido.
En fin, es una cinta que exhibe una justa combinación en la dosis entre comedia y terror, que de haberse elaborado más su precipitado desenlace (que obviamente deja las puertas abiertas para las continuaciones venideras) estaríamos en presencia de una cinta que podría llegar al nivel de las obras básicas referentes dentro del subgénero (tales como “La noche de los muertos vivientes”, “REC” o “Zombi -Dawn of the Dead-” de lo que he visionado). No obstante ello, es un filme a la altura de las circunstancias, mínimamente inferior a las citadas y que siempre llevaré la nostálgica y grata rememoración de sus cutres pero simpatiquísimas alternativas desplegadas.
El filme cambia varias situaciones específicas tales como que los muertos vivientes desean comer sólo cerebros “frescos” de seres humanos vivientes para no sentirse podridos y mal en su estado calamitoso. Además son sumamente ágiles y veloces e inclusive inteligentes seres pensantes que asumen estrategias para atraer más vivos para devorárselos.
El argumento nos depara más sobresaltos ya que a estos zombis no se los puede matar con la otrora infalible destrucción del cerebro, sino que son prácticamente indestructibles.
Por si fuera poco, se han inventado un ocurrente origen para dar rienda suelta al conflicto zombi, que nada tiene que ver con lo que ya se había visto como fundamento de la epidemia en entregas anteriores.
Pero ello no es todo, al ser una especie de comedia de terror con muchos enredos, resulta sumamente dinámica y atractiva desde el desarrollo de sus aparatosas circunstancias narrativas. Hay mucha comicidad negra y truculencia en las vicisitudes, no se da respiro al espectador, y por si fuera poco el extravagante carisma de los personajes que aparecen constituyen un cóctel muy entretenido que eleva a este clásico moderno que no ha envejecido mal.
Es indudablemente un fiel exponente de la serie B de terror, pues se le nota su rusticidad narrativa, pero hay que estar atentos a la singularidad de las situaciones que dan vida al guión, pues si bien es una cinta de mero corte zombi, tiene muchas gratas sorpresas en su historia como para pasarnos un rato muy divertido.
En fin, es una cinta que exhibe una justa combinación en la dosis entre comedia y terror, que de haberse elaborado más su precipitado desenlace (que obviamente deja las puertas abiertas para las continuaciones venideras) estaríamos en presencia de una cinta que podría llegar al nivel de las obras básicas referentes dentro del subgénero (tales como “La noche de los muertos vivientes”, “REC” o “Zombi -Dawn of the Dead-” de lo que he visionado). No obstante ello, es un filme a la altura de las circunstancias, mínimamente inferior a las citadas y que siempre llevaré la nostálgica y grata rememoración de sus cutres pero simpatiquísimas alternativas desplegadas.
18 de mayo de 2013
18 de mayo de 2013
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí tenemos otro gran y extraño clásico de los ochenta. Creo que el hecho de que sea tan inusual es lo que hace tan maravillosa. Una mezcla buenísima de comedia y de terror, más concretamente del cine de zombies y para más inri con un toque ochentero muy pero que muy pronunciado y exagerado. Conclusión, un film que hace las delicias de un acérrimo nostálgico de la década como yo. Lo mejor que tiene es que la combinación del terror y la comedia está muy bien traída, no queda absurda (como suele ocurrir la mayoría de casos que se quieren unificar ambos géneros) por lo que como película de terror no pierde potencial y brinda momentos atemorizantes bien conseguidos y como comedia es bastante divertida porque las escenas cómicas no están forzadas sino que vienen dadas por las vivencias de los propios personajes y la situación que están viviendo. Si hay algo que me encanta del film es la dispar mezcla de personajes a cual más raro y extravagante que se da en la película (véase sin ir más lejos el personaje de Linnea Quigley que se pone bailar desnuda sobre las tumbas al excitarse pensando en una forma repugnante de ser asesinada. Con escenas como éstas el film te deja claro que es un despiporre que solo puede ser disfrutado si se ve con ganas de pasárselo bien. A destacar la banda sonora, también super ochentera (¡cómo no!) en especial el tema que baila la propia Linnea Quigley desnuda, "Tonight, we'll make love till we die", que también suena en los créditos finales. Resaltar también los maquillajes de los zombies, verdaderamente increíbles y por supuesto ese zombie calavérico tan curioso que exclama todo el rato: "cereeebrooos". Una película enormemente recomendable, otro gran clásico de los ochenta y una excelente parodia del cine de zombies...
21 de julio de 2007
21 de julio de 2007
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué puede ser mejor que unos punks enfrentándose a una horda de hambrientos zombies?
No me pareció terrorífica pero como comedia es genial, todas las referencias al mejor cine de Romero y esas míticas frases que pronuncian los muertos la convierten en uno de los clásicos ochenteros más entrañables.
Hay escenas excelentes como el comienzo (que muestra una buena técnica del director Dan O’Bannon) o el primer encuentro con un zombie amarillo, los actores también son muy buenos.
El final inmejorable.
No me pareció terrorífica pero como comedia es genial, todas las referencias al mejor cine de Romero y esas míticas frases que pronuncian los muertos la convierten en uno de los clásicos ochenteros más entrañables.
Hay escenas excelentes como el comienzo (que muestra una buena técnica del director Dan O’Bannon) o el primer encuentro con un zombie amarillo, los actores también son muy buenos.
El final inmejorable.
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