He de decir que he ido al cine habiendo visto y leído muy poco sobre la misma, lo cual a aumentado el efecto WOW al ir con pocas o nulas expectativas, pero la verdad es que me ha parecido una película fantástica, Timothee Chalamet lo borda en su papel de Willy Wonka, con permiso de Hugh Grant que pone una guinda a un pastel inmejorable. Había tiempo que no disfrutaba tanto con una película en el cine.

Recomiendo encarecidamente ir al cine a disfrutar la experiencia musical, visual y actoral porque merece la pena… hay que apoyar al cine o nos vernos abocados en un futuro al cine algoritmo fabricado por IAs en las diferentes plataformas que apuestan más por el número de visualizaciones que por la calidad del producto.

Años después de que Gene Wilder trajera a Willy Wonka por primera vez a la gran pantalla y después de que Johnny Depp lo encarnara, ahora el querido chocolatero regresa para narrar sus inicios antes de crear la fábrica de chocolate. La película narra una historia encantadora que logra mantener la esencia de la película de 1971 y actualizarla de una manera excelente. Nos presenta un Willy Wonka inocente y encantador que tiene ese carisma y excentricidad que tanto caracteriza al personaje. La película muestra a Willy como una especie de mago y eso es lo que siempre ha sido desde que apareció por primera vez en el libro de Roald Dahl o en la película original. Sin duda, el actor logra mantener la excentricidad del personaje. Hugh Grant encarna el primer Oompa-Loompa que Willy conoció y es estupenda la forma que encarna a este peculiar personaje, volviéndolo llamativo. A pesar de que en la película original se usaron actores reales de baja estatura y aquí usaron CGI, lograron mantener la apariencia y peculiaridad del Oompa-Loompa intacta. Los números musicales de la película son una obra de arte y tienen el aire de la banda sonora de la película original, haciendo que las escenas musicales sean magistrales. Se aprecia bastante que se usara también algunas partes de la banda sonora original. Las actuaciones, la producción, los efectos especiales, literalmente todo en esta película es excelente, logrando respetar la visión de la fuente de origen y volviéndola una digna sucesora de la obra de Dahl por plasmar a la perfección la magia de esta. Wonka es definitivamente una de las mejores precuelas en la historia del cine y una hermosa película para disfrutar con toda la familia. Mi calificación final para esta película es un 10/10.

Es una película familiar y encantadora, de esas que hacen que te sientas bien desde el momento en el que empiezan ya que es inspiradora y muy entretenida, con momentos muy divertidos y con escenas llenas de color.

La historia y la duración hacen que sea perfecta para ver con niños pequeños y que todos puedan disfrutarla, aunque también es ideal si eres un adulto y te apetece pasar un rato agradable y no pensar demasiado, como es mi caso.

La banda sonora es maravillosa, todas las canciones son ingeniosas y pegadizas, si te gustan los musicales no puedes perderte este.

Todos los actores están estupendos en sus papeles. Timothée Chalamet transmite la energía y la vitalidad del personaje a la perfección, además de representar magistralmente todos los momentos emotivos.

En definitiva, es una historia adorable, llena de color y de música, y perfecta para desconectar.

Escribo esta crítica tras haber visto Wonka dos veces en cines. La primera vez la vi doblada al castellano, como casi siempre veo las películas en cines, y el doblaje era tan malo que me sacó por completo. Dándome cuenta de que la película era muy buena pero las voces en castellano la estaban arruinando, fui a verla una segunda vez en V.O., y por fin pude disfrutar de una obra maestra en todo su esplendor. Yo soy defensor del doblaje, pero lo que se ha hecho en Wonka no tiene perdón. Aviso a navegantes: en VOSE mil veces mejor.
Vamos ya con la película. Lo dicho, obra maestra. Paul King ya lo demostró con las dos películas de Paddington y ahora con Wonka: es el rey del cine familiar-infantil, y ha llevado este tipo de películas a un status difícil de alcanzar para los demás. Wonka rebosa esa magia de la infancia por todas partes: a través de sus números musicales (la BSO es excelente y todo apunta a que eterna), sus protagonistas soñadores, su historia inspiradora y su ambientación, creando un mundo de pura imaginación lleno de color del que no querrás salir. El corazón de dicho mundo es un espectacular Timothée Chalamet; no hay nada que se le resista, ahora suma su habilidad musical a un currículo impecable, más aún teniendo en cuenta que no lleva ni una década en Hollywood. Todo el reparto que le acompaña es digno de elogios, desde la pequeña Calah Lane como Noodle hasta los tres villanos, pasando por trabajdores de la lavandería o la deliciosamente malvada Olivia Colman como la señora Scrubbit. Mención aparte merece Hugh Grant: el rey de la comedia romántica convertido en secundario robaescenas sale menos de lo que debería como un Oompa Loompa, pero cuando lo hace, se come la pantalla.
Un festín de magia, imaginación y chocolate para soñadores y que toda la familia puede disfrutar esta Navidad; Wonka es sin duda la película más dulce del año.

Yo me considero bastante cinéfila porque me encanta ver películas y más si es al cine, me gustan todo tipo de géneros, pero el género que más me gusta es el terror, por eso cuando fui a ver esta película yo no tenía las expectativas muy altas, ya que la película Charlie la fábrica de chocolate que está relacionada con esta, no me gusto mucho y me disgustó bastante.

A mí siempre me han gustado y me siguen atrayendo las películas de fantasía y los musicales, donde hay magia, los personajes viven aventuras y sobre todo tienen ilusión.

Desde que comenzó la película no pude parar de mirarla, me enganchó muchísimo desde el primer minuto, los momentos de música donde todos se ponían a bailar, la trama, como lo resolvieron, me encanto todo, y por eso la he puntuado con un diez, me parece una película perfecta, no es aburrida, es graciosa y sobre todo te engancha.